El rock me sigue dando libertad

y editado junto al fanzine del mismo nombre) y a diez de su silenciosa separación, el grupo. Suárez parece estar más presente que nunca en la producción ac-.
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ESPECTACULOS

I

Miércoles 25 de enero de 2012

MUSICA s ENTREVISTA CON ROSARIO BLEFARI

“El rock me sigue dando libertad”

Suárez y su influencia sonora

Continuación de la Pág. 1, Col. 4 parezcan perseguir el tarareo, la alquimia pop justa de la melodía y la palabra. “Reconozco que mis canciones se pueden cantar, aunque yo sé que su simpleza es bastante aparente, porque existe una irregularidad que siempre aparece, que las estrofas nunca tienen la misma cantidad de vueltas, que algunas no tienen estribillo o son muy cortas o repetitivas. Hay algo que viene de la fuente de la búsqueda de otros caminos para renovar la canción”. –¿Encontraste alguna fórmula de la canción, un método para componer? –No sé si una fórmula pero sí tengo varios métodos. Eso lo fui descubriendo más en relación a dar talleres y ejercer cierta docencia. Yo tenía mucha reticencia con eso, porque salvo mi experiencia con mi primer profesor, siempre fue bastante difícil la búsqueda de alguien que me enseñara. En un momento dejé todo porque me encontré con una educación muy de conservatorio y cuando quise estudiar teatro me pasó lo mismo. Entonces encontré que el camino de la educación artística era más fácil y más cómodo hacerlo por mi cuenta, escuchando música, charlando con mis amigos, yendo a ver películas, leyendo; que mi formación era mucho más rica por ahí: yendo a tocar y a actuar y haciendo, a los ponchazos, pero haciendo, más que ir a un lugar a estudiar. Pero un buen día se reconcilió con la docencia. Tanto, que dictó un seminario bautizado “Una tesis en forma de canciones” en el Centro de Investigaciones Artísticas. “Eso me llevó a observar más cómo hago las canciones y empecé a ordenar ideas y a probar también, a partir de eso. De pronto, la producción de canciones se me aumentó, se me ordenó, se me aclaró... Es difícil que pase por períodos que no se me ocurre nada, porque siempre le encuentro la vuelta por dónde trabajar”. Ella insiste en que no, pero al escucharla uno intuye que conoce la fórmula de la canción y que con picardía la desplegó en Privilegio, su quinto álbum como solista, un puñado de melodías rápidas que la conectan con cierta urgencia rockera. “La ruta iluminada por mis ganas de llegar era blanda, peligrosa,

VUELVO AL BOSQUE La sesión de fotos que ilustran Privilegio son parte del film Verano, del director chileno José Luis Torres Leiva, con el que Bléfari viajó en 2011 al Festival de Venecia: “Lo suyo es una obra fotográfica en movimiento”.

podíamos flotar, ah, ah... ah, ah”. “Más allá de todas las cosas por las que ha pasado, los clichés, sus contradicciones o sus caras filosas, dentro de la música, el rock me sigue pareciendo el lugar de mayor libertad –sostiene Bléfari. Para mí el rock es la libertad de poder utilizar, de alguna manera, todos los géneros literarios de la canción; es muy amplio culturalmente y puede sostener distintos discursos literarios: puedo escribir un pequeño ensayo o desarrollar un cuento y todo encaja con el rock. ¿Por qué? Por la expresión, la actuación de la canción que tiene el rock y la tensión que permite como género”.

Por las ramas de la canción Bléfari habla de los pequeños desafíos que un compositor se impone para avanzar, para crear; habla de los caminos secretos que disfruta recorrer ante la posibilidad de un nuevo álbum por venir y revela su última tentación, su más reciente obsesión: los mil y un argumentos de la canción. “Me gusta encontrar lo que sería el árbol de las canciones. Creo que cualquier canción que hace cualquier persona en cualquier parte del mundo y en cualquier época, se cuelga de una rama de un supuesto árbol de las canciones”, dice con un tono que

PARA AGENDAR Rosario Bléfari presentará su nuevo álbum, Privilegio, con Mujercitas Terror y Camila Barre de teloneros. Niceto Club: Niceto Vega 5510. Mañana, a las 20.

En banda: Pablo Córdoba, Jesica Ojeda, Bléfari y Javier Marta

puede mezclar ingenuidad y docencia sin contradecirse. “Lo que uno hace es una hojita, un brote más de una rama que ya está allí. El amor es quizás el ejemplo más fácil y más grande: está la gran rama del despecho, la de la conquista, la de no sé si quiero pero... Los argumentos para una canción de amor son muchos, pero las canciones que se pueden escribir sobre esos argumentos son infinitas.” La chica que en 1999 se destacó en la pantalla grande del nuevo cine argentino con Silvia Prieto, de Martín Rejtman, asegura que no es una actriz de carrera y que si bien le hubiera gustado, no filmó mucho después de aquel protagónico. Hasta el año pasado, en el que filmó y se estrenó Verano, del director chileno José Luis Torres Leiva (la tapa de Privilegio es un fotograma del film) y se confirmó la opera prima de Ezequiel Radusky y Agustín Toscano (Los dueños se filmará este año con Bléfari como protagonista). “Torres Leiva me parece algo más que un director de cine moderno, lo suyo es una obra fotográfica en movimiento, trasciende la concepción actual del cine –asegura–. Este es el caso de un pintor que pinta la pintura como se dice.” –¿Y Rejtman [además de Silvia Prieto, en Rapado contó con Suárez como banda estelar y también contó con Bléfari como protagonista en un mediometraje, en 1984]? –En el caso de Martín, su cuestión pasa por otro lado, más por algo de las palabras y las situaciones que crean un mundo propio, extraño, paralelo, pero al mismo tiempo familiar de tal manera que resulta un humor de todo eso.

A veinte años de su primera grabación pública (el casete Aparato Ruido N 1, de 1992, compartido con Juana la loca y editado junto al fanzine del mismo nombre) y a diez de su silenciosa separación, el grupo Suárez parece estar más presente que nunca en la producción actual de rock, tanto por su espíritu independiente como por sus guitarras estridentes y psicodélicas siempre al servicio de la canción. Especialmente en ese variado grupo de músicos platenses que día a día se afirma en la escena rockera: el año pasado, Bléfari compartió shows con 107 Faunos, El Mató A Un Policía Motorizado y Javi Punga, entre otros. “No sé qué ven en mí, pero con todos ellos hay una afinidad, más allá de lo musical, que me encanta”, dice Bléfari. Y Javi Punga confiesa: “El legado artístico de Suárez tiene que ver con la experimentación, la forma de composición y la escritura de las canciones y las letras. Fue algo que me impactó y me influenció en la adolescencia. Ahora, tocar con ella tiene algo de continuidad de aquellos años”. –¿Por qué se armó cierto mito indie en torno a Suárez? –Creo que la banda tenía un arrastre especial en la gente porque lo tenías que buscar un poco, no era algo que te enterabas, que te venía. Como ese afán de encontrar la figurita difícil, que tiene que ver con la cultura rock, de buscar en vez de tomar lo que tenés ahí. Tenía algo de ese espíritu infantil y coleccionista del rockero: “tengo algo para mostrarte, vas a ver que no lo conocés, te voy a sorprender, te va a gustar...” –Con tanto furor comercial por los regresos, ¿no te tentaron para rearmar Suárez? –No nos dijeron nada, pero también está bastante claro que cada uno está en su camino y ni se nos ocurriría. Parar todo para hacer una foto del pasado me parece aburrido. La nostalgia no me parece algo muy rockero. Yo siento que cuando vibro en algo que tiene que ver con el rock, es el presente, siempre.

FOTOS: INTI BRIONES Y ALBERTINA SALES

CLASICA s ENCUENTRO EN VILLA LA ANGOSTURA

Música para combatir las turbias cenizas La mezzo Susanna Moncayo, en el Festival de los Siete Lagos Hace un año, con el marco de los paisajes idílicos de la región, hizo su debut el Festival de los Siete Lagos, una serie de conciertos en distintas sedes por alrededor, precisamente, de los Siete Lagos. Algunos meses después, todos nos enteramos de la existencia del volcán Puyehue, cuyas cenizas se elevaron por sobre los Andes y se desparramaron por casi todo el territorio argentino pero, especialmente, en el norte de la Patagonia andina. Ahora, a pesar de todas las contrariedades, y con el objetivo de favorecer la reconstrucción de Villa La Angostura, largamente dañada por el Puyehue, va a tener lugar la segunda edición del Festival, desde esta noche y hasta el 3 de febrero. El paseo musical, a lo largo de seis conciertos, arranca en el Chapelco Golf & Resort de San Martín de Los Andes, continuará en el Camping Musical Bariloche, en el Centro de Congresos y Convenciones Arrayanes de La Angostura, cruzará la frontera para arribar al Teatro del Lago, en Frutillar, Chile, pasará luego por el teatro La Baita, de Bariloche, para concluir con un concierto gratuito en La Angostura. El elenco de músicos que alternarán en todas estas presentaciones está integrado por la mezzosoprano Susanna Moncayo, la prestigiosa laudista Dolores Costoyas, el pianista Andrea Gallo y el Ensamble Acrux, un quinteto de cuerdas que integran David Mc Carroll, Marta Roca, Germán Clavijo, Silvina Alvarez y Claude Frochaux. Todos estos músicos, además, ofrecerán seminarios a los alumnos de la escuela de música Sonidos del Río Huemul. Participante de la primera edición, Susanna Moncayo habla de las características de este encuentro, de sus muy cambiantes repertorios en las cuatro participaciones en las que intervendrá y de dos homenajes. “Este Festival, además de apuntar a la colaboración a la reconstrucción de Villa La Angostura, está dedicado a la memoria de Esteban Raspo, el violinista cordobés que falleció, recientemente, en un desgraciado accidente automovilístico en el que perdieron la

Susanna Moncayo actuará en un homenaje a Tomás Tichauer y junto al Ensamble Acrux

vida, además, otros dos músicos de la Sinfónica de Córdoba, y que formó parte del primer Festival. Pero además, haremos un recital, en el Camping Bariloche, junto al violista Germán Clavijo y a Andrea Gallo en homenaje al recordado Tomás Tichauer, aquel maravilloso violista tan intensamente vinculado a ese lugar en el que comenzo a forjarse, con su participación e impulso, la Camerata Bariloche”. Nos cuenta, también, sobre los particulares contenidos de sus propias presentaciones. “Con Dolores Costoyas haremos diferente tipo de obras del Renacimiento y del Barroco temprano. En el homenaje a Tommy Tichauer, Germán y Andrea tocarán las Sonata para arpeggione, de Schubert, en tanto que yo cantaré canciones de Schubert, Brahms, Bridge y Gershwin. Con el Ensamble Acrux, en el teatro La Baita, cantaré tangos”. Le hacemos notar que sabíamos

Lavandera Otro que andará por el Sur será el pianista Horacio Lavandera, que actuará –al aire libre– el 4 de febrero en el Chapelco Golf & Resort, en el marco de la 5° Edición del Festival de la Asociación Musical San Martín de los Andes. La programación, en www. sanmartinmusical.com.ar.

ARCHIVO/M. AMENA

de sus incursiones en la música popular y le preguntamos cómo enfrenta repertorios tan disímiles. Con seguridad, pone las cosas en claro: “Yo soy una cantante lírica. Pero antes de comenzar mi formación en este campo, yo ya había cantado folklore con Jaime Torres. Yo distingo perfectamente que lo clásico y lo popular son dos cosas completamente diferentes y amo intensamente a los dos. Pero, para decirlo de un modo sencillo, recurro a la impostación cuando tengo que hacer Brahms o Verdi. Para hacer folklore o tango, trato de que el canto sea una continuación de la voz hablada. El mejor elogio que te pueden decir, después de que cantás tango o folklore es que no sabían que vos sos una cantante lírica. La voz es la misma, pero una viene envuelta con una técnica especial y la otra es más natural. Y con la interpretación es exactamente lo mismo. Ni la voz ni la interpretación pueden ser la misma cuando los dos campos culturales son tan diferentes”. Para quienes viven en la zona de los Siete Lagos y para quienes estarán por allá en esta semana habrá buena música, sonando en vivo. Es cuestión de averiguar y acercarse. Para disfrutar y para combatir con arte a esas cenizas turbias y nada musicales. La programación, en www.filarmonica7lagos.com.ar.

Pablo Kohan