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SEGURIDAD
un año dominado por heChos violentos Muertos y heridos en delitos, hechos de corrupción policial y cambios en la cúpula de la Federal fueron algunos de los episodios más significativos
| Domingo 30 De Diciembre De 2012 Domingo 8
ENERo El homicidio de la maestra Silvia Prigent, que había desaparecido en San Fernando el 29 de diciembre de 2011, fue hallada asesinada de dos disparos en la cabeza. Su esposo, Daniel Sfeir, quedó detenido con prisión preventiva, acusado del crimen
Martes 20
MARZo
Muerte en San Vicente Adriana Cruz, una mujer que vivía en un country de San Vicente, ahogó a su hijo de 6 años en un jacuzzi. La mujer fue detenida y al poco tiempo se suicidó en su celda
Domingo 1°
Lunes 23
JuLIo Doble crimen en Cañuelas Dos hermanos, Leonardo y Marcelo Massa, propietarios de un supermercado en Cañuelas, fueron asesinados a tiros dentro de su local. El doble homicidio provocó multitudinarias protestas de vecinos y comerciantes
oCTuBRE
Condenan a ocho policías federales por corrupción Se trató de un fallo sin precedente. Entre los condenados hubo un comisario y dos subcomisarios. Las investigación comenzó con la denuncia de un sargento de la comisaría 49a
Jueves 13
Jueves 20
DICIEMBRE Renuncias Enfrentado con la ministra Nilda Garré y su segundo, Sergio Berni, renunció el jefe de la Policía Federal, comisario general Enrique Capdevila. Lo reemplazó Román Di Santo
DICIEMBRE
Cromagnon La Cámara de Casación Penal ordenó finalmente que los 14 condenados por la tragedia comenzaran a cumplir las penas, entre ellos Omar Chabán y el ex líder de Callejeros Patricio Santos Fontanet
seguridad Edición de hoy a cargo de Ricardo Larrondo | www.lanacion.com/seguridad
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historias de dolor | vÍctimas que no deben olvidarse
Cromagnon: el sufrimiento aún sigue A ocho años de la tragedia, para los familiares de las 194 víctimas, el fallo que mandó presos a los 14 responsables no sirvió para sellar la angustia; piden que los dejen controlar la ejecución de las penas para evitar que reciban beneficios especiales
El difícil camino de seguir sin su esposo
Gustavo Carabajal LA NACION
A ocho años de la tragedia en el boliche República Cromagnon, los familiares de algunos de los 194 muertos afirmaron que la reciente decisión de la Justicia de detener a los 14 condenados por el incendio no sirvió para sellar el dolor y que continuarán con sus reclamos para que sean apresados el resto de los que consideraron responsables de haber permitido el funcionamiento del local. Por esta cuestión apuntaron específicamente a Aníbal Ibarra, quien era el jefe de gobierno porteño y, según la acusación de los querellantes, estaba al mando de los inspectores que no revisaron que Cromagnon estuviera abierto a pesar de que tenía el certificado de incendio vencido. Para evitar que se repitan episodios como el de Eduardo Vásquez, el ex bateristas del grupo Callejeros condenado a 18 años de prisión por el asesinato de su esposa, Wanda Taddei, y a seis años, por el caso Cromagnon, quien gozaba de beneficios en la cárcel, algunos de los familiares de las 194 víctimas pedirán que les permitan controlar la ejecución de las penas de los 14 condenados por la tragedia. “Para mí, el dolor sigue. No hay nada que lo pueda sellar. A partir del 30 de diciembre de 2004, con la muerte de mi hijo en Cromagnon, mi vida se convirtió en un estado de locura permanente. Tuve momentos de pánico y depresiones. Inclusive, sufrí las fracturas de algunos dedos de los pies por estrés. Ni que hablar de los sobrevivientes de la tragedia. Tampoco hay que olvidarse de los padres de las víctimas. Muchos de ellos fallecieron consumidos por el dolor y la falta de justicia. Otros murieron de cáncer”, expresó Nélida Pata, madre de Walter Jorge Pata, uno de los 194 muertos de Cromagnon. A su lado, Miriam Araneda ayuda a Nélida a desplegar la bandera con la cara de Walter y de los principales acusados por la tragedia. En ese “trapo” no faltan las fotos de Omar Chabán, quien había alquilado el local para organizar recitales como el de Callejeros, ni la de Aníbal Ibarra. “Tuvimos que esperar ocho años para que un tribunal meta presos a los 14 condenados. Eso no es Justicia. Lo justo hubiera sido que Cromagnon no estuviera funcionando el 30 de diciembre de 2004, y que
Alicia, la mujer de una víctima de la masacre de Don Torcuato
Para Nélida Pata y Miriam Araneda, el fallo por Cromagnon no calmó todavía el dolor por la tragedia
Los números de la tragedia
194
fallecidos Es la cantidad de personas que murieron por asfixia
1432
heridos Actualmente, muchos de ellos sufren graves secuelas físicas y psicológicas
14
responsables El 20 diciembre pasado, la Cámara de Casación ordenó que vayan todos presos
Ibarra y todos los funcionarios que no hicieron caso a las alertas sobre los peligros que existían en todos los locales de la ciudad estuvieran detenidos y paguen por lo que hicieron”, explicó Miriam Araneda, madre de David Chaparro, otra de las víctimas de la tragedia. Mientras ayuda a Nélida a desplegar la bandera, Miriam alza en sus brazos a Nehuén, de tres años, el hijo que tuvo después de perder a David en el incendio, en el local de la zona de Once. Indignados por Ibarra Para los familiares de las víctimas, Ibarra debería estar entre los condenados, existe un hecho irrefutable. El ex jefe de gobierno porteño fue sobreseído de todas las acusaciones por su presunta responsabilidad en la tragedia. Esa medida fue ratificada en 2009, pocos días antes de que se conociera el veredicto del juicio oral contra los acusados que, más de tres años después, terminaron presos. “Muchos de los padres de las 194
víctimas murieron de cáncer durante los ocho años que pasaron desde la tragedia. En lo que a mí concierne, el dolor mayor es haber tenido un Estado ausente. Ese mismo Estado se mantuvo en silencio como estrategia para proteger a Aníbal Ibarra, a Chabán y a todos los responsables del incendio en Cromagnon”, agregó Nélida, indignada y entre lágrimas, mientras mostraba la habitación de Walter –que hoy tendría 40 años y estudiaba para chef– en su casa del barrio de Mataderos. Según Nélida, nada cambió en esa habitación desde que Walter salió el 30 de diciembre de su casa para acompañar a su hermano Gustavo al recital de Callejeros en Cromagnon. Gustavo sobrevivió. Walter nunca regresó. “En estos ocho años, todo fue lucha y dolor. El hecho de que los condenados fueran presos de una vez por todas no calma la angustia porque sabemos que no van a cumplir la totalidad de las penas. Además, insisto, faltó gente. Principalmen-
martin felipe/afv
te, Ibarra. Nadie escuchó nuestros reclamos, ni la presidenta Cristina Kirchner. Ella nunca nos recibió. Nunca acompañó el reclamo de justicia por Cromagnon como hizo con las víctimas de otros asesinatos que conmocionaron al país”, expresó Miriam, mientras sostenía la foto de su hijo David, quien hoy tendría 23 años. En 2013 podría concretarse la detención de un nuevo condenado por la tragedia de Cromagnon: Rafael Levy. El dueño del local donde funcionaba el boliche recibió una pena de cuatro años y medio de prisión y si se confirma el fallo el año próximo podría quedar preso. Distinta fue la situación del ex secretario de Seguridad del gobierno porteño, Juan Carlos López; del segundo de dicho organismo, Enrique Carelli; del ex director de Seguridad Privada, y de Vicente Rizzo, quienes fueron absueltos en el mismo juicio. “Por eso nuestra lucha seguirá. No vamos a parar hasta ver a todos presos”, concluyó Miriam.ß
“Para qué atrapar a ladrones, si la Justicia los libera” Lo afirma la viuda de un sargento que fue asesinado por defender a un vecino de Berazategui Mariano Gaik Aldrovandi LA NACION
Hacía 29 años que el sargento Rubén Fernández formaba parte de la policía bonaerense. El año próximo, cuando cumpliría 30 en la fuerza de seguridad, pediría el retiro. Pero el 18 de noviembre pasado fue asesinado cuando intentó defender a un vecino, que era víctima de una entradera en su casa de Berazategui. “Cuando lo necesitaban, estaba.
No era la primera vez que salía a defender a alguien. El año pasado, a otro vecino se le había metido un ladrón en la casa y él salió a correrlo por los techos hasta que lo atrapó”, recordó a la nacion Delia Vázquez, de 50 años y esposa de Fernández, que tenía 51. La noche en la que el sargento fue asesinado estaba durmiendo, pero escuchó un grito y se despertó. “Agarró el arma y salió a la puerta. Apenas dio la voz de alto, le dispararon. Los ladrones se escaparon burlándose de lo que habían hecho”, agregó Vázquez con dolor. Fernández recibió un balazo en el pecho y otro en el estómago, que lo dejaron inconsciente en la puerta de
su casa. Minutos después de llegar al Hospital El Cruce, en Florencio Varela, murió como consecuencia de las heridas recibidas. Fernández trabajaba en el correo de la Jefatura Departamental de Quilmes. “Llevaba la profesión en el alma. Tenía mucha vocación de servicio y de defender a sus vecinos”, dijo a la nacion su esposa. Para mantener a su mujer y a sus dos hijos, un varón de 19 y una joven de 22, Fernández hacía horas extras todos los días. “Era para que los chicos no tuvieron que salir a trabajar y pudieran terminar sus estudios. Él trabajaba para que nuestros hijos sean alguien algún día, pero con un título ”, sostuvo Vázquez.
A poco más de un mes del trágico hecho, la familia del policía aún no se pudo recuperar. “Nos destruyeron. Se sigue como se puede. Pasar las Fiestas sin él, es lo más difícil, muy triste”, contó la mujer. En Navidad, la madre y la hermana del sargento estuvieron con los hijos y la esposa de Fernández. Vázquez no encuentra explicación a lo que ocurrió la noche del crimen. “No se entiende por qué hicieron lo que hicieron. Tal vez se dieron cuenta de que era policía y por eso tal ensañamiento”, afirmó la esposa de la víctima. Vázquez contó que lo único que quiere es justicia. “Que se haga justicia como se debe y que se actué para
que los delincuentes no entren por una puerta y salgan por la otra, que es lo que pasa últimamente y todo queda impune.” Según la esposa del sargento, hay dos sospechosos detenidos por el crimen. “Son los mismos que mataron a Matías Blanco”, dijo en referencia al profesor de educación física asesinado el 9 de junio pasado en Quilmes oeste, cuando el robaron su auto. “Uno de los delincuentes –añadió Vázquez– había estado preso por ese crimen. La policía lo atrapó, pero la Justicia lo liberó. Y después mataron a mi esposo. La policía hace lo que le piden: atrapa ladrones. ¿Pero para qué?, si después los liberan”.ß
Para la familia de Marcelo Bascoy, uno de los dos hermanos empresarios asesinados en la masacre de Don Torcuato, estas fiestas son las más difíciles de su vida. Alicia es la esposa de Marcelo, de 51 años, quien junto a Gabriel, de 53, eran dueños de Transportes Bascoy SA., donde el 19 de este mes, el chapista Carlos Landívar, de 54 años, que trabajaba en la empresa, los mató a ellos y a Javier Etcheverry, coordinador de logística, y luego se suicidó, no sin antes incendiar la oficina. Una semana después de la tragedia, la mujer intenta retomar el rumbo de su vida junto a sus hijos. —¿Qué explicación le encuentra a la tragedia en la que murió su esposo, su cuñado y un empleado de la empresa? —Fue un acto de una persona en crisis. Una reacción de una persona con esquizofrenia. Se le hicieron muchos favores por su condición y también se le encargaron algunos trabajos. —¿Existía una deuda con Landívar, que lo pudo haber llevado a tomar esa decisión? —Tal como ya lo desmintieron algunos empleados de la empresa, a Landívar no se le debía nada. Le dimos trabajos cuando nadie le daba trabajo. Esa información está en manos de la Justicia. —¿Qué pasa con Transportes Bascoy? ¿Seguirá tras la pérdida de sus dueños? —Ahora las dos esposas tenemos la voluntad de seguir adelante, con trabajo, y eso nos sostiene. Es complicado, pero gracias a Dios contamos con la ayuda y la experiencia de todo el personal de la empresa y vamos a poder hacerlo. El gesto de los choferes, [de volver desde la marcha a la Plaza de Mayo] al lugar de la tragedia, tiene un valor muy alto para nosotros. Lo que les pedimos a todos los clientes es que mantengan la confianza que tuvieron con nosotros hasta ahora, que vamos a seguir trabajando con el mismo compromiso. Hoy estamos en pleno proceso de remodelación del lugar, que quedó destrozado después de la tragedia y del incendio de las oficinas. Ahora nosotros tenemos la voluntad de seguir, por nosotros, por nuestros hijos, por la empresa y su gente. —¿Cómo pasaron la Nochebuena y la Navidad? —Fue muy difícil. Quedamos solas dos esposas y tres hijos. Todavía no podemos recuperarnos, pero vamos salir adelante. —¿Qué puede decir de Marcelo y de Gabriel? —Eran personas buenísimas, intachables. Ambos eran muy queridos por todos en el barrio y también por los clientes. Nunca los podremos olvidar.ß