El nieto de Carlotto exhibió su felicidad en una

Guido Montoya Carlotto, el nieto de la titular de Abuelas de. Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, llegó a la conferencia de prensa jun- to con su abuela, pasadas ...
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POLÍTICA

| Sábado 9 de agoSto de 2014

la lucha de las abuelas | un caso emblemático

El nieto de Carlotto exhibió su felicidad en una conferencia cargada de emoción

Ignacio Hurban confesó que aún se siente “conmocionado” y se mostró confiado en que su caso sirva “para cerrar heridas que se abrieron hace mucho tiempo”; relató que hace dos meses se enteró de que era adoptado Lucila Barreiro LA NACION

El espacio quedó demasiado chico para la magnitud de la convocatoria, quizá la más grande en la historia de la entidad. Guido Montoya Carlotto, el nieto de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, llegó a la conferencia de prensa junto con su abuela, pasadas las 3 de la tarde, entre decenas de periodistas y fotógrafos que lo esperaban como si se tratara de una estrella de rock. No bien ingresó Ignacio Hurban (como pidió en reiteradas ocasiones que lo sigan llamando), los flashes y los aplausos inundaron la pequeña sala en la sede de Abuelas, en la calle Virrey Cevallos al 600, en el centro porteño. El músico de 36 años que recuperó su identidad el martes pasado se sentó rodeado de la familia Carlotto, y se mostró muy alegre y seguro durante toda la conferencia. “Hola, yo soy Ignacio”, comenzó el nieto recuperado número 114, ante una sala atiborrada de medios locales e internacionales, convocados por el gran impacto de la noticia. Estela de Carlotto tomó la palabra sólo para agradecer la presencia de los medios y manifestar que estaba ahí “sólo como abuela para acompañar a mi nieto”. Luego, Ignacio realizó una breve introducción, en la que contó la conmoción que aún siente luego de enterarse de la noticia sobre su identidad. “Es una alegría enorme. No solamente por mí, sino porque yo sabía que esta respuesta iba a traer alegría a mucha gente. Veo la alegría en sus ojos y me parece realmente maravilloso. Lo estoy disfrutando”, dijo, y agregó: “Hoy me tocó a mí, mañana les tocará a otros”. Consultado por los periodistas, sobre cómo tomó la decisión de acercarse a la entidad, Ignacio describió: “La primera vez que me surgieron dudas fue después de participar de la jornada de Músicos por la Identidad”, aunque “me enteré hace dos meses, el día de mi cumpleaños, que había sido adoptado”. “Conocí muchos detalles de mi identidad, con una vuelta extraña, que no la voy a contar ahora. Con una serie de azares y circunstancias que signan

El nieto de Carlotto mostró su alegría por el reencuentro con su abuela cada búsqueda”, reveló, dejando un atisbo de suspenso. Con mucha serenidad, Ignacio celebró ser parte de un proceso que sirve “para cerrar heridas que se abrieron hace mucho tiempo”. “Me parece maravilloso y mágico lo que me está pasando. Quiero que esto sirva para potenciar esta búsqueda de las Abuelas”, manifestó. El joven de 36 años insistió en la importancia de que todos aquellos que tengan dudas sobre su identidad se acerquen a la entidad para realizar un análisis, y destacó “el trato cariñoso y respetuoso” que recibió allí. Sin embargo, en este punto, deslizó una crítica a la jueza federal María Servini de Cubría, cuando, sin nombrarla, expresó: “En mi caso, hubo un marcado error. Esto debe-

ría haber pasado de otra forma”, en relación con la difusión anticipada de su nombre, que pareció atribuirle a la magistrada, y que recibió un aval de Carlotto. Por otra parte, Ignacio confesó que su mayor miedo “fue buscar ante la posibilidad de no encontrar nada”. Y reconoció: “Hasta hace dos días tuve una vida feliz y extraordinaria. Me crié en el mayor de los amores”, pese a lo cual dijo que le pasó “lo que les pasa a todos, tenemos un ruido en la cabeza”, que fue, finalmente, lo que lo hizo animarse a enfrentar el análisis de sangre. Cuando le preguntaron por el momento en que se enteró del resultado positivo, el músico oriundo de Olavarría expresó que el día que lo llamaron “estaba tocando el piano en casa, con mates y bizcochos,

afp

en lo que parecía iba a ser un día de lo más normal. A partir de ahí, estoy arriba de un auto, hasta el día de hoy, una locura”. Sobre su contacto con su pasado, afirmó: “Vi las fotos y soy muy parecido a mi viejo. Fue shockeante. Después de que tomé conciencia, voy a poder ir hacia atrás”, y relató que el encuentro con su familia de sangre fue “maravilloso”. Finalmente, se refirió al encuentro que tuvieron ayer con Cristina Kirchner. “Fue maravilloso; es una persona que está muy comprometida con esta causa”, dijo. Y agregó: “Mi agradecimiento hacia ella por el gesto de recibirnos, y todo lo que hizo para lograr que esto suceda”. Pocos antes de la conferencia de prensa, se informó que la jueza federal María Servini de Cubría

suspendió la convocatoria a declaración testimonial del nieto recuperado de Estela de Carlotto, al acceder a su pedido para postergarla y permitir así la revinculación previa con su familia. Según informaron fuentes judiciales, Servini de Cubría dejó “sin efecto” la citación de Guido Montoya Carlotto en la causa penal en la que el joven es considerado la víctima del delito. En el juzgado esperarán el resultado de otras medidas de prueba ya solicitadas como un oficio en el que se requirió al Registro Civil de Olavarría el envío a Servini de la partida de nacimiento del joven, entre otros elementos. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo ya había expresado su malestar con la magistrada porque supuestamente dio a conocer la identidad de su nieto.ß

La jueza dice sentir un sabor agridulce por la difusión de la identidad del joven; su relación de 30 años con el poder

María Servini de Cubría. “Yo no di a conocer su nombre, si casi no lo sabía” Texto Diego Sehinkman | Foto Mariana Araujo

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a entrevista tuvo lugar en el despacho de la jueza, en Tribunales.

–Estaba viendo su colección de recortes de las notas que le hicieron. Hay encuadradas caricaturas suyas, perfiles... ¿Cuál es la que más le gusta? –[Se levanta y señala] Ésta, que fue una época muy linda, cuando se peleaban Menem y Duhalde, y yo tenía que terciar. –Usted es una jueza clave, porque además del fuero federal, tiene competencia electoral. ¿Cómo se siente con el poder? –[Piensa] Yo desdoblo mi personalidad. Yo no tengo conciencia realmente de todo el poder que tengo. Aprendí que cuando se llega muy arriba y se tiene mucho poder se cae. Entonces, yo prefiero quedarme más tranquila, no tomar tanta conciencia y ser yo: María, la de San Nicolás. –¿Con quién se llevó mejor, con el kirchnerismo o con el menemismo? –Yo me llevo bien con todos. Hasta los comunistas me quieren, porque yo los trato a todos con respeto. Jamás me enojo con nadie. –Bueno, cuando fue lo de Tato y

“Barú Budú Budía”, sí se enojó... –Fue una cama que me hicieron. A mí me atacaron mucho en su momento con el Yomagate, donde no hay ninguna nulidad. Nunca se pudo declarar nulo ninguna hoja ni allanamiento ni nada que yo hice. Yo la procesé a Amira Yoma, yo lo detuve a [Mario] Caserta [funcionario menemista]. Al mismo tiempo, tenía una causa que era demasiado importante en el mundo: Gaith Pharaon, que también involucraba a algún funcionario de Menem [por presunto lavado de dinero]. En ese momento, me llama un amigo por teléfono, y me dice: “El domingo en Tato te va a imitar Libertad Leblanc. Va a hacer desnudos y cosas así”. Yo ya venía aguantando un año y medio de Tato Bores. –Tato parodiaba la idea de que usted favorecía al menemismo... –Exactamente. Varias cosas bastante desagradables. Yo no pedía que suspendieran a Tato, lo que quería era ver el video. Y si realmente era ofensivo, prohibirlo, pero si no, no. Canal 13 nunca trajo el video. El juez de primera instancia no me hizo lugar a un amparo. Sin embargo, la Cámara Civil y Comercial se juntó el fin de semana y ellos fueron los que prohibieron que Tato me men-

cionara. Yo no lo prohibí. –Pero ¿la cama quién se la hizo exactamente? –La gente de Menem. –¿Para qué? –Para que yo me fuera y dejara la causa Pharaon. –A usted que le gusta la política, ¿cómo se llevó con el kirchnerismo? –Yo no puedo hablar de ningún gobierno porque soy jueza electoral, tengo que ser objetiva 100%. Imagínese que en 2003 yo estuve en el problema de Menem, Duhalde y Rodríguez Saá, y logré que la elección se hiciera por afuera. Si la elección se hacía por adentro, como querían los camaristas, Kirchner no hubiera sido presidente. –De manera que si no hubiera sido por usted, Kirchner no hubiera sido presidente. –No hubiera sido presidente, porque en la interna del PJ hubiera ganado Menem. Y Menem hubiera tenido que ir a la general. Y no se hizo la interna. Con esto que le cuento muchos me van a querer matar. Pero yo estoy tranquila con mi conciencia. –Esta semana aparece una noticia maravillosa: Guido. –Sí, aparecen varias cosas juntas. En

la causa de la efedrina, hace tiempo que estábamos trabajando. –¿Qué es lo que ya está comprobado del tema efedrina? –Que entraron 42.000 kilos. –¿Granero [ex titular de la Sedronar] podía no saber? –No, Granero sabía, tenía algún amigo que lo manejaba. –¿Alguien de la política o de afuera? –No, de la política. No sé quién todavía. Por lo que me cuentan los

Historia clínica Servini de Cubría, María Romilda Edad: 77 Ocupación Jueza federal Observaciones En persona es cálida y atenta, lejos de la imagen fría que parece transmitir.

amigos de Granero, no lo veo a él capacitado para hacer todo esto. Era una maniobra muy bien orquestada. Además, ellos hacían denuncias, pero las hacían en tribunales que no eran competentes. –Usted dice que Granero hacía denuncias sin validez, de cotillón. –Exactamente. Y todo iba al juez Faggionato Márquez. –Hablemos de Estela y Guido. –Hacía dos o tres meses que había estado con Estela y le volví a repetir: “Yo lo voy a encontrar a Guido”, porque encima yo tenía la causa de Estela. Se investigó por muchos lados, porque siempre hay alguno que dice: “Está acá”. ¡Hasta a Córdoba nos mandaron! Y da la casualidad… –Que sale el premio mayor... –Sí. Entonces fue tal la desesperación mía cuando me entero de que era el nieto de Estela, que en vez de esperar como hice en todos los casos, la llamé y le dije que viniera. Cuando le dijimos que era Guido, casi se muere. Casi nos morimos todos. Ahora quiero encontrarle la nieta a Chicha Mariani. –Y de repente, en el medio de la alegría, usted es cuestionada por la familia Carlotto porque dicen que nosiguióelprocedimientoformal.

Un joven feliz, que supo distender y divertir El nieto de Carlotto exhibió ante los medios serenidad y seguridad De temple sereno pero seguro, Ignacio Hurban mostró en toda la conferencia de ayer que como buen hombre de campo acredita una tranquilidad casi imperturbable. No se intimidó ante la gran cantidad de flashes que disparaban de forma incesante los fotógrafos, ni tampoco ante la cantidad de preguntas que hicieron durante 50 minutos los periodistas en un ambiente bastante caótico. Nunca le tembló la voz. Acostumbrado quizá por su condición de músico o por ejercer la docencia, se mostró seguro a la hora de enfrentar a los medios, como si estuviera frente a una clase o ante la audiencia de un show musical. Respondió todas las preguntas de los periodistas con una sonrisa, hizo chistes y, con un carácter afable, guió la charla a un ambiente distendido y alegre, donde primó más su alegría por el reencuentro con su familia que el drama por la separación de tantos años. Más allá de todo, el nieto de Estela comprendió enseguida la importancia de su lugar. Que él no es sólo el nieto número 114 en ser recuperado, sino que su historia implica una responsabilidad mayor que otras. Y abrazó esa responsabilidad. Sin embargo, aclaró que por ahora su rol es sólo ése, el de hacer conocida su historia y ayudar a que otros se animen a buscar su identidad. “Todavía nadie me ofreció trabajo acá”, bromeó. Con la misma simpleza guió el resto de la conferencia, en la que fue claro y no escondió un fuerte carácter al presentarse como “Ignacio”, y corregir en más de una ocasión a los periodistas cuando lo llamaban Guido. Tampoco dudó en mostrar su descontento por la forma en que se dio a conocer su identidad, aunque enseguida aclaró que el suyo fue un caso particular, y que la entidad siempre se ha manejado de otra forma en otros casos. “Me crié en el campo, lo del abrazo lo tengo que desarrollar”, finalizó el joven, mostrando su carácter solitario al ser consultado por la magnitud de la familia Carlotto y Montoya, aunque expresó: “Cuando hay amor el abrazo es muy lindo”.ß

–No, vamos a aclarar: acá hay una causa penal, hay un oficio al Banco Genético, en el que yo le digo: “Cualquier novedad, me la transmite a mí”. El Banco Genético cumple con el oficio mío, y los Carlotto dicen: “No se cumplió con el procedimiento común”. ¡No! Será el procedimiento que tendrán aquellos jóvenes que no tienen causa penal. Pero el que tiene no la puede cerrar, tiene que averiguar cómo llega la criatura a manos de esa gente. –Carlotto estaba incómoda con su proceder... –Ellos dicen que yo di a conocer el nombre, pero no fue así. ¡Si el nombre yo casi ni lo sabía! –Entonces ¿qué es lo que reclaman los Carlotto? ¿Qué usted se puso ansiosa y dio la noticia? –La noticia yo creo que está desde antes de que yo hablara. De hecho, Zlotogwiazda llama porque sabía la noticia. La noticia no la doy yo. –¿Se filtró antes? –Se filtró antes, porque nosotros no salimos de acá. –Qué sabor agridulce debe sentir... –Sí, es doloroso porque tuve una gran emoción. Pero no me hago problema, yo tengo que seguir trabajando. –Siempre se dijo que la Justicia Federal hace equilibrio con el poder de turno. Como muchos jueces fueron puestos por la política, deben favores. Se dice que hay un tango que bailan de a dos la política y el fuero federal. –Yo no le digo que sea un tango que se baile de a dos, pero hay cosas que si usted las investiga en determinado momento, puede causarle un daño muy grande al país. Hay que tener mucha prudencia. –Por último, yo sé que es coqueta, pero le voy a preguntar su edad... –Te lo puedo decir, tengo 77. –¿Hasta qué edad va a trabajar, María? –No sé, mientras me sienta en condiciones... –¿Serámuchotiempomás,poco...? –Mire, mientras pueda, voy a seguir. Yo soy de la Constitución vieja, tengo el mismo fallo del doctor Fayt [se ríe]. Además mi madre se murió a los 102, así que imagínese... Dejamos acá.ß