Lección IX
El Juicio previo al Advenimiento “Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo del cielo, Sea todo al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno; Y todos los dominios le servirán, y obedecerán”; sin ningún celo, Se restaurará el Edén, y amaremos por la eternidad con amor tierno. Después de su muerte, se inició por nosotros, una nueva fase de servicio, Cristo entró en el Santuario, y como Sumo Sacerdote entró a ministrar; Daniel revela en sus capítulos 7 y 8 que comenzó además, el Juicio, El Día de Expiación Escatológico, pues en el fin del tiempo se ha de dar. Daniel 7 y Daniel 2 tienen una secuencia paralela y similar, Tienen una secuencia de cuatro bestias o reinos, que presenta el futuro; Trae el tema del Juicio, que es buena noticia, pues nos ha de vindicar, Es la culminación de todas las esperanzas del pueblo, en un reino seguro. Dice Daniel: “Un río de fuego procedía y salía de delante de él… Millares de millares le servían y millones de millones le asistan… El Juez se sentó y los libros fueron abiertos”, y se juzgará al fiel, Los libros de las memorias, el de pecados y el de la vida…allí están. En estas escenas solemnes, cuatro bestias o poderes se manifestaron, Y de la cuarta, de Roma, un cuerno pequeño sale poderoso a batallar; Poder que se convierte en enemigo de Dios, porque guerra le declararon, Pero hay una escena de brillo del Trono celestial, Dios los ha de juzgar. La escena del Juicio es central en toda la visión, y con dos se esmera, El Anciano de Días y el Hijo del Hombre, que salvación ha provisto; Tres pasos se dan en el Juicio, la escena del tribunal, es la primera, La segunda el resultado sobre la Tierra, y la tercera el triunfo de Cristo. Los testigos celestiales están presentes, son los ángeles ministradores Que asisten al Padre, el Anciano de Días, al Sabio y Prudente Juez; El Hijo representa a la humanidad, a los arrepentidos pecadores, Y el Día de Expiación es algo tipológico, y los libros se abrieron después. Llega el Sumo Sacerdote, y como que nubes de incienso le cubrieron, Cuando se presenta ante el Anciano de Días, para entonces ministrar; Los libros de memorias, de las acciones, el de Dios y la vida se abrieron, Y en ellos está lo que has hecho, y por lo registrado te han de juzgar.
Imagínate lo que hay escrito en esos libros o registros de tus acciones… ¿Qué esperanza tienes de salir bien, si todo lo que contienen es verdad? ¿Cuál puede ser tu única esperanza en el juicio, que traiga bendiciones? Si te has arrepentido dirá al lado borrado, y Cristo escribió… ¡Santidad! Es completamente bíblico, el concepto de un juicio investigador, Pues el proceso judicial de Dios, incluye una previa investigación; ¿Dónde estás?, ¿Quién te ensenó?, ¿Has comido?, así preguntó el Señor, Y eso fue antes de la sentencia, y eso es una previa indagación. El trato con Caín, con Babel, con Sodoma, tuvo un similar tratamiento, Es lo mismo que Dios les pidió a los jueces, que gobernaron a Israel; La investigación, involucra: deliberación, equidad y razonamiento, Para cuando se dé el veredicto, sea vindicado el que fue hallado fiel. ¿Por qué el juicio celeste, involucra libros y otros seres vivientes? ¿Acaso Dios necesita, se le recuerde lo que hemos hecho en el pasado? Los libros son para los seres celestiales, que no son omniscientes, Es para beneficio de otros que observan, cómo se trata con el pecado. Debemos ser humildes, y reconocer nuestra condición pecaminosa, Y fiar en Cristo, como nuestra única esperanza de gloria; Es nuestra Justicia, santificación y autor de la redención hermosa, Es el Único que puede callar a Satanás, y vindicar nuestra memoria. No podemos contestar las acusaciones, no somos autosuficientes, No tenemos argumentos, para hacer que se calle y que no interfiera; Solamente los méritos del sacrificio y sangre de Cristo son suficientes, Es la única intercesión eficaz, que para salvar al hombre sirviera. El Juicio Divino sucede, mientras el cuerno pequeño todavía existe, El dominio del cuerno pequeño es quitado, cuando el tribunal se reúna; Cuando termine el proceso judicial, no habrá mundo que a Dios resiste, Los reinos serán completamente destruidos, todos se lamentarán a una. El Dios Omnisapiente sabe, quienes son su pueblo, el espiritual Israel, No necesita de un Juicio para saber, quiénes serán salvos finalmente; El Juicio previo al Advenimiento, probará que Dios es Justo y Fiel, La hueste angélica será testigo del Juicio, que terminará felizmente. El Juicio previo al Advenimiento, tendrá resultados de larga vida, El Hijo del Hombre recibe: dominio, reino gloria, y es coronado; Los santos reciben el reino eterno, la rebelión derrotada y destruida, Se demuestra la completa justicia de Dios, su Nombre es vindicado.
El procedimiento asegura, que el Universo es seguro por la eternidad, Se cumplen completamente, las esperanzas de Dios y los creyentes; Dios salva a su pueblo y erradica el pecado, les otorga santidad, El Juicio es garantía eterna de una relación confiada para los vivientes. “El conflicto ha terminado, ya no hay pecado ni pecadores”, El universo está purificado; hay armonía y gozo en toda la creación; Desde el átomo hasta el mundo más vasto, declaran a Dios sus amores, Todo está limpio, bello y testifica del amor divino, en toda la expansión. El Juicio verdaderamente significa salvación, “Júzgame oh Señor!” Dios el Juez, está siempre del lado de su pueblo leal y lo salvará; El Juicio implica vindicación, es deseable que nos cubra su amor, El Juicio previo no es nada amenazante, Dios a su pueblo vindicará. El Juicio reafirma el perdón de Dios, e intensifica la seguridad, El Juicio no es cuando Dios decide si nuestra conducta es correcta; Es cuando Dios acepta como final y firme nuestra elegibilidad, Es cuando la elección de Dios admite, que nuestras obras acepta. El Juicio de Dios trae seguridad al creyente, lo sella para el cielo, El Juicio Divino está en el centro de la seguridad de la salvación; El Juicio es para los justos, es donde se revelará su santo celo, Y es el motor que nos mueve a la lealtad, y a la dulce adoración. La seguridad de la salvación nos estimula, a una vida de lealtad, Por agradecimiento a lo que Dios hizo, aceptamos su moral pura; Por ese amor abnegado que nos prodiga, vivimos en fidelidad, Por el sacrificio expiatorio, su pueblo, la salvación asegura. “Aquel que vive en el Santuario Celestial, juzga con justicia, Se complace con los hijos, que luchan contra la tentación”; Más que con sus ángeles que rodean su trono”, que son su milicia, Pues el que lucha y se aferra de Cristo, obtiene segura protección. “Satanás tiene un conocimiento exacto de los pecados cometidos”… Insiste en sus acusaciones y el derecho a destruirlos de manera total; Los declara sin derecho a salvarse, como merecedores de ser excluidos, Pero éstos no se han entregado, al dominio de los agentes del mal. Los justos se han arrepentido de sus pecados, y buscado al Señor, Jesús fue ultrajado por ellos y conoce también su arrepentimiento… Con humildad y contrición, fueron al Abogado, y él ministra a su favor, Y se oirá: “Dios te reprenda Satán”, estos guardaron mi mandamiento.
La razón de la salvación es clara: “Yo di mi vida por estas almas”, Pueden tener imperfecciones, pero yo les he perdonado y aceptado; Pueden haber fallado, pero tengo grabados sus nombres en mis palmas, Son el pueblo que vivió por fe y gracia, y el evangelio han predicado. Como iglesia creemos en el mensaje del juicio porque está en la Escritura Está por toda la Biblia, y el Santuario ayuda a entenderlo y aceptarlo; Se revelan hermosas verdades, que nos llevan a vivir de manera pura, La obra de nuestro Sumo Sacerdote y su ministerio, permite amarlo.
Hiram Rivera Méndez
25 de noviembre de 2013 Toa Alta, Puerto Rico