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Chile: El hermoso encanto de la lejanía
Extendido hasta los confines del cono sur, situado a lo largo de 4.329 kilómetros junto a la costa Pacífica, sorprendente por una variedad paisajística capaz de pasar del desierto de Atacama a los glaciares de la Patagonia, se encuentra Chile.
U
na estrecha franja de terreno cuyo promedio es de 180 kilómetros de anchura y cuya lon gitud, equivalente a más de una décima par te del globo terráqueo, lo convierte en el país más largo del mundo ce multiplicidad de paisajes que se han mantenido casi vírgenes debido a la distancia, el rigor climá tico y la relativa falta de población. La creación de una incipiente infraestructura, el desarrollo de una política de turismo sostenido, y la tradicional forma de vivir de una parte de la sociedad chilena, man tiene las premisas necesarias para conseguir un
pagar. Salvados estos obstáculos, la satisfacción visual y el espíritu de explorador están asegurados. Si bien Arica e Iquique aparecen como las ciuda des costeras más septentrionales del país, hay que ir hacia el interior para disfrutar del altiplano an dino y su autenticidad étnica . Llamas y alpacas se suceden en el camino hacia el Parque Nacional Lauca, reserva ecológica extendida entre los tres mil y seis mil trescientos metros de altura sobre el nivel del mar y hábitat natural de unas mil quinien tas vicuñas salvajes. A 4.500 se puede admirar el lago Chungará, uno de los más altos del mundo,
por el largo camino a recorrer y los altos precios a
y rodeado de cumbres nevadas.
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El hermoso encanto de la lejanía
El desierto de Atacama Algo más al sur aparece el desierto de Atacama con puntos de interés tan dispares como Chuquicamata, la mayor mina de cobre del mundo a cielo abierto, el Valle de la Luna con formaciones geológicas esculpidas por el viento , los Géiseres de El Taito, el Salar de Atacama, amplio poseedor de reservas de litio, y el Pucará de Lasana, fortaleza indígena construida hacia el siglo XII. La localidad de San Pe dro de Atacama ha vivido un considerable desarrollo turístico y con su infraestructura de alojamientos y para visitar los alrededores. Una zona de transición climática entre los desiertos del norte y los ricos valles transversales del sur, con miles de hectáreas plantadas de frutales y viñedos, ostentosas haciendas y casonas de adobe con tejas de ladrillo y las conocidas poblaciones balnearias de Valparaíso y Viña del Mar, nos llevarán a la capitalina Santiago, situada a poco más de una hora de la costa.
Los vinos chilenos Pasando de los seis millones de habitantes, acoge a más de un tercio de la población de Chile, ar ticulando extensos barrios que tienen como telón de fondo la cordillera andina. Fundada en 1541 por Pedro de Valdivia a los pies del Cerro de Santa Lu cía, creció en torno a la Plaza de Armas, que alber ga la Catedral Metropolitana, el edificio del Correo Central, el Museo Histórico Nacional y el Palacio Consistorial. Algo más allá se encuentra la Casa de la Moneda, sede presidencial y mudo testigo de la turbulenta historia política chilena de hace unas décadas. Los , el ambiente nocturno, la profusión de restaurantes y sus altos ín dices de clientela, denotan el amplio desarrollo eco nómico reciente y parecen hacer olvidar los tiempos difíciles de la dictadura.
Chile tiene fama por sus vinos y a pesar de que se cultivan desde el siglo XIX, su calidad ha veni do en aumento a partir de las últimas décadas del siglo XX, con la apertura de los lazos comerciales entre las compañías vinícolas locales y los enólogos y viñedos franceses, españoles y estadounidenses. Desde entonces, varios vinos chilenos han escala do posiciones hasta situarse entre los mejores del mundo . Los viñedos en Chile más reconocidos se con centran en la zona centro del país: Valle de Limarí, Maule, Curicó, Rapel, Aconcagua, Colchagua y Ca sablanca. La producción de vinos finos para expor tación experimentó su recuperación en la década de 1980, cuando productores mundiales recono cieron la calidad de las cepas chilenas y decidieron invertir en ellas. Fue entonces cuando empresas internacionales como Miguel Torres y Domecq de España, y Margaux y Lafite Rotschild de Francia se hicieron presentes, iniciándose la recuperación del mercado exportador. La uva Carménnère fue considerada por mucho tiempo como posible cepa emblema del país, pues to que Chile se reconoce como el único lugar donde esta variedad sobrevivió al ataque de la filoxera. La cepa Carménère se consideraba extinguida, hasta
que a principios de la década de 1990, enólogos franceses, advirtieron que en Chile esta uva aún se cultivaba inadvertidamente, mezclada con pies de Merlot. El vino chileno se ha caracterizado por una calidad excelente y constante , a un precio razo nable, lo que lo ha posicionado como uno de los países vitivinícolas del nuevo mundo por excelencia.
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El hermoso encanto de la lejanía
La región de los lagos Siguiendo el recorrido hacia el sur se llega a la re gión de los lagos, donde los paisajes relajantes, la profusión de bosques y las lomas onduladas dan paso a los volcanes a medida que uno se adentra hacia el interior. Uno de los más famosos es lago Villarica que refleja la imponente silueta del volcán del mismo nombre , alzado majestuoso cual cono perfecto coronado de nieves eternas a 2.847 me tros de altura sobre el nivel del mar.
Mención aparte merece la laguna de San Rafael, una pequeña entrada del Pacífico de 10 por 15 kilómetros con un glaciar de 30.000 años de an tigüedad con impresionantes formas y tonos que ofrecen todas la gama de colores que va del azul al blanco. Recorrer la laguna en barco, sobrevolarla en avioneta o simplemente realizar una parada en alguno de los cruceros que van de Puerto Montt a Puerto Natales es una experiencia inolvidable. Ya estamos en la Patagonia . Ciento treinta y dos mil kilómetros cuadrados que no paran de asom brar. El campo de hielo sur impide llegar a Puerto Natales por tierra, pero a partir de aquí se inicia un nuevo tramo excepcional. La región de Maga llanes alberga hectáreas y hectáreas de tundra donde pastan vacas y ovejas, cuando las tempera turas se lo permiten.
La ribera sur es el segundo centro turístico del país, tanto para los veraneantes que quieren disfrutar de su excelente clima veraniego, como para los amantes de los deportes de invierno que acuden al moderno centro de esquí situado en la ladera del volcán. A partir de Puerto Montt, Chile se fragmenta en un con junto de islas. La cordillera de los Andes deslinda con el Océano, desaparece el valle central y la Cordillera de la Costa da origen al archipiélago de Chiloe cuyo pai saje de colinas verdes, salpicado de casas de madera e iglesias mandadas levantar por jesuitas y francisca nos, merece una parada. Por el continente se inicia el Camino Austral, trayecto de 1.100 kilómetros donde abundan parques naturales, glaciares espectaculares, acantilados que separan el mar de la selva fría, lagunas verdosas y ríos con abundancia de salmones.
Parque Nacional de las Torres del Paine Sus cumbres son capaces de embriagar por su be lleza. Montañas, lagos, ríos, cascadas y glacia res se suceden a lo largo de 242.242 hectáreas ofreciendo un sinfín de sensaciones únicas. Su base está situada casi al nivel del mar y sus picachos se elevan hasta los tres mil metros de altura. Entre sus paredes rocosas se forma un microclima capaz de pasar de la más impresionante de las nevadas a un sol radiante en poco menos de unas horas. Es en tonces cuando el azul del cielo se refleja en la mul tiplicidad de lagos que salpican la base del Parque Nacional de las Torres del Paine y que forman un sistema navegable gracias a los ríos que los unen. Aquí habitan 105 especies de aves entre las que destacan nandúes, flamencos, cóndores, águilas y cisnes de cuello negro. Los guanacos abundan por doquier y zorros y pumas son visibles cuando los rigores invernales les obligan a descender para pro curarse comida. La cercanía del mar favorece temperaturas agradables , que se combinan con tormentas de nieve y viento racheado que permite a la vez los súbitos cambios climatológicos durante cualquier época del año. Nuestro recorrido de norte a sur a través de los variados y bellos paisajes de las tierras continenta les chilenas, finaliza en Punta Arenas, la metrópo -
li más austral del mundo. Resultó punto clave del abastecimiento de los barcos que atravesaban el estrecho de Magallanes para pasar entre Atlán tico y Pacífico antes de la construcción del canal de Panamá. Hoy basa su economía en la minería de hidrocarburos y carbón, la tradicional ganadería ovina y la nueva industria pesquera. Sin duda, el país más largo del mundo ofrece un paisaje espectacular que siempre puede comple mentarse con una visita a la lejana Isla de Pascua , incorporada a la soberanía chilena desde 1888 y situado a medio camino entre América del Sur y las islas de la Polinesia.
Román Hereter es viajero, periodista, fotógrafo y graduado en Historia y Arqueología. A los 45 años alcanzó su objetivo de visitar todos los países del mundo.