El estrés y la vida moderna El alto costo de seguir falseando las ...

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eDITORIALeS | CARTAS

| Domingo 10 De noviembre De 2013

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

El alto costo de seguir falseando las estadísticas Por la falta de confianza en las mediciones del Gobierno, la Argentina ha quedado fuera de un índice internacional que mide la inclusión social

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esde por lo menos 2007, cuando el gobierno de Néstor Kirchner intervino el Indec, el país viene deslizándose aceleradamente por una profunda espiral de desconfianza. Sus principales mediciones resultan inverosímiles a los ojos de cualquier ciudadano común, no ya sólo de los expertos. Y más curioso aún es que la manipulación fraudulenta de esos datos se ha convertido en un arma de doble filo para el propio Gobierno, casi en un autoboicot, pues así como le permite mostrar, por ejemplo, índices de pobreza y de indigencia mucho menores a los reales, con las consecuencias dramáticas que esta mentira implica, el presunto bienestar al que apuntan finalmente esas mediciones lo ha obligado a tener que pagar más a sus acreedores por un crecimiento que no ha sido tal en el país. Por otro lado, este gobierno ha montado buena parte de su estrategia comunicacional sobre los logros que dice haber conseguido en materia de inclusión social. Algunos de ellos son evidentes: la Asignación Universal por Hijo, por ejemplo, ha resultado un instrumento beneficioso para miles de familias que no contaban con ningún tipo de sustento económico, pero corre el riesgo de perpetuarse como dádiva sin solucionar el tema de fondo: la falta de un empleo registrado y estable. Del mismo modo, el apoyo mayoritario de las fuerzas del oficialismo en el Congreso ha dado lugar a que se sancionaran leyes que equiparan y amplían derechos largamente reclamados, pero que terminan resultando insuficientes en el balance acuñado con datos mayoritariamente falsos. Esa falta de credibilidad del país en el exterior derivó en que la Argentina no fuese considerada recientemente para la confección de un índice que mide la inclusión social en la región. Es el ranking que, desde 2012, produce el Consejo de las Américas. Este año, ni nuestro país ni Venezuela fueron incluidos en ese listado, en el que figuran 15 naciones de América latina, más los Estados Unidos, publicado en la revista Américas Quarterly. El informe argumenta que “no hubo suficiente confianza” en los datos proporcionados por ambos países, necesarios para la elaboración del índice que toma 21 variables, entre ellas, el creci-

miento económico y la evolución de la pobreza, el acceso a la educación y a la vivienda, los niveles de participación ciudadana, los derechos de las personas homosexuales y los de las mujeres. Lo cierto es que, además de la falta de credibilidad de esos índices oficiales, ya sea por sus fallas técnicas o por el recorte tendencioso de la realidad que toman como parámetro, numerosas mediciones privadas de instituciones serias de la Argentina no han hecho más que contradecir esos datos. Por caso, en el último Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, de la Universidad Católica Argentina (UCA), se establece muy claramente que entre las principales deudas sociales con la primera infancia en el país se encuentran las condiciones del hábitat de vida en aspectos como el saneamiento y la vivienda, así como el acceso a la alimentación, y que, respecto del derecho a la salud, la oferta pública existente no ha significado un acceso de calidad para todos los habitantes. Por otro lado, desde el punto de vista educativo, el Gobierno se ha venido jactando de la entrega de computadoras portátiles en las escuelas públicas del país, pero nada explica sobre el grueso incumplimiento de las metas de doble escolaridad o del abandono escolar o de la repitencia. Y son sólo un par de ejemplos que sin dudas hacen a la inclusión social de los habitantes de nuestro país. No es la primera vez que la Argentina es excluida de una publicación como la del Consejo de las Américas, una de las instituciones de mayor envergadura en el vínculo entre los Estados Unidos y América latina y principal foro político y empresarial de la región en el país del Norte. Sin embargo, que semejante entidad nos haya descartado en su medición es otro retroceso que no debe ser despreciado por nuestras autoridades, máxime cuando en el Gobierno prometen la confección de un nuevo índice de precios que reemplace al existente. Es de esperar que ese nuevo instrumento sirva para despejar las dudas que, como nación, hemos venido sembrando y alimentando a lo largo de tantos años. Para ello, deberá ser, además de técnicamente inobjetable, políticamente independiente, autosuficiente y autónomo. Apegado a la realidad y en busca de un único fin: la verdad y el respeto que tanto nos debemos.

El estrés y la vida moderna

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a sociedad contemporánea parece acostumbrada a vivir en un clima de tensión y aceleración cuyos niveles no registran antecedentes. Esta atmósfera enfermiza, muchas veces letal, se agudiza en los grandes centros urbanos frente a estímulos variados. Los acontecimientos político-económicos, una congestión de tránsito, una protesta callejera, o los altísimos niveles de inseguridad son sólo algunos de los ingredientes de un cóctel que amenaza la salud. A esto se suman también los efectos de la utilización de la tecnología, que tanto han modificado el trabajo cotidiano como la vida familiar y social de una creciente porción de la población, pues, más allá de sus innegables ventajas, sirven también para acelerar el pulso. La computadora, la notebook, la tableta o el celular –instrumentos cuya utilidad no se discute– cautivan a niños, jóvenes y adultos que han modificado notablemente sus conductas, imprimiendo un ritmo de aceleración creciente y una preocupante dependencia que ha dado origen también a nuevas adicciones. Estamos expuestos a una enorme sobrecarga de estímulos. Muchas veces cuesta distinguir en qué medida nos agobian, pues nos generan acostumbramiento cuando se suman cada vez con mayor naturalidad a nuestras rutinas laborales y hábitos sociales. Y, a la hora del descanso, se sufren trastornos del sueño, cuya gravedad es conocida. La vida moderna tiene consecuencias sobre nuestro psiquismo. La expansión alcanzada por las nuevas y revolucionarias formas de comunicación son fuentes de estrés o del síndrome general de adaptación, alteraciones que afectan los comportamientos habituales de un sujeto. Esos trastornos del funcionamiento biopsicológico se han multiplicado, especialmente en las urbes, y se traducen en cuadros de ansiedad y depresión, hipertensión o úlceras, entre otros. Así lo señalan los doctores Jorge Luis Coppola (Fundación del Instituto de Psicopatología), Daniel Bogiazian (Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad), Oscar Carrión (Fundación Fobia Club) y la licenciada Marion Durao (Grupo Arcis). Hoy se han incrementado las consultas por trastornos originados por el estrés. Patologías tales como las fobias, las obsesiones o la depresión ya

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no son algo desconocido y quien se acerca a un servicio lo hace pues sabe que pueden tratarse, y es así como la capacidad de atención se encuentra, en este plano también, desbordada. El aceleramiento y la prisa que parecen guiar el comportamiento de la mayoría de los habitantes de una ciudad potencian las preocupaciones, el estado de amenaza casi constante en la que nos sumerge nos exige ejercer el control sobre aspectos, por definición, incontrolables. Así, la ansiedad se presenta como un estado emocional dominante. También han aumentado los registros de depresión, no necesariamente grave, que invaden de desánimo y potencian su incapacidad para afrontar dificultades o asumir iniciativas. A estos estados se suman las fobias, los trastornos de ansiedad y los obsesivos compulsivos, entre otros. Insertos en un mundo laboral exigente, las obligaciones básicas pueden tornarse también agobiantes al punto de dificultar el afianzamiento de relaciones sociales, familiares y sentimentales sólidas que contribuyan al crecimiento espiritual. Otro ingrediente se revela como fundamental: la soledad. En esta era de hiperconectividad, los vínculos se han tornado muchas veces superficiales, descartables, volátiles. Si el ambiente se ha tornado insalubre para la vida, deberíamos considerar cómo modificarlo y no potenciar al sujeto para que lo soporte al límite. Esto supone crear condiciones que propendan a mejorar la calidad de la vida. La vuelta al barrio, al club, al pequeño espacio son algunas de las alternativas que propone el movimiento llamado slow (del inglés, despacio), ecoconsciente, sustentable que, como contrapartida, también capta más adeptos. Trabajar sobre la rehumanización de la enseñanza para hacerla más sensible y personalizada contribuirá a la educación de una juventud que sepa combatir mejor los nefastos efectos del estrés. El buen sentido aconseja equilibrar las prisas con las pausas. Dedicar tiempo al sano esparcimiento, la lectura o la vida familiar, a desarrollar actividad física, buscar alternativas desintoxicantes de la psiquis, como el yoga y la meditación, para volver al interior de cada uno, recuperando el eje sin el cual jamás podremos disfrutar del buen vivir.

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Carta de la semana

Narco-Estado La Argentina está en camino de convertirse rápidamente en un narco-Estado. La falta de vigilancia en las fronteras, la permisiva política inmigratoria, la ausencia de tecnología adaptada al problema del narcotráfico y la persistente negativa a aceptar esta realidad por parte de las autoridades provinciales y nacionales son factores imposibles de ignorar. Tal como ha ocurrido en México y Colombia poco tiempo atrás, los ciudadanos son tes-

Festejo incompleto Las comparaciones son odiosas. Hace unos días el Congreso de los Estados Unidos amenazó con prohibir al Poder Ejecutivo aumentar el endeudamiento de la nación, lo que produjo una paralización de actividades, o government shutdown. Obviamente, se trataba de un ejercicio del balance institucional en el que un grupo de legisladores le advertía al presidente que estaba siendo ineficiente a la hora de administrar los recursos que el presupuesto le brindaba. Aquí nos madrugamos con que el vicepresidente en ejercicio de la presidencia firmó un decreto para aumentar de un plumazo el presupuesto por 50.000 millones de pesos. ¿No existe aquí también, acaso, la división de poderes? Una rápida lectura de la Constitución nos dice que es atribución del Poder Legislativo fijar anualmente el presupuesto (art. 75, inc. 8) y que está prohibida la delegación de funciones en el Ejecutivo, salvo que se trate de una emergencia (art. 76). ¿Será ésa la causa por la que seguimos en emergencia económica pese a encontrarnos disfrutando de una “década ganada”? ¿Serán las contradicciones del relato? Festejamos 30 años de democracia ininterrumpida. ¿Podemos decir lo mismo de nuestras instituciones republicanas? Guillermo Fajardo

tigos de la violencia, tolerada, cuando no amparada, desde los poderes establecidos. Es necesario que los argentinos reclamen un cambio de políticas y un mayor énfasis en combatir el narcotráfico por parte de las autoridades políticas. Más que necesario, es urgente. Raúl Davaro DNI 13.214.899

que sufren, esposas, hijos, nietos. ¿Por qué de esta situación no se habla? ¿Los políticos acaso la desconocen? ¿Algunos periodistas la ignoran? Este gobierno supo muy bien tergiversar la historia. Así, sin llegar a la verdad y con una justicia parcial y al servicio del poder de turno, nunca lograremos un futuro en paz y concordia para nuestros hijos y nietos. Elsa Marta Rumbo DNI 4.508.045

El Riachuelo Un reciente estudio determinó que el Riachuelo se encuentra entre los diez lugares habitados más contaminados del mundo, y es sólo un triste ejemplo de desidia. El fallo de la Corte Suprema en 2008, que exigía a la Nación, provincia y ciudad la recomposición ambiental de la

En la Red Aumento del subte Facebook

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de fantasía para nuestra ciudad. Matías Aníbal Rossi [email protected]

El subte La reciente suba del costo del pasaje del subte hace que el 100% de los opinólogos que deambulan por todos los programas de radio y TV hablen sobre lo que no saben. Sin embargo, lo más llamativo es que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires no haga docencia sobre el tema. El ingeniero Macri debería decir que el subte no puede ser un patrimonio exclusivo de la CABA y proclamar que todos los ciudadanos de esta megalópolis que radialmente se extiende hasta 30 o 40 kilómetros del puerto merecen viajar bien y seguros en este transporte; que salvo Nueva York, el resto de los sistemas subterráneos se construyen y financian integradamente con fondos regionales, como los de la Unión Europea, nacionales, provinciales y municipales; que ninguna concentración urbana como Buenos Aires tiene futuro sin un subte extenso y de excelencia; que el gobierno nacional no puede hacerse el distraído, sin importarle el bienestar de quienes más los votan, como son los habitantes del primer y segundo cordón del Gran Buenos Aires. La información certera nos hace escapar de la ignorancia, calla a los que hablan sin saber y fundamentalmente nos libra de los oportunistas políticos. Arq. Vicente Lema

Distancia

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Cada vez es más grande la distancia entre la realidad que vivimos y percibimos los ciudadanos con la que pretenden trasmitir los gobernantes en sus discursos. De otro modo no se puede concebir la expresión del vicepresidente de la Nación en el acto de la Policía Federal: “El compromiso con la fuerza es importante, y esperamos en retribución el compromiso con el pueblo argentino”. ¿Tenemos los gobernantes que nos merecemos? Diego Guerendiain DNI 18.594.431

Camus me salvó

Oprobio Durante la Guerra de Malvinas, la Fuerza Aérea no sólo se cubrió de gloria, sino que deslumbró al mundo y enorgulleció a todos los argentinos. Hoy, la incompetencia gubernamental le impide participar en el ejercicio aéreo más importante de América, temiendo que los aviones corran la misma suerte que la emblemática Fragata Libertad. Sin lugar a dudas esta situación, una vez más, hará sentir el peso del oprobio a todo el país. Lucio Cornejo LE 8.171.030

Mirar el pasado ¿Hasta cuándo el Gobierno seguirá mirando hacia el pasado? ¿Será que “vamos por todo” incluye a las Fuerzas Armadas y nunca se llegará a su fin? Más que buscar justicia, esto es puro revanchismo y venganza. Después de tantos años dedicados a remover el pasado se llegó a un punto tal que, para un militar, el solo hecho de haber estado en actividad durante la década del 70 es suficiente para ser detenido, aplicándole responsabilidad objetiva en derecho penal y, luego, procesarlo por “averiguación de delito de lesa humanidad” o “presunta participación”, sin tener ninguna acusación o denuncia concreta. Tales irregularidades jurídicas no se soportarían en ningún proceso penal por delitos comunes. Con la premisa “lesa humanidad”, el “juicio” se convierte así en una mera formalidad para dar cumplimiento con el objetivo del Gobierno del “vamos por todos”, ya que resultan condenados antes del inicio de éste. De tal forma, se está obrando de la misma manera que en la década que se quiere juzgar. No todos los militares participaron, no se puede poner a todos en la misma bolsa. Detrás de cada detenido hay familias

“Si se quiere viajar bien, hay que pagarlo; nuestro peso vale cada vez menos” Marta Cucci

“En la crisis de 2001 la leche costaba 50 centavos; hoy sale 7 pesos. El subte costaba 50 centavos y va a subir a 3,50. ¿El tema es el subte?” Nuria Susmel

“Está perfecto. Así estamos, entre los subsidios al transporte, los funcionarios corruptos y la gente viajando gratis... ¿cómo quieren que el transporte en la Argentina sea de primera calidad?” Lola Suter

“Los porteños están convencidos de que todo se lo tienen que dar más barato. La luz, el gas, el agua, el transporte. A 200 km de Buenos Aires todo cuesta el doble y más. Ya van a ver cuando saquen los subsidios. Ahí van a comprender lo que se sufre en el interior” Graciela Lilia Vitale

cuenca, tiene más de cinco años, y al día de hoy siguen los basurales a cielo abierto y los vuelcos contaminantes. Es decir, no hay voluntad política. Si una exigencia de la Corte, como en el caso de la ley de medios, impulsa una decidida actitud de aplicación por parte del Gobierno, en el caso del Riachuelo pasa todo lo contrario. El poder político prefiere denunciar la contaminación de la pastera del río Uruguay, pero olvidarse del perjuicio concreto a la salud de miles de ciudadanos ahí nomás, en el patio trasero de la Casa Rosada. Defendamos nuestro derecho a vivir en un lugar seguro, y exijamos que cumplan con lo que manda la ley. Salvo que los ciudadanos de esta parte del país creamos que sólo debemos aplaudir a nuestros hermanos del interior por defender la vida sana mientras permitimos que ”Buenos Aires” sea sólo un nombre

Felicito a Santiago Kovadloff por su nota sobre Camus. Me hizo revivir con emoción la mañana de 1957 en que, en un banco de la Escuela Normal Mariano Acosta, tuve por primera vez en mis manos La caída. Puedo decir que su lectura me cambió la vida, y aún más, que contribuyó a salvármela. Eran tiempos en que muchos de mis coetáneos, desde Tacuara o desde la Fede, estaban a punto de inmolarse en la hoguera que se venía, y creo que la lectura de Camus, su defensa acérrima de la libertad y su rechazo de cualquier pretensión de absolutismo me abrieron a un horizonte distinto que aún no he abandonado. Hoy, a más de medio siglo, puedo afirmar con certeza que no me arrepiento de haberme dejado fascinar por ese “hombre rebelde” y por pertenecer, al menos desde el alma, a ese partido que propugnaba : “El de quienes no están totalmente seguros de tener razón...”. Lic. Rolando Martiñá DNI 4.359.466

Ahora, prohíban Ahora que pasaron las elecciones, señores legisladores, por favor no hagan más demagogia y aprueben la prohibición de los “trapitos”, de los que limpian parabrisas, de los vendedores ambulantes y de los que hagan grafitis. No es criminalizar la pobreza; es sentido común. Los ciudadanos de la ciudad se lo agradecerán. Juan Carlos Cánepa DNI 7.823.217

Día de la Tradición “Tradición es el cordaje de dos guitarras a punto y el vibrante contrapunto que escuchaba el paisanaje. Y es tradición el coraje que cruzó al otro confín, cuando al toque de clarín, el gaucho dejó el alero y se fue de granadero con José de San Martín. Tradición ¡quién pudiera...! cantarte cómo tú has sido. Tradición, dulce gemido de abandonada tapera. ¡Tradición es mi bandera! ¡La cureña del cañón! Y es bajo un sauce llorón la cruz de Cristo borrada, que... aunque está un poco olvidada ¡también eso es tradición!” Vaya este sentido homenaje a la memoria de Juan José Güiraldes en el Día de la Tradición, 10 de noviembre, que recuerda el natalicio de José Hernández. César Román [email protected]