El dúo menos pensado en un homenaje inesperado

9 mar. 2014 - desde Black Sabbath (1970) has- ta Never Say Die! (1978). traCKs nyt. Norah Jones y Billie Joe Armstrong pias versiones, acompañados ape-.
3MB Größe 4 Downloads 86 vistas
8

|

espectáculos

| Domingo 9 De marzo De 2014

Grabaciones Adriana Franco

El dúo menos pensado en un homenaje inesperado

L

a noticia de la reunión entre la delicada cantante Norah Jones y Billie Joe Armstrong, el cantante del trío punk californiano Green Day, no parecía a primera vista ni muy natural ni muy atrayente; aunque sí generara una muy musical curiosidad. Sin embargo, a contramano de aquellos pálpitos, el resultado es un disco encantador, Foreverly, un homenaje a los Everly Brothers, el dúo norteamericano integrado por los hermanos Don y Phil que, en los años cincuenta, le aportó al ardiente e incipiente rock and roll de los orígenes las armonías vocales. Grabado en nueve días el año pasado, la salida casi comenzando 2014 no podría haber sido más oportuna en cuanto a tributo ya que el 3 de enero murió Phil, a los 74 años, y con ello se acabaron para siempre sus particulares juegos de voces. Tan particulares que, en varios de los obituarios que se escribieron esos días se ase-

guró, con justicia y rigor, que sin los Everly Brothers no hubieran existido los Beatles, ni ABBA, ni Simon & Garfunkel, ni Crosby, Stills, Nash & Young. También, aunque tardíamente, se reconocía allí que, quizás hayan sido el duo más importante y menos valorado de la historia de la música popular. Foreverly viene en parte a saldar esa deuda. Lo curioso es que Jones y Armstrong no bucearon en el repertorio de los Everly para hacer una suerte de selección de sus mejores temas y versiones, sino que eligieron reproducir, a su manera y con variantes en el orden, el álbum Songs Our Daddy Taught Us. que los Everly lanzaron en 1958. Fue entonces un disco atípico dentro de su discografía ya que son versiones, a su modo vocal, claro, de temas tradicionales mayormente de música de los Apalaches. Norah Jones y Billie Joe Armstrong han hecho también sus pro-

traCKs Tan Biónica cambia La banda liderada por el carismático cantante Chano Moreno Charpentier acaba de firmar un contrato discográfico con Universal. Meses atrás los autores de Destinología se desvincularon de Pirca Records, el sello creado por el mánager de Bersuit Vergarabat, Cristian Merchot, uno de los primeros en apostar por los responsables de hits como “Ella”, “Beautiful”, “Ciudad mágica” y “La melodía de Dios.

El regreso de Coldplay Los ingleses están de vuelta. El cantante Chris Martin y los suyos estrenaron tema, “Magic”,

Norah Jones y Billie Joe Armstrong pias versiones, acompañados apenas por guitarras, percusiones, violines, alguna mandolina y guitarra steel, en este disco que respira naturalidad y en el que ambas voces se encuentran en un nuevo territorio, dándose aire uno al otro, reforzán-

nyt

dose y creando bellas armonías. La sedosa voz de Norah Jones también se escucha por estos días en algunos de los temas de Traces of you, el disco de la sitarista Anoushka Shankar –su medio hermana, también hija del gran Ravi Shankar– que

acaba de editar Universal. El maestro del sitar que murió en diciembre de 2012 sobrevuela todo el álbum: el primer tema, “The Sun Won’t Set” está dedicado a él (ravi significa sol en sánscrito) y el que cierra “Unsaid” fue escrito por ambas hermanas.ß

LanzamiEntos simple que se adelanta a la salida de Ghost Stories. El sexto álbum de estudio de los autores de Parachutes saldrá a la venta el próximo 19 de mayo y contendrá nueve temas. “Always In My Head”, “Ink”, “True Love” y “Oceans” son algunos de sus títulos.

Casablancas, de estreno Líder de los neoyorquinos The Strokes, el cantante Julian Casablancas tiene listo su segundo álbum solista, The Voidz. Esta semana subió a la plataforma Youtube un clip de dos minutos en el que confronta fragmentos de las nuevas canciones con

imágenes de videojuegos clásicos. Casablancas será uno de los protagonistas del primer Lollapalooza argentino.

Eterno Black Sabbath El acertado –y lucrativo– regreso a los escenarios de la formación original de Sabbath sigue dando sus frutos. Tras la edición de 13, ahora la banda está metida en los últimos detalles del box-set que saldrá en abril y que contendrá los ocho discos de estudio que registraron juntos Ozzy Osbourne, Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward: desde Black Sabbath (1970) hasta Never Say Die! (1978).

Eminem

Las Kellies

Caracol

total exposure: Boy Sweet Boy, Mee-

the marshall mathers lp2:

ting Ice, Golden Love, Jealousy, A

Guy, Parking Lot, Rhyme Or Rea-

Flor de lino, Balada del alba, Peque-

Youth, King Lion, La fiesta, Post Post,

son, So Much Better, Survival, Le-

ña, Niebla del riachuelo, De nave-

Typical Bitch, Go V!, Two Types, Illa

gacy, Hole, Berzerk, Rap God, Bra-

gar, Como dos extraños y otros.

San Simón y otros. (fire records).

inless y otros. (universal).

(independiente).

punk y dub. El camino que va del punk al dub no es tan largo ni tan poceado como uno podría imaginar al comparar ambos subgéneros. Allí están los discos de The Clash para confirmarlo. Y aquí está Total Exposure para sumarse al viaje. El trío de chicas acaba de editar su cuarto álbum que, con la producción de Ivi Lee –Nairobi–, quiebra la sonoridad de Las Kellies: de la urgencia punk rock a la cadencia reggae sin escalas. El álbum cuenta una vez más con la participación de Dennis Bovell, que produjo su disco anterior y que ahora le pone su voz negra a dos temas (“Jealousy” y “Don’t Look Suspicious”). Ruidos y ruiditos, loops, guitarras post-punks, ritmos dance y ciertos grooves funkies hacen de Total Exposure un álbum sin desperdicio, que sorprende tema tras tema y ubica a Las Kellies en un nuevo y fascinante estadíoß

confesional. Este álbum podría llamarse “El hombre que de su vida contó demasiado y, sin embargo, vuelve a hacerlo por amor a la rima”. Pero no, es la secuela de su exitoso The Marshall Mathers LP. Maduro, de vuelta de adicciones varias y por momentos nostálgico, Eminem reincide en confesiones, en dejar al desnudo su vida personal y en las relaciones (o falta de) con sus padres. “Yo quería la fama pero no la portada de Newsweek”, canta en “The Monster”, secundado por Rihanna. El tiempo no puede volver atrás, pero sí las obsesiones y las ausencias de los días de anonimato. Por eso suena tan duro y cínico cuando se autointerroga: “¿Quién es tu padre? No lo conozco…¿Alguna vez se ha tomado tiempo para enseñarte lo necesario para vivir? ¡No! (“Rhyme Or Reason”). Una obra cargada de información, para explorar de a poco. ßSebastián Espósito

clásico y moderno. Caracol no se parece a nadie. Su voz profunda de barítono, emotiva y sofisticada –un crooner con un swing envidiable– ofrece un rango original para escuchar el tango de otra manera. En su fraseo, los clásicos se transforman en una obra nueva y las canciones nuevas parecen clásicos del inconsciente colectivo. En este álbum desarma un puñado de himnos para trazarles un nuevo destino con su estilo sin impostaciones. Sólo acompañado de su guitarra Caracol demuestra ese exquisito juego armónico de silencios y contrapuntos que parece heredado de Joao Gilberto o recuerda el diálogo rítmico de voz y fueye de Rubén Juárez. En su audaz versión, “La cumparsita”, un tema que ya nadie quiere cantar, recupera su tensión dramática y milonguera. Caracol inventa otro tango con su voz. Es hora de que todos se den cuenta ßGabriel Plaza

Sebastián Ramos

Bad

tEAtRo

Cuando la cara está en juego aún no consigo besar. ★★★★ laboración versión argentina :

muy buena. autor:

Diego Bagnera. co-

Paula Fanelli, Gustavo Maggi. intérpretes:

Estela Garelli, Florencia Naftulewicz, Cristina Maresca, Ernesto Rowe, Mario Sala. iluminación: Christian Gadea, Lucía Feijoó. vestuario: Heidi Steinhardt. realización de escenografía: Mario Sala. asistencia de dirección: Paula Fane-

lli. adaptación y dirección: Heidi Steinhardt.en el ópalo: Junín 380. funciones: sábados, a las 21, y domingos, a las 19. duración: 60 minutos.

E

l español Diego Bagnera parte, para construir su texto, de un hecho real y verdaderamente conmovedor que se produjo en Francia en 2005. Una mujer, Isabelle D., fue atacada por su perra que le arrancó la parte inferior de su rostro. Es el primer caso en la historia de las cirugías en la que se realiza un trasplante facial que posibilitaría que esta mujer recupere su imagen. La historia, que ahora ficcionaliza Bagnera, es por momentos verdaderamente desconcertante. En escena, el dramaturgo construye una trama que combina el relato en primera persona –no solo de la protagonista, sino también de su hija, su médico, su psicóloga y hasta de un periodista sensacionalista interesado en el tema–, con algunos pocos diálogos en los espacios en los que estos personajes irán cruzándose.

Aún no consigo besar Intenso en sus descripciones, el creador es muy cuidadoso en la forma en que presenta hechos que parecieran ligarse con lo siniestro. El espectador reconoce, en la realidad de Isabelle, el dolor que los acontecimientos le provocan, pero, también, el valor que adquiere al decidir entregarse a un sinnúmero de situaciones

guitarra y voz :

Arrabal amargo,

en las que continuamente estará enfrentándose con la muerte. Heidi Steinhardt construye una puesta casi ascética y pone en valor a cada uno de los personajes. Profundiza la figura de Isabelle a fondo y desde ella logra que el resto de los personajes se tornen más auténticos. El juego que consigue es dinámico. Tiene un ritmo preciso y el público va entrando en él lentamente hasta que, en algún momento, la realidad del escenario lo habrá ganado para transformarlo en un testigo fundamental del drama. Es muy interesante la relación de Isabelle (Estela Garelli) y su hija Lucie (Florencia Naftulewicz). Ambas intérpretes van dando forma a la historia de manera muy sensible. Sus monólogos van entramándose de maneja muy ajustada, como un puzle que reconstruye la figura de ese rostro. Ambas elaboran imágenes internas muy potentes que ayudarán a quien observa a dejarse arrastrar, con seguridad, por ese camino sinuoso que deben recorrer, con mucho padecimiento, esas mujeres. En roles pequeños pero siempre efectivos, Cristina Maresca, Ernesto Rowe y Mario Sala completan con solvencia ese mundo. Lo atractivo de sus personajes es que son ellos quienes llaman a reflexionar sobre las consecuencias de un hecho tan delicado desde una óptica clínica y psicológica, y también hasta dónde entra a jugar la opinión pública, según la mirada de quien analiza el caso. ß Carlos Pacheco