“Ya no soy la que era a los 20”

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Espectáculos

Página 2/Sección 4/LA NACION

Proyecto: Leopardo al sol

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Lunes 8 de enero de 2007

Estreno del jueves

“Ya no soy la que era a los 20” Cameron Diaz habla de El descanso, una comedia romántica con gran elenco

Sulichin y Caetano, productor y director listos para el rodaje SOLEDAD AZNAREZ

Israel Caetano, de nuevo a la carga Continuación de la Pág. 1, Col. 4

nalmente, una mayor seguridad para sentirte libre de hacer lo que estás firmemente convencido de que querés hacer”, asegura, desafiando él mismo a quienes piensan lo contrario.

Sin pelos en la lengua Caetano no está de acuerdo con lo que un sector de la crítica definió como Nuevo Cine Argentino, que califica como “mentira” y “pavada”. Insiste: “La cosa no es hacer películas acerca de cómo se abre una puerta con apoyo de dos o tres fundaciones europeas, ganar un par de estatuillas de oro en festivales, embolsar diez mil euros y después nada”. El uruguayo que fue criado en la provincia de Córdoba para finalmente dedicarse a un cine muy personal en Buenos Aires no tiene pelos en la lengua ni para hablar de cine ni de fútbol. “Ahora que voy a estar tres meses en Colombia me tendré que hacer hincha de algún equipo de allí”, dice sonriendo. “Hace ocho meses, el director Alejandro Chomsky me presentó a Fernando Sulichin [ver aparte], y allí nació la idea de hacer esta película. Su productora tenía los derechos de la novela y ya tenían una escaleta de guión. Cuando puse manos a la obra, el guión fue avanzando a

medida que iba leyendo la novela. Tenía que darle una forma cinematográfica sin traicionar ni el original ni mi idea de lo que es un relato cinematográfico”, asegura. “Pero la cosa no fue tan sencilla: aquel primer esquema fue a manos de un grupo de especialistas que hicieron sus observaciones y subrayaron algunas críticas. Fue como un tsunami de opiniones. De nuevo en mis manos, incorporé muchas de esas sugerencias y así, casi listo, pasó nuevamente a los productores asociados, a los distribuidores y a sus asesores, que aportarían juicios muy importantes para llegar a una versión definitiva. Al principio tenía todos esos berretines de director independiente, de salame. Era cuestión de sacar pecho y pelearla. No me iba a comer los mocos aceptándolo todo, pero tampoco me iba a poner en patotero, porque con esa postura nunca se llega a ningún lado. No es preocupante que un guión tenga todo este proceso cuando se trata de una producción de esta envergadura: el director sigue siendo uno, el que tiene las imágenes en su cabeza, el que dice «acción» y «corten»”, insiste. “Es un privilegio trabajar con Caetano”, interrumpe Sulichin. Y sentencia: “Los tipos grandes no son pretenciosos”.

Un argentino en París Produjo a Oliver Stone y a González Iñárritu Fernando Sulichin tiene 41 años y es argentino, pero hace veinte años se fue a Los Angeles para continuar con sus estudios de arquitectura iniciados en la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, su vida pegó un giro sorpresivo cuando, en la ciudad donde se levanta la meca del cine, cambió el diseño de construcciones por el de películas. Tras Malcolm X, su primera y difícil experiencia como productor asociado nada menos que a Spike Lee, siguió en el camino y le fue bastante bien. Su empresa de entonces apoyó títulos importantes de directores con larga trayectoria, como Abel Ferrara (La adicción), Larry Clark (Bully) y Oliver Stone (Alexander, Comandante, Persona Non Grata y Looking for Fidel, los dos últimos de la serie documental America Undercover). Hace más de una década, Sulichin se radicó en París, y allí en 2005 fundó Central Films, su propia empresa, con la que ya coprodujo She Hate Me, nuevamente con Lee; Mary, la polémica obra de Ferrara con Juliette Binoche que recibió el premio del jurado en el ultimo festival de Venecia, y más recientemente Babel, con la que el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu ganó en Cannes. La película con Brad Pitt y Cate Blanchett, que se conocerá el 18 de enero en Buenos Aires, es candidata a siete Globos de Oro. Para la adaptación de Leopardo al sol, que fue responsabilidad del mismo

Caetano y Roberta Hanley, Sulichin reunió un presupuesto de diez millones de dólares. El rodaje –que se hará al promediar este año, anticipa– se extenderá por tres meses en locaciones colombianas, mientras que la posproducción ocupará los noventa díass siguientes. Los socios de Sulichin son Mike Hanley (de Muse, la empresa norteamericana que respaldó Psicópata americano), que ya lo acompañó en otras siete oportunidades, y los locales Daniela Romano y Marilú Varsky, hermana del periodista deportivo Juan Pablo Varsky. El elenco, todavía sin definir también será multinacional, y se dice que uno de los candidatos más firmes es el español Javier Bardem. El productor habla con entusiasmo del presente argentino, y se refiere a Néstor Kirchner como el autor de un “milagro”. “En 2001 todo era menos que cero, y ahora todo parece florecer. Me gustaría colaborar en lo que tiene que ver con el cine, con los que lo producen, abrirles los ojos para que descubran por sí mismos que el tren de la historia pasa una sola vez y que ahora está estacionado aquí y no hay que desaprovecharlo”, asegura. “Esta seguramente será una de mis últimas películas como productor”, asegura Sulichin. “Tengo 41 años y mucho por delante. Seguramente tendré oportunidad de hacer otras cosas igualmente provechosas”, repite, aunque es difícil creerle.

Pantallas PREMIOS AL CINE

MINISERIE POR HBO

La crítica de los EE.UU. eligió a sus favoritos

Recordando la tragedia del tsunami asiático

■ NUEVA YORK (Reuters).– La Sociedad Nacional de Críticos de Cine de los Estados Unidos nombró anteayer mejor película del año a El laberinto del fauno, del mexicano Guillermo del Toro. En el rubro de actuaciones, la actriz británica Helen Mirren fue considerada la mejor por su labor en The Queen, de Stephen Frears, como lo fue Forest Whitaker por El último rey de Escocia, honores que se sumaron a su creciente lista de premios y los colocaron como favoritos para ganar los Oscar. El director de Vuelo 93, Paul Greengrass, fue elegido mejor director por su película sobre los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Los lauros a las mejores actuaciones de reparto fueron para Mark Wahlberg por Los infiltrados, el drama policial de Martin Scorsese, y para Meryl Streep por la dura editora de una revista de moda en la comedia romántica El diablo viste a la moda, y como una despistada cantante de música country en la última película de Robert Altman, Noches mágicas de radio.

■ Esta noche, a las 22, HBO estrenará Tsunami: The Aftermath, una miniserie en dos episodios que reconstruye en forma ficcional las consecuencias del tsunami que arrasó varios países del sudeste asiático en diciembre de 2004, así como los difíciles esfuerzos de reconstrucción. Con las actuaciones de Tim Roth, Chiwetel Ejiofor, Toni Collette, Hugh Bonneville y un gran elenco. DESDE MAÑANA

Nueva temporada de La ley y el orden: UVE ■ Desde mañana, a las 21, por Universal, comenzará la nueva temporada de La ley y el orden: Unidad de Víctimas Especiales. Entre las novedades de este año se encuentran la participación de la danesa Connie Nielsen en seis episodios, como una nueva investigadora, y la actuación especial de grandes nombres del cine y la TV, como Jerry Lewis, Leslie Caron, Marcia Gay Harden y Brian Dennehy.

LOS ANGELES (Corriere della Sera).– En la pantalla, Cameron Diaz luce una vez más rubia, pero se presenta antes del estreno de El descanso, el amor no se toma vacaciones (The Holiday) ante la prensa internacional con el cabello oscuro. “Desde siempre me siento y me imagino como una morocha –dice la actriz–. Me había oscurecido el pelo para ¿Quieres ser John Malkovich?, pero tuve que reincidir como rubia en Los ángeles de Charlie. Pero ahora me quedo morocha. Lo prometo.” ¿Será porque hay dando vueltas demasiadas actrices y nuevas estrellas de cabello rubio? “¡De ninguna manera! No soy de las que compiten con esas cosas. Lo que sí aprendí, en buena medida gracias a la princesa Fiona, es a seguir mi propio camino sin estar pendiente de los demás”, respondió Diaz, que acaba de poner su voz a la tercera y esperadísima parte de Shrek, que llegará a los cines durante este año. El descanso, el amor no se toma vacaciones, que Diaz protagoniza junto a Jude Law, Kate Winslet y Jack Black, es la única comedia romántica hollywoodense en medio de una seguidilla de estrenos con historias de guerra, dramas familiares y políticos, sátiras a la masculinidad y películas animadas para la familia. “Estoy feliz de haber hecho esta película, porque ante todo apuesta a la solidaridad entre las mujeres. Además, actuar junto a Kate no sólo fue algo estimulante. Ella es una de mis actrices preferidas, junto a Julia Roberts y Toni Collette”, afirma. Dice Diaz que ahora que está en los “treinta” se siente mucho mejor que cuando tenía 20 años. “Quería interpretar una historia planteada a través de los ojos de mujeres jóvenes que están en crisis porque fueron abandonadas o traicionadas por los hombres que soñaban tener a su lado. Creo que las dos parejas que aparecen en la película les van a decir muchas cosas a las mujeres que vayan a verla y se sientan decepcionadas de la vida, con sus expectativas frustradas”, puntualiza la actriz. Y cuando se le indica que las mujeres cada vez se afirman más y sienten haber conquistado cada vez mayores espacios, está dispuesta a rebatirlo. “Puede ser, pero mientras tanto falta cada vez más la confianza en el hombre, por distintas razones”, sostuvo.

Encuentro de dos mundos En la película, dirigida por Nancy Meyers (una de las más importantes creadoras de comedias en el cine norteamericano, que viene de un éxito considerable como Alguien tiene que ceder, con Jack Nicholson y Diane Keaton), Winslet y Diaz intercambian sus casas en Londres y Los Angeles, respectivamente. “En la víspera de Navidad se reencuentran sin compañía y la idea de pasar las fiestas y con el ánimo triste o las vacaciones solas es, probablemente, lo que más asusta a cualquier mujer”, explica Diaz.

La actriz comparte cartel en el film con Jude Law, Kate Winslet y Jack Black UIP

En la película, el personaje que interpreta Cameron tiene en su lujosa casa todo lo que puede pedir una mujer que vive en California, pero decide viajar a la austera casita de campo de Iris (Kate Winslet), cambiando el sol por la nieve del invierno anglosajón, mientras Winslet trata de reencontrarse a sí misma entre el sol y el viento cálido de Santa Ana. En este sentido, la película puede verse también como el enfrentamiento entre dos mundos. Cuando Jude Law, que interpreta al hermano de Iris, llama a la puerta de la casa de su hermana y se topa con esa norteamericana que al verlo plantea sin vueltas lo que quiere, comienza una historia amorosa. “Al mismo tiempo, Iris conoce a un músico y pone en marcha paralelamente otra historia”, explica Diaz, anticipando cómo será el personaje interpretado por un Jack Black más delgado de lo que estamos acostumbrados a ver. Los resultados son impredecibles, porque ambas ciudades se encuentran entre sí casi en las antípodas y hasta los festejos de Navidad varían entre Estados Unidos y Europa. “Hay muchas situaciones –precisa Diaz– que hablan mucho acerca de la crisis de identidad que afecta hoy especialmente a quienes pasaron los 30. Sobre todo porque quienes tienen entre 30 y 35 años se sienten sobrepasados por los de 20, que crecieron a fuerza de computadoras y efectos especiales. Tanto Iris como Amanda, mi personaje, trabajan y tratan de ganar el sustento, pero más allá de la necesidad que sienten de enamorarse no saben de verdad qué quieren y, sobre todo, tampoco saben a qué están dispuestas a renunciar para conseguirlo.” En Hollywood son muchos los que creen que la comedia americana lan-

guidece y cada vez más funciona a fuerza de vulgaridades. Sin ir más lejos, Robert De Niro llenó las salas interpretando farsas al estilo de La familia de mi novia. ¿Qué piensa la estrella que, con Loco por Mary, pareció abrir cierta línea que apuntaba en esa dirección? “No lo veo mal, sobre todo porque en el cine norteamericano conviven muchos tipos de comedia. Basta pensar que hay directores como Spike Jonze capaces de hacer cosas al estilo de ¿Quieres ser John Malkovich?”, afirma Diaz.

La comedia, en crisis Con todo, la actriz reconoce que la comedia americana cambió en

”Quería interpretar una historia planteada a través de los ojos de mujeres jóvenes que están en crisis porque han sido abandonadas” buena medida por la influencia de la televisión y, por otra parte, aquellas historias sofisticadas y elegantes que identificaban, por ejemplo, a Billy Wilder y que tenían figuras como Audrey Hepburn siguen siendo obras maestras. “Pero los más jóvenes, cuando eligen alguna película moderna, reclaman otra clase de ingredientes, música y situaciones. Por otra parte, los estudios también viven un cambio, y cuando miran la taquilla son menos puritanos que antes. Es cierto que en El descanso no se plantean situaciones como las de Virgen a los 40, pero la sátira está en el contraste entre dos

mundos y dos psicologías”, agrega. ¿Entonces Diaz piensa realmente que existen diferencias notorias entre su Amanda, que creció en California, y la Iris de Kate Winslet, que trabaja en un importante diario del Reino Unido? “Por supuesto, ya que la mujer norteamericana es mucho más directa, va al frente, toma la iniciativa y no duda cuando le pide a un hombre que haga el amor con ella. La europea, en cambio, necesita que la inviten a cenar, está más pendiente de las instancias previas y los preparativos de una cita amorosa. La reacción de cada una de las protagonistas se adapta también a estas diferencias femeninas.” Diaz vive hoy una etapa de serenidad en compañía de su no menos famoso novio Justin Timberlake, cuyo último registro discográfico (FutureSex/LoveSounds) es uno de los más vendidos del momento. “Justin tiene un enorme talento... y diez años menos que yo, aunque no me preocupa la edad de las personas. Tiene muchísimo tiempo para crecer como músico y también como actor. Además, trabajamos juntos en Shrek 3: le puso la voz a Artie, el príncipe rebelde, y no faltan los juegos y enredos entre su personaje y el mío.” Mientras Justin tiene tres películas a punto de estrenarse, Cameron parece haber detenido un poco la marcha. “Después de haber trabajado en Pandillas de Nueva York con Scorsese y de hacer En sus zapatos con Shirley MacLaine, me puse mucho más selectiva. Quiero volver a hacer películas más chicas e independientes porque siento que cambié. Ya no soy la que era a los 20 años.”

Giovanna Grassi

Aníbal Di Salvo, siempre activo

Cuando el cine es un modo de vida A punto de cumplir 84 años, el director prepara un film con tintes autobiográficos Con casi setenta años como realizador y a punto de cumplir 84 años de edad, Aníbal Di Salvo es el más veterano cineasta de la cinematografía nacional. Su vitalidad y su pasión por el séptimo arte no han decaído nunca, y actualmente se dispone a comenzar el rodaje de Me robaron el papel picado, “una historia –dice en un diálogo con LA NACION– que comenzó como un documental y finalmente será una película de ficción en la que vuelco mis vivencias y testimonios de mi juventud. Yo nací en Bella Vista cuando esa localidad era un lugar casi despoblado. Allí, en 1934, vi pasar por sobre mi cabeza el enorme dirigible Graf Zeppelin, lloré la muerte de Carlos Gardel y comencé a cantar tangos en las orquestas típicas de Lanzoni-López, de Osmar Maderna, de Angel Cutini y de Amancio López. Transité muchos escenarios entonando tangos y pensé que mi futuro sería el de cantante, pero el cine, que por entonces producía una enorme cantidad de títulos, pudo más que mis ansias vocales... Todos estos episodios me sirvieron para elaborar un guión que no es autobiográfico, pero me apoyaron para elaborar la película, cuyo rodaje comenzaré en febrero”. –¿A qué se debe el título de tu producción? –Cuando era muy chico, me entretenía recortando hojas de diarios para convertirlas en papel picado. Un día de carnaval, un compañero se quedó con todo ese papel picado que yo había reunido, lo que me produjo una gran tristeza. Ese episodio me marcó muy íntimamente, porque fue la primera vez que lloré frente a un fracaso. –¿Qué te impulsó a ingresar en la cinematografía? –Mi asombro frente a las películas argentinas que veía casi diariamente en el cine de mi pueblo. La magia de

El realizador de Chúmbale filmará Me robaron el papel picado ARCHIVO

la pantalla me deslumbró y un día me acerqué a los estudios San Miguel, que estaban cerca de mi casa, y me ofrecí para hacer cualquier tarea que tuviese que ver con ese arte. En 1949 actué como extra en Petróleo, en Novio para las muchachas y en algunos otros films. Posteriormente, y como asistente de cámara, foquista y operador de cámara, participé en decenas de películas que se rodaron en aquellos estudios que cuando, lamentablemente, cerraron sus puertas dejaron a nuestra cinematografía sin uno de los más importantes sets de la Argentina.

–¿Cómo continuaste con tu carrera? –Por aquellos tiempos yo ya tenía un gran oficio, y pude continuar mi trayectoria en otros sellos, entre ellos Artistas Argentinos Asociados, como camarógrafo y director de fotografía. Trabajé a las órdenes de los más prestigiosos realizadores de la época, hasta que decidí que ya era hora de probarme como director. En 1960 realicé el cortometraje Trayectoria mientras proseguía mi labor como director de fotografía. En 1981 dirigí el video Matías y los otros, que, debido a su éxito,

convertí en un film de 35 milímetros. Posteriormente rodé Atrapadas, Seguridad personal, Las lobas, Enfermero de día, camarero de noche y El Che. Proseguí mi tarea como técnico hasta 2001, cuando dirigí Chúmbale, adaptación de una obra teatral de Oscar Viale. La carrera de Aníbal Di Salvo incluye su participación en 170 largometrajes, en veinte documentales y en mil cortos publicitarios para la televisión. “Nunca tuve descanso –refiere–, simplemente porque el cine es mi manera de vivir con alegría y felicidad. Siempre tengo algún proyecto, alguna idea para llevar a la pantalla, y por eso ahora mis energías están puestas en Me robaron el papel picado, que será, posiblemente, el resumen de todo lo que me ocurrió en mis años adolescentes.” –¿Cuál es tu opinión acerca del nuevo cine argentino? –Creo que muchos de los nuevos realizadores le están dando la espalda a nuestra cinematografía. Ignoran que las temáticas deben dejar de lado lo intelectual y adentrarse en lo popular, en lo que los espectadores sienten como suyo. ¿De qué vale que esas películas ganen premios en el exterior si aquí pasan casi inadvertidas? ¿De qué sirve que el número de producciones aumente en cantidad si el público no las tiene en cuenta? Con numerosos galardones en su haber, Aníbal Di Salvo se convirtió en un realizador emblemático que sigue un camino que se impuso desde sus comienzos. “Yo hago cine para que el público lo disfrute, reflexione y se entretenga –finaliza–, y entre éxitos y algún fracaso ése es mi lema, un lema que me permite ahora, en mi madurez, proseguir mi trabajo con el mismo entusiasmo de mi juventud.”

Adolfo C. Martínez