espectáculos | 7
| Sábado 12 de abril de 2014
bafici | últimas jornadas
Dos veteranos devenidos en sicarios en Kill List
Warp Films: la anti-Cool Britannia
retrospectiva. Films y cortometrajes de la
particular productora inglesa Jorge Luis Fernández PARA lA NACION
Costumbrismo y experimentación, violencia suburbana y poesía. En delicada tensión sustenta su catálogo Warp Films, la productora inglesa a la que el Bafici dedica una retrospectiva de sus films y cortometrajes. Una extensión de Warp Records, el sello que puso a la electrónica en el mapa del pop con artistas como Autechre y The Aphex Twin, la compañía debuta en 2002 con el corto My Wrongs #8245-8249 & 117, acerca de un hombre y un perro que lo convence de ser su abogado. Dos años después, su protagonista, Paddy Considine, escribe y protagoniza el primer largo, Dead Man’s Shoes. Con dirección de Shane Meadows, la película es una sanguinaria vendetta entre viajes de ácido y paisajes del Norte inglés. Cualquier asociación con Trainspotting es equivocada: la ficción de Warp privilegia un tratamiento humanista y aciago, cuyos
mejores ejemplos son Tyrannosaur de 2011 (debut de Considine como director) y This Is England, segundo largo de Meadows. Estrenada en 2006, This Is England muestra las cicatrices británicas tras la Guerra de Malvinas y resulta una notable reconstrucción del país en 1983, con el ascenso de los skinheads y el National Front. El éxito comercial y artístico de la película (premio del jurado en el Festival de Roma, ganadora de los premios Bafta y British Independent Film Awards) facilitó la creación de Warp X, subsidiaria de largos digitales de bajo presupuesto que cuenta con el respaldo de Film4 y el sello Optimum, entre otros organismos. En medio de iniciales tropiezos, como la fallida Bunny and the Bull (comedia dirigida por Paul King, miembro de la troupe The Mighty Boosh), Warp X encuentra su distintivo tono áspero con Donkey Punch (2008), de Oliver Blackburn. Tres inglesitas clones de las Spice
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Girls llegan a Mallorca, conocen a tres chicos y se embarcan en el Mediterráneo, esperando vivir la gran fiesta. Aunque en los últimos minutos la promesa se hunde como las ideas de Blackburn, el perturbador clima presagia dos producciones inspiradas en la tradición de horror británico. Con un pie en el paganismo de The Wicker Man (Robin Hardy, 1973) y otro en la fascinación por lo oculto de Donald Cammell y Kenneth Anger, Kill List (2011), de Ben Wheatley, muestra a dos veteranos de guerra devenidos sicarios, arrojados a un vórtice de violencia del que no pueden escapar. El film estableció a Wheatley como un director visceral y uno de los más singulares del cine contemporáneo. Más cerca del gótico de The Innocents (Jack Clayton, 1961), Berberian Sound Studio (ganadora del Bafici 2013, actualmente en cartelera y, por ende, ausente en el festival) agrega un giro paródico al género, como ya había hecho Matthew Holness con el pulp, en su corto A Gun for George (2011). la retrospectiva del Bafici incluye el registro de un show de Arctic Monkeys y otro acerca del regreso de los Stone Roses. Tres cortos imperdibles: la ciencia ficción plausible de Dr. Easy, el shock desbordante de Rubber Johnny (con música de The Aphex Twin) y la onírica Swimmer, de la talentosa lynne Ramsay.ß