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Domingo 6 de diciembre de 2009
Domingo 6 de diciembre de 2009 LA NACION/Página 7
FOTOS: TERESA BAUSILI
Página 6/LA NACION
A 12 años de su devolución
DATOS UTILES COMO LLEGAR: L Viajar al otro extremo del mundo lleva su tiempo: unas 30 horas de vuelo y 34 de puerta a puerta, por Air Canada (con escalas en Santiago y Toronto, desde US$ 2102 con impuestos incluidos). La aerolínea ofrece la posibilidad de realizar hasta dos paradas en Canadá (Toronto o Vancouver) sin cargo, para no hacer el viaje de un tirón. Informes y reservas: 0800444-2007
DONDE DORMIR: L World Hotels cuenta con una colección de 10 hoteles en Hong Kong. Entre ellos, el Harbour Plaza Hong Kong (a partir de enero se llamará Harbour Grand Kowloon), de cinco estrellas, tiene promociones desde US$ 200 (+10% de impuestos) por habitación; el Hotel Jen, de cuatro estrellas, cuenta con tarifas de US$ 120 (+10% de impuestos), también por habitación y con desayuno incluido. Informes: www.worldhotels. com; 0800-888 55 98
Es mucho más que el punto de encuentro entre Oriente y Occidente. Cinco mil años de tradición china y 150 de influencia colonial se combinan para dar lugar a un enclave futurista y monumental, rodeado a su vez de islas deshabitadas, vegetación tropical y mar turquesa
Un monje del monasterio budista de Po Lin
Hipercapitalista, intensa y sofisticada... tan cerca y tan lejos de China Pero Hong Kong, ciertamente, no es China. Ciento cincuenta y cinco años de dominio inglés (1842-1997) dejaron su sello en este archipiélago que se esparce en el delta del río Perla, sobre la costa sur del Mar de China, y que cuenta con nada menos que 260 islas (la de Hong Hong es la más conocida y poblada, pero ¡solamente son diez las islas habitadas!). Nombres como Victoria o Salisbury, un sistema legal basado en el derecho anglosajón, una elite financiera en la que operan más de 1000 firmas británicas, los double deckers, la costumbre de manejar por la izquierda, el apego a las normas (cualquier transgresión, desde tirar un papel al viento o escupir en la calle, equivale a unos US$ 60 de multa), son sólo algunos de los legados de la época colonial. No es China, tampoco, porque aquí existen derechos impensados en el mainland o continente, tales como el de protestar en público o criticar a los líderes. Semejante concesión es parte de la fórmula ideada por Deng Xiaoping “un solo país, dos sistemas”, cuando el Reino Unido restituyó Hong Kong a Pekín, en1997. Entre otras licencias, el acuerdo les permite a los hongkoneses mantener un sistema capitalista bajo la egida de una ideología comunista. “Acá, capitalismo total”, dice una y otra vez Alex Cheung, el guía que du-
Por Teresa Bausili Enviada especial
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ONG KONG.– En el ascensor del Harbour Plaza Hong Kong Hotel no existe el piso cuatro, ni el 14, números de mala suerte según la superstición china (debido al parecido fonético del cuatro con la palabra que significa muerte). Porque a pesar de que todos aquí insisten en que “esto es Hong Kong, no China”, la impronta del vecino asiático, del que Hong Kong volvió a formar parte en 1997, es difícil de ignorar. Está a las vista en el bullicio de sus mercados, atiborrados de imitaciones de relojes y carteras y frutos de mar y patos que cuelgan cabeza abajo, siempre con el regateo como ritual de compra. Está a la vista en sus coloridos festejos, con el Año Nuevo chino a la cabeza, pero también en otras celebraciones tales como el cumpleaños de Confucio o las regatas de Tuen Ng (el barco del dragón). Está a la vista en la compulsión al juego (los casinos estarán prohibidos, pero a las casas de apuestas no les va nada mal); en la predilección por platos como la sopa de aleta de tiburón o el nido de golondrina; en la práctica extendida del tai chi chuan; en valores tradicionales como el respeto a la familia, la cortesía y el salvar las apariencias (saving face).
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