Turismo

Domingo 29 de marzo de 2009

LA NACION/Sección 5/Página 13

LECTORES DE VIAJE ESTUVE EN... Alemania Cristina Elizabeth Leguizamón

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¡ N O S E P I E R DA N !

De El Cairo a Luxor, un tour faraónico Por José Pérez Calvo El primer día en El Cairo fuimos a Giza para conocer las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos. Es difícil imaginarse cómo habrán hecho hace más de 4000 años para construir tanta majestuosidad. Luego nos trasladamos a la esfinge, que queda a pocos minutos de ahí, para vislumbrar con qué detalle se trabajaron los ojos, las orejas, etcétera. Hay quienes dicen que el ejército de Napoleón le pegó un cañonazo a la nariz, lo cual refutaría la teoría que dice que fue Obelix. Por la tarde recorrimos el Museo de El Cairo, el más grande del

mundo respecto de temas arqueológicos, que no hay que dejar de visitarlo. Es tanta la seguridad en la ciudad que da hasta un poco de miedo. El hotel tiene una única puerta de acceso y en la misma hay 3 miembros del ejército y otros 3 de la policía. Para entrar y salir hay que pasar por un detector de metales. Al día siguiente volamos a Luxor, que posee mayores riquezas arqueológicas que las encontradas en El Cairo (templos y el Valle de los Reyes), hicimos un crucero y llegamos hasta Abu Simbel.

Una beca y mucho frío en Schwäbisch Hall Cuando Inés Patzig-Bartsch, directora en la Argentina, Uruguay y Paraguay del proyecto realizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán Escuelas: socios para el futuro, me comunicó que la beca que recibía me llevaría al Goethe Institut Schwäbisch Hall debo reconocer que, a pesar de ser profesora de geografía, tuve que buscar en un mapa dónde se ubica esta hermosa ciudad que jamás había oído nombrar. El destino quiso que llegara allí junto con la ola polar que afectó a Europa las primeras semanas de enero: -15°C, trenes retrasados, muchos cancelados, infinitas escaleras, todo un desafío para el que se moviliza con pesadas valijas como las mías. Sin embargo, la calidez y la amabilidad con que fui recibida se trasformaron, durante toda mi estada, en mi mejores abrigos. Schwäbisch Hall es una pequeña ciudad con alrededor de 36.000 habitantes en el sur de Alemania, a unos 75 km al norte de Stuttgart. Fundada en el siglo XII, el florecimiento de esta ciudad estuvo ligado a una salina celta (hall significa para los celtas sal), fuente de un provechoso comercio. Durante la Edad Media, su importancia radicó en acuñar los heller, moneda de plata que se utilizaba en todo el reino. Hoy conviven en Schwäbisch Hall el pasado y el presente en un ambiente de ensueño: pintorescas callecitas, puentes de madera sobre el río Kocher y el típico estilo Fachwerk presente en cada rincón de la ciudad, junto a modernas galerías de arte y

grandes empresas. El Instituto Goethe, en el casco antiguo de la ciudad, ofrece a los estudiantes que vienen de todos los continentes un ambiente de estudio agradable y moderno. A poca distancia del instituto, la imponente iglesia de St. Michael con su amplia escalinata domina, majestuosa, la plaza del mercado. En su interior, curiosamente, a diferencia de lo que ocurrió en otras iglesias alemanas, el reformador Johannes Brenz permitió que muchas obras realizadas por el catolicismo fueran conservadas. A un lado de la iglesia de St. Michael se ubica el Café Am Markt, el que tantas tardes, capuchino o chocolate con tortas tradicionales de por medio, se transformó en un punto de encuentro, casi obligado, para mí y un grupo de latinos, compañeros de estudio y de aventuras. Caminando por la Neue Straße se llega en pocos minutos al río Kocher. Allí, atravesando el Henkersbrücke se encuentra la parte más nueva de la ciudad donde la serenidad de su casco histórico deviene en movimiento. Es en este sector donde se encuentran los cines, la Academia de Arte, el teatro de marionetas y el Museo de arte Würth, donde dos o tres veces al año se realizan exposiciones de artistas de los siglos XX y XXI. ¿Descubrimientos para compartir? ¿Un viaje memorable? Esperamos su foto (en 300 dpi) y relato (alrededor de 3000 caracteres con espacios).

COMPAÑEROS DE RUTA Somos un grupo de un cineclub que viajamos a Cuba parando en casas de familia y buscamos compañeros de viaje para abaratar el transporte. Si te interesa comunicate: [email protected] Soy Marcelo, de 45 años. Busco compañera de viaje para próxima temporada de verano en España, Italia e Inglaterra. Es conveniente disponer de ciudadanía europea. [email protected] Hola, busco compañera/o de viaje para compartir gastos y que le guste la fotografía. Tengo 45 años y quiero hacer el tramo Mendoza/ Bariloche por la Ruta N° 40 en mi auto. Alternaríamos hoteles con camping en lugares naturales permitidos. Itinerario: Buenos Aires-Mendoza-Bariloche-Buenos Aires. Fecha estimada: 2 de abril hasta el 16 de abril; kurtz63@yahoo. com.ar. Gracias, Roberto

A propósito de la nota sobre Varsovia publicada el domingo último en el suplemento Turismo. El parque creado en el lugar del gueto, y donde se puede comprar toda clase de libros relacionados, y el monumento a la valerosa resistencia de los polacos mientras los rusos miraban del otro lado del río son también importantes para visitar,

como el Monumento a Chopin y asistir a un concierto. En mi experiencia, tarjetas de crédito son aceptadas en todas partes. Varsovia no se puede comparar con París o Londres, pero la importancia histórica, el esfuerzo de los polacos en reconstruir la ciudad a pesar de la ocupación soviética, la fe de la gente, me dejó una maravillosa impresión. GeorgiAnna

Excelente la descripción, muy cercana a la realidad, aunque en mi experiencia pude comunicarme bien con los taxistas en inglés, alemán o francés, a veces en mezcla simultánea... Y si alguno te paseó o te cobró cargos adicionales, seguro era algún ingeniero o médico argentino emigrado... Vikking

Disfrute el camino.