28
INFORMACION GENERAL
I
MASACRE EN GENERAL RODRIGUEZ s INESPERADO GIRO EN LA INVESTIGACION
Sábado 20 de marzo de 2010
MARCHA POR FRANCO CASTRO LOPEZ
Revocan los procesamientos de tres acusados del triple crimen Son los hermanos Schillaci y Cristian Lanatta; confirman los cargos contra Martín Lanatta GUSTAVO CARABAJAL LA NACION Para la Justicia, Martín Lanatta sería el único de los cuatro detenidos a fines de diciembre pasado que habría participado en los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cadáveres fueron hallados el 13 de agosto de 2008 en un zanjón de General Rodríguez. En una resolución que se conoció ayer, la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Mercedes confirmó el procesamiento y la prisión preventiva de Lanatta por su presunta responsabilidad en la autoría del triple homicidio. En el mismo fallo los camaristas Ignacio Gallo, Humberto Valle y Luis Gil Juliani dictaron la falta de mérito de los hermanos Víctor y Marcelo Schillaci y de Cristian Lanatta. Esto significa que, si bien podrán ser excarcelados, seguirán vinculados con la causa hasta que los investigadores aporten nuevas pruebas en su contra. Hasta anoche, ninguno de los tres había sido liberado. El hermano de Martín Lanatta continuará preso debido a que fue procesado por un robo agravado ocurrido en Bolívar. Mientras tanto, los responsables del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) esperaban, al cierre de esta edición, un informe judicial para verificar si los hermanos Schillaci tenían algún impedimento declarado por un juzgado penal que hubiera requerido que siguieran presos. Según consideraron los camaristas en su resolución los elementos incorporados en el expediente durante un año de investigaciones no alcanzaban para probar la hipótesis
que vinculaba a los acusados con los tres homicidios. “No comparto la decisión de la Cámara. Con el fiscal general de Mercedes estamos evaluando la posibilidad de presentar un recurso ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense para que se revise la resolución que revocó los procesamientos de los hermanos Schillaci y de Cristian Lanatta”, dijo a LA NACION el fiscal Juan Ignacio Bidone.
Hipótesis confirmada A pesar de que los camaristas dispusieron las excarcelaciones de tres de los cuatro imputados, la resolución confirmó la hipótesis planteada por el Ministerio Público Fiscal, esa que indica que el 7 de agosto de 2008, Forza, Ferrón y Bina concurrieron a una reunión en el patio de comidas de un shopping de Sarandí, donde se habrían encontrado presumiblemente con Martín Lanatta, quien, supuestamente con engaños, los habría acompañado hasta una casa de la zona de Quilmes, donde habrían sido mantenidas cautivas las tres víctimas. Los investigadores presumen que luego de asesinar allí a Forza, Ferrón y Bina, los autores de la masacre subieron los cadáveres a un camión con cámara de frío. El mismo día del secuestro y del homicidio, y para sembrar una falsa pista, los asesinos llevaron los celulares de Ferrón y Forza hacia la zona de General Rodríguez, mientras que los cuerpos habrían quedado en Quilmes. Pero, tres días más tarde, los asesinos llevaron los cadáveres a General Rodríguez, muy lejos de Quilmes, hacia el Oeste, y los arrojaron en un zanjón a la vera de la ruta 6, donde
ARCHIVO
Martín Lanatta seguirá detenido también plantaron pruebas para desviar la investigación. “Existen elementos que indican que los cuerpos fueron trasladados desde Quilmes hasta General Rodríguez en un camión térmico. Los asesinos arrojaron los cadáveres y tiraron vainas y proyectiles para que pareciera que ese zanjón era la escena primaria del crimen”, explicó José Paletta, uno de los investigadores que colaboraron con la querella. Debido a que se borraron algunas pruebas, los investigadores no descartaban la posibilidad de que policías bonaerenses hubieran colaborado con los asesinos. Los hermanos Lanatta y Schillaci fueron detenidos el 21 de diciembre pasado, acusados de ser los autores materiales del triple crimen. El 7 de enero el juez de Garantías de Mercedes Marcelo Ro-
mero les dictó la prisión preventiva. Según la hipótesis del fiscal, Forza, Ferrón y Bina habrían sido llevados a la casa de Cristian Lanatta, situada en Videla 631, de Quilmes. Allí los investigadores levantaron rastros de sangre, pero hasta el momento los estudios de ADN no lograron determinar si esos restos de tejido hemático pertenecían a alguna de las tres víctimas. Si bien durante más de un año el fiscal acumuló una serie de elementos que vincularían a los hermanos Schillaci y a Cristian Lanatta con los tres homicidios, el hecho de que las pruebas científicas no ubicaran a las tres víctimas en la casa de Videla 631 sirvió para fundar la resolución de los camaristas que dictaron la falta de mérito de los tres acusados. Sin embargo, al confirmar el procesamiento de Martín Lanatta, los jueces habrían avalado la existencia del supuesto móvil del homicidio: una venganza contra Forza porque pretendía quedarse con el monopolio de la venta de efedrina a un cartel mexicano de narcotraficantes. “El fallo de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Mercedes significa que no se logró demostrar el valor del trabajo técnico de los cruces de miles de llamadas telefónicas que probaban los vínculos entre los cuatro acusados y el triple crimen”, expresó el abogado Miguel Angel Pierri, quien representa a los familiares de las víctimas. “Al particular damnificado le interesa que la Justicia capture a los culpables. No queremos que se detenga a quien no tuvo nada que ver con la masacre. Esta resolución representa un llamado de atención para los investigadores”, agregó Pierri.
MAURO V. RIZZI
Mario Castro, padre de Franco, recibe el apoyo de vecinos y amigos
En Mar del Plata, pidieron justicia 5000 personas “Salgamos de la anestesia; no esperen a que les maten un hijo”, dijo la madre de la víctima DARIO PALAVECINO CORRESPONSAL EN MAR DEL PLATA MAR DEL PLATA.– Dos adolescentes amigos de Franco Castro López ya habían conmovido en la apertura del acto, uno con un breve discurso cargado de adultez y el otro, quebrado, sin posibilidad de contener las lágrimas al recordar al compañero que se fue. Pero fue Mariel, la madre de la víctima, la que dejó el mensaje más contundente: le apuntó a toda la comunidad y, muy en particular, a quienes hoy son madres: “Salgamos de esta anestesia y pongámonos de pie”, pidió la mujer. “No esperen a que les maten un hijo”, insistió. La escuchaban más de 5000 personas que ayer se movilizaron para reclamar justicia y seguridad tras el asesinato del menor de 16 años, baleado en la madrugada del domingo pasado, caso por el que ya están detenidos los dos supuestos coautores del crimen. Fue una manifestación popular como pocas veces se ha visto en la ciudad ante un hecho de este tipo. Familias enteras, incluidos chicos y adolescentes vestidos con uniformes de colegio, pues acababan de salir de clases y se sumaron al acto, acompañaron este reclamo que tuvo como escenario la Plaza del Agua, en el centro comercial Güemes. En ese lugar, precisamente, la madrugada del domingo se desarrollaba una
fiesta a la que Franco se dirigía a pie junto a seis amigos cuando lo mataron de un tiro en el cuello. “El momento de actuar es ahora”, destacó Ignacio Fiolo, que era compañero de escuela de Castro López y encabezó la lista de oradores con un llamado a la reflexión, tanto para autoridades como para la comunidad en general. Pidió: “No nos acostumbremos” a convivir con casos como éste. La multitud, que portaba velas encendidas, acompañó el minuto de silencio con el que se recordó a Franco, que cursaba el quinto año y jugaba al básquet en Peñarol. Maximiliano Corredera Legatto, detenido y acusado de ser autor material del hecho, permanece alojado en el penal de Batán. Vivía a una cuadra de la casa de su víctima y tiene antecedentes por robo calificado. Antes de gatillar, sólo preguntó: “¿Quién le tocó el culo a la nena?”, supuestamente porque su novia había sido molestada por un grupo que no era el que integraba Franco. Quien lo acompañaba esa madrugada, José Rivero –que anteayer se entregó a la policía–, confirmó que Corredera Legatto fue quien ultimó al adolescente. Mario Castro, padre de Franco, agradeció ayer el compromiso ciudadano en este reclamo y exigió a las autoridades y a los jueces que quienes mataron a su hijo “no vuelvan a caminar por la calle libremente”.
LA MUERTE DE UNA NIÑA EN CHUBUT
Imputación formal por un asesinato Al único detenido lo acusarán de homicidio calificado; empezaron a hacer estudios de ADN PUERTO MADRYN.– El único detenido por el homicidio de Leonela Aguirre, la niña de 10 años que fue violada y asesinada en esta ciudad, y cuyo cadáver fue hallado dentro de un contenedor con escombros, será imputado formalmente del delito de homicidio criminis causae, aquel que se comete para ocultar otro crimen o para poder consumarlo, y para el que se prevé una pena de prisión perpetua. Fuentes de la fiscalía aseguraron que, tras la audiencia de control de la detención, el sospechoso quedará tras las rejas para evitar “un intento de fuga, un linchamiento o que entorpezca la investigación”. El sospechoso fue identificado como Pablo Bell, según aseguró la jueza de instrucción Flavia Trincheri. Es un albañil de 37 años que vivía cerca de la casa de la familia de Leonela y que fue visto por una vecina cuando se llevaba a la menor a su vivienda. Anteanoche, un grupo de vecinos de la víctima trataron de incendiar la vivienda en la que residía el imputado, pero el intento pudo ser desactivado por la policía. El ministro de Gobierno de Chubut, Héctor Castro, dijo que “en este momento se están realizando las pruebas de ADN en el Cenpat [Centro Nacional Patagónico]. Pese a la ansiedad de toda la comunidad, tenemos que esperar el resultado del estudio genético comparativo. Este horrendo hecho sólo puede probarse científicamente”. Por su parte, el fiscal Daniel Báez dijo: “Queremos atrapar al culpable de este lamentable suceso, pero no a cualquier culpable. Hay
que comparar el perfil genético de la víctima con los rastros hallados en la casa allanada”. Agregó: “Más allá de la celeridad con la que deben darse los primeros pasos para develar qué pasó ese día, se debe mantener una continuidad investigativa seria, en el sentido de no buscar resultados a cualquier precio, sino la verdad mediante los medios que nos da la ley. Así podremos dar con el o los responsables del delito con pruebas fehacientes y objetivas”. Ayer por la mañana se realizó un nuevo allanamiento en la casa del único imputado en la causa. Se encontraron “posibles manchas de sangre”. El día anterior, fuentes de la fiscalía habían dicho que en esa vivienda se habían hallado “restos de pelos y sangre”. Todas las pruebas serán sometidas a los correspondientes peritajes”, aseguraron las fuentes. En una conferencia de prensa, Báez sostuvo que “partiendo desde los elementos que se encontraron en el cuerpo de la menor, la información que reveló la autopsia y otros datos recogidos, hay elementos objetivos y científicos que nos permiten avanzar”. Leonela Noemí Aguirre iba a 4° grado. Desapareció el martes, aproximadamente a las 17, al terminar el turno tarde en la Escuela N° 124, situada a sólo cuatro cuadras de su casa. A las 6.30 del día siguiente fue hallada dentro de un contenedor: no tenía ni el guardapolvo ni la mochila; tenía signos de haber sido golpeada, una bolsa de plástico en la cabeza y le faltaba un zapato.