Cuatro detenidos por el triple crimen

22 dic. 2009 - shopping WalMart, el último lugar donde las víctimas fueron vistas con vida por última vez. Además de afirmar que conocía a Forza y a Ferrón ...
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INFORMACION GENERAL

I

Martes 22 de diciembre de 2009

EL NEGOCIO DE LA EFEDRINA s LOS ASESINATOS MAFIOSOS DE FORZA, FERRON Y BINA Y SUS VINCULOS CON EL NARCOTRAFICO

Investigan si la casa de Videla 631 fue el lugar del crimen

El fiscal Bidone sale de revisar la casa del imputado Lanatta

La casa de Tucumán al 900, donde vive Martín Lanatta FOTOS DE ANIBAL GRECCO

Cuatro detenidos por el triple crimen Uno de los presos es un militante del PJ de Quilmes; el testigo que dio el dato clave para la investigación fue atropellado por un tren GUSTAVO CARABAJAL LA NACION El hombre, de 25 años, se presentó hace tres meses ante el fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone. Mientras repetía una y otra vez que tenía miedo de que lo mataran, dijo que tenía información sobre los homicidios de los tres empresarios cuyos cuerpos fueron encontrados en General Rodríguez en agosto de 2008. Según fuentes judiciales, el testigo aportó un dato clave para que, ayer, se concretaran las detenciones de cuatros sospechosos por su presunta vinculación con los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. El testigo murió, atropellado por un tren, un mes después de entregar esa pista que permitió definir quién usaba un número de teléfono celular que aparecía activado en las antenas adyacentes al patio de comidas del shopping WalMart, el último lugar donde las víctimas fueron vistas con vida por última vez. Además de afirmar que conocía a Forza y a Ferrón porque hacían negocios con el dueño de la droguería en la que trabajaba, el testigo entregó a los investigadores el número de teléfono celular que utilizaba el dueño de la empresa en la que se desempeñaba con Martín Lanatta, uno de los cuatro sospechosos detenidos ayer por su presunta vinculación con el triple homicidio. Luego de permanecer en la clandestinidad durante casi diez horas, Lanatta se entregó ayer, minutos después de las 16.30, en el edificio del Cuerpo de Instructores de la Procuración General, en La Plata. Al cierre de esta edición, el fiscal Bidone terminó de tomarle declaración indagatoria a Lanatta, un militante del justicialismo de Quilmes que actuó como asesor externo del Registro Nacional de Armas (Renar). Fuentes judiciales informaron que el detenido admitió que conocía a Forza y proclamó su inocencia. Por la mañana, en diez operativos realizados por la Dirección de Operaciones Judiciales de la Gendarmería y la Dirección de Delitos Complejos de la policía bonaerense, fueron apresados Víctor y Marcelo Schilacci. Los hermanos Schilacci, que viven en Berazategui y Ranelagh, son viejos conocidos de la Justicia en Quilmes. Fueron acusados por una serie de secuestros exprés. También fueron investigados por su presunta vinculación con el secuestro del empresario Leonardo Bergara. En tanto, Cristian Lanatta, hermano de Martín y dueño de la casa de Videla 631 allanada ayer, que sería el lugar donde fueron asesinados Forza, Ferrón y Bina, sumó un nuevo proceso en su contra pues ya está preso en el penal de Sierra Chica por un robo

Los recorridos del día del hecho

1

Jueves 7 de agosto de 2008

BAR LISANDRO, LINIERS

LUJAN

Un caso que incomoda al Gobierno

WALMART AVELLANEDA

Continuación de la Pág. 1, Col. 6

25

28

24 7

Gral. Rodríguez

2

Se reúnen con al menos tres personas. Aparentemente bajo engaño, son llevados a Quilmes.

Forza y Bina se juntaron para un desayuno tardío. Luego se encontraron con Ferrón.

PILAR

EL ESCENARIO

Desde el momento en que las tres víctimas se encontraron hasta que, después de una reunión clave, fueron llevadas al lugar donde encontraron la muerte en forma violenta.

AU de l

MORENO

23

CAPITAL HURLINGHAM

Oeste

La Reja Moreno 13/8. GENERAL RODRIGUEZ

AU del Oeste

ITUZAINGO

1

5

6

AVELLANEDA

AU B

Morón Merlo

s. A s. L

2

aP

Hallazgo de los cadáveres

4

6

lata

Quilmes

3

3

4

VIDELA 631, QUILMES

INTENTO DE LLAMADA

FLORES

5

6 CONSTITUCION

Según las últimas revelaciones, los tres fueron ejecutados en el chalet de esa dirección.

Una antena celular del lugar registra el último intento de llamado de las víctimas, del celular de Bina.

Efectivos de la comisaría 50ª de la Policía Federal encuentran en Flores la camioneta Grand Vitara de Ferrón, incendiada.

La policía encuentra en Constitución el Peugeot 206 de Forza. Estaba intacto y con las llaves puestas.

LA NACION

agravado por el uso de armas que habría cometido en Bolívar.

Testigo en peligro El testigo murió arrollado por una formación del Ferrocarril San Martín en la estación Villa del Parque. Para la Justicia no fueron claras las circunstancias que rodearon el hecho y el fiscal Bidone pidió que se investigue para establecer si se trató de un homicidio y no de un suicidio, como se informó oficialmente. Fue el segundo testigo, vinculado con alguna de las víctimas y que tenía datos para aportar, que murió. El 24 de agosto de 2008 se había quitado la vida Ariel Vilán, empleado de Martín Magallanes, un ex socio de Forza. Magallanes había mantenido relaciones comerciales con Ibar Pérez Corradi, el empresario al que Forza le debía dinero y a quien denunció por amenazas.

Luego de dejar una carta, Vilán se arrojó al vacío desde el departamento de su madre, situado en San Juan 4129. “Se presentó espontáneamente y sospechosamente apareció muerto hace pocos días en la zona de Villa del Parque, en lo que, en principio tendríamos que decir fue un accidente de tren”, dijo el abogado Miguel Pierri sobre el testigo que aportó la pista clave para llegar hasta los cuatro sospechosos detenidos ayer. “Primero se entrevistó conmigo, lo pusimos a disposición del fiscal Bidone, que lo entrevistó en la Unidad Funcional de Investigaciones de Mercedes, abrió un legajo especial, un legajo reservado, y, sorpresivamente, esta persona decidió, entre comillas, matarse, como Vilán. Era una persona que era presa de un gran miedo y que se había decidido a hablar sobre el final de todo”, explicó el letrado.

Fuentes judiciales indicaron que el testigo afirmó ante los investigadores que había escuchado que varios de los empresarios de la industria de los medicamentos que hacían negocios con el dueño de la droguería en la que trabajaba habían dicho que querían matar a Forza. Según el testigo, uno de esos empresarios habría sido Martín Lanatta. Su declaración sirvió para ponerle nombre y apellido al teléfono celular que aparecía en las antenas situadas en las adyacencias de WalMart el 7 de agosto de 2008 entre las 13.30 y las 14. Hasta la declaración del testigo, ese teléfono aparecía a nombre de un bolsero de celulares, pero no se sabía quién lo usaba. Luego de tomarle declaración a Martín Lanatta, el fiscal Bidone tendría previsto revisar la casa de Videla 631 para determinar si fue allí donde mataron a Forza, Ferrón

y Bina. Según la hipótesis que impulsa el fiscal, las víctimas no fueron asesinadas en General Rodríguez, sino que, después de la reunión en el shopping, a la que debía concurrir Lanatta, las llevaron a la vivienda de Quilmes y las mataron allí. De acuerdo con esta nueva pista que siguen los investigadores, los asesinos llevaron los cuerpos, posiblemente tras haberlos mantenido en una cámara frigorífica, y los abandonaron en General Rodríguez el 12 de agosto de 2008, un día antes de que fueran hallados. El fiscal Bidone aseguró que el triple crimen tuvo tres motivaciones: “Una vinculada con negocios financieros relacionados con una mesa de dinero; otra, con una deuda por la mafia de los medicamentos, y la tercera, con la comercialización de efedrina, que fue el verdadero detonante”.

Sorpresa entre los vecinos de Quilmes Destacaron el buen trato de los Lanatta El operativo de Gendarmería llamó la atención a los vecinos de la calle Nicolás Videla al 600. Aquellos que viven cerca de la allanada casa de Cristián Lanatta se asombraron al enterarse de la sospecha judicial de que allí podrían haber vivido sus últimos minutos las víctimas del triple crimen. Curiosos frente al movimiento de gendarmes, los vecinos relataron que nunca habían visto nada raro en el lugar. Una mujer que atiende un almacén cercano comentó a LA NACION que conocía a la familia Lanatta y que la noticia del allanamiento sorprendió a sus vecinos de Quilmes: “Los conocí desde que eran bebes; jamás hubiera pensado que estaban en esas cosas. Cristián vive con su novia y un nene. Sinceramente, quedé en shock cuando supe la noticia. Ellos tenían un trato intachable”. Por sus dichos, en el barrio no se había comentado que Cristián Lanatta estaba detenido desde hace un par de meses en el penal de Sierra

Chica, acusado de robo calificado. Para la vecina, el sospechoso en la causa del triple crimen se dedicaba a trabajos de mecánica del automotor: “No sabés lo que Cristián sabe de mecánica; aquí [en Quilmes], todos contamos con él para tratar cualquier cosa que tenga que ver con los autos”. Y agregó: “Hasta le arreglaba autos a la policía”. La vivienda ubicada en la calle quilmeña de Nicolás Videla muestra el buen pasar económico de sus propietarios. Se trata de una construcción de ladrillo a la vista, con varias dependencias que ocupan un importante predio. Una alta muralla rodea a la propiedad e impide observar desde la calle los movimientos internos en el amplio jardín. Los dueños parecían preocupados por la seguridad, ya que resultaba visible un servicio de alarmas. Los obstáculos puestos a las miradas curiosas parecen haber dado resultado, ya que los vecinos repiten que nunca vieron nada raro.

la mafia de los medicamentos que, tras voltear a la histórica conducción de la Obra Social Bancaria, puso bajo sospecha la operatoria del sistema de salud de los más poderosos sindicatos. Cualquier avance en la causa del triple crimen significa reabrir las heridas dejadas por las ramificaciones de la revelación de los aportes compulsivos del sector farmacéutico a la campaña y del caso de la mafia de los medicamentos. Pero ahora la noticia roza directamente al jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández. Casi desde el momento en que los tres cadáveres fueron descubiertos comenzó a circular el nombre de Martín Lanatta y su presunta vinculación con él. Se rumoreaba, entonces, que Lanatta actuaba dentro del Registro Nacional de Armas (Renar) facilitando o gestionando trámites por fuera de los canales ordinarios. Y que podía hacerlo porque contaba con amparo político para hacerlo. Se dijo que él le había conseguido a Forza el permiso de portación para alguna de las varias armas de fuego que tenía registradas. También, que era militante del PJ de Quilmes y que habría estado vinculado a la venta de medicamentos y, quizás, al tráfico de efedrina a México. Tanto el director del Renar, Andrés Meiszner, como el propio Fernández negaron públicamente, desde aquel primer momento, que Lanatta fuera empleado o funcionario del Renar

Un avance en la causa reabre las heridas dejadas por la revelación de los aportes a la campaña y el caso de los medicamentos o que hubiera actuado como gestor o algo parecido. Incluso negaron conocerlo, a pesar de ser ambos de Quilmes, como Lanatta. * * * Que Forza, Ferrón y Bina hayan sido asesinados en Quilmes, cuando hasta ahora siempre se había dicho que habían sido ejecutados en General Rodríguez, es una hipótesis que todavía necesita de un mayor cúmulo de pruebas para ser considerada definitivamente cierta. En especial, porque durante la investigación se dio por probado que el trío había sido visto en el patio de comidas de un shopping de Avellaneda a las 14.20; que el telepeaje registró el paso de la camioneta de Ferrón hacia el Acceso Oeste, y que los celulares de las víctimas, tras haber sido activados varias veces en el trayecto, se “apagaron” a las 15.46 del mismo día, al salir del alcance de una antena de General Rodríguez. Si aquel cómputo temporal es verosímil y compatible con el tiempo que demanda un viaje entre Avellaneda y General Rodríguez –los investigadores nunca lo desmintieron–, ¿cómo fue posible que, en el mismo tiempo, los asesinos condujeran a sus víctimas más al Sur, hacia Quilmes, las ejecutaran, las cargaran en un vehículo, simularan hacer llamadas con los teléfonos de los muertos y, finalmente, arrojaran los cuerpos en el lugar donde fueron hallados una semana después de su desaparición? Si fue así, sólo asesinos sabedores de que cuentan con gran impunidad hubiesen sido capaces de llevar a las víctimas, matarlas en Quilmes, salir de una casa con tres cadáveres a plena luz del día, cruzar medio conurbano “plantando” llamadas telefónicas, arrojar los tres cuerpos a la vera de una ruta y abandonar dos vehículos en otros tantos barrios de la Capital sin que nadie lo advirtiera.