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fútbol
| Viernes 16 de mayo de 2014
Piatti, Torrico y Gentiletti, ayer por la mañana en Cidade do Galo, el próximo búnker del seleccionado argentino durante el Mundial de Brasil
Tras la gran clasificación de San Lorenzo en Brasil para las semifinales de la Copa Libertadores, tres de las piezas fundamentales del equipo se ilusionaron; “Vamos por más, no nos conformamos”, sentenció el arquero
Piatti, Torrico y Gentiletti, magia, seguridad y coraje para un gran sueño Enviado especial Ariel Ruya | Fotos Prensa San Lorenzo
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ELO HORIZONTE.– Es un lujo. El golazo de la noche inolvidable, las manos mágicas a modo de segunda parte, el cabezazo de la primera decisiva diferencia. Los tres reunidos en un escenario asombroso, el Cidade do Galo, el próximo búnker del sueño mundial argentino. Ignacio Piatti, el goleador, Sebastián Torrico, el arquero y Santiago Gentiletti, el defensor, se reúnen a pedido de La NacioN en la paz del fantástico complejo de Atlético Mineiro, pisan el césped alto y mojado, vislumbran de cerca el confort interior y hacen jueguitos con un balón improvisado, en el mismo espacio en el que van a tirar paredes Leo Messi y el Kun Agüero. “Esto está buenísimo. Tiene mística”, lanza Gentiletti. “Ojalá que la selección tenga suerte, les deseo lo mejor”, advierte Torrico. “Acá, en unos días, van a venir las verdaderas figuras”, exagera Piatti. Las figuras, en realidad, hoy, ahora, son ellos: acaban de alcanzar una cúspide azulgrana, las semifinales de la Copa Libertadores luego de 26 años. “Es algo histórico. Lo decimos así como así, pero
es verdad. Lo que logramos es algo importante, pero todavía falta”, confiesa Nacho. “Dejamos la vida por esta clasificación y creo que el grupo se lo merece. Ahora vamos por más, no nos conformamos”, insiste Torrico. “Es un sueño hecho realidad, tenemos mucho corazón para jugar este tipo de instancias”, aclara Gentiletti. Hoy, ahora, pisan el escenario del sueño nacional que vendrá. Hoy, ahora, se creen entre nubes luego de la histórica celebración. Las imágenes se suceden casi sin respiro: el golazo de Piatti, la celebración sobre el Mineirao, dedicada a los 2000 hinchas, la locura en el vestuario, la alegría, entre cantos, en la medianoche del hotel y las risas compartidas en las afueras de esta inmensa obra en construcción llamada Belo Horizonte. Más tarde, el almuerzo, el vuelo chárter rumbo a Ezeiza entre cánticos como si se tratasen de fanáticos de siempre, la llegada a casa. San Lorenzo, sí, está entre nubes. –Nacho, ¿qué significa para vos esta clasificación? –Muchísimo. Tuve una semana