Campo
Página 10/Sección 5/LA NACION
RINCON GAUCHO
3
Evolución del tiempo para el agro
Por Fernando Sánchez Zinny Para LA NACION
2
Sin precipitación mm
Precipitación acumulada
Entre 0y1
DEL 1° AL 22 DE FEBRERO DE 2012
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Sábado 25 de febrero de 2012
Comparación de índices verdes 20
30
50
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200
250
300
mayor a 400
Representa la cantidad y el vigor de la vegetación (actividad fotosintética) -0.1 -0.05 0 0.04 0.14 0.24 0.34 0.44 0.54 0.64 0.74 1 Agua Nubes Vegetación débil y escasa Vegetación densa y vigorosa Nieve
PROMEDIO FEBRERO 1961-1990 (normal)
NDVI DEL 14 AL 23 DE FEBRERO
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Menor a-3°
Temperatura media
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N
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DEL 1° AL 22 DE FEBRERO DE 2012
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km
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24°
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2012
N
36°
PROMEDIO FEBRERO 1961-1990 (normal)
El recuerdo de los viejos mercachifles, vigente en la pampa
Mayor a 36°
En febrero de 2012 se observa un importante aumento en la actividad fotosintética, principalmente en el centro de la región. Esto se debe a las precipitaciones ocurridas, que provocaron el humedecimiento de los suelos, favoreciendo a los cultivos, cuyo estado fenológico les permitió reaccionar.
MAXIMA ENERO
2012
El “mercader que chifla” surgió tras la desaparición de los malones; italianos y árabes impusieron el oficio e sabe que en las pulperías había de todo o, al menos, de todo lo poco que podía conseguirse en el campo: “vicios” –yerba, tabaco, aguardiente–, sal, alguna prenda, algún utensilio, armas, sogas, yesqueros, en esbozo de lo que luego serían los almacenes de ramos generales. Pero ya en la época en que éstos se difunden, hacia las últimas décadas del siglo XIX, una nueva forma mercantil se había adueñado de nuestras campañas, y no sólo de la de Buenos Aires, sino también de las de las catorce provincias históricas. Una modalidad predecesora suya era conocida en los campos porteños, santafecinos y cordobeses: los vivanderos que se encargaban de proveer a las aisladas guarniciones destacadas en la frontera, en el recorrido que hacían desde la
S
Ofertaba herramientas y objetos hogareños, alpargatas, bombachas, camisas, pañuelos, corraleras y sombreros ciudad abastecían de paso a las pulperías, transformados en suerte de protomayoristas. Cuando los malones desaparecieron, y con ellos esas escuálidas milicadas, surgió el mercachifle, primero italiano y luego, al despuntar el siglo XX, árabe cada vez en mayor proporción. “Mercachifle” quiere decir –y esto no es chiste– “mercader que chifla”, o que vocea sus productos o actividad para enterar a los vecinos, rasgo en absoluto urbano característico del vendedor ambulante, aún subsistente en las “propaladoras” y en pito anacrónico del afilador que, cada tanto, todavía se escucha en los barrios. En realidad, el mítico mercachifle que se adentraba en la pampa no lo era en ese sentido, dado lo absurdo de vocear en medio de las soledades. Muy al paso su carromato se acercaba a las estancias y a los puestos, envuelto en coros de ladridos. Ofer-
taba herramientas y objetos hogareños, alpargatas, bombachas, camisas, pañuelos, corraleras, sombreros y boinas. Y también rastras y botas para los lujosos, el consabido tabaco; zarazas, percales, hilos y agujas para las mujeres y, entre éstas, para las más presumidas, adornos, baratijas, cintas, pañuelitos bordados, perfumes y, ya en el ápice del refinamiento, el tan apreciado jabón Reuter. Muy al contrario de ahora, en aquel tiempo la gente que trabajaba en el campo también lo habitaba y sólo muy a las cansadas se movía hasta el pueblo; el “turco” resultaba, pues, imprescindible nexo no sólo para obtener productos, sino, asimismo, con el conjunto de la vida social. Admitía, por ejemplo, llevar recados y tomar encargos como traer el periódico o cosas que se le comisionaba comprar. Su regreso periódico instauró, a la vez, la modalidad inicial del pago en cuotas. El carromato se hizo un día camioncito y entre la polvareda no surgió ya más la diligencia, sino un ómnibus ruidoso y con el techo atiborrado de envoltorios. Conocí uno en el lado cordobés de la Sierra de Comechingones que unía el pueblo de Piedra Blanca con Río Cuarto y era de ese tipo, resabio de rusticidades que deben haber muerto con su viaje final. El camino de tierra discurría entre sembrados de girasoles y estaba cortado por arroyos que el desvencijado vehículo vadeaba como podía, a veces con tropiezos si fracasaba en el intento por trepar la barranca opuesta. Entonces los pasajeros descendían y recibían palas con que de consuno se ponían a reducir el desnivel. Llevaba gente y equipajes pero, además, iba a la ciudad con yuyos serranos que allí se vendían y retornaba con remedios, revistas, materiales de construcción, cuadernos y libros para la escuela y hasta cruces y placas para poner en el cementerio, cargamento que distribuía en “las casas” en que solía hacer escalas largas y mateadas. ¡Qué historia! Y eso era hacia 1960, poco más o menos; ha pasado mucho tiempo o muy poco tiempo, según se quiera.
( CORDOBA )
Asistencia crediticia Para las zonas afectadas por el mal clima CORDOBA (Télam).– El gobierno cordobés dispuso la instrumentación de exenciones y prórrogas impositivas, así como líneas de créditos especiales para los productores de 14 departamentos de la provincia que sufrieron las consecuencias de la sequía y de otros fenómenos climáticos. En los considerandos del decreto publicado anteayer, el Poder Ejecutivo aseguró que el clima adverso “incidió desfavorablemente sobre la capacidad productiva de las explotaciones rurales, afectando gravemente su producción y el normal desenvolvimiento del ciclo económico-productivo”. Como consecuencia, el Gobierno declaró, a partir del 10
de enero y hasta el 9 de julio de 2012, “en estado de emergencia y/o desastre agropecuario a los productores afectados por tormentas de viento, lluvia y granizo durante el período septiembre-diciembre de 2011”, así como a quienes padecieran sequía “durante el ciclo 2011/2012”. Las localidades y pedanías comprendidas por los beneficios son: Juárez Celman, Colón, General San Martín, Río Primero, Río Segundo, San Justo, Tercero Arriba, Unión, Marcos Juárez, Presidente Roque Sáenz Peña, Calamuchita, Capital, General Roca y Río Cuarto, cuyos productores gozarán de ventajas impositivas y crediticias.
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Fuente: Servicio Meteorológico Nacional
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EMPRENDIMIENTO
LA NACION
) Alternativa para pequeños productores
Mermelada de aloe con origen en el monte santiagueño Combina buen sabor y cualidades terapéuticas; es un alimento apto para celíacos LEONEL RODRIGUEZ PARA LA NACION SANTIAGO DEL ESTERO.– La familia Adami Jorge es emprendedora por naturaleza y con el asesoramiento de la ingeniera agrónoma Eve Luz Yñiguez, a cargo del proyecto Centro de Información Gestión y Agronegocios (CIGA), han logrado elaborar lo que ellos llaman un producto “100% santiagueño”, como la mermelada de aloe vera. La plantación de dos hectáreas está tan sólo a 18 kilómetros de la capital de la provincia, en un pueblo llamado Vilmer, a la vera de la ruta nacional 34 y viene creciendo desde 2004. Con el tiempo se dieron cuenta de que la cantidad plantada no servía para abastecer la demanda en materia farmacológica o de perfumería, por lo que Marisa Adami Jorge, la encargada de cantar “Eureka”, se convenció en voz alta afirmando “que si tiene tantas propiedades y sirve para tantas cosas, seguramente también serviría como alimento”. Consultaron a especialistas del área de agroindustrias de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) y se pusieron inmediatamente a trabajar. Como resultado obtuvieron una muy rica y saludable “mermelada de aloe vera”. Rápidamente obtuvieron las autorizaciones de Bromatología y certificaron la planta de procesamiento, pasos necesarios para lograr el permiso para que la producción pueda ser vendida y consumida. Fue así como el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) les otorgó la certificación correspondiente para ser consumido como un “alimento”. En diálogo con LA NACION, la ingeniera Eve Luz Yñíguez aseguró que la inversión inicial fue de 2500 pesos y que “las plantaciones se multiplicaron tan rápido que tuvieron que abrir más sectores de su monte para seguir plantando”. La elaboración de la mermelada es netamente artesanal. Se inicia con la cosecha de las hojas; su posterior lavado; la extracción del gel y su mezclado con otros productos, tras lo cual se obtiene la mermelada que se fracciona en embases de vidrio y se etiqueta. Yñíguez aporta más datos al decir que “la plantación tiene una reproducción muy rápida. Es por esto que muchos pequeños productores ya se están incorporando a la cadena del aloe”. En
La plantación convive con el monte nativo FOTOS EVE LUZ YÑIGUEZ
la actualidad son ocho agricultores en un radio de 10 kilómetros en torno de la plantación madre. Desde el Centro de Excelencia en Productos y Procesos Córdoba (Ceprocor) obtuvieron la aprobación como producto “apto para celíacos”.
Sello de calidad A la mermelada la bautizaron Radaloe y ya han participado en un Foro de Dulces y Confituras del Noroeste Argentino. Al ser un producto con las certificaciones exigidas por el código
alimentario argentino, ingresó en un programa de certificación nacional. De esta manera, Radaloe están en camino de obtener el sello de Alimentos Argentinos. En efecto, durante el próximo mes esperan una auditoría de profesionales del Ministerio de Agricultura de la Nación. El sello de calidad servirá para posicionar este producto santiagueño en los mercados mundiales. Yñíguez afirma que “salud, bienestar y mejor calidad de vida se conjugan en Radaloe”, ya que es un producto único en su tipo por “su delicado sabor y
Radaloe, un producto listo para ganar mercados
por los alcances terapéuticos naturales propios del aloe”. Entre las bondades del cultivo la especialista enumeró: “Reforzar el sistema inmunológico; controlar la acidez estomacal; regular el sistema intestinal y la purificación del organismo”. Ademas cuenta con vitaminas A, C, D, B1, B2, B3, B6 y B12, convirtiéndose en un producto diferencial por excelencia y calidad premium. La mermelada de aloe se produce solamente en Santiago del Estero, lo que le confiere el calificativo de “única”. Según explicó Yñíguez, el oro verde (como denominan al aloe) crece en suelos degradados, allí donde nadie cree que una planta pueda prosperar; debajo de arboles y sin ninguna afectación al medio ambiente. Esto también dota al producto de la cualidad de ser ambientalmente sustentable. El emprendimiento está en marcha y cuenta con el apoyo del INTA, a través de un proyecto de desarrollo local llamado Centro de Información Gestión y Agronegocios. Ya fue presentado en Buenos Aires, durante la edición 2011 de la muestra Caminos y Sabores. En la actualidad hay dos puntos de distribución en Capital Federal. Los interesados pueden consultar por este producto a través del correo radaloe@ hotmail.com.