Rugby | 9
| Domingo 25 De enero De 2015
Alejo Miranda PARA LA NACIoN
E
l 30 de noviembre pasado, la URBA hizo pública la decisión de que a partir de este año se haría cargo de la designación, capacitación, captación y evaluación de los árbitros, funciones que hasta entonces delegaba en Arurba. Luego nombró al ex árbitro internacional Francisco Pastrana como Director del Área de Referato, uno de los tres nuevos puestos rentados. La dirigencia de Arurba, enfurecida por haber sido desplazada de sus principales atribuciones “intempestivamente y de manera unilateral e inconsulta”, reaccionó no enviando árbitros a los distintos sevens que se jugarían hasta fin de año. Aunque luego retrotrajo la medida, la posibilidad de que buena parte de sus alrededor de 270 árbitros afiliados en actividad no dirijan cuando comience el certamen está latente. “No dirigir es tirar la última carta, pero todavía mucha agua puede correr hasta el 21 de marzo [día de inicio del torneo de la URBA]. Pero es una posibilidad”, reconoció Gustavo Tomanovich, uno de los árbitros clase A del país. “No nos asusta si en un principio tenemos que afrontar 400 partidos con 40 referís”, respondió Gustavo Cohen, vocal de la URBA y hombre del CASI. “Llegado el momento se hablará con los clubes y se buscará la solución. Hay mucha gente que está dispuesta a colaborar y estamos preparados, pero no nos vamos a dejar extorsionar”. La decisión de URBA de asumir esas funciones claves del referato
La falta de árbitros, una amenaza para el torneo de la URBA Podría no haber referís por el descontento de la Arurba, desplazada en sus funciones de designarlos y capacitarlos deja a Arurba prácticamente inútil. Hasta ese momento era un departamento dentro de URBA, aunque está en proceso de adquirir personería jurídica. Según cuenta su presidente José Pestalardo, se creó “en 1921 por la Unión de Rugby del Río de la Plata (luego pasó a ser la UAR y se escindió de la URBA) para sacar del seno de la unión las designaciones de los partidos”, una fuente permanente de polémicas en cualquier deporte. En 1944 comenzó a funcionar en forma autónoma, se transformó en el semillero más grande de referís del país y extendió sus funciones, desarrollando una importante labor social que generó, de acuerdo con Tomanovich, “un gran sentido de pertenencia”. Todo de manera amateur. ¿Por qué entonces, la URBA decide asumir el control total del referato prescindiendo a una organización arraigada y experimentada, más allá de que las relaciones eran
tirantes? Desde Arurba dicen no tener una respuesta clara de parte de URBA. “Las decisiones que son abruptas, no conversadas, unilaterales, es porque tienen fines ocultos”, acusó Ricardo Etchebere, presidente de Arurba los últimos seis años y actual vice. Tomanovich fue más allá: “¿De dónde saca la plata la URBA para hacer algo rentado cuando nos deben de tres meses atrás? Les pedimos camisetas alternativas y nos dieron cuatro para 250 árbitros. Ni hablar de ropa de abrigo para los asistentes”. Desde la URBA, en cambio, aducen que la medida responde a cuestiones meramente deportivas. “Contratamos a Miguel García Lombardi, un psicólogo corporativo, para que actuara como mediador. Hubo reuniones, pero ellos [Arurba] no cedían en nada”, respondió Cohen, quien aclaró que el presupuesto proviene “100%” de la URBA. “El único
objetivo es mejorar el referato para mejorar la calidad de juego. Arurba no lo estaba haciendo. Teníamos una demanda de los clubes y creíamos que armar una estructura profesional, como tienen todos los clubes, era la mejor solución.” En Arurba no desconocen la crisis. “Sabemos las falencias que hay”, admite Tomanovich. “Pero con la estructura amateur que tenemos no podemos progresar a la par de los clubes, que tienen estructuras hiperprofesionales. Siempre supimos que había falencias, pero la URBA nunca quiso dar nada.” Cohen relativizó esta afirmación: “Los únicos dos pedidos que tuvimos de Arurba fueron mejorar el game-breaker, el sistema que se usa para analizar los partidos, que se cumplió, y una invitación de la unión inglesa a capacitar un referí, que URBA acompañó enviando a Federico Japas.”
La URBA envió una circular instando a los clubes a presentar una nómina de un árbitro por cada tres equipos antes del 9 de febrero, algo que desde Arurba interpretaron como “presión” a los clubes. Además, Tomanovich acusó que algunos referís jóvenes habían recibido “amenazas” si se alineaban con Arurba por parte de “los que hoy están hoy trabajando para el referato” en la URBA. “Esto no es contra los referís, sino contra el manejo que hubo que no logró mejorar el nivel”, respondió Cohen. “La idea es integrarlos y tener más y mejores referís.” La designación de Pastrana tampoco cayó bien en Arurba: “Perdemos un árbitro de primer nivel y ganamos un gerente sin experiencia dirigencial”, se quejó Pestalardo. Desde que se tomó la polémica decisión hubo dos reuniones. Las negociaciones continuarán luego de que la URBA termine de darle forma al proyecto y lo presente a los clubes, este mes. Si no se llega a un acuerdo antes del 21 de marzo existe riesgo de que falten árbitros para abarcar la gran cantidad de partidos que hay por fin de semana en Buenos Aires. ¿Qué pretende Arurba? “Recuperar la autonomía de trabajo y trabajar en conjunto; independencia para tomar decisiones de equidad y transparencia de las designaciones y actos de indisciplina”, afirmó Tomanovich. ¿Cómo responderá URBA? “Estamos abiertos a sugerencias siempre que vengan con un fin constructivo y para sumar; la nueva estructura va a ser la que tome las decisiones”, abundó Cohen. En el medio, el rugby.ß
Pastrana, durante la final del último Nacional de Clubes, entre CUBA y Duendes; la URBA y la Arurba no encuentran puntos de coincidencia
prensa urba