SEGURIDAD | 23

| Martes 4 de dicieMbre de 2012

SEGURIDAD Edición de hoy a cargo de Fernando Rodríguez | www.lanacion.com/seguridad

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La defensa de los Juliá apuesta a la nulidad del caso en Barcelona

“Manzanas blancas”: una declaración esperada jUicio. Valentín Temes Coto dijo que se siente “condenado” sin pruebas

narcojet. Cuestionará el registro del avión,

Mariano Gaik Aldrovandi

cuando se encontró la droga; la familia de Miret espera que sea declarado inocente

Gabriel Di Nicola ENvIADO ESPECIAL

BARCELONA.– En una ciudad donde ya se vive la Navidad, en tiempos de austeridad, para el común de la gente pasa inadvertido el juicio a tres ciudadanos argentinos, acusados de haber aterrizado en el aeropuerto de El Prat en un lujoso jet con casi una tonelada de cocaína, que en la Argentina sí causó conmoción, con el rótulo del caso del narcojet. Para Gustavo y Eduardo Juliá y Matías Miret, en cambio, llegó el momento de la verdad. Y mientras la defensa de los hermanos apuesta a que se declare la nulidad de la causa, Miret espera salir del juicio con una declaración de inocencia. En las calles, aquí, los catalanes están atentos a otras cosas que les son más cercanas, más propias, como la autonomía, la crisis económica y si Lionel Messi romperá mañana el récord de máximo goleador de la historia en un año. No se habla del juicio que comenzará hoy por el tráfico de 944,5 kilos de droga ocultos en un Bombardier Challenger 604, descubierto no bien el lujoso jet tocó tierra en el aeropuerto internacional de El Prat hace casi dos años. El debate, que se extenderá durante dos jornadas consecutivas,

estará a cargo de la Audiencia Provincial Sección 8ª, y el fiscal será David Benages, el mismo que, en el cierre de la etapa de instrucción del proceso, solicitó penas de 13 años de prisión y una multa de 100 millones de euros para los acusados. El juicio, por supuesto, no pasa inadvertido para los imputados, sus defensas y sus más cercanos allegados. Desde la semana pasada, la familia de Miret vive en esta ciudad para acompañarlo. En un departamento alquilado, situado a pocas cuadras de los tribunales del pasaje Lluis Company pasan los días la esposa de Miret, Agustina Conil Paz, y sus cuatro hijas, que tienen entre 19 años y seis meses. La beba fue concebida en una de las 20 visitas de Conil Paz a la cárcel modelo de L’Eixample, donde está detenido su marido. También están aquí la madre del piloto, Raquel Zavala de Miret, y su hermana. Él conoció a la menor de sus hijas cuando la niña tenía un mes, en una de las visitas permitidas. “La verdad es que tenemos una mezcla de tranquilidad y ansiedad. Sabemos que no hay ninguna grieta en la defensa de Matías. Para todo hay una explicación. Él nunca piso el aeródromo de Morón [donde se habría cargado la droga]. Él es una pieza que no encaja”, explicó a la

LA NACION

La mujer, la madre y la hermana de Matías Miret, en Barcelona nacion Conil Paz, mientras su sue-

gra y su cuñada la escuchaban con atención. La madre de Miret agregó: “Él estaba en el momento equivocado, en el lugar equivocado”. Anoche, en un hotel cinco estrellas, los abogados Carlos Broitman y Darío Kaen, y Amelia, la esposa de Gustavo Juliá, ultimaban detalles de la estrategia defensiva del responsable del lujoso jet. “Con la ley en la mano, los tres tendrían que salir mañana mismo. Gustavo pasó estos casi dos años sin que nadie lo escuchara. Tampoco le dieron la posibilidad de defenderse. No se investigó nada. Él dio nombres que no se investigaron”, dijo la esposa de Juliá a la nacion. La estrategia de Gustavo Juliá, según pudo saber este diario, será

intentar conseguir la nulidad de toda la investigación. Caída la investigación, no sería necesario probar su eventual inocencia. Entre otros cuestionamientos, Broitman y Kaen, que cuentan con la colaboración de la abogada española Lourdes Izquierdo Montijano, pedirán la nulidad del registro de la aeronave. Si el tribunal les diera la razón, perdería valor toda la instrucción judicial posterior. Lo cierto es que, aunque si prospera esta idea de la defensa de los Juliá, los tres se verían beneficiados, no hay entre los tres argentinos acusados una estrategia compartida. Miret, de hecho, aspira a que su nombre quede “limpio” al término del juicio con una declaración de inocencia.

FOTO: gabriel di nicOla

Otra muestra de que los tres no están en la misma vereda: mientras Miret sigue detenido en L’Eixample, Gustavo y Eduardo Juliá están alojados en sendas prisiones del Centro Penitenciario Brians. En lo que coincidirán los tres es en que desconocían que el lujoso jet con el que llegaron al aeropuerto de El Prat el 2 de enero de 2011 llevaba casi una tonelada de droga oculta en dos falsos sofás-cama que estaban enfrentados, de espaldas a las ventanillas, y en un armario colocado en el fondo del avión. Gustavo Juliá, propietario de la aeronave, insistirá en que fue contratado para trasladar obras de arte, documentación bancaria y personas desde España hacia la Argentina.ß

Sonia Molina habló por TV de su cautiverio en Coronel Suárez aparición pública. La mujer hizo un crudo relato de los vejámenes

que dice haber sufrido y que atribuye a la periodista y al pastor Sonia Marisol Molina se mostró por primera vez al público desde que su caso se conoció y, desde Coronel Suárez, conmocionó al país. Anoche, en una entrevista en vivo desde Bahía Blanca con el noticiero Telenoche, de El Trece, hizo un crudo relato de los engaños y vejámenes que le atribuye a la periodista Estefanía Heit y al pastor Jesús Olivera, la pareja detenida desde hace tres semanas, acusada de haberla mantenido secuestrada durante tres meses en condiciones infrahumanas. Dijo que había padecido “tres años de engaño y abuso” de su “confianza y dignidad”, no le restó culpas a Heit –“planificaban todo juntos con Olivera”, denunció–, y dijo que no se escapó antes porque la amenazaban con hacerle daño a su hija, de 10 años. “Estaban constantemente hostigándome y controlándome [...] No fueron sólo tres meses de cautiverio, fueron tres años de haber engañado mi fe y abusado de mi confianza”,

sostuvo en la entrevista, en la que no sólo respondió preguntas de periodistas del noticiero, sino las de un psiquiatra convocado por el canal. “Nunca estuve encadenada ni atada, pero estaba las 24 horas con Olivera”, explicó. “El primer mes medianamente me alimentaban con las sobras de lo que ellos comían. Después empezaron a darme polenta, comida para perros, fideos crudos. La comida para perros fue un manjar en comparación con el resto”, relató. Dijo que, incluso, llegaron a darle excrementos de animales. Contó que Olivera temía que ella los denunciara, y por eso la mantenían cautiva y la castigaban. “Si dejo salir a esta negra de mierda, me va a terminar denunciando”, afirmó haberle escuchado decir al pastor. “Lo único que querían era que dejara de existir. No podría explicar el ensañamiento que tuvieron a lo último conmigo. Puedo relatar lo que pasó con lujo de detalles. Pero no ter-

mino de entender qué les pasó, por qué me hicieron esto”, se lamentó. Con respecto a por qué no presentó su denuncia en Coronel Suárez, Sonia explicó: “No fui a Suárez a denunciar porque tenía dudas de si estaba involucrado el comisario Fernández; ellos me decían que tenían gente en la policía” contactada. “Tuve tres intentos de escape. Una primera denuncia, ahí tuve mi primer golpiza. Una noche salí corriendo y me agarraron, recibí una paliza importante. Me agarraron a 15 cuadras de la casa”, relató. Si bien la mujer se negó a hablar de los presuntos abusos sexuales sufridos, ante una pregunta de los periodistas del canal admitió que vio cómo algunas veces la filmaban en esas situaciones. Y concluyó: “Ni fabulo ni inventé ninguna cosa. No siento ni odio ni rencor hacia Jesús y Estefanía. Justamente porque creo en Dios, creo que la justicia divina y la terrenal me van a llegar”.ß

Anoche, al hablar por El Trece

“Puedo relatar lo que pasó con lujo de detalles. Pero no termino de entender qué les pasó, por qué me hicieron esto”

capTura de Tv

“Ni fabulo ni inventé ninguna cosa. Porque creo en Dios, creo que la justicia divina y la terrenal me van a llegar”

“Siento una impotencia tremenda por estar preso siendo inocente, y acusado por delitos tan graves.” Así comenzó ayer su exposición ante el Tribunal Oral en lo Penal y Económico (TOPE) N° 3 el empresario español valentín Temes Coto, uno de los principales acusados del caso “manzanas blancas”, por el que se secuestraron 3347 kg de cocaína. Temes Coto, primo segundo del supermercadista Alfredo Coto, se quejó de haber llegado “encarcelado y condenado de antemano”; mostró imágenes que, según él, probarían que el camión de su empresa en el que se transportó la droga fue “movido” sin su conocimiento e, incluso, arriesgó que gracias a él se frustró el cuantioso contrabando de droga. El relato de Temes Coto ocupó toda la jornada del juicio, y proseguirá hoy. Durante casi tres horas, se dedicó a explicar todo lo referido a sus empresas de exportación. “ vengo a aclarar absolutamente todo”, dijo. Con la ayuda de un cuaderno en el que había escrito a mano una guía con los puntos para abordar, el empresario contó que llegó al país en el año 2000 y comenzó a trabajar en la cadena de supermercados de su primo segundo en el sector de compra de frutas y verduras, rubro al que se dedicaba en Galicia. En agosto de 2003, dijo, se dedicó a la importación de bananas de Ecuador. Para eso fundó una empresa, Frutol SRL, dedicada a la compra de manzanas en Río Negro, y a cuyo nombre se exportó el cargamento que ocultaba más de tres toneladas de droga destinadas a Europa. Temes Coto dijo que Frutol “se hizo para comprarles a los pequeños productores que no pueden vender su mercadería a los grandes”, y afirmó que los proveedores –en su mayoría, “pequeñas familias”– le estaban agradecidos. En Frutol SRL aparecen los nombres de los otros dos imputados: Nelson Hinricksen, encargado de la firma en la localidad rionegrina de Allen, y Claudio Maidana, a quien Temes Coto había designado para la compra de manzanas premium en el valle de Río Negro. “Yo frustro la operación de narcotráfico”, lanzó Temes Coto ante el TOPE. Explicó que el exportador original de los cinco contenedores de manzanas iba a ser la firma Tala viejo, pero por una equivocación de Oscar Fresno –que habitualmente le reservaba los contenedores para sus exportaciones–, tres de los cinco containers con fruta y droga salieron a nombre de Frutol. “El exportador hubiera sido Tala viejo, y nosotros no estaríamos aquí”, dijo. Durante su declaración, Temes Coto mostró imágenes de una plazoleta en Retiro donde los camiones con la carga estuvieron estacionados hasta tres días antes de ingresar en el Puerto de Buenos Aires sin ningún tipo de seguridad. El empresario seguirá hoy con su versión de los hechos.ß