Información general
Martes 29 de enero de 2008
LA NACION/Página 11
Crece la inseguridad vial: choques en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires
Hubo 12 muertos en varios accidentes El más grave ocurrió en Rosario, donde volcó un ómnibus de doble piso; murieron cuatro pasajeros y hubo 43 heridos Se registró ayer una nueva jornada trágica en las rutas argentinas, complicada por las intensas lluvias y marcada por las imprudencias, que parecen no tener fin. Doce personas perdieron la vida y hubo más de cien heridos en distintos accidentes ocurridos ayer en todo el país, por lo que se convirtió en el día con más víctimas mortales en lo que va del año. El accidente más grave ocurrió ayer a la madrugada, cuando cuatro personas murieron, entre ellas dos adolescentes de 13 y 17 años, y otras 43 resultaron heridas al volcar un ómnibus, que se dirigía de Salta a Buenos Aires por la ruta 34, en el acceso noroeste a Rosario. El hecho se registró a las 5.40, cuando el ómnibus de dos pisos de la empresa CG Bus perdió el control al tomar la curva cerrada en el ingreso al barrio rosarino de Nuevo Alberdi. Según adelantaron los peritos policiales, el colectivo realizó una maniobra brusca, tras lo cual volcó y después de arrastrarse a lo largo de unos 40 metros quedó tumbado sobre el lateral izquierdo sobre la vereda, a pocos centímetros del frente de la casa de Sánchez Granel al 2900. La Secretaría de Salud Pública de Rosario dio a conocer que las mujeres fallecidas fueron identificadas como Hilda Orquesa, de 50 años, y Ubalda Martínez, de 80. Los nombres de los dos adolescentes no fueron informados. En tanto, el chofer del micro, identificado por la policía como Isidro López, de 35 años, quedó detenido por orden del juez correccional Edgardo Bistoletti, quien lo indagará hoy.
En lo que va de enero ya fallecieron 130 personas
El ómnibus quedó tumbado y, tras arrastrarse unos 40 metros, se frenó a pocos centímetros de una casa FOTOS DE TELAM Y ANIBAL GRECO
Murió una mujer embarazada En tanto, tres personas murieron, entre ellas una joven embarazada, y otras dos resultaron heridas en un choque frontal entre una ambulancia de la municipalidad de Villarino con una pick up Nissan Frontier en la ruta nacional 3, entre las localidades bonaerenses de Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi. El accidente ocurrió pasadas las 6 de la mañana de ayer a la altura del kilómetro 782, en cercanías de la ciudad de Bahía Blanca. Según la policía, una de las víctimas mortales fue identificada por la policía como Marta Flores, de 21 años, próxima a dar a luz, quien murió cuando era trasladada al hospital Penna, de Bahía Blanca. Al llegar se le practicó una operación cesárea de urgencia para salvar al bebe, pero sin éxito. Los otros fallecidos fueron Diego Frei, conductor de la ambulancia, y Alfredo Vidal Cardozo, de 19 años, conductor de la camioneta.
Dos pasajeros lesionados por el vuelco en Rosario
En Córdoba, cinco personas murieron y otras diez resultaron heridas en tres accidentes distintos, ocurridos ayer en la provincia. El primer episodio ocurrió pasadas las 2 de ayer en proximidades de Bell Ville, en el kilómetro 503, donde chocaron frontalmente un camión Scania 113 y un automóvil Volkswagen Gol de una familia de Rosario.
El padre de la familia de turistas, Ricardo Golza, de 37 años, y su hijo Martín, de seis años, fallecieron, mientras que la madre y un bebe de dos años fueron trasladados a la ciudad de Córdoba. Poco antes de las 17 de ayer, sobre la misma ruta, a la altura del kilómetro 497, se produjo un doble choque entre un colectivo y dos automóviles.
Un colectivo se metió en una farmacia de Barracas
El conductor de un Dodge 1500, Hugo Escalante, de 43 años, murió en el acto, mientras que su suegra, María Britos, de 61, que lo acompañaba, falleció poco después. Una mujer y dos menores que iban en el auto sufrieron distintas heridas. La quinta víctima fatal fue Matías Navarro, de 27 años, quien perdió el control de su motocicleta y embistió
a un árbol, en el barrio Jardín de la capital cordobesa. A las colisiones en las rutas se sumaron también tres choques entre colectivos, ocurridos en la Capital y el Gran Buenos Aires, con un saldo de más de 50 heridos. Informe de Ricardo Luque, Orlando Andrada y Ramiro Sagasti
En lo que va del año, ya son alrededor de 130 los fallecidos en accidentes de tránsito, al menos teniendo en cuenta los casos difundidos por los medios de comunicación. Si bien no hay cifras oficiales de este año, durante enero se registraron por lo menos 95 accidentes en distintos puntos del país. Casi la mitad de los choques tuvo lugar en rutas. El saldo estimado es de 130 víctimas y alrededor de 320 heridos de distinta consideración. La mayoría de los accidentes involucró sólo a automóviles, pero también representan parte importante del total los casos en los que participaron camiones y colectivos. Según informaron a LA NACION fuentes del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), se estima que continúa la tendencia registrada en los últimos meses de 2007, cuando se calculaba un promedio de 22 muertos por día. Esta cifra fue difundida por el Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito (Renat), organismo encargado de llevar las estadísticas oficiales en lo que respecta a la seguridad vial. El mismo promedio de víctimas diarias fue registrado por la Asociación Civil Luchemos Por la Vida, que calculó un total de 8100 muertes en accidentes de tránsito en 2007. En tanto la Asociación Argentina de Compañías de Seguro (AACS) especificó que, en promedio, se produjeron dos accidentes por minuto. Preocupado por estas cifras, a principios del año pasado, el entonces presidente Néstor Kirchner firmó un decreto por el cual se obligaba a utilizar la leyenda “2007: Año de la Seguridad Vial” en la papelería oficial. La medida tenía como objetivo “redoblar los esfuerzos para la efectivización de las políticas en materia de tránsito”. “El Estado sigue de vacaciones en materia de seguridad vial”, expresó en declaraciones radiales el defensor del pueblo de la Nación, Eduardo Mondino. Además, manifestó la necesidad de crear urgente un plan integral para prevenir los accidentes de tránsito.
El accidente del relacionista público en Punta del Este
Alvarez seguirá preso varios meses Lo procesaron por homicidio culposo; admitió que había tomado cocaína y alcohol Por Mariano Wullich Enviado especial PUNTA DEL ESTE.– Era inevitable. Como se esperaba, después de un accidente con dos muertos y ante la semiplena prueba de un homicidio culposo, el juez de San Carlos, Juan José Benítez Caorsi, notificó ayer el auto de prisión para Gabriel “Gaby” Alvarez y Ariel “Blas” Cohelo de Oliveira, quienes pasarían varios meses presos. No hay vuelta atrás. Aquí la confesión es “la reina de las pruebas”, es decir, a confesión de parte, relevo de pruebas. Y ambos confesaron: el conductor (Cohelo de Oliveira) dijo llevar a 120 kilómetros por hora el Honda Civic y, su acompañante y jefe, el promotor de marcas y fiestas comerciales (Alvarez), haber accionado el freno de mano. Alvarez declaró haber consumido cocaína y tres vasos de vodka con li-
món horas antes del accidente que de golpe se llevó las vidas de Gloria Pérez del Cerro y Fernando Cicciardi, el miércoles último, a las 15.30, cerca de José Ignacio. Cabe recordar que, luego del accidente, se les había practicado a ambos un test de alcoholemia, los cuales habían dado negativo. Hasta ayer se especulaba con que Cohelo podría cambiar su declaración para mejorar su situación y hasta la de Alvarez. Aquí, en el Uruguay, no es como en la Argentina y esa actitud podría haber indignado al magistrado. “La soledad de la cárcel invita a que los reos intercambien palabras y cambien la declaración. Eso irrita a los jueces, quienes tienen muy en cuenta las primeros dichos, los más frescos”, comentó a este enviado uno de los más sabios penalistas de este país. Será por eso que el abogado Carlos Curbello Solari convenció a Cohelo de no hacerlo; es más, ni siquie-
ra apeló el auto de procesamiento, sabiendo que eso puede alargar el juicio durante muchos meses. “No había que apelar porque aquí hay un homicidio culposo, es decir, semiplena prueba de negligencia, imprudencia y violación de reglamentos”, explicó a LA NACION el prestigioso penalista Curbello Solari, quien seguramente esperará unos meses para intentar la libertad provisional de su defendido. Algo distinto es el caso de Alvarez, en el que su abogado, Joaquín Reyes, tomará unos días para decidir la apelación. Seguramente, Reyes también sabe que no es conveniente, pero es posible que la personalidad de “Gaby” Alvarez lo inste a ello. LA NACION pudo saber que el ánimo y las actitudes de uno y otro detenido resultan bien diferentes. “Blas” Cohelo mostró hasta ahora una mayor adaptación a su situación carcelaria y se lo observa triste, pero so-
El crimen de la odontóloga de Núñez
El asesino dejó su huella digital Los investigadores del crimen de la odontóloga Mariela Frydman, ocurrido el 26 de noviembre último en su departamento de Núñez, encontraron en el lavatorio del baño de la vivienda una huella digital que, están convencidos, pertenece al asesino y está siendo cotejada con algunos sospechosos. La marca está siendo comparada además con personas cercanas a la víctima. “Aún no tiene nombre y apellido, pero estamos convencidos de que quien dejó esa huella es el asesino”, dijo a Télam un jefe policial, que informó que no pertenece al padre de la víctima ni a los uniformados que entraron al departamento. Enrique Frydman, el padre de la víctima, encontró el cadáver en la bañera y desató a su hija para intentar reanimarla. La huella no pertenece a nadie con antecedentes penales.
“Estamos convencidos, por la saña y por la mecánica de la muerte, de que es un crimen pasional y que el asesino es del entorno”, dijo el policía. Ya declararon en la causa amigos parejas y ex parejas de Frydman, con quienes se está comparando la huella encontrada en el lavatorio. Con respecto a todos esos testigos, los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal están cotejando con sus declaraciones las coartadas que presentaron cuando se les preguntó dónde estaban en el momento del crimen. “No queremos dar otro paso en falso, como la detención de la hija del portero”, afirmó la fuente. La chica detenida era una vecina de la víctima, pero se comprobó luego que era totalmente ajena al crimen. Todavía se trabaja en el análisis de las llamadas telefónicas realizadas o recibidas por la víctima y en su com-
putadora, con su correo electrónico y sus sesiones de chat. La huella dactilar no es el único elemento con el que los investigadores pueden llegar a identificar al homicida, ya que debajo de las uñas de Frydman se encontró piel del asesino, que quedó allí luego de que la víctima lo rasguñara, y también se halló en una mano un mechón de pelo. Con ambos elementos se puede comparar el ADN con el de algún sospechoso. Mariela Frydman, de 34 años, fue asesinada entre las 13.30 y las 21 en el departamento “A” del piso 9 del edificio de Quesada 2248, de Núñez. La odontóloga fue muerta de siete puñaladas efectuadas con un cuchillo Tramontina, cuyo mango partido se halló en la escena del crimen. También fue golpeada en la cara y en la cabeza y habían intentado asfixiarla, según reveló la autopsia.
ciable, tanto que Curbello Solari no pedirá el traslado a otro centro de reclusión. La personalidad de Alvarez es bien diferente: pide constantemente ser trasladado, se deprime, llora y reclama que le lleven objetos impropios para los que suele tener cualquier detenido. “La pasa muy mal”, cuentan en la puerta del penal. Frente a esta situación ambos tienen por delante un largo y amargo derrotero. Es decir, el homicidio culposo tiene aquí una pena que va de los seis meses a los ocho años de prisión. Si la sentencia no supera los dos años, es excarcelable, pero más allá de ese período, en lo que denominan estado de penitenciaría, la excarcelación no es posible. A pesar de que el informe de la policía técnica no haya sido muy exhaustivo, pues sólo habla del exceso de velocidad (140 km) y no comprobó la aplicación del freno de mano, las confesiones de los procesados dicen todo.
MAXIE AMENA/ENVIADO ESPECIAL
La cárcel de Las Rosas, donde están presos Alvarez y su asistente