En China, la represión aún es fuerte

inglés, idioma que aprendí con un curso en la radio sólo a los veinte años. Pero si escri- biera en ... Pero literatura anglosajona fue la carrera que me asignaron.
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Cultura

Miércoles 27 de junio de 2007

LA NACION/Página 11

Los intelectuales del mundo y LA NACION Hoy, Ha Jin

“En China, la represión aún es fuerte” Continuación de la Pág. 1, Col. 2

son los únicos autores que han ganado dos veces el Pen-Faulkner Award. Los libros de Jin aparecen tanto en las listas de best sellers como en las de los recomendados del año de The New York Times, y su prosa ha sido comparada con la de León Tolstoi y Nicolás Gogol. Ante esto, “cualquier autor de sangre caliente debería sentirse casi asqueado de envidia”, le dijo, recientemente, a The Guardian. Pero en persona Jin, autor de La espera, En el estanque y Sombras del pasado, entre otros libros, parece el epítome de la humildad oriental. Invitado estrella del Festival Literario Metropolis Bleu, de esta ciudad, vestido con su eterno blazer, sin corbata y con un pantalón de color neutro, se mueve de la manera más discreta posible y accede a todo con una sonrisa. Eso sí, a la hora de opinar no les teme a las posiciones fuertes: “China se habrá abierto en lo económico, pero en lo cultural todo sigue igual”, sostiene en diálogo con LA NACION, en un inglés muy fuertemente acentuado que contrasta con lo fluido de su escritura. “Es que paso más horas en silencio sobre la página”, aclara con humor. –¿La apertura económica no trajo otro tipo de cambios? –Seguro: hay muchas cosas nuevas dando vuelta, pero en lo cultural y en lo político, esencialmente, la situación es la misma. La opresión está allí, puede ahora tomar formas más sutiles, pero es tan dura como antes. Yo no he vuelto a China desde la masacre de Tiananmen. De hecho, cuando hace unos años me postulé para trabajar de profesor en China no tuve respuesta. Aparentemente, las autoridades no lo permitieron. Pero sigo en contacto con intelectuales, tanto con los que viven en el país como los que están en el exilio, y sé que la censura es atroz. Uno nunca tiene control sobre la obra terminada. Para mí es un gran esfuerzo y no me es natural escribir en inglés, idioma que aprendí con un curso en la radio sólo a los veinte años. Pero si escribiera en chino, para el mercado chino, después de entregado el manuscrito aparecería cualquier otra cosa, cortada y editada. Si es que fuera publicado, claro. Los libros míos que se venden allí son, básicamente, los que no se meten con la situación política. –¿Qué les diría a los empresarios y políticos occidentales ante el furor por hacer negocios con China? –La gente se ha vuelto muy materialista y ante la promesa de un mercado gigante sólo quieren correr para ver cómo facturar millones. Pero yo pido que no se olviden en Occidente de que los chinos somos seres humanos, no sólo un mercado, gente con la cual se puede hacer dinero. Si se va a lucrar con ellos, existe cierto deber de mejorar su existencia. En lo material, hay aspectos en los que la si-

JUANA LIBEDINSKY

Ha Jin: “Borges y García Márquez influyeron mucho a los chinos”

tuación ha cambiado para bien de algunos, pero todo es muy superficial si no se acaba con la opresión política y social. –¿Por qué decidió no regresar a China después de Tiananmen? –Yo fui soldado del ejército chino, que era llamado el ejército del pueblo. Es decir que éramos gente del pueblo con la misión, supuestamente, de servir al pueblo y proteger al pueblo. Fue, entonces, un shock del que

no me pude recuperar ver en la televisión, mientras estudiaba en los Estados Unidos, cómo escuadrones de campaña entraban en la ciudad para reprimir a la gente. Las historias de atrocidades, entonces, tenían que ser reales. Supe que, a partir de entonces, sería imposible para mí escribir con honestidad si volviera a casa. Había tenido que dejar a mi mujer y a mi hijo en China para poder venir a hacer el doctorado. Primero vino ella,

Restauración a la vista de todos

AP

A la vista del público comenzaron ayer en Florencia los trabajos de restauración del David, de Donatello, una de las esculturas más emblemáticas de los museos italianos. La obra de bronce, creada en 1440, recuperará su brillo y esplendor tras una serie de trabajos con microscopios, bisturí y rayos láser, que costarán 200.000 euros.

Culto católico Santoral. San Cirilo de Alejandría. Defensor de la maternidad divina de la Virgen María, fue un teólogo profundo. Murió en el año 444. Liturgia. Hoy se leen el Génesis (15, 1-12.17-18) y el Evangelio de San Mateo (7, 15-20). Jornada de la caridad. Pasado mañana, solemnidad de San Pedro y Pablo, se celebrará la Jornada de la Caridad del Papa, en la que todos los católicos son invitados a colaborar con las obras de ayuda del Santo Padre en favor de los más pobres. En la Argentina, la colecta del Obolo de San Pedro se hará el domingo.

Fe de erratas Ayer, en la página 8 (“La oposición ya decidió multiplicar candidatos”), se explicó mal el origen de la expresión “la gran esperanza blanca”, que nació alrededor de 1910, referida a los boxeadores blancos que se esperaba que destronaran al primer campeón negro de peso pesado, Jack Johnson, que retuvo el título entre 1908 y 1915.

sobre el individuo y sobre los cuales recibíamos clases por parte de profesores que ni siquiera los habían leído y que sólo basaban sus clases en recortes de críticas. –¿Y los escritores latinoamericanos? –Tuvieron una enorme influencia –realy cuando él llegó, pocos días antes de que mente, una enorme influencia– sobre mi getodo estallara, pensé en su futuro. Entonces neración. Gran cantidad de literatos chinos se acabaron la retórica, el compromiso y los aprendieron mucho de Borges y de García ideales de grandeza: quería que él fuera nor- Márquez, pero eso no continuó en las geneteamericano. raciones siguientes. Sólo ahora algo se vuelve –¿Y cómo es que un ex soldado esta- a hablar del tema, pero no ayuda que los chiba haciendo un doctorado en Estados nos sigan esperando que todo lo que venga de Unidos? América latina sea realismo mágico… –Cuando yo era niño, tras la revolución –¿En qué afectó su paso por el Ejército cultural, se cerraron todas las escuelas en Rojo su forma de escribir? –Me dio un contacto muy fuerte con la vida los pueblos y ciudades. Había dos opciones: alistarse en el ejército o ir a trabajar al cam- real, con lo que pueden ser miles y miles de po, de lo cual lo más probable era que uno vidas desperdiciadas. Me ayudó a ser extrenunca pudiese regresar, así que elegí lo pri- madamente racional y realista respecto de mero. Además, circulaban rumores de que muchas cosas. No creo que después de años los rusos iban a atacar, y era mejor, en ese en el frente uno pueda abordar de manera caso, estar en el ejército que esperando en sentimental las relaciones humanas. Ellas casa un bombardeo aéreo. Estuve cinco años se ven de manera más objetiva. Uno no tiey medio en el ejército. Al ne filtros protectores: essegundo año las cosas se tá acostumbrado a ver La gente se ha vuel- cómo funcionan las cosas calmaron. Intuimos que no habría guerra y yo emen serio. to muy materialista. –Usted enseña en un pecé a pensar en estudiar. muy prestigioso prograEntonces me postulé para Ante la promesa de la universidad. La literama universitario de esun mercado gigante, tura anglosajona era mi critura creativa. ¿Cree quinta opción de carrera. que a sus alumnos, con corren para facturar A todos nos incentivaban vidas burguesas sobremillones. Yo pido que para que leyéramos a Marx, protegidas, les falta un Engels, Stalin y Lenin. Yo toque de realidad? no se olviden de que sabía que Engels había es–Entre mis alumnos de también somos seres crito algunas obras en inposgrado, en términos de glés, como Las condiciones habilidades y uso del lenhumanos de las clases trabajadoras guaje diría que hay alguen Inglaterra, que quería nos que son tan buenos coleer en su versión original, y por eso había mo varios autores publicados. El problema, seguido un curso rudimentario por radio, al o la parte más difícil, es hacer que logren envolver del frente. Pero literatura anglosajona contrar historias que resuenen en el lector, fue la carrera que me asignaron. ¡Compren- que tengan una complejidad que las abra a sible, tomando en cuenta que sólo dieciséis distintos tipos de audiencia. Y no sólo tenpersonas en mi año la habíamos puesto co- go chicos norteamericanos, sino de varias mo opción! Todas las demás carreras tenían partes del mundo –este año, incluso, un jomiles de postulantes. Al terminar, estuvo jus- ven brillante de la Argentina–, muchos de tificado que fuera a perfeccionarme con un los cuales han tenido experiencias de vida doctorado en literatura norteamericana en duras, que los alejan de cualquier burbuja. la Universidad de Brandeis, con la idea de Pero digamos que aun los de la clase media volver para enseñar en China. alta norteamericana son conscientes de que –¿Se podía leer literatura norteameri- eso puede ser un límite, y cuando escriben cana en la China de entonces? trabajan para tener un contacto directo con –Algunos autores, como Jack London o la realidad. Theodore Dreiser, eran considerados escri–Finalmente, ¿cree que la pluma es más tores proletarios. Entonces, sus obras se con- poderosa que la espada? seguían con cierta facilidad. No es que esto –Claro que no. La espada es mucho más necesariamente asegurase su popularidad. poderosa: destruye, mientras que la pluma Los escritores rusos, por ejemplo, cuyas obras no es un arma. Escribir es exactamente lo estaban por todas partes, al no estar prohi- opuesto a luchar, porque es una fuerza que bidos no interesaban a los jóvenes. En cam- abre el debate, que da lugar a distintas opibio, eran furor, y lo fueron durante treinta niones y que, paradójicamente, así puede años, Faulkner y Hemingway, que escribían unir a las personas.

Según el novelista, que vive en los Estados Unidos, el boom económico chino hace que Occidente pase por alto la censura y la falta de libertades