Darío Sztajnszrajber. “Rockyes una gran historia de amor”

29 mar. 2014 - El amor al cine –por canal Encuen- tro–; en su ... cos del rock nacional. Textos de De- .... Brasil, su país natal, con las técnicas de la cocina de ...
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SÁBADO | 9

| Sábado 29 de marzo de 2014

mesa para dos

Top 5

Filósofo, escritor y conductor de televisión, reestrena en el ND Ateneo Desencajados, un recital filosófico acompañado por música

Inspiradores de la semana

Darío Sztajnszrajber. “Rocky es una gran historia de amor”

1

E

–¿Cómo se conectan la música y la filosofía en el show que se reestrena en el ND Ateneo? –Parto de la idea de que la filosofía tiene más que ver con el arte que con la ciencia. Entonces, de esa manera, encuentra rápidamente puntos de contacto con la literatura, con la danza o la música. Desencajados tiene una puesta teatral en la que ciertos tratamientos filosóficos coinciden con canciones de los clásicos del rock nacional. Textos de Derrida, Platón y Nietzsche dialogan con canciones de Spinetta, Charly García y Fito Páez. Es un diálogo extraño, es un recital de filosofía muy

acompasado por la música, que le da un ritmo diferente, porque si no la filosofía puede volverse densa, y así se aggiorna. –¿Eso buscás con tu trabajo de divulgación de la materia? –Sí, ya sea con el libro, la TV, la radio o la música, lo que intento es desacartonarla, sacarle solmenidad, burocracia, porque hay mucho de eso en la actividad académica. No reniego de eso, pero sí creo que se pueden tener otras líneas. Básicamente hay tres formas: la académica, la docencia y la divulgación, donde el público es muy grande y diverso. Yo le doy cursos de filosofía a gente que viene de otro palo, ingenieros, arquitectos, contadores. –¿Está de moda la filosofía? –Hay una moda, y los filósofos están saliendo de su lugar departamentalizado para recuperar algo del propósito originario de la filosofía, que es una actividad muy propia de la calle. De hecho, allí nace, con Sócrates peleándose con sus alumnos en el mercado. Porque las preguntas existenciales más conocidas surgen de la cotidianidad más rasa. El libro tiene esa pretensión, donde el protagonista es alguien que viaja en un colectivo de noche, luego baja, recorre la ciudad y todo termina al mediodía, que es el lugar al que llega la filosofía de Nietzsche, donde la imposibilidad de separar sombra y realidad no deja diferenciar lo real de lo aparente. Porque la idea es romper un poco con ese pensamiento binario de que las cosas son siempre taxativas, lo subjetivo y lo objetivo, lo bueno y lo malo, lo que está mal o bien. –¿También incluye al binomio amor y dolor? –A veces uno entiende el amor como una expansión del yo, pero es muy interesante seguir la línea de una autora que se llama Simone Weil, que básicamente dice que en el amor siempre se pierde, nunca se gana. Por eso el amor no tiene nada que ver con la felicidad, el amor

ilustrador

^ El creador de Mafalda fue ovacionado en el Salón del Libro de París, donde además recibió la Legión de Honor

Texto Soledad Vallejos | Foto Soledad Aznarez

s filósofo, ensayista, docente y conductor de televisión. En esta vida, trata –y aclara que es sólo un intento– de desacartonar a la filosofía, quitarle solemnidad, burocracia. Lo hace a diario ante sus alumnos de la facultad; desde sus programas de televisión Mentira la verdad y El amor al cine –por canal Encuentro–; en su columna semanal de radio en el programa Metro y Medio que conduce Sebastián Wainraich; con su libro Para qué sirve la filosofía (Pequeño tratado sobre la demolición), editado por Planeta, y también lo intentará otra vez con Desencajados, “un recital filosófico acompañado por música” que se reestrena el próximo 10 de abril en el ND Ateneo. Pero a los 45 años el filósofo Darío Sztajnszrajber [algo así como stáin sráiber] dejaría de preguntarse el porqué de todo [“y qué es todo”] si en una próxima vida recibiera un don. “Con mucho amor por lo que hago, querría probar algo distinto. Dejo todo por ser futbolista”, dice, sin ningún tipo de cuestionamiento –lo que es bastante inusual en él– durante la entrevista en un bar de Caballito, hasta donde llegó en bicicleta y de la misma manera en que se irá, como una suerte de flânuer porteño entre la agitación urbana.

Quino

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jon hamm actor

^ Conocido en la ficción como Don Draper, fue tapa de la revista Time, dedicada al backstage del final de Mad Men

Claramente, un café negro ^b^b^ Ninguna etiqueta de vino, ni preferencia por el color de una cerveza, ni un trago, ni un clásico aperitivo. Para Darío Sztajnszrajber, la bebida ideal es, “claramente, un café negro”. Si es en un bar, mejor, pero también disfruta del cafecito en el aula donde enseña filosofía, en el estudio de grabación o en la radio. “Y si es un respiro en medio de la mañana de trámites y obligaciones diarias –asegura–, es ideal.”

duele. Hay una lectura del amor y la felicidad muy ligada a nuestra sociedad de consumo, hay toda una redención del optimismo que es nefasta. Tenés que amar, tenés que estar feliz. Hay una invocación permanente a la buena onda: Olvidáte, poné huevos y sonreíle a la vida. Es una forma facilista de no hacerse cargo de lo conflictiva que es la existencia. El ser humano nace para morir, y ahí estamos en un conflicto desde el vamos. –Hablando del amor, sos el presentador de un ciclo de cine por canal Encuentro. ¿Es cierto que llorás mucho con las películas de amor? –Sí, lloro mucho. Pero me di cuenta de que lloro más con las películas redencionales. O sea, con esas películas en las que hay algo pendiente durante toda una vida y, al final, eso pendiente se resuelve. Me mata. –¿Cuál fue en la que dejaste más lágrimas? –[Piensa] Una de las que más me hizo llorar fue Rocky, muy mal catalogada como película de acción. Sobre todo Rocky II, es una gran historia de amor, una de las mejores. Y la escena del final, cuando gana la pelea y le dedica el premio a Adrian por TV. El momento en que levanta el cinturón de campeón y grita:

“¡Adrian, lo logré!”. Se me caen las lágrimas... Pero en el ciclo casi no hay películas rosas. Solamente dos terminan bien. –En la reseña como autor que figura en tu libro dice que sos adicto a Twitter... –Twitter es una red social que me expresa mucho. Creo que en esos 140 caracteres uno puede expresar pensamientos filosóficos, preguntas. Que no reemplazan a una clase o a un texto, pero hay allí un género. Se trata de encontrar una combinación de palabras que generen un impacto. Es lo más cercano a la poesía. Tengo en Twitter una presencia muy fuerte los domingos. Pero no son tuits autobiográficos. Hay un personaje del domingo que hace toda una invocación al otoño como la estación que más expresa la condición humana. Bien antiverano y optimismo ingenuo. –En tu libro se hace mucha referencia a la muerte. ¿Le temés? –Mucho, creo que toda nuestra cultura es un intento por invisibilizar la muerte, pero como lo trabajo tanto todo el tiempo creo que puedo decirlo más abiertamente. –Y si, como se pregunta el personaje del libro, vos supieras que te quedan pocos días de vida... –Me mataría antes.ß

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kim kardashian modelo

^ También fue tapa de revista, pero más polémica. Llegó a la portada de Vogue contra el deseo, dicen, de Anna Wintour

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Gulnara karimova modelo

^ Llamada “la Barbie uzbeka”, como en un cuento medieval estaría cautiva por oponerse a la dictadura de su padre

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joseph beuys artista

^ La obra de este creador alemán (1921-1986), pionero de las instalaciones, se exhibe desde el fin de semana pasado en Proa

Gastronomía

La mujer que mejor cocina en el planeta La brasileña Helena Rizzo, dueña del restaurante paulista Mani, es la primera cocinera en ganar los premios Veuve Clicquot a la mejor chef femenina de América latina en 2013 y, ahora, del mundo Sebastián A. Ríos LA NACION

La perfección con la que Helena Rizzo combina la tradición culinaria de Brasil, su país natal, con las técnicas de la cocina de vanguardia española es lo que le ha valido el premio Veuve Clicquot a la mejor chef femenina 2014, que le será otorgado el 28 del mes próximo en Londres, en la ceremonia en la que se dará a conocer la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo según la revista británica Restaurant. Así, Rizzo se convertirá en la primera cocinera en haber recibido ese reconocimiento global, junto con el premio a la mejor chef femenina de América latina, que le

fuera otorgado en 2013. Hoy al frente de la cocina de Mani, restaurante que abrió junto a su marido, Daniel Redondo, en el exclusivo barrio Jardim de San Pablo, Rizzo se internó muy joven en el mundo de la gastronomía tras abandonar sus estudios de arquitectura y dejar de lado una incipiente pero exitosa carrera como modelo. Compartió entonces la cocina con algunos de los más destacados referentes de la escena gastronómica paulista, aunque sería luego en España –más precisamente en El Celler de Can Roca, considerado el mejor restaurante del mundo– donde se perfeccionó y adquirió el prestigio que le permitió volver a Brasil, ya

helena rizzo chef de mani

“Intento buscar un sentido verdadero en la cocina. Tiene que ser un enlace y un lugar de intercambio”

con un nombre formado con el que asociar a su proyecto personal: Maní, que el año pasado ingresó en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo (que elabora también la revista Restaurant) en el puesto 46°, y en el quinto entre los 50 mejores de América latina. Para Joan Roca, uno de los tres hermanos que lleva adelante El Celler de Can Roca, donde Rizzo se formó, “este premio pone en evidencia que Brasil es un punto caliente de la gastronomía mundial”. Alex Atala, chef del multipremiado restaurant paulista D.O.M., tuiteó el martes último: “Orgullo brasileño!!!!!” William Drew, editor del listado de The World 50 Best Restaurants,

destacó: “A pesar de que el mundo de la gastronomía sigue siendo muy masculino, nos sentimos orgullosos de poder celebrar el éxito de las chef femeninas brillantes. Para nosotros, los logros de Helena Rizzo inspiran a nuevas generaciones de mujeres que entran en la profesión”. Trayectoria Nacida en Porto Alegre en 1978, Helena Rizzo se estableció a los 18 años en San Pablo para comenzar a trabajar como modelo, actividad que compartía a medio tiempo con sus primeros pasos en los restaurantes paulistas, donde se desempeñó bajo la tutela de destacados chefs como Emmanuel Bassoleil, Luciano Boseggia y Neka Barreto. Ya con su carrera de modelo archivada y tras dos años al frente de la cocina de Na Mata Café, en San Pablo, Rizzo decidió poner proa al Viejo Mundo. Primero Italia, luego España y, dentro de España, Girona. Allí, en El Celler de Can Roca, Rizzo cono-

ció a quien sería su futuro marido y socio de Mani, el chef español Daniel Redondo, entonces jefe de cocina de El Celler. La siguiente escala fue Barcelona, donde estuvo a cargo de la cocina de Moo, restaurante montado por Joan Roca. En 2005, Rizzo emprendió el regreso a San Pablo junto a su marido para poner en marcha lo que, en 2006, sería Mani: la búsqueda de un espacio de interacción entre los ingredientes locales, trabajados con las más modernas técnicas culinarias. “Intento buscar un sentido verdadero en la cocina –dijo Rizzo al diario Folha de S. Paulo, de Brasil, tras enterarse del más reciente galardón obtenido–. Pero no miro sólo para adentro; tengo que mirar para afuera y ver qué está sucediendo por allí. La cocina tiene que ser un enlace, un lugar de relaciones y de intercambios. Hay tradición, historia, descubrimientos y lo cotidiano, también.”ß