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CIENCIA / SALUD
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Cómo es la bici segura Es imprescindible el casco de ciclista El asiento debe ser ancho, mullido y confortable, no el de carrera Si tiene canastita, tiene que ir atrás Rueda trasera cubierta con una malla con hilo de nylon Cadena cubierta con plástico o metal
Viernes 27 de noviembre de 2009
EN LA BIBLIOTECA NACIONAL
Dado que en el verano aumentan los accidentes por andar en bicicleta, los expertos recomiendan adoptar ciertas medidas de seguridad para prevenirlos.
Las lesiones en los chicos
Niños pequeños Manubrio totalmente forrado con gomaespuma Cuando empieza a andar, sentado, tiene que poder apoyar la planta de los pies en el suelo, no la punta.
Se aconseja el uso de la bicicleta a partir de los 4 años Fractura de costillas Choque del abdomen o el tórax contra el manubrio Para trasladar a niños pequeños, usar una sillita de plástico que permite que el chico calce las piernas y no las lleve colgando
Ningún chico debe ir sentado en el cuadro, el manubrio o la parrilla de atrás.
Todo tipo de pirueta está prohibido por debajo de los 10 años.
Desgarro de la piel del tobillo Daño de los tendones y los ligamentos del pie
Fuente: Saoti y SAP
Exhibe antiguas ilustraciones e instrumentos Traumatismo de cráneo, codo, hombro y rodilla Fracturas de tobillo, tibia, peroné y fémur LA NACION
Con los días soleados, crecen las lesiones infantiles por la bicicleta En estos meses se multiplican más de diez veces las consultas por traumatismos de distinta gravedad FABIOLA CZUBAJ LA NACION Con el calor, llegan las actividades al aire libre, como andar en bicicleta. Pero expertos en traumatología infantil y prevención de accidentes advierten que, en estos meses, también se multiplican más de diez veces las consultas pediátricas de urgencia. Son por traumatismos al andar en bicicletas inadecuadas para la edad o cuando los adultos transportan a los chicos sobre el cuadro, el manubrio o la parrilla sobre la rueda trasera. Los problemas van desde las lesiones leves por golpes en rodillas, hombros o codos al caer, hasta el desgarro de los tejidos en los pies o las fracturas en las extremidades y las costillas. Las emergencias, que entre abril y septiembre no son más de dos por semana, con la llegada del calor superan la decena. “La gravedad de este tipo de lesiones, que son evitables en un 100%, suele ser mediana si se la compara, por ejemplo, con los accidentes de tránsito. Pero no por eso, despreciable, porque causa lesiones leves y moderadas, ocasionalmente graves, pero también
ausentismo escolar y laboral de los padres, gastos de salud y consecuencias psíquicas en los chicos”, explicó por teléfono desde Paraná el doctor Carlos Nasta, presidente de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría. Además, son de gran preocupación para los especialistas que reúne la Sociedad Argentina de Ortopedia y Traumatismo Infantil (Saoti). Una lesión muy común afecta a los chicos de entre 2 y 6 años, cuando ya tienen equilibrio y ocurre cuando padres, hermanos, tíos o abuelos los llevan sentados en la parrilla sobre la rueda trasera o sobre el manubrio. Con la inercia al andar, las puntitas de los pies, que van colgando, se enganchan en los rayos de la rueda y eso produce un desgarro de los tejidos blandos y, con la rotación, en algunos casos fractura del tobillo y el pie. “Este accidente, que es frecuente en las guardias de los hospitales, se conoce como «pie de bicicleta» y en el 98% de los casos se da cuando el chico coloca la zona anterior del pie entre los rayos. Eso hace que el movimiento de la bicicleta arrastre el pie hacia adelante hasta que
dan contra el soporte de la rueda”, explicó el doctor Fernando Salas, presidente de la Saoti. Para evitar el pie de bicicleta, se aconseja usar una sillita plástica, que se coloca en la parte de atrás de la bici y evita que los chicos lleven las piernas colgando, entre otras medidas de seguridad (ver infografía). “Las lesiones óseas se curan con un yeso y el chico puede caminar al mes. Pero las de los tejidos son más complejas, porque levantan la piel y afectan una zona que se inflama mucho. Las curaciones se hacen dos veces por semana y el tratamiento puede demorar hasta 6 semanas”, indicó Fernández. Los datos registrados en 2007 y 2008 por las Unidades Centinelas de Lesiones muestran que el 95% de 15.000 lesiones atendidas en pacientes de entre 0 y 12 años fueron no intencionales: las caídas ostentaron el primer lugar (44%), mientras que las lesiones de transporte, sobre todo como pasajero, ocuparon el segundo lugar y los golpes (14%), el tercero. El principal lugar donde ocurren las lesiones es la calle y, luego, la vereda, según precisó Sebastián Laspiur, di-
Notable muestra de textos astronómicos
rector de Promoción y Protección de la Salud del Ministerio de Salud. En el Hospital de Niños Sor María Ludovica de la Plata, entre septiembre y marzo se asisten unos 160 casos por mes de pie de bicicleta y en el Hospital de Niños de San Isidro, 12 por semana. “Pero esas cifras expresan un subregistro regional –advirtió el doctor Claudio Fernández, jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología del servicio del hospital platense e integrante de la Saoti–. En ocasiones, a los chicos se los interna por un traumatismo de cráneo de distinta gravedad por transportarlo sentado en el manubrio de la bicicleta.” Un poco más raras, agregó, son las fracturas de fémur y/o de los huesos de la pierna por viajar en el caño de una bicicleta de varón. “El caño y el marco –explicó– actúan con un mecanismo de palanca sobre el esqueleto infantil.” Cuando el pie queda enroscado en los rayos, no hay que sacarlo a la fuerza, sino soltar o abrir los rayos para evitar un daño mayor. Nasta insistió: “La bicicleta es un vehículo y no un juguete”. La SAP no aconseja su uso hasta los 4 años, que es cuando se adquiere la noción del peligro.
Esta tarde, a las 18, se inaugura en la Sala Leopoldo Marechal de la Biblioteca Nacional la muestra bibliohemerográfica “Lecturas del cielo: libros de astronomía en la Biblioteca Nacional”, con la presencia del director de la Biblioteca, Horacio González, de autoridades del Conicet, de la Facultad de Ciencias Exactas y de otras instituciones. La exposición recupera textos antiguos, incunables, ilustraciones que reunían todo el conocimiento del que disponían los estudiosos del Río de la Plata hace varios siglos. “Se exponen también algunos instrumentos, micro y macropaneles, y hasta hay un rincón con una producción multimedia que combina imágenes astronómicas con música de compositores argentinos –cuenta Alejandro Gangui, investigador del Conicet en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio, y uno de los curadores de la muestra–. Muchos de los libros expuestos no sólo son muy bellos, como los del sacerdote
Catálogo de la exposición jesuita Athanasius Kircher, sino que tienen que ver con la educación de comienzos del siglo XX.” Para armar esta muestra, Gangui trabajó con el historiador del arte José Emilio Burucúa y con Roberto Casazza, de la Biblioteca. Contaron con la colaboración de otros investigadores e instituciones vinculadas con la astronomía.
EDUARDO CHARREAU
CARINA COSENTINO
Una vida dedicada a la ciencia Ayer, en su 137° aniversario, la Sociedad Científica Argentina otorgó el premio a la trayectoria Andrés Stoppani al doctor Eduardo Charreau, director del Instituto de Biología y Medicina Experimental, ex presidente del Conicet y una de las personalidades más destacadas de la ciencia local.