Datos cronológicos… Si la muerte de Cristo, bajo Poncio Pilatos (procurador entre el 26 y el 36 d.C), tiene como fecha mínima el año 27, la persecución de cristianos en Damasco y la conversión de Pablo deben colocarse, como fecha mínima, en los años 30-31. El reinado de Aretas IV en Arabia se extiende hasta el año 40. Pablo debió de subir a Jerusalén (Gal 1,18) después del incidente citado en 2 Cor 11,32, en vida de aquel rey. Descontando de ahí los tres años mencionados en Gal 1,18, resulta como fecha máxima para la conversión de Pablo los años 36-37.
Este marco cronológico es suficiente para hacer de Pablo, en su primera visita a Jerusalén (Gal 1,18), uno de los testigos históricamente más cualificados para hablarnos de los orígenes cristianos.
Según las cartas… En la Carta a Filemón 1,9, Pablo se declara ya anciano. La escribió estando preso (Flm 1,1), a mediados de los 60 en Roma. Se supone que en aquella época se alcanzaba la ancianidad hacia los cincuenta o sesenta años. A partir de este dato, se estima que Pablo nació a comienzos del siglo I, entre el 5 - 10 DC. Fue, por tanto, contemporáneo de Jesús de Nazaret. En Hechos 7,58 califica como “joven” a Pablo cuando murió el diácono Esteban, lapidado a mediados de los años 30. Otros consideran que Pablo podría tener en aquellos momentos unos 25 años.
En cuanto al término del apostolado paulino Pablo estuvo en Corinto durante el proconsulado de Galión en Acaya (Hch 18,12), mandato que duró un año y se coloca entre los años 50-52.
El apóstol estuvo prisionero en Jerusalén durante los mandatos de Félix y de Porcio Festo (Hch 24,27). El traspaso de poderes entre ambos es colocado por algunos autores recientes en el año 55; hasta hace poco era normal colocarlo en el año 60.
Julio Junio Galión, hermano de Séneca. Anqupatos es el equivalente griego al título romano de pro-cónsul. Su nombre aparece en una inscripción de Delfos publicada por primera vez en 1905.
En Delfos se encontró la Inscripción en la que se menciona a Galión como pro-cónsul Acaya, provincia senatorial, gobernada por un pro-cónsul desde su capital Corinto
Nació en Tarso. Ciudad de 300.000 habitantes, cerca del mar, junto al río Cidno, puerto, en la ruta comercial que comunicaba Siria con la meseta de Anatolía. Tarso a los comienzos del I d. C era una gran urbe situada en la llanura de Cilicia, entre la cordillera del Tauro y el mar Mediterráneo. Más propiamente era la capital de la Cilicia (en la actual Turquía), una fértil llanura encerrada entre el mar y las montañas. Por el Norte el desfiladero que atraviesa el Tauro (Puertas de Cilicia) la une con el Asia Menor. Por el este, otro desfiladero (Puertas de Siria) a
Tarso
Históricamente estuvo ocupada por los Hititas alrededor del 1200 a. C., luego por los Asirios en el IX a. C.; los persianos la ocuparon alrededor del 401300, cuando fue tomada por Alejandro Magno, y luego gobernada por los Seleucidas, hasta que con los romanos se transformó en la Provincia de la SiriaCilicia. Es allí donde en estos tiempos se produce el gran encuentro entre Antonio y Cleopatra bajo el arco de Iuliopolis.
Ciudad comercial. Fue helenizada desde época temprana (ss V-IV), desde cuya época existía una colonia de judíos dedicados al comercio y a la industria. En esta época se instalarían los antepasados de Pablo en la ciudad buscando un medio de vida.
Pompeyo la nombró capital de la provincia de Cilicia, César y después Marco Antonio concedieron a sus habitantes el derecho de ciudadanía romana.
Gran centro cultural: "la Atenas de Asia". Entre sus maestros se recuerda a Arato (s.III a.C), a quien cita Pablo (Hch 17,28). Gusto ambiental por las humanidades, por el deporte; flexibilidad de espíritu para acomodarse a las situaciones nuevas y sus problemas
Pablo es hijo de esta ciudad: tiene formación helenista, “popular” no académica; maneja con soltura el griego koiné, pero no conoce los clásicos o la filosofía griega
En la época de Pablo, Tarso era una ciudad universitaria que disputaba a Atenas y a Alejandría la palma de la cultura. Tarso era cantera de preceptores para los príncipes imperiales
Además tiene influencia del mundo greco-romano: espíritu práctico, ordenado y organizador, lealtad política (cf Rom 13,17), aire decidido de la gran ciudad; apasionado del hombre, del derecho, de la "polis"
Según Estrabón, en la tumba de Sardanápalo, fundador de la ciudad de Tarso, podía leerse: "Caminante: come, bebe, pásalo bien, que todo lo demás no vale la pena" (19,5). ¡Cuántas veces leería Pablo esta inscripción! Tarso es la patria de los estoicos, es por eso que podemos suponer que su primera formación debe haber estado influida por este movimiento filosófico.
Esta es la escena que representa Delacoix: Sardanápalo es un rey legendario de Nínive en Asiria que habría vivido de 661 a. C. al 631 a. C. Podría ser una mitificación de Asurbanipal, o una corrupción de su nombre, un rey muy cultivado y pacífico. O también es posible que Sardanápalo fuera el hermano de Assurbanipal, y este último sería entonces el encargado de gobernar Babilonia. Sardanápalo posteriormente conspiró contra Assurbanipal y, para castigarle, su hermano pone sitio a la ciudad. Cuando Sardanápalo intuye la derrota inminente, decide suicidarse con todas sus mujeres y sus caballos e incendiar su palacio y la ciudad, para evitar que el enemigo se apropiase de sus bienes. Esta antigua leyenda no se mantiene hoy, pues a pesar de los escasos datos que existen sobre el asunto, al parecer, de haber existido Sardanápalo sería el ejemplo del rey dedicado a los placeres de la vida, como rezaba un perdido epitafio de una supuesta tumba suya.
1 Cor 15,33: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (Menandro-comediante griego). Tit 1,12: “Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos” (Epiménides de Cnosos-filosofo y poeta griego, paradoja y teogonía, el origen de los dioses). Hch 17,28a: “En él vivimos, nos movemos y somos” (Arato de Cilicia, Poeta y astrónomo griego, que nació en Cilicia en el 277 a. de J.C. Tuvo por maestro a Dionisio de Heraclea, y fue favorito de Antígono Gonatas, rey de Macedonia, a cuyo ruego compuso un poema titulado De los fenómenos y de los signos, que contiene todos los conocimientos de astronomía que se conocían en aquella época). Hch 17,28b: “Somos también de su linaje” (Cleanto el estoico, Filósofo griego estoico. Autor de un Himno a Júpiter).
En sus cartas se conservan cuatro citas de filósofos griegos:
En Tarso se vivía también dentro de un gran sincretismo religioso. Pablo contemplaría las religiones rústicas y primitivas, fuertemente helenizadas; los cultos paganos a Sandán, divinidad de la vegetación. La fiesta de su muerte y resurrección, como símbolo de los ciclos de la naturaleza. Desde su monoteísmo y su moral puritana, desde niño le habrían enseñado a despreciar esos ritos.
Pero al mismo tiempo el carácter cosmopolita de su ciudad le dio una gran curiosidad intelectual, una apertura de conciencia bien distinta de la de los judíos de Palestina, mucho más cerrados. Este cosmopolitismo de Pablo le llevará a decir:
“Examinadlo todo y retened lo que es bueno” (1 Tes 5,21)
Quizás junto con estas religiones él había percibido y admirado en sus compatriotas paganos muchas virtudes. Todo esto le ayudaría a superar la visión nacionalista estrecha de los cuanto de hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo esto tenedlo en cuenta (Fil 4,8)
La convivencia estrecha con los gentiles en su ciudad natal le ayudó a Pablo a hacerse todo a todos (1 Cor 9,20).
En el mundo de su infancia la gracia de Dios había ido preparando a este hombre que serviría de puente entre dos culturas, y derribador de los muros que separaban a judíos y gentiles.
“El que actuó en Pedro para hacer de él un apóstol de los circuncisos (judíos), actuó también en mí para hacerme un apóstol de los gentiles” (Gal 2,8). Dios iba preparando el corazón de Pablo para esta misión de gracia: “anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo” (Ef 3,8).
“Yo soy judío, nacido en Tarso, educado en esta ciudad de Jerusalén e instruido a los pies de Gamaliel, según el rigor de la Ley patria” (Hch 22,3)
“Yo soy judío, nacido en Tarso, educado en esta
ciudad e instruido a los pies de Gamaliel, según el rigor de la ley patria” (Hch 22,3) Los padres, pertenecientes a la tribu de Benjamín, eran celosos judíos y circuncidaron a Saulo el octavo día, como estaba ordenado (Flp 3,5), imponiéndole el nombre judío de Saúl, el primer rey de Israel que era de la misma tribu.
Encaja perfectamente en un judío de la tribu de Benjamín (a la que pertenecía el rey Saúl), nacido en una familia El nombre de Saúl, transformado en “Saulo”, observante.
consta sólo por los Hechos (Saúl, en 9,4.17; 22,7.13; 26,14; Saulo, en 7,58; 8,1.3; 9,1.8.11.22.24; 11,25.30; 12,25; 13,1.2.7.9).
Saulo recibió la formación que solía recibir todo judío de clase acomodada. No conocemos exactamente el sistema educativo judío durante la infancia y juventud de Saulo, pero hay datos suficientes para reconstruir sus líneas principales. Constaba de dos fases: formación elemental y formación superior.
La finalidad de ambas era eminentemente religiosa: capacitar para “tener”, “leer” e “interpretar” la palabra de Dios contenida en la Biblia o Ley escrita. Como junto a ésta existía la Ley oral que interpretaba la Ley escrita, la escuela también debía transmitir las “tradiciones de los padres” . La idea de "transmisión" correcta inspiraba el sistema escolar.
Escuela elemental (en hebreo Beth ha-Sefer, Casa del Libro).
La Biblia (Dt 11,19) obliga a los padres a dar instrucción religiosa a sus hijos. Como la mayor parte de ellos se sienten incapaces de hacerlo, comienzan a crearse en el siglo I de nuestra era escuelas elementales junto a las sinagogas para la educación de los niños (las niñas están excluidas) y esta tendencia se generalizó en el siglo siguiente.
Estas escuelas aparecieron antes donde había población griega con sus propias escuelas y consiguientemente fuerte influencia helenista, como es el caso de Tarso y demás ciudades de la diáspora occidental.
El objetivo básico era “tener” la Biblia y saberla “leer”.
¿Cómo tener? En un contexto cultural en que no existe la imprenta, las copias de la Biblia en manuscritos es muy costosa. Solo existe un ejemplar en la sinagoga. Las personas deben “tener” su ejemplar aprendiéndolo de memoria. Y junto a esto debe saber leer los pocos ejemplares existentes. No importa que no se comprenda. Esto se consigue en la etapa superior y asistiendo todos los sábados a las explicaciones de la sinagoga.
El método normal para aprender de memoria era la lectura en voz alta y la repetición continua en tono recitado rítmico y melodioso, semitonado. Es una técnica pedagógica muy antigua, medio eminentemente popular de retener información. Junto a esto también se empleaban otros recursos para ayudar a la memoria.
Escuela superior o Beth ha-Midras, Casa de la interpretación o Beth Talmud, Casa de la enseñanza.
A la edad de 10 años (según otros, a los 13) los que querían continuar el estudio, buscaban un rabino, que fuese maestro reconocido de la Ley escrita y de la Ley oral. El objetivo básico era enseñar, transmitir, la interpretación de la Biblia y la tradición de los padres o Ley oral. Por eso el periodo de formación terminaba con la imposición de las manos con la que se significaba que el maestro había transmitido todos sus conocimientos al discípulo y éste era capaz de enseñar a su vez con autonomía a otros en calidad de rabí o maestro.
En tiempos de Saulo no existía una organización formal y era el padre que deseaba esta enseñanza para su hijo el que buscaba al maestro y le entregaba su hijo como discípulo. Las academias o centros oficiales de estudio se crearon a partir del siglo III (los judíos actuales las llaman yesivas).
No se trata simplemente de aprender, sino de aprender para vivir. Por eso la formación intelectual debía simultanearse y completarse con la convivencia con el rabino, en la que tenía que aprender prácticamente cómo vivir, vestir, hablar... Esta era tan importante que sin esta convivencia, el alumno era considerado como un pueblo de la tierra, un ignorante como la gente.
El final de la formación era la "ordenación" o imposición de las manos, que confería al alumno una serie de competencias como rabino. Con el paso del tiempo se sustituyó la imposición de las manos por otra fórmula y se fueron recortando las competencias de los rabinos.
Pablo se formó en esta tradición pedagógica. Esto explica: + conoce de memoria la Biblia y la cita con facilidad + conoce los métodos de interpretación rabínicos y los aplica en sus cartas + le da mucha importancia a la "tradición" y al “transmitir” correctamente, en este caso, la tradición cristiana; igualmente a “conservarla” y “permanecer firme” en ella
Gamaliel fue el rabbí más respetado dentro de la escuela de Hillel “con prestigio ante todo el pueblo” (Hch 5,34)
La fase elemental (Beth ha-Sefer) la recibiría en la sinagoga de Tarso, la Beth ha-Midrás en Jerusalén, a los pies de Gamaliel I el Viejo (Hch 22,3; 26,4s), que actuó en Jerusalén entre los años 20-50.
En Jerusalén había dos escuelas rabínicas la de Schammai y la de Hillel. La primera muy conservadora y cerrada, la segunda más liberal, flexible y abierta llegando incluso a admitir la lectura de literatura griega
Posiblemente la formación debió concluir con la imposición de los manos y el título de rabino, pues actúa como el que tiene capacidad para actuar en nombre del sanedrín y de tomar decisiones legales, por ejemplo, cuando va a Damasco con poderes para traerse prisioneros a los judíos cristianos a Jerusalén (Hch 9,1-2; 22,5; 26,12).
El título de rabino implicaba estar casado y tener un oficio para sustentarse, normalmente de tipo artesanal, que permitía cierta movilidad. Saulo conoció el oficio de su padre, tejedor de telas de Cilicia. En los Hechos alude a ello: Pablo vino a
Corinto... allí encontró a un judío llamado Aquila...con Priscilla su mujer... y como era del mismo oficio que ellos, se quedó en su casa y trabajaban juntos, pues eran ambos tejedores de lonas (para tiendas de campaña) (Hch 18,1-3) El rabino debía vivir de su trabajo. Esta norma la mantuvo voluntariamente más tarde Pablo como apóstol cristiano (1 Cor 9,1.4)
En Tarso el padre de Pablo era tejedor de tela para tiendas de campaña, tejida con pelo de cabra de Cilicia (áspera, de aquí “cilicio”), oficio que tuvo después Pablo
Retrato de Pablo. ¿Cómo era Saulo? En 2 Cor 10,1 Pablo cita varias frases que decían de él los corintios en plan negativo: yo, Pablo, que soy tan apocado cuando estoy delante de ustedes, y tan audaz cuando estoy lejos. Porque algunos dicen: "Sus cartas son enérgicas y severas; en cambio, su presencia resulta insignificante y su palabra despreciable". (10,10) aunque no soy más que un profano en cuanto a la elocuencia, no lo soy en cuanto al conocimiento (11,6).
El testimonio más antiguo es el del libro apócrifo “Hechos de Pablo y Tecla” (finales del siglo II), según el cual "era una
persona de baja estatura, de cabeza calva, las piernas arqueadas, el cuerpo vigoroso, la nariz algo prominente, lleno de amabilidad; en efecto, a veces tenía el aspecto de un hombre y a veces el de un ángel". Gran parte de la iconografía paulina se inspira en este texto, que posiblemente se inspira en 2 Cor 10,10.
•En Hch 23,6: 6 Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: “Hermanos, yo soy fariseo, discípulo de fariseos; por la esperanza en la resurrección de los muertos me juzgan.”
•En Hch 26,4-5: 4 “Todos los judíos conocen mi vida desde mi juventud, desde cuando estuve en el seno de mi nación, en Jerusalén. 5 Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión”.
•Fil 3,5-6: 5 “Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; 6 en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable”.
SIETE CLASES DE FARISEOS • Los «anchos de espalda»: escriben sus acciones sobre la espalda para que los hombres les respeten. • Los «rezagados»: con el pretexto de un precepto urgente que cumplir retrasan pagar a los obreros. • Los «calculadores»: se dicen que, como tienen ya muchos méritos acumulados, pueden permitirse el lujo de cometer algún delito. • Los «ahorradores»: se preguntan qué cosa pueden hacer para aumentar sus méritos. • Los «escrupulosos»: se preguntan por los pecados ocultos cometidos para compensarlos con alguna buena acción. • Los «fariseos del temor», que actúan como Job. • Los «fariseos del amor», que actúan como Abrahán; son los auténticos.
Los primeros conflictos entre ambos estratos de la comunidad de discípulos de Jerusalén pueden ya apreciarse en las discusiones que surgieron sobre el reparto de alimentos (Hch 6,1) y desembocarán en la elección de los diáconos. Los discípulos palestineses • Se entroncan con los fariseos convertidos a Jesús (tipo Nícodemo), que admiran en él al cumplidor perfecto de la Ley. • Se sienten más identificados con los apóstoles, sobre todo con Santiago.
Los discípulos los helenistas • Son judíos procedentes de la diáspora, que leían la Biblia en griego (los LXX), y tenían un espíritu más abierto y universalista. • Serán los primeros en comprender la radical novedad de Jesús, la superación de la alianza mosaica, y la llamada a romper los estrechos moldes nacionalistas judíos para crear una Iglesia universal. • Pronto tendrán sus propios líderes escogidos por los apóstoles para crear puentes de diálogo: son los diáconos, sobre todo Esteban y Felipe.
Es precisamente contra los helenistas contra quienes se desatará la persecución en la que es martirizado Esteban y en la que Pablo estuvo fuertemente implicado. Aquella persecución respetó a los discípulos palestinenses qué vivían más a la sombra del Templo y conservaban una piedad más judía y menos escandalosa para los fariseos.
La persecución de los helenistas los llevará a otras ciudades de Samaría y de Siria (Damasco, Antioquía). Esta dispersión traerá como consecuencia un progresivo distanciamiento entre ambas comunidades, entre las que se interpone ahora además una distancia geográfica.
• Los textos – Gal 1,15-17; – Hch 9,1-19; 22,3-16; 26,418 • La interpretación del evento – Explicación Naturista – Explicación Psicológica – Explicación CríticoHistórica • El sentido de los textos • Diferencias en los textos
Desarrollo en los Hechos de los Apóstoles del evento de Damasco: • Relato A: Hch 9, 1-18. • Relato B: Hch 22, 3-15. • Relato C: Hch 26, 9-18.
• El color negro se usa para las partes comunes a los tres relataos, el marrón para las partes comunes al primero y segundo relato, y el color amarillo para las coincidencias entre el segundo y el tercer relato.
Yendo de camino hacia Damasco, cuando ya estaba cerca, de repente hacia el mediodía, me rodeó (envolvió) una gran luz venida del cielo, más resplandeciente que el sol, a mí y a mis compañeros. Caí en tierra yo y mis compañeros, y oí una voz que me decía en lengua hebrea: 'Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Te es duro dar coces contra el aguijón'. Yo respondí: '¿Quién eres, Señor?' y el Señor a mí me dijo: 'Yo soy Jesús Nazoreo, a quien tú persigues. 'Yo dije: '¿Qué he de hacer, Señor? Y el Señor me respondió: Levántate y ponte en pie, entra en la ciudad (vete a Damasco) y allí se te dirá todo lo que has de hacer (está establecido que hagas). Los que me acompañaban se habían detenido mudos de espanto (cayeron), vieron la luz pero no veían a nadie, oían la voz, pero no oyeron la voz del que hablaba.
Relato A: Jesús habla a Ananías. Relato B: Ananías habla a Pablo. Relato C: Jesús habla directamente a Pablo.
Me he aparecido a ti para constituirte servidor y testigo tanto de las cosas que de mí has visto, como de las que te manifestaré, testigo de lo que has visto y oído, para que veas al Justo y escuches la voz de sus labios, vaso de elección que l eve mi nombre a los gentiles, a los reyes y a los hijos de Israel, a todos los hombres, para que les abras los ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios; y para que reciban el perdón de sus pecados y una parte en la herencia de los santificados mediante la fe en mí.