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ESQUELAS Y NECROLÓGICAS

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Antiguo rector de la Iglesia de San Juan del Hospital AURELIO MOTA BRU

El sacerdote valenciano fue designado por el fundador del Opus Dei para hacer apostolado en Colombia de 1952 a 1969 :: F. ROMERO SAURA VALENCIA. El antiguo rector de la Iglesia San Juan del Hospital, Aurelio Mota Bru, ha fallecido en Valencia a los 92 años de edad. Nacido en Navarrés el 20 de febrero de 1924, cursó estudios de maestro nacional, químico y farmacéutico. En 1943 ingresó en la Escuela de Vuelo sin Motor, en Huesca, obteniendo la correspondiente titulación. Pidió la admisión en el Opus Dei en el año 1944, recibiendo la ordenación sacerdotal en 1951. Al año siguiente fue enviado por San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, a Colombia en los comienzos de la Obra en esa nación. Fue él quien inició la labor apostólica en Medellín, donde se le recuerda con gran cariño. Se da la circunstancia de que en el funeral por su eterno descanso, uno de los sacerdotes concelebrantes, a la sazón colombiano, es hijo de un matrimonio de Medellín que, aun antes de casarse, participó muy directamente en la labor apostólica de don Aurelio. También atendió los apostolados de la Obra en Bogotá, Barranquilla y Cali.

eu Navarro

En el año 1969 regresó a España permaneciendo unos años en Pamplona donde obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en la Universidad de Navarra. En 1974 regresó a Valencia donde se entregó con gran celo a diversos encargos apostólicos. En 1988 fue nombrado rector de la Iglesia San Juan del Hospital, cargo que desempeñó hasta el año 1992. Durante esos años prosiguió la labor de recuperación del conjunto Monumental que se había iniciado en 1969. Parece oportuno recordar que la acabada imagen que hoy ofrece la Iglesia más antigua de Valencia, con sus arcosóleos románicos plenamente recuperados, la llamada Capilla del Rey Don Jaime, el espacio cementerial urbano único en Europa, etc., ha supuesto una ímproba labor, que es de justicia reconocer a los rectores que se han sucedido en esa iglesia, entre ellos Aurelio Mota. Fue un sacerdote plenamente entregado a su misión que aprovechaba todas las ocasiones para cumplir con su propósito de acercar a las personas a Dios. Recuerdo haber leído artículos suyos

publicados en LAS PROVINCIAS en los que tratando cuestiones muy diversas, siempre encontrabas un corolario provechoso. Gozaba de un fino sentido del humor, levemente socarrón, que sabía utilizar con sentido de la oportunidad. No me resisto a transcribir la anécdota que refirió el sacerdote que pronunció la homilía en el funeral. En una ciudad de Colombia debía dirigirse a un numeroso grupo de señoras que hablaban profusamente entre ellas. Con el fin de poner un poco de orden, simplemente dijo: «Les agradeceré que la mayor de ustedes en edad sea la que lleve la voz cantante», con lo que se produjo un silencio total. La sencillez era una característica que resaltaba en su personalidad y una natural predisposición a atender generosamente a quien a él se acercara. En los muchos años que yo lo he tratadono recuerdo ninguna contestación negativa a cualquier petición que se le planteara, fruto, sin duda, no sólo de su buen carácter, sino, sobre todo, de su profunda vida interior. Muchas gracias don Aurelio por su ayuda y buen ejemplo.