Dos pérdidas que entristecen a las salas El despertar

Los actores del teatro griego Attis, en una escena de la obra dramática Ayax, de. Sófocles, dirigida por Theodoros Terzopoulos, en el antiguo teatro de Epidauro.
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Espectáculos

Domingo 13 de julio de 2008

LA NACION/Sección 4/Página 5

TEATRO

El despertar sexual menos deseado

(En el mundo ) Por María Fernanda Mugica El musical Passing Strange bajará el telón el 20 de julio

Cómo aprendí a manejar, con Gabriela Toscano Buena

★★★

Cómo aprendí a manejar, de Paula Vogel, en versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Intérpretes: Gabriela Toscano, Gustavo Garzón, María José Gabín, Abian Vainstein y Mariana Melinc. Diseño de escenografía: Carlos Rivas y Fernando Dopazo. Diseño de vestuario: Goga Dodero. Diseño de iluminación: Fernando Dopazo. Dirección: Carlos Rivas. En el Lorange. Duración: 110 minutos.

La estimulación de la sensualidad y el despertar sexual de una preadolescente es el planteo de esta propuesta de Paula Vogel, con el agravante de que es el propio entorno familiar el responsable de esta prematura iniciación erótica. Chuchi es una niña que se ve agraviada por los comentarios que realiza su abuelo sobre sus atributos físicos, incomodidad que se ve agravada por los temores que le infunden sobre el sexo su madre, una mujer que quedó embarazada en una noche de placer, y su abuela, una anciana para quien el matrimonio es sólo un compromiso sin sentimientos. Junto con ellos, la tía, hermana de su madre, y su marido, Pico, que es el que se permite fantasear con la niña para alcanzar la categoría de coprotagonista. El tema así planteado es ríspido y duro, y trata de buscarse en el humor de algunas situaciones, en muchas ocasiones ridículas, el paliativo a esta percepción. Pero se logra a medias si uno puede desprenderse de ese abuso psicológico al que se ve sometida Chuchi, situación que también se hace evidente entre sus compañeros de colegio. Por eso no extraña que acepte la invitación de su tío para aprender a manejar, como si fuera una me-

táfora del aprendizaje vital que toda persona tiene que encarar, especialmente en la adolescencia. Muy especialmente, el texto escapa de situaciones abusivas explícitas, pero la perturbación infantil se hace patente en la interpretación de Gabriela Toscano.

Cuestión de estilos Para desarrollar este tema, Paula Vogel elige un estilo que coloca a la obra más cerca de la novela que del hecho teatral. Concebida como una narración, es poco lo que se resuelve como acción dramática, percepción acentuada cuando se convierte al espectador en el interlocutor del drama. Dentro de la estructura, la autora recurre a saltos en el tiempo, hacia el pasado y hacia el futuro, lo que ayuda a crear confusiones con respecto a la cronología de la historia. Este recurso de salir del personaje para dirigirse al público como narradora es realmente un factor de riesgo para la actuación. En este sentido, puede decirse que Gabriela Toscano, quien lleva el peso de la narración, sale airosa de igual manera que María José Gabín, secundadas eficientemente por Abian Vainstein y Mariana Melinc. En cambio, Gustavo Garzón cae en una interpretación que no ofrece matices, y se instala en una cuerda monótona. Desde la dirección, Carlos Rivas resuelve la puesta con objetos imaginarios que se insertan apropiadamente, pero parece haber descuidado el ritmo de la obra que en varias ocasiones entra en mesetas discursivas que afectan la acción misma y que sólo la actuación puede sostener.

Susana Freire

EMILIANO LASALVIA

Gabriela Toscano y Gustavo Garzón

Dos pérdidas que entristecen a las salas ElKafka y el teatro Del Abasto, de luto Las salas teatrales tienen vida (y, claro está, también tienen que lidiar con la muerte). En esta semana, con diferencias de horas, dos personas ligadas íntimamente a la vida de ElKafka y del teatro Del Abasto fallecieron luego de largos procesos en los que no les habrá quedado otra que poner el cuerpo. Primero, el martes, fue el turno de Daniel Brarda, uno de los integrantes de la cooperativa de ElKafka. “Daniel no era ni actor ni director ni autor; era un apasionado del trabajo y de los emprendimientos”, lo recuerda Rubén Szuchmacher en la página de la sala. Enamorado de los emprendimientos como era, fue gracias a él que compraron el teatro, que hoy es uno de los espacios más sólidos de la actividad escénica actual. Alejandro Elbert estaba en el teatro Del Abasto desde que Norma

Luis Machín y Sergio Boris en La Pesca, de Ricardo Bartís

Montenegro lo compró en 2002. “Era el alma del teatro, el que se copaba y les compraba chupetines a los actores para mimarlos o retarlos por alguna pavada. Era todo”, recuerda Norma a su hermano de vida. Y como faltan energías, este fin de semana no habrá funciones en la sala de la calle Humahuaca. Ni Daniel ni Alejandro tenían caras famosas. No eran entrevistados, no había chismes alrededor de ellos ni nada de esas cosas. En general, se los veía detrás de las barras de las salas. Sin embargo, la historia del teatro porteño (todo escrito muy en minúscula y con más sentimiento que bronce) también los incluye, también los abarca y también –a su manera– aprenderá a recordarlos.

Alejandro Cruz

NYT

■ Adiós al escenario; hola a la pantalla.

■ Argentinos en Avignon. Después de pre-

Passing Strange se despide de Broadway el 20 de este mes, según informó www.broadway.com. El musical cuenta la historia de un joven artista afronorteamericano, de clase media, que abandona su hogar para realizar un viaje de autodescubrimiento por Europa. La última función tendrá lugar un día después de que el director de cine Spike Lee grabe dos funciones del show que serán parte de una película para televisión, basada en el musical. Passing Strange fue creado por Stew, líder de la banda The Negro Problem, y aunque fue aclamado por la crítica, no gozó del mismo éxito en la taquilla. Durante este año, el musical ganó varios premios, incluido el de mejor musical de New York Drama Critics Circle, de Drama Desk y del Village Voice Obie Award, además del Tony al mejor libro de un musical.

sentarse en Italia y Alemania, La pesca, de Ricardo Bartís, llegó a Francia. La obra escrita y dirigida por Bartís e interpretada por Luis Machín, Sergio Boris y Carlos Defeo, participa por estos días de la 62a. edición del Festival de Avignon, el más antiguo y famoso de Francia. La programación de este año incluye obras de Shakespeare y dos trabajos especiales sobre La divina comedia, de Dante, uno dirigido por Valérie Dréville y otro, dividido en tres piezas (Infierno, Purgatorio y Paradiso), de Romeo Castellucci. En cuanto a los espectáculos de teatro danza, están presentes en el festival trabajos del coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui y de los holandeses Emio Greco y Pieter C. Scholten, quienes presentaron uno de sus espectáculos en el último Festival de Buenos Aires. Aunque los participantes son en su mayoría europeos, Bartís no es el único argentino en el programa del festival francés. Lola Arias también está en Avignon presentando Airport Kids, junto con el suizo Stefan Kaegi .

EFE

Los actores del teatro griego Attis, en una escena de la obra dramática Ayax, de Sófocles, dirigida por Theodoros Terzopoulos, en el antiguo teatro de Epidauro

* * * ■ El Zorro, al ritmo de los Gypsy Kings.

Abba, Queen y ahora los Gypsy Kings. Varios creadores de musicales parecen estar poseídos por un espíritu nostálgico que los empuja a recuperar la música de una banda del pasado para realizar un nuevo espectáculo. Zorro es un flamante musical, en cartel en Londres desde fines de junio, que incluye hits de los Gypsy Kings, tales como “Báilame”, “Djobi Djoba” y “Bamboleo”, además de nuevas canciones del grupo español. El británico Matt Rawle, quien actuó junto a Elena Roger en el revival de Evita, interpreta al héroe enmascarado, en este musical escrito por Stephen Clark.

* * * ■

AP

Matt Rawle intepreta al Zorro y Adam Levy, a Ramón, en el musical Zorro, que se presenta en el Garrick Theatre, de Londres, desde fines de junio. La obra cuenta con canciones nuevas y viejos hits del grupo español Gypsy Kings

En la cuna del teatro. Desde hoy y hasta el 23 de julio se llevará a cabo el Festival de Atenas-Epidauro. El encuentro reúne espectáculos teatrales, de danza, óperas y conciertos, a cargo de artistas de distintas nacionalidades. En el imponente marco del antiguo teatro de Epidauro se puede disfrutar de piezas clásicas griegas, como Ayax, de Sófocles, interpretada por los actores del teatro griego Attis, con la dirección de Theodoros Terzopoulos.