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Página 6/Sección 5/LA NACION
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AGRICULTURA
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Sábado 10 de enero de 2009
) Una recuperación esperada
Los precios de los últimos días estimularon a comercializar mayores volúmenes ARCHIVO
El tiempo en que la soja volvió a despertar Continuación de la Pág. 1, Col. 1
analistas del mercado están tratando de responder en torno al repunte de la oleaginosa. Los más optimistas prevén precios aún un poco más altos, pero en un contexto de fuerte dependencia por lo que ocurra con la crisis internacional. Otros, precisamente, quieren ver cómo se desenvuelve la economía internacional antes de dar un pronóstico concluyente. A simple vista, no hay un único factor que impulsó que la soja, que cotizaba a 640 pesos el 5 de diciembre, haya llegado a los $ 850 la tonelada, llevando, además, a que las ventas diarias en Rosario pasaran de 2000 a 3000 toneladas hasta 70.000 toneladas de un golpe. Si a octubre último los productores tenían en sus manos unos 10 millones de toneladas, se calcula que ahora se han quedado con poco más de 8 millones de toneladas. Para los analistas, lo que hay es un cóctel con varios ingredientes. Y allí incluyen la sequía que puso un signo de interrogación a la oferta de América del Sur (Brasil, la Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia aportan el 51 por ciento de la producción mundial), también el tímido reposicionamiento de los fondos en Chicago, las expectativas de que los planes de rescate en EE.UU. son inflacionarios, hasta pasar por el repunte del petróleo y la depreciación del dólar ante el euro y el yen, lo que mejora el poder de compra de los importadores de materias primas.
Rebote del mercado “Hubo un rebote de un mercado que había bajado demasiado, pero lo que pase en los mercados financieros va a seguir condicionando la marcha (de los granos)”, expresó Ricardo Baccarin, vicepresidente de la corredora Panagrícola. “Para confirmar sobre si esto es una tendencia me gustaría ver el desarrollo de la economía global en el primer semestre. No veo una crisis de demanda, China no disminuyó en forma significativa sus compras (adquiere la mitad de la soja que se exporta en el mundo) y me parece que la soja puede moverse de US$ 330 a 400 dólares. Podría subir, pero si Wall Street cae, va a seguir ligada al mercado financiero, pese a que daría la sensación de que lo peor lo vimos el mes pasado”, agregó. Lo visto en las últimas semanas ha despertado, en efecto, la inquietud de los analistas sobre el rumbo del mercado. “Esto al menos puede durar hasta el momento de la toma de decisión de siembra por parte de los estadounidenses, cuando deban definir hacer más soja o más maíz”, señaló Gustavo López, consultor de Agritrend. Según López, la soja “tiene para subir un poco más”. “Creo que de acá a la cosecha puede subir entre 20 y 30 dólares más; no me parece difícil volver a los 900 pesos”, agregó el especialista.
La sequía Como ya se mencionó, en el mercado han confluido elementos movilizadores muy fuertes. Y la impiadosa sequía que golpea no sólo a la Argentina sino también a Brasil (en este país, el 65% de la producción se hace en Rio Grande do Sul, Mato Grosso y Paraná, estados que tuvieron problemas) juega su parte. Chicago está atento a ello. “Hay incertidumbre por la oferta sudamericana. Brasil esperaba 63 millones de toneladas y ahora se habla de 58/59 millones; además, en la Argentina, de los 51 millones de toneladas que se esperaban en el mejor momento ahora yo espero 49 millones de toneladas”, añadió el consultor de Agritrend. Un dato adicional: en la Argentina, todavía falta sembrar alrededor del 15% de la oleaginosa. La sequía no es exclusiva de la soja. El maíz que está atravesando su período crítico ya la siente de lleno. “Los rindes podrían llegar a tener una reducción del 10%”, indicó Pablo Ogallar, presidente de Maizar. “Lo que pase con esta tendencia va
a depender del clima en América del Sur en general; aún lloviendo ya hay cultivos afectados”, afirmó Lorena D’Angelo, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario. Pero hay más: en este repunte los fondos de inversión también han desempeñado un rol para tener en cuenta. “La suba respondió a un ingreso de fondos que volvieron a comprar commodities. Pese a la crisis, la demanda de alimentos está latente. Y los grandes fondos necesitan seguir buscando alternativas de inversión”, precisó la analista. De hecho, sequía y fondos son, según la experta, variables para seguir con atención respecto del rumbo del mercado.
El contexto mundial Agustín Vitta, responsable de Negocio de Granos de fyo.com, también coincide con la mayoría de los especialistas. En su opinión, la mayor parte de la baja de precios (en soja, maíz y trigo) que se verificó desde el 3/7/08 en adelante, es explicada por “el contexto macroeconómico mundial”. Esto es, la restricción del crédito y la apreciación del dólar, lo cual trajo aparejada una monumental baja en los mercados de commodities. La suba que se experimentó desde el 4 de diciembre en adelante también tiene una dosis importante de ese condimento. “No creo que sea casualidad que en el mismo lapso donde hubo subas internacionales del 25% en soja y 30% y 33% en maíz y trigo, hayan coexistido subas del oro del 16% y del petróleo de más del 30% por citar algunos ejemplos. En el mismo período, el dólar se depreció casi un 7 por ciento”, agregó. Además de hacer consideraciones acordes con las del resto de sus colegas, Juan Andrés Nava, analista económico de Agropuerto, destacó que subsisten riesgos que pueden acotar o revertir la tendencia actual. “Todavía no puede decirse que se conozca la dimensión de los efectos de la crisis global . Una revaluación del dólar respecto de las monedas de los países importadores, puede volver a presionar sobre los precios”, agregó. Para Nava, entonces, teniendo en cuenta este escenario de incertidumbre, lo mejor parece ser operar con opciones tratando de asegurar un piso de precios. “Para quien tenga pensado vender la soja disponible de aquí a tres meses, parece bueno asegurar los precios actuales, hacerse del efectivo y en todo caso buscar la manera de cubrirlos con opciones en Chicago”, aconsejó. Al hacer referencia a los precios, el economista Jorge Ingaramo señaló que era posible pensar en una soja FOB (precio de exportación) Buenos Aires, como promedio anual, en torno a US$ 340/350 la tonelada, como lo más probable. “A estos niveles, los chinos estarían pagando 21% más que hace 18 meses. Tienen los recursos para hacerlo y su demanda es relativamente inelástica. Pero, aún así, difícilmente convaliden valores mayores” apuntó Ingaramo.
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Gustavo López
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( PANORAMA )
La danza de las monedas en medio de la crisis financiera Por Dante A. Rofi De la Redacción de LA NACION “Advierte el Banco Central Europeo sobre un debilitamiento en la economía de la zona del euro”; “Fuerte caída del empleo en los EE.UU.”; “España rompe récords de desempleo por la crisis”; “Brutal caída del superávit comercial en Alemania”; “Estamos lejos de haber superado la crisis”; “El Banco de Inglaterra recortó su tasa de interés de referencia a su menor nivel en la historia”. Vistos los titulares anteriores que LA NACION publicó sólo entre el miércoles y el jueves pasados, ¿queda alguna duda acerca de la buena salud que aún conserva la crisis financiera global? El repunte que evidencian los precios de las materias primas agrícolas desde el 6 de diciembre pasado es un alivio para los productores. De eso tampoco caben dudas. No es lo mismo pararse frente a un silo cuya soja acopiada vale $ 640 por tonelada (valor tocado del 5 del mes pasado), que hacerlo ante una bolsa cuyo contenido se cotiza a $ 850 (precio del martes último). Ahora, ¿los motivos que generaron dicho repunte permiten afirmar que se está frente a un cambio de tendencia? No. Como ma-
teria pendiente, la crisis financiera continuará provocando oscilaciones impredecibles. La tónica alcista originada en la Bolsa de Chicago tuvo varios factores predisponentes, entre ellos, la sequía en las principales zonas productoras de América del Sur y la firme demanda china previa al inicio de los festejos por su Año Nuevo. Sin embargo, la principal razón alcista que tuvieron los granos en las últimas semanas fue la depreciación del dólar respecto de monedas como el euro y el yen, que representan a los dos bloques de demanda más fuertes para las materias primas agrícolas y sus subproductos. Ese recupero en el poder de compra de europeos y asiáticos, acentuado por la fuerte caída del valor de los fletes marítimos, tuvo un peso decisivo en el buen momento de cereales y oleaginosas.
Subas idénticas Para tener una aproximación más clara acerca del papel que jugó la danza de las monedas vale el siguiente dato: en el balance de diciembre el euro registró una mejora del 10,04% frente al dólar, al pasar la relación entre ambas monedas de 1,2695 a 1,3969. Para la soja (posición enero de Chicago) el último mes de 2008 dejó un saldo a fa-
”Podemos pensar en una soja FOB (precio de exportación) en torno a los US$ 340350 la tonelada, como lo más probable”
vor del 10,10%, al pasar los precios de US$ 324,45 a 357,22 por tonelada. Cabe recordar, además, que el mejor momento de los precios de los granos coincidió con el máximo histórico registrado por el euro frente al dólar: 1,6038, el 15 de julio pasado. Entonces, si los granos dependen en buena medida de la relación entre las monedas, el rumbo que adquiera la actual crisis financiera global tendrá un papel preponderante sobre las cotizaciones en los próximos meses. Hasta ahora, los planes de salvataje dispuestos desde los gobiernos de las principales potencias mundiales poco aportaron para encauzar las finanzas que se desbocaron tras la caída de Lehman Brothers. La asunción de Barack Obama a la presidencia de EE.UU. será otro hito en esta “maratón financiera”. El eco que tengan las medidas que adopte a partir del 20 del actual traerá algo más de certeza para intentar paliar la incertidumbre. Hasta tanto, lo más recomendable para los productores sigue siendo minimizar los riesgos con las coberturas que ofrecen los mercados de futuros. No es buen momento para obnubilarse con repuntes repentinos, ni para deprimirse cuando el mercado va para abajo. Sí es tiempo de calcular costos y procurar cubrirlos.
Jorge Ingaramo
“Para confirmar si esto es una tendencia me gustaría ver el desarrollo de la economía global en el primer semestre” Ricardo Baccarin
Nuevas tendencias del negocio
Los fondos Baccarin y López destacan el movimiento de los fondos. “Algunos comenzaron a posicionarse; hay un cierto reposicionamiento porque piensan que las medidas de Barack Obama [presidente electo de los EE.UU.] pueden llegar a ser inflacionarias. Con todo, con la crisis se evaporaron miles de millones de dólares y la masa crítica que tenían no va a ser la de antes”, dijo Baccarin. “Los fondos que salieron están viendo qué pasa para volver a entrar”, acotó López. Con todo, la mayoría de los analistas coincide en que los precios actuales de la soja son buenos, y que representan una oportunidad para aprovechar. “Son precios para capturar; hay algunas opciones de venta que son recomendables”, precisó Baccarin. Para López, en este contexto no habría que salir “tan fuerte” con las ventas. “Habría que esperar un poco más cómo se desarrolla el mercado; puede mejorar un poco más el precio”, opinó.
Productores y proveedores de insumos dan su visión sobre diversas variables clave Con el trasfondo de la recuperación de la soja, productores, asesores, proveedores de insumos y hasta especialistas en el mercado inmobiliario rural brindaron a LA NACION un panorama sobre el negocio agrícola. Gustavo Duarte, consultor: “Se tendrán que reacomodar los costos. Además, deberán aparecer formatos de apalancamiento como un asociativismo a riesgo con proveedores”. Guillermo Villagra, productor: “Deberá volver la modalidad del alquiler a porcentaje. El productor ya no está en condiciones de correr el riesgo de pagar un alquiler con precios que no se vean reflejados al momento de la cosecha”. Luis González Victorica, titular de Cazenave y Asociados: “Los insumos volverán a los precios anteriores y los arrendamientos tendrán una sensible baja, 40/60% en dólares”.
Rolando Meninato, presidente de Dow Argentina: “Es un año para llevar con rienda corta, por lo cambiante del escenario. Espero un reacomodamiento general del sector”. Francisco Firpo, director de Nidera Semillas: “El productor trabajará apuntando a maximizar rindes y resultados, utilizando genética de punta y una buena tecnología y manejo”. Antonio Aracre, director de Syngenta Semillas para América latina: “Deberemos enfrentar las dificultades propias de la crisis global, pero no tengo dudas de que el productor argentino superará la actual coyuntura y saldrá adelante”. Horacio Busanello, presidente de Syngenta Agro: “Cuando enfrentamos una crisis hay que ver el otro lado de la moneda. Los fundamentos del mercado siguen vigentes: tene-
40/60% en dólares sería la baja en los arrendamientos, según Luis González Victorica mos que alimentar a una población mundial creciente”. Eddy Fay, director de Mosaic: “Los valores de los fertilizantes se ajustarán en función de los precios de los cultivos”. Luis Calvo, director de Agros Soluciones: “En el mercado de insumos se mantendrá en meseta la baja experimentada”. Reynaldo Postacchini, vicepresidente de Claas Argentina: “La soja mejora la situación económica
del productor, que está evaluando muy bien lo que va a hacer. Se rompió la relación de confianza con el Gobierno”. Jorge Médica, presidente de Yomel: “Terminamos un 20% abajo en las ventas en 2008 y ahora podríamos perder otro 20/30% más”. Sergio Di Benedetto, gerente de marketing y ventas de Massey Ferguson: “Se van a pensar mejor las inversiones. Se optará por la eficiencia para compensar los números”. Marcos Lanusse, director de Madero & Lanusse: “Si las cosas siguen como hasta ahora, veremos bajas en los alquileres y de los valores en dólares por hectárea de la tierra”. Mariano Maurette, especialista de Alzaga Unzué & Cía. SA: “Se espera un aumento significativo de los alquileres a porcentaje, por la falta de liquidez y para repartir riesgos”.