Discurso de la Presidenta de la Prom. MPT XII Claudia León Kropf Graduación Mayo 2014

Buenas tardes Excelentísimo Sr. Rector, Dr. Sergio Balarezo, Ing. José Garrido-Lecca, Director General del PAD Escuela de Dirección, Sra. Fabiola Guerrero, Directora del Programa Máster Part Time, Dr. Joseph Tàpies, Representante del Director del IESE, a quien le agradezco en nombre de mis compañeros por su presencia esta noche. Estimados Profesores y compañeros graduados, Familiares y amigos, Señoras y Señores, Cuando me escogieron para dar el discurso de graduación había faltado a clases por trabajo y pensé me estaban jugando una mala pasada, pero fue recién cuando empecé a escribir que entendí que es un honor poder pararme delante de mis compañeros y celebrar este momento con todos ustedes.

Bueno, dejando eso de lado, no encuentro mejor manera de empezar este discurso que preguntando: y ahora ¿CUÁL ES EL PROBLEMA? Para los que no saben, ésta es una pregunta que hoy nos llena de alegría responder, pero también es una pregunta que durante dos años, 730 días, nos mantuvo ocupados en clase, con la mano en alto, pidiendo ser escogidos para responderla con firmeza, esperando que lo que decíamos estuviese bien y nos sacásemos una A. En mi caso la respuesta a esa pregunta inclusive tuvo la gracia de acompañarme en varios domingos familiares donde me encontraba entre el wantán y la salsa tamarindo preguntándole al mozo de turno: “¿Cuál es el problema del chifa? ¿Será que la estrategia de atención no responde al entorno externo? A ver, ¿cuál es la estructura real de los colaboradores del área del comedor?”

Pero ¿cómo es que una pregunta tan simple nos llevaba a incontables horas de análisis fuera y dentro de clase? La respuesta para nosotros 40 flamantes masters del PAD, es simple: Durante dos años hemos sido Presidentes, Gerentes Generales, negociadores, y los reestructuradores de varias empresas. Inclusive hemos supervisado la explosión de túneles en alguna que otra mina, y decidido sobre el bombardeo del Rhur… cargos que está demás decir nos han quitado el sueño en reiteradas oportunidades. En cada clase nos han invadido personajes con roles decisivos, en los que el peso de la compañía, su futuro y su mejora, han dependido de nuestros análisis, de la correcta identificación de los problemas, y finalmente, de haber tomado las decisiones más acertadas.

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Para lograr esto no sólo nos volvimos financistas, contadores, comerciales y biólogos (si señores, yo bióloga de profesión, los representé con honra cuando Shell propuso deshacerse de la plataforma de petróleo Brent Spar)… sino que para tomar tremendas decisiones, aprendimos a escuchar, a respetar las opiniones ajenas, y sobre todo a dirigir y motivarnos como líderes contagiando nuestras fortalezas y controlando nuestras debilidades… Aprendizaje que estoy segura nos servirá tanto en el trabajo como en nuestras vidas, pues enfrentaremos no una, ni dos, ni tres explosiones en alguna que otra mina, sino varias, cada una de las cuales sabremos atender como buenos directivos y “biólogos” que somos!

¿Qué quiero decir con todo esto? El 7 de Mayo del 2012 (fecha en la cual se inició la odisea llamada PAD) ya creíamos que sabíamos lo necesario. Mientras algunos querían pulir ciertos conocimientos otros queríamos complementar lo que nuestras carreras no habían hecho – en otras palabra no sabíamos en qué estábamos metidos. La meta sonaba simple: 2 años y listo, MBA!... ¡Qué equivocados estábamos! Ninguno de los 40 teníamos la menor idea de lo que realmente significaría estar aquí hoy, vestidos de negro, frente a todos aquellos que no sólo nos apoyaron y motivaron a seguir adelante, sino que también nos acompañaron en esta aventura con la confianza inflexible de que lograríamos lo que nos habíamos propuesto, ser más allá de futuros directivos y líderes: mejores personas. Por esto Gracias. Gracias mamás, gracias papás, gracias hermanas, hermanos, tías, tíos, amigas, amigos, mascotas… gracias compañeros del PAD, por lo menos yo sé que sin ustedes no estaría aquí! Entonces, regresando al inicio, ¿CUÁL ES EL PROBLEMA? Con alivio digo que para responder no necesitamos un octógono, no necesitamos la primera participación “rompe hielo”, ni haber leído un caso de 42 páginas blancas con más de 120 anexos en plena oficina. El problema es que ahora sabemos que no sabemos, y sabemos que a veces no podemos, pero que si nos esforzamos, buscamos apoyo, tomamos el rol y nos la creemos, nada, NADA tiene por qué frenarnos! Así que, compañeros del PAD, amigos de toda una vida, siempre y cuando nuestras ganas de descubrir, superarnos, y aprender, sean mayores a nuestras ganas de evitar el fracaso, estaremos todos en el camino correcto!

Muchas Gracias!

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