DiegoTorres, el conquistador

con dos conciertos en el estadio Geba. Seguirá el 14 en el Orfeo de Córdoba, el. 16 en Rosario y después gira por Méxi- co, Costa Rica y Panamá. Como un ...
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Espectáculos

Viernes 1º de octubre de 2010

LA GUIA DEL FIN DE SEMANA

LA NACION/Página 5

Música popular/música clásica/teatro/cine/televisión/danza

“Disfruto de ser latino”: el tour Distinto arrancará mañana

Hoja de ruta de la conquista

DiegoTorres, el conquistador Continuación de la Pág. 1, Col. 3 Diego Torres, el primer artista argentino que es prioridad para una compañía major, como en su momento lo fueron Juanes, Shakira y Paulina Rubio. Es el mismo muchacho que semanas atrás se presentó en Nueva York con las canciones de Distinto, su octavo trabajo lanzado simultáneamente en toda América latina, Estados Unidos y España, y que trepó a los primeros puestos de los rankings americanos con su single “Guapa”, como no lo había logrado un artista argentino en los últimos 40 años. Las cifras no lo encandilan. Diego se planta maduro con los pies en la tierra, como le enseñó su madre. Conoce las obligaciones y los deberes que trae el personaje público: trabaja sin descanso abriendo nuevos mercados y difunde en Twitter y Facebook cada uno de sus movimientos. “Muchos artistas piensan que por llenar una cancha de River ya son Gardel. Están equivocados. Viven en una nube de estrellas, pero para mantenerte necesitás laburar mucho. Nadie te va a venir a buscar. Nadie se muere por escuchar lo que hacés. Cualquier persona podría vivir sin tus canciones.” Diego Torres toma un sorbo de café en el restaurante de uno de los hoteles más exclusivos de Puerto Madero. Tiene una transparencia poco común para este tipo de personajes públicos. Suena honesto. Conoce las altas y las bajas del caprichoso mercado discográfico y sabe que la vida del músico popular está compuesta de ciclos. El cambio de compañía discográfica fue necesario para su expansión en todos los sentidos. Distinto es el primer disco con Universal, con diez canciones nuevas y ante la mirada atenta de Rafa Arcaute, el productor del momento, el mismo que trabaja con Calle 13. “Necesitaba un punto de vista distinto sobre mi música –explica con humildad la estrella pop–. Estaba tratando de reinventarme y necesitaba renovar mi sonido. Los músicos no debemos quedarnos quietos en un lugar; debemos buscar nuevos horizontes, sabiendo que mi sonido, mi forma de cantar, mi manera de hacer canciones, mi modo de escribir están, pero que es necesario experimentar otras cosas.” Con ocho discos editados, el cantante se siente libre para elegir compañeros de distintos géneros que lo secunden en su nuevo viaje musical para conquistar el mercado latino y anglo. Rafa Arcaute, a quien conoció jugando al fútbol y convocó

PARA AGENDAR

Distinto, presentación oficial del nuevo álbum de Diego Torres. Estadio GEBA, Sede Jorge Newbery, Av. Dorrego 3600. Mañana y el próximo sábado 9, a las 21. Entradas desde 120 pesos.

por antecedentes y porque era “un pibe tranquilo”, buscó la convivencia entre las melodías gancheras y las colaboraciones con artistas de otro “palo” como Kevin Johansen y los cantantes de hip hop La Mala Rodríguez y el cubano Jotuel, líder de Orishas. “Siempre me gustó relacionarme con artistas de otros géneros –confiesa Torres–. Grabé con Ketama, Juan Luis Guerra, Vicentico, Julieta Venegas, Pedro Aznar y nunca fui un tipo prejuicioso, gracias a la educación musical que tuve por mamá. Por casa pasaban a verla Charly García, David Lebón, Mercedes [Sosa], Teresa Parodi y tantos artistas diversos, que mi concepción de la música es esa. Lo bueno es que a través de una canción dos artistas de distintos géneros podemos juntarnos y convivir.” –¿Pensás que hay un prejuicio sobre los géneros que podés hacer? –Soy autocrítico, y lo que está en los discos es lo que quiero que la gente escuche. Mi música tiene un sonido amplio; soy un artista pop y eso encierra muchas cosas. Hice funk, rumba, reggae y hasta folklore en el disco de Mercedes (grabó en Cantora “Zamba para olvidar”), que fue una experiencia de la que nunca me voy a olvidar.

Camino a la fama Diego Torres tiene una vida ar-

Como un ángel N Su primer corte, “Guapa”, es un tema que alude a ciertas presencias angélicas y tiene relación con su experiencia: “Sin ponerme místico, creo que hay señales. Mi vieja era una persona muy especial y siento que me sigue acompañando. Ella tuvo una vida muy densa y muy dura, era única hija, perdió a su mamá a los 15 años, quedó viuda a los 27 años y casi queda paralítica, pero siempre salió adelante. Viví cosas con ella muy particulares y no tengo prurito en decir que mi madre es mi ángel. Era un alma vieja y especial”.

tística surfeando sobre las olas del éxito, que arrastra desde los tiempos de ícono teenager cuando hacía picos de rating en televisión con La Banda del Golden Rocket. Pero con una madre como Lolita Torres conoció de qué se trataba la fama desde muy chico y convivió con naturalidad en el medio artístico. “De golpe, un día entraba a casa y estaba Niní Marshall tomando un té, o tenía sentado en casa a Enrique Cadícamo, que era amigo de mi viejo [Lole Cacchia, quien falleció en agosto último] y vivía a la vuelta de casa.” Esos potentes flashbacks de su infancia parecen mantenerlo en eje aunque tenga trato de estrella por donde vaya. La industria discográfica lo tiene entre sus favoritos; en épocas de bolsillos flacos para los sellos, Diego Torres es la gallina de los huevos de oro. Como otro tanque del pop latino, tuvo que armar una base en Miami y otra en Buenos Aires. “Voy y vengo porque estoy de gira, y a veces Miami me queda más cerca para muchas cosas. Pero acá, en Buenos Aires, me estoy haciendo el estudio y mi tierra no la cambio por nada. Todo eso fue tema de terapia, porque me costaba arrancar. Entendí que para llevar mi música afuera tenía que romper fronteras y abrirme a la aventura. Después de tanto viajar, hoy disfruto de ser latino y tener amigos, colegas, incluso historias de vida en cada lugar.” La nota termina y sale a la calle para las fotos. “¡Grande, Diego! ¡Mi mujer se muere cuando le cuente!”, grita un camionero que pasa por la zona de Puerto Madero. Diego levanta el brazo y devuelve el grito: “¡Gracias, maestro!”. En ese pequeño gesto de muchacho de barrio Diego Torres revela, en parte, el secreto de su popularidad y esa relación de familiaridad que tiene con el público. “Siempre los artistas despertamos cierta fantasía y está bien que eso exista en cierta parte. Pero nunca me creí esto. No me dejé devorar por el personaje. Lo que ven en mí es que soy un tipo auténtico y normal.” –En medio de la promoción, ¿extrañás esa vida “normal”? –Ahora sé que tengo dos años de trabajo duro, gira, promoción, y sólo pienso en eso. Pero después necesito colgar el saco de cantor, cerrar el quiosquito y volver a mi casa: cocinar para los amigos, ir a jugar al fútbol, comprar el pan en el almacén y esas cosas cotidianas, que no pierdo por nada del mundo. Eso me da el termómetro real de la calle y es lo que alimenta mi vida”.

Una producción del Centro Coreográfico Nacional de Nantes

Escena final del trabajo que se presentará hasta el domingo en el subsuelo del Teatro Colón

Deambular por un sótano

El testigo, una coreografía del francés Claude Brumachon, en el CETC Bueno ((( El testigo, deambulatorio coreográfico con Vincent Blanc, Elisabetta Gareri, Julien Grosvalet, Amalia Gullo, Ana Armas, Belén Mosquera, Alejandro Alonso, Santiago Palumbo y elenco. Coreografía: Claude Brumachon. Hasta el sábado, a las 20.30, y el domingo, a las 17, en el CETC.

Antes de comenzar la función de El testigo, el trabajo del Centro Coreográfico Nacional de Nantes, los espectadores deben sacarse sus abrigos y ponerse unos guardapolvos como si fueran todos operarios de una fábrica u oficinistas de una repartición pública de hace unas décadas. La idea es inquietante tratándose de una propuesta que se presenta como un “deambulatorio coreográfico” que recorre los mágicos recovecos del Centro de Experimentación del Teatro Colón. Hace imaginar que tanto bailarines como espectadores podría-

mos estar todos confundidos en una misma masa en movimiento indivisible, sospechosa, latente. Pero esa escena no llegará. Es que pocas veces el recurso de hacernos vestir a todos esos guardapolvos tendrá una justificación de peso, ya que son contados los momentos en los que los espectadores estamos integrados al campo visual de otro sector del público. El trabajo de Claude Brumachon está basado en el universo kafkiano y ya, en la primera escena, el mundo dominado por los colores grises y movimientos mecánicos de una oficina pública toma cuerpo. El trabajo continuará sobre los pasillos laterales del CETC y los recovecos en medio de traslados señalados por algunos asistentes con un evitable nerviosismo. De fluir por el espacio, poco. En algunas escenas, la visión es bastante complicada y la dramaturgia del trabajo de casi una hora y media de duración es bastante endeble. Cuando el trabajo de Brumachon

–quien ya estuvo dos veces en Buenos Aires– logra despojarse de sus intenciones tanto instalativas como dramatúrgicas y se centra en lo coreográfico, es cuando logra un efecto más potente. En el numeroso elenco (compuesto por tres bailarines franceses y por once locales seleccionados por el director y por Benjamin Lamarche, su asistente) se perciben tonos muy dispares. En algunos momentos, esa diversidad suma porque está ligada a la heterogeneidad de esos físicos. En otros, delata cierta falta de un patrón expresivo que unifique esos movimientos. De todos modos, en lo coreográfico, en lo interpretativo y en la composición de algunas imágenes es cuando la propuesta de estos dos creadores franceses alcanza su pico más expresivo e intenso, logrando copar los recovecos de un lugar mágico como es el subsuelo del Teatro Colón.

Alejandro Cruz

Febrero 2010. Se lanza el single adelanto “Guapa” y es escuchado por 50 millones de personas en toda la región. Marzo. Diego Torres fue el encargado de cerrar el evento solidario “Chile ayuda a Chile” por las víctimas de los terremotos en el país trasandino. Cantó “Color esperanza” y por primera vez hace en vivo “Guapa”. Abril. Viaje promocional a Madrid para participar del evento “Los 40 Principales”. Se forman colas desde las 6 de la mañana para escucharlo en vivo. Mayo. Distinto es el álbum más vendido en la Argentina y en iTunes llega al N°1 en el chart de Latin Pop de México. Julio. Diego Torres actúa por primera vez en Israel, visita el Muro de los Lamentos y llena el Mann Auditorium de Tel Aviv para 2500 personas. Agosto. Canta en el aniversario de de Bogotá ante 65 mil personas. Septiembre. Llega a Nueva York para un showcase en el Latin Quarter y canta como invitado en el recital de Ivette Sangalo en el Madison Square Garden. Octubre. Arranca el tour Distinto con dos conciertos en el estadio Geba. Seguirá el 14 en el Orfeo de Córdoba, el 16 en Rosario y después gira por México, Costa Rica y Panamá.

Sin estrés: “Lo de Cerati es muy triste y hace tomar conciencia del desgaste del artista en las giras”

MARCELO GOMEZ