Jesucristo la Gran Luz Para una Humanidad en Sombras Mateo 4:16; Juan 8:12; 3:16-21; 12:35,36
“El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció” (Mt 4:16). Por Eliseo Hernández Echegoyén Usado con permiso Introducción: A. La luz es de gran beneficio porque ilumina y hace los objetos visibles. B. En esta visita de Jesús los favorecidos eran aquellos que estaban en los confines de ambas naciones: judíos y gentiles. C. La situación del pueblo: “sentado en tinieblas...región de sombra de muerte”. Se refiere al pecado como tinieblas. “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Ef 2:1). Esa es su situación. D. Tinieblas espirituales es la situación en que estaba todo judío, como gentil: 1. Ignorancia: Aun cuando tenían una luz en la ley de Moisés, sin embargo, toda la ley se encontraba interpretada por tradiciones y mandamientos de hombres inventos, innovaciones, añadiduras y preceptos humanos. 2. Superstición e idolatría: Fueron personas ignorantes de la palabra de Dios. 3. Incapacidad para discernir entre lo falso y lo verdadero: Ahora siguen tanta doctrina errónea, porque no escudriñan esas doctrinas a la luz de las Santas Escrituras. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal 119:105). Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn 5:39). 4. También, estas tinieblas impiden al hombre saber de dónde viene y a dónde va, y por qué está aquí y para qué. Palabras de Jesús: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy” (Jn 8:12-14). E. Esta descripción indica una triste actitud en la cual las actividades del espíritu quedan adormecidas, cuando la luz de Dios ha sido apagada y la conciencia cauterizada. 1. Debemos hacer nuestro este hecho: Es en la oscuridad de la noche que las bestias feroces salen a hacer sus correrías: Hay animales peligrosos que cazan en la noche. 2. Es también en la oscuridad espiritual del hombre que sus pasiones bajas y violentas ejercen en él su dominio. Hay mucha depravación, degeneración, corrupción e inmoralidad hoy día en todo el mundo. F. “Sentados en región de sombra de muerte”: Esto indica un estado más fatal todavía, que el primero. No solamente estaban rodeados de gran oscuridad, sino que también se encontraban moribundos: “muertos en delitos y pecados” (Ef 2:1). ¡Cuántos están en estado próximo a la muerte! “Sentados” es una situación peor porque indica que ellos estaban contentos con la triste situación en que se encontraban. G. Algunos han de estar allí por ignorancia, otros por indiferencia, y otros por maldad: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas” (Jn 3:19,20). Los pecadores aman el pecado. H. Jesús está de pie diciendo: “Yo soy la luz del mundo” (Jn.8:12). I. La Luz perfecta: “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él” (1ª.Jn 1:5).
A. Hay diferentes clases y graduaciones de luz: Desde muy opaca y roja, hasta la luz que no pueden soportar nuestros ojos luz radiante. Las estrellas no alumbran con el mismo fulgor; hay graduaciones: “Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria” (1ª.Co 15:41). La luz del sol, el astro rey en nuestro sistema da una luz muy refulgente, pero no es perfecta, porque el sol tiene manchas enormes. Un foco manchado no da buena luz. “Dios es luz y en él no hay ningunas tinieblas”. Jesús es santo, limpio, sin mancha de pecado, la suma perfección: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir...no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1ª.P 1:18,19). ¡Jesucristo es Dios perfecto! B. Saulo, cuando el Señor se le apareció, vio una luz más refulgente que la del sol; quedó ciego (Hch 9:3; 26:13). C. Era tan brillante el resplandor en la transfiguración que dijeron en Mateo 17:2 que era como el sol y sus vestidos se hicieron blancos como la luz, y también en Marcos 9:3 que los vestidos de Jesús se volvieron resplandecientes...como la nieve, que ningún lavador en la tierra podía hacerlos tan blancos. D. Jesús es la luz perfecta. Ni una sombra de variación, ningunas tinieblas de infidelidad, ninguna oscuridad de pecado. ¡Limpio, Santo, Santo, Santo! II. Luz Reveladora: “Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios” (Jn 3:19-21). A. La luz todo lo revela, todo lo descubre: “Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo” (Ef 5:13). B. La luz revela el camino de salvación. “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos” (Jn 10:9). “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn 14:6). C. Él revela las redes que el diablo tiende para hacer caer al hombre (Jn 10:1-14,28). D. Revela lo que desagrada y agrada a Dios: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación” (Ro.14:17-19). “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Col 1:10). E. Revela los obstáculos para no tropezar (Mt 18:6-9). Su Palabra provee toda clase de advertencia para evadir los obstáculos. Por ejemplo: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos” (2ª.Co 6:14). ¡Cuántos se han perdido por no llevar luz! Muchos barcos han chocado contra la roca por falta de luz del faro, ó en tiempo de guerra muchos barcos chocaron por las tinieblas. Nos provee una armadura para defendernos del enemigo (Ef 6:10-20). III. La Luz vivificante: A. La luz es indispensable para la vida de personas, plantas y animales; donde no hay luz, no crecen las plantas. Los edificios que no tienen ventanas causan efectos en las personas que viven o trabajan allí. ¡Cuántos edifican paredes de pecado, sin traga luces! B. El alma no podrá vivir sin la luz de Dios; no hay vida espiritual sin Él. C. Jesús es el sol de justicia. Cuando dijo a los suyos: “¿No queréis iros vosotros también?”, ¡con cuánta razón pudo decir Pedro: “¿A quién iremos? Sólo tú tienes palabras de vida eterna”(Jn 6:68)! Sus palabras son vivificantes. Tienen la virtud, el poder para hacer vivir; dan vida. D. Un alma sin Jesús es espiritualmente anémica, nostálgica, marchita, sin vida, triste y “seca”. IV. La Luz guiadora: “Yo soy la luz” (Jn 8:12). A. Como la estrella guió a los magos, así Jesús, la Estrella resplandeciente de la mañana, nos guía (Ap 2:28; Mt 5:14).
B. Como la columna de fuego guió a los israelitas a la tierra prometida, así Jesús nos guía a las moradas en el cielo. C. Como el faro guía al barco a puerto seguro, así Jesús guía nuestras almas al puerto de salvación, a las playas celestiales. “El que me sigue no andará en tinieblas” ((Jn 8:12). Ni aún en el valle de la muerte (Sal 23). Al cruzar el valle de sombra, Jesús es su luz y guía en la vida y la muerte. Al cruzar el negro, oscuro y frío río de la muerte, Jesús será la luz. D. “Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Jn 12:46-50). E. Hay peligro de andar sin luz. ¡Cuántas almas que rehúsan la luz de Jesús y en su ignorancia perecen! Conclusión: A. Jesús es la gran luz, la gloriosa luz del mundo que vino para iluminar a las almas sentadas en las densas tinieblas espirituales, en la larga noche del pecado, la maldad y sombra de muerte. B. “Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz” (Jn12:35). C. Hay muchos que están en “el sueño de la indiferencia”. “Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo” (Ef 5:14). D. Él quiere llevarte a una ciudad que “no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera” (Ap 21:23). E. ¡Que no seas uno de los que aman más las tinieblas que la luz! Que seas un hijo de Dios que ande “como (hijo) de luz” (Ef 5:8; 1ª.Jn 1:7; 2:10). F. Jesús te invita a la luz: “Yo soy la luz del mundo, el que a me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8:12).
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