Página 4/Sección 4/LA NACION
Espectáculos
2
3
Sábado 2 de febrero de 2008
TEATRO Opinión Por Ernesto Schoo
El desfile de modas, un nuevo género Desde los más antiguos, el circo y la pantomima, hasta el cine y la televisión, todos los rubros del espectáculo se refieren al teatro directa o indirectamente. La ópera, la opereta, la zarzuela y la comedia musical son teatro cantado. Así como el ballet, por abstracto que se pretenda, es teatro bailado. No otra cosa han sido siempre las danzas rituales de Oriente y la liturgia dionisíaca de la que nació el teatro griego. Las ceremonias religiosas, de cualquier credo, son también formas de representación de dogmas, misterios y mensajes de la divinidad a los mortales. En este catálogo de géneros, ¿por qué no incluir a los desfiles de modas?
actores, si bien el compromiso personal es otro: los modelos son objetos ornamentales, se saben mercancía y que su lapso de vigencia es breve (esa certeza, ¿no es dramática en sí misma?). Pero en los últimos tiempos resulta evidente que en los desfiles se intenta otorgar un cierto carácter a personajes que en principio deberían ser abstractos, simples perchas donde colgar las ropas. No es del todo así, sin embargo. Observemos el desplazamiento de las modelos por la pasarela. Con rara excepción, la mayoría se muestra agresiva y hasta colérica: con sus piernas interminables caminan, enérgicas, hasta el extremo opuesto, allí se plantan, desafiantes, dan una vuelta * * * Hay una remientras arrojan Aunque la historia furibundas mirapresentación das al público, o pade la moda me apasiona, como testimonio recen desdeñarlo dramática, del modo de vivir de desde su estatura una época, confieso olímpica. Tan sólo vista desde no tener otro conocila novia, que habimiento directo, pertualmente cierra el otro ángulo sonal con esas madesfile (con un vesnifestaciones que el tido que ninguna proporcionado por novia osaría ponerla televisión por cable. He visto se en la vida real), suele sonreír también algunos documentales a los espectadores. Los modelos sobre preparación de desfiles: masculinos no resultan mucho recuerdo uno de ellos, confiado más simpáticos, se los ve menos al talento de Pedro Almodóvar, agresivos, pero tampoco sonríen. que no difería mucho del trámi* * * te previo a un estreno teatral. La elección de determinada En verdad, no difería nada. Vesmúsica, la puesta de luces, el tituario (por supuesto), maquillaming de la exhibición, todo está je, luces; los mismos sofocones calculado como en el teatro. Por antes de comenzar –siempre hay eso, se recurre con frecuencia a algo que falta a ultimo momenrégisseurs famosos. Las telas, su to–, las mismas angustias y excaída, el corte, los detalles, son pectativas. Hasta la pasarela es aquí los protagonistas. Quienes la misma. van envueltos en esos oropeles Se objetará que no se trata, esestán al servicio de ellos, al retrictamente hablando, de una vés que los actores. Pero el drarepresentación dramática. “No ma existe, en los apurones, las hay argumento, no hay situaciorivalidades, la presión –¿qué dines”, me dicen. Respondo: todo rán los medios?–, el accidente eso está en los desfiles de modas, imprevisto, el cálculo del tiemsólo que visto desde otro ángulo. po, la representación en sí, la reHay un creador que expone su producción al público. Hay intér- acción del público. Aunque los modistos tienen una ventaja: en pretes, personas encargadas de la televisión, no he visto a ninmostrar el producto: las modelos guno que no fuera ovacionado y los modelos. Profesionales de al final. la exhibición, lo mismo que los
(Platea infantil)
(Piedra libre)
Por Ruth Mehl
Cuando el hábito hace al monje Lali Lastra y la importancia del realizador de vestuario en el teatro para niños En una función donde la escena mostraba a un hada no muy eficiente que intentaba ayudar a Cenicienta para que pudiera ir al baile, y no sabía bien cómo hacerlo, una nena de la platea le gritó: “¡El vestido, hada, el vestido! ¡Tenés que conseguirle el vestido para que pueda entrar al Palacio!” Es evidente que la nena tenía muy claro eso de que, pese a que el hábito no hace al monje… a veces sirve de pasaporte al convento. Algo que los directores de espectáculos conocen muy bien. Y por suerte, cuentan con los vestuaristas para que hagan la magia, con la ayuda muy reconocida, de los realizadores. La próxima semana, La Galera Encantada presentará un estreno: Historia con abrazos, y dos reposiciones, con un cambio total de vestuario: Operación Caperucita y Techito por si llueve. Lali Lastra, actriz y, desde hace nueve años, también diseñadora del vestuario de los espectáculos del grupo, habla de su experiencia en esta profesión que la ha llevado a crear la ropa para más de 30 obras. “El vestuario debe acompañar lo que se quiere contar. No creo en las obras donde el énfasis está puesto en la ropa. Primero, soy actriz, después vestuarista. La intención es que la ropa acompañe, no que compita. Para hacer el vestuario hay que comprender a los personajes y a los artistas. A veces se me ocurren cosas muy lindas, maravillosas, pero no sirven, porque no serán funcionales, o porque llamarán demasiado la atención sobre detalles que distraerán el curso de la historia”, dice convencida. “Tampoco –sonríe– se puede pensar en el vestuario ignorando al director. Mi tarea es en cierta manera
ayudar a concretar en el escenario sus sueños y visiones. De él viene la propuesta y uno puede contraproponer para llegar a una síntesis. Trabajamos en equipo: después de todos estos años, la libertad es completa, pero siempre basada en las necesidades del espectáculo”. Lali Lastra comienza a narrar ejemplos, se entusiasma, y, como buena actriz, con los gestos permite que uno visualice la aventura de
buscar telas, revolver trapos, detenerse a mirar un cinturón o un par de zapatos que van “justito, justito con lo que necesita el personaje”. “Recuerdo que con El agua y la arena pensé primero en unas enormes polleras para esas dos mujeres. Y después tuve que volver a la realidad. La Galera tiene como un sello propio. Hacemos funciones durante la semana, giras, actuamos en toda clase de escenarios: algunos apropiados, otros no, amplios o chiquitos. Pueden ser un patio o un aula. Viajamos mucho, y la ropa va con nosotros. Esa es nuestra realidad. Así que las polleras no podían ser, y entonces convencí al director y me animé a meterme con el negro. La base
del vestuario de ese espectáculo son los colores negro y verde. ¡Fue una experiencia bárbara!”, resume. “Pienso que el chico puede ver negro no sólo para las brujas. La inspiración debe venir del espíritu del personaje. Por ejemplo, ahora Caperucita, que reponemos, va a estar vestida de rojo, pero más moderna. Los colores, como las canciones no tienen que estar asociados solamente a lo que se está acostumbrado, porque eso también es trabajar con la imaginación de los niños”. Cuatro Pero la realidad diseños es la que le recuerda que tiene diez distintos para Techito por si personajes, interllueve pretados por cuatro actores (que además, cantan y juegan) que deben cambiarse rápidamente y con facilidad para seguir sintiéndose bien en esa nueva piel. “Me alegro mucho de que las telas modernas sean livianas, lavables, y que haya recursos muy prácticos de la ciencia de la costura que permiten abrochar y desabrochar a gran velocidad”. Además, admite que tiene una gran ventaja: “Cuento con una excelente realizadora, Gladys David, con quien nos entendemos muy bien”. Abrazos de oso se estrena el jueves, a las 18, y seguirá de jueves a domingos, en los jardines del Museo Larreta, Vuelta de Obligado 2155 (los días de lluvia, el ingreso es por Mendoza 2250). Con libro y dirección de Héctor Presa, coreografía de Mecha Fernández y música de Litto Nebbia. A su vez, en La Galera, Humboldt 1591, los sábados y domingos, a las 17, se presentará Operación Caperucita. Y a las 18.30, Techito por si llueve. Ambas tienen coreografía de Fernández, música de Angel Mahler, y objetos y pelucas de Lelia Bamondi.
Vuelve la sala Juan B. Alberdi, del Centro Cultural San Martín, en Sarmiento 1551, 6º piso, con espectáculos para la familia, de jueves a domingos, a las 19, con entrada libre y gratuita. Las localidades deben retirarse desde una hora antes de la función en planta baja. A la salida se pasa la gorra. ■
Desde el jueves al domingo 10. El soplador de estrellas, de Ricardo Talento, en una versión de Marta Silva. Estrenada en 1995, con dirección de Uriel Milsztein y la actuación de Vanina Goldstein y Luis Machin, obtuvo una mención especial en el Certamen Metropolitano de Teatro para Niños. Se repuso en 2000, y ahora regresa con otra dirección, en una propuesta con la estética del clown y del cómic, canciones y coreografías, para contar la historia del maestro Bornolio y su ayudante, Cibelina. Con Verónica Bello y Sebastián Rott (jueves 7 y viernes 8), y Elizabeth Villar y Leonardo Marcet (sábado 9 y domingo 10). Con puesta en escena y dirección de Marta Silva, música de Ricardo Scalise, canciones de Marta Silva y Sebastián Rott, y coreografías de Marcelo Durán. Sugerencia de la sala: desde 4 años. ■ Desde el jueves 14 al domingo 17. La
leyenda de los bichitos de luz, una obra resultado del Taller de Montaje, Ciclo Lectivo 2007, dictado en la Sala Alberdi, interpretada por los alumnos, con dirección de Paco Redondo y música en vivo. Con Hernán Acosta, Matías Burgos, Melina Mártire, Martín Olcina, Violeta Proz, Ximena Rothpflug, Julia Troiano, Melisa Valsi, Belén Vidal y Gisela Zicarelli. Composición y producción musical en vivo: Hernán Acosta, Matías Burgos, Martín Olcino. Libro y dirección general: Paco Redondo. Asistente de dirección: Lorena Ascheri. A partir de 4 años. ■ Desde el jueves 21 hasta el domingo
24. Jorobados, relato de una noche de reyes, una versión muy libre de Noche de reyes, de Shakespeare, con dirección de Martín Lavini. Con Emiliano Pandelo, Gastón Urbano, Lorena Tarelli, María Luisa Estiz, Rosana Adet, Mauro Pelandino y Martín Lavini (voz en off). Con música de Federico Montero, coreografías de Aymará Abramovich; dramaturgia de Gustavo Cornillón, y dirección de Martín Lavini. Desde los 5 años. ■ Desde el jueves 28 hasta el domingo 2 de marzo. Palabristas, sobre el libro de Lucía Laragione, en versión de Diego Faturos. A partir de los 4 años.
De Copenhague a Villa Crespo
Llegó la compañía de circo Lice de Luxe El trío recorre el mundo desde hace seis años No quieren una vida asegurada, con cuenta en el banco y trabajo estable de ocho horas. Como si se tratara del comienzo de Trainspotting, éstos son los principios que defienden los tres integrantes de la compañía circense danesa Lice de Luxe: Katja Amtoft, Karl Stets y Steffen Lundsgaard, que el viernes actuarán por primera vez en la Argentina, en el Club de Redes de Villa Crespo. Con una tonelada de equipo a cuestas y una fiel furgoneta, que los acompaña desde hace 27 años, han recorrido toda Europa. El trío, que hace casi seis años ofrece sus malabares y acrobacias por el mundo, llegó a Buenos Aires, como parte de una aventura. No bien pisan el escenario se transforman en Kimberley, Ursula y Dr. Fez: tres personajes bizarros que deambulan por habitaciones virtuales y que ofrecerán, por más de una hora, un espectáculo con acrobacias aéreas, sombreros voladores, malabares con incontables pelotas y música minimalista. El marco que los envuelve evidencia una estética barroca, con muebles de estilo y un antiguo piano. En la obra, Steffen es Katja Amtoft, Karl Stets y Steffen Lundsgaard, en Buenos Aires el villano que despliega fabulosos núMAURO ALFIERI meros de pelotas de rebote; Karl es el clown que llevará trar miedo al público”. meses, Steffen considera: “Somos faPARA AGENDAR las situaciones al límite, y a Una experiencia que re- milia, somos casados, somos mariLice de Katja le corresponde hilar cuerdan entre sonrisas es la dos y hermanos”. Cuando vuelvan Luxe, compaque vivieron en Hagen, Ale- a Dinamarca habrán estado un año todas las situaciones y sorñía danesa. prender con sus hazañas vomania, donde justo antes de lejos de casa. “Cuando vuelves de Redes Club ladoras. Durante la función, salir a escena se desató una gira y, de repente, te encuentras en de Circo, el malabarista toca el banjo, tormenta. Pensaron que el tu casa es muy raro. Es como si te Castillo 629. el pianista hace flic-flac y la público se evaporaría, pero cortaran el brazo porque el otro no De viernes cantante, acrobacias mienno fue así. “Abrieron sus pa- está”, cuenta Steffen. Se mueven por a domingos, tras vuela. raguas y soportaron toda la instinto desde aquella primera vez a las 22. Cuatro cables de acero función (que dura una hora) que se bautizaron Lice de Luxe (pioInformes: sostienen la estructura de bajo el agua”, cuenta Karl, jos de lujo) y dejaron atrás Copenha4775-8898. Entradas: $ mientras agranda sus ya gue para probar suerte en Barceloocho metros que les sirve 20; estudianenormes ojos celestes. En na, siguiendo la lógica del “vamos de escenario, pero aún retes, $ 15. esa ocasión, la lluvia mojó a ver qué pasa”. cuerdan aquella vez cuantodos los equipos, que tarLo mismo sucedió con su visita a do, en el Festival de Teatro de Calles en España, uno de daron días en secarse, pero Buenos Aires. “Aprovechamos este los cables se cortó y toda la estructu- no había forma de dar marcha atrás. trabajo para viajar y hacer locuras ra tambaleó. En ese momento, Katja “Si el público sigue ahí, no hay for- como ésta de venir a la Argentina se encontraba encaramada sobre el ma de cancelar; hay que salir y que para ver si podemos montar el eselevado trapecio, sobre el cual dibu- empiece la función”, agrega. pectáculo aquí”, dice Karl, que no ja audaces acrobacias, y por primera aparta su mirada de los volantes que vez sintió vértigo. Pero eso no le im- El circo rodante le quedan por repartir; después de Como tres nómades en busca de todo, faltan días para el estreno. Luepidió seguir con la rutina habitual: cantar “Smile” para un público so- nuevos paisajes para sus acrobacias y go, partirán nuevamente. No es cabresaltado. Karl, que corrió hasta el malabares, han cruzado toda Europa, sualidad que el armado de la estruccable para estabilizar la estructura, desde Italia a Islandia. “Somos más tura que cargan para las funciones recuerda con claridad el sonido de transportistas que artistas; pasamos demande sólo dos horas de antelala voz de Katja, luego del sacudón: más tiempo en la furgoneta, que arri- ción. Próxima estación: Santiago, “Fue mágico de tan valiente; de esas ba del escenario”, admite Karl. Chile; luego, ni ellos saben. cosas que pasan una vez en la vida”. Luego de pasar 27 días y noches Katja recuerda: “No se puede demos- sobre ruedas, en un lapso de cuatro Victoria Pérez Zabala