Exterior
Página 6/LA NACION
Medio Oriente
Bombardeo aéreo israelí en Gaza: 7 muertos
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Domingo 1º de julio de 2007
Hoy, en los EE.UU.
Documento sin precedente
Bush y Putin se reúnen para limar asperezas
Busca aislar allí al grupo Hamas
Buscarán mejorar su relación personal
GAZA (Reuters).– Israel buscó ayer incrementar la presión para aislar la zona controlada por el grupo islámico Hamas, al lanzar tres ataques aéreos sobre la Franja de Gaza, en los que resultaron muertos siete palestinos, entre ellos tres militantes de alto rango de la Jihad Islámica que eran buscados desde hacía tiempo por lanzar cohetes y realizar atentados contra el Estado judío. Los ataques ocurrieron tres días después de una ofensiva que le costó la vida a 12 palestinos en territorios costeros. Por su parte, a lo largo de la jornada milicianos palestinos en Gaza dispararon por lo menos tres cohetes Kassam contra la localidad israelí de Sderot. Un vocero del ejército israelí confirmó los ataques aéreos. El primero de ellos fue contra un auto de militantes de la Jihad Islámica, que habían estado involucrados en el plan de un atentado suicida y en ataques anteriores a Israel. El segundo ataque aéreo, dirigido contra un taller de metales ubicado en el campamento de refugiados Maghazi, mató a cuatro palestinos, incluyendo al dueño, e hirió a otras dos personas. Según residentes del lugar, el dueño del taller había sido un aliado del movimiento secular Al-Fatah, liderado por el presidente palestino Mahmoud Abbas, cuyas fuerzas fueron derrotadas en la Franja de Gaza hace dos semanas por el grupo extremista Hamas durante una serie de Haniyeh enfrentamien■ Rechazó la fuerza tos. Desde eninternacional tonces, los palestinos tienen dos gobiernos: el de Abbas, apoyado por Occidente, en Cisjordania, y el de Hamas, apoyado por Irán, en Gaza. El tercer ataque, que causó heridas a cinco militantes de Hamas, fue dirigido contra ese mismo taller de metales. No es la primera vez que Israel bombardea plantas metalúrgicas, ya que alega que allí se producen los cohetes que son disparados hacia su territorio. Sin embargo, el ataque de ayer fue el primero ejecutado en horario de trabajo y no avanzada la noche, cuando estos lugares se hallan vacíos.
WASHINGTON.– Con el propósito de reparar las fisuras que crecieron durante el último año y que llevaron a las relaciones entre Washington y Moscú a su punto más bajo desde el fin de la Guerra Fría, el presidente norteamericano, George W. Bush, y su par ruso, Vladimir Putin, se reunirán hoy en la residencia de veraneo de los padres del mandatario estadounidense, situada en el estado de Maine. Entre otros temas, ambos líderes intentarán acercar posiciones sobre el escudo antimisiles que Estados Unidos planea instalar en Europa del Este, la independencia de Kosovo y la situación de la democracia en Rusia. Sin embargo, los voceros presidenciales de ambas partes rebajaron las expectativas del encuentro –al que también asistirá Bush padre– y adelantaron que no esperan grandes anuncios ni un cambio de posición sobre los temas espinosos. Según Tony Snow, vocero de la Casa Blanca, se trata más bien de “una ocasión para que los dos líderes dialoguen de manera informal” con el fin de fortalecer su relación personal y así mejorar el tono de las relaciones diplomáticas. Ello explica el motivo del lugar del encuentro, que se hará en la mansión de los Bush, a donde ningún otro líder extranjero ha sido invitado hasta ahora. Además, teniendo en cuenta que el toque personal es a veces un elemento clave en el arsenal diplomático, Bush le ofrecerá a Putin langosta en casi todas las comidas y posiblemente un viaje de pesca en la lancha rápida de su padre. Ayer, el mandatario norteamericano disfrutó de un día de pesca con su padre y su hija Barbara.
Rechazo de Hamas Hamas rechazó ayer el pedido de Abbas para el despliegue de una fuerza internacional en Gaza, y prometió atacarla como a cualquier otra “fuerza de ocupación”. En una reciente visita a París, Abbas le había manifestado al presidente francés, Nicolas Sarkozy, que quería que una fuerza internacional de paz entrara en Gaza para que se celebren elecciones libres. Pero ayer, Ismail Haniyeh, destituido primer ministro del gobierno liderado por Hamas, se opuso tajantemente a ese pedido: “Una fuerza internacional no es aceptable para nosotros”, declaró. “Estamos bajo ocupación [israelí] y no necesitamos más fuerzas que ejerzan mayor presión sobre el pueblo palestino”, agregó. Por su parte, el brazo armado de Hamas, las Brigadas Izz el-Deen alQassam amenazó con atacar a las tropas internacionales. “No permitiremos que ninguna fuerza internacional ponga un pie en la Franja de Gaza y la trataremos como fuerza de ocupación”, dijeron. Desde que se disolvió el gobierno de unidad palestino, Estados Unidos e Israel buscan aislar al territorio controlado por Hamas e intentan reforzar el gabinete de Abbas en la ocupada Cisjordania.
AP
El papa Benedicto XVI, durante una audiencia realizada ayer en el Vaticano
Contundente llamado del Papa a la reconciliación con China Benedicto XVI también exigió libertad religiosa e instó a los católicos a la unidad Por Elisabetta Piqué Corresponsal en Italia ROMA.– Medio siglo después de que el Vaticano y China rompieran relaciones diplomáticas, en un documento sin precedente Benedicto XVI lanzó ayer un contundente llamado a la reconciliación, aunque también exigió el “respeto de una auténtica libertad religiosa” y rechazó la idea de una iglesia sometida a Pekín e independiente del Papa. “Soy consciente de que para la normalización de las relaciones con la República Popular China hace falta tiempo y buena voluntad de ambas partes, pero la Santa Sede sigue siempre abierta a las negociaciones necesarias para superar el difícil momento presente”, afirmó el Santo Padre en la esperada Carta a los obispos, a los presbíteros, a las personas consagradas y a los fieles laicos de la Iglesia católica en la República Popular China. La carta, un libro de 52 páginas firmado el 27 de mayo pero hecho público ayer, justamente en el décimo aniversario de la devolución de Hong Kong a la madre patria por parte del Reino Unido, mientras se critica a Pekín por haberse negado a otorgar a la ex colonia una democracia plena. En su documento más importante sobre China, un tema más que deli-
cado para la Santa Sede, el Papa hizo también un fuerte llamado a la comunión y la unidad de las dos comunidades católicas que hay en ese país, donde conviven una Iglesia clandestina, fiel a Roma, y otra oficial, controlada por el Estado comunista –oficialmente ateo–, a través de la denominada Asociación Patriótica. “La comunión y la unidad son elementos esenciales e integrales de la Iglesia católica; por lo tanto, el proyecto de una Iglesia «independiente», en el ámbito religioso de la Santa Sede, es incompatible con la doctrina católica”, sentenció el Santo Padre. La República Popular China y el Vaticano no tienen relaciones desde 1951, cuando el régimen de Mao Tsétung expulsó al nuncio, y la Santa Sede se vio obligada a trasladarse a Taiwan. Si bien en los últimos 20 años la diplomacia vaticana intentó establecer lazos diplomáticos con China, el gobierno de Pekín se negó, alegando que para ello la Santa Sede debe antes romper lazos con Taiwan y no interferir en los asuntos internos de China. Para Pekín, en efecto, es una interferencia que el Sumo Pontífice designe a los obispos. Según el Vaticano, en cambio, es el gobierno chino quien interfiere en los asuntos de la Iglesia al ordenar “ilegalmente” obispos sin la autorización del Papa,
como sucedió en tres oportunidades el año último. “La Santa Sede desearía ser completamente libre en el nombramiento de obispos”, indicó el Papa en su carta a los católicos chinos –estimados en entre 8 y 12 millones de fieles–, en la que auspició que se pudiera llegar a un acuerdo con las autoridades en cuanto a las designaciones episcopales. Si bien en su carta no tocó expresamente el tema, el Vaticano recordó en una nota que, “si se alcanza un acuerdo con el gobierno chino, el traslado de la nunciatura [embajada] de la Santa Sede de Taipei a Pekín podría producirse en cualquier momento”. Más allá del tono conciliador que utilizó el Papa en su misiva, prudente y eminentemente pastoral, en algunos pasajes fue claro, directo y duro. “En su país, por desgracia, no está todavía permitido vivir y expresar en plenitud y de manera visible ciertos aspectos de la pertenencia a la Iglesia y a su comunión jerárquica con el Papa, al ser normalmente impedidos los contactos libres con la Santa Sede y con las comunidades católicas de otros países”, destacó. “Es cierto que en los últimos años la Iglesia goza, respecto del pasado, de una mayor libertad religiosa, pero no se puede negar que permanecen graves limitaciones que afectan al corazón de la fe y que, en cierta medida,
sofocan la actividad pastoral”, agregó, y recordó en otros pasajes las “persecuciones”, “circunstancias difíciles” y sufrimientos padecidos por la comunidad católica china. Criticó, además, pero sin nombrarla expresamente, a la Asociación Patriótica, al denunciar “la pretensión de ciertos organismos creados por el Estado y extraños a la estructura de la Iglesia de ponerse por encima de los obispos”. En otro pasaje seguramente tranquilizador para las autoridades chinas –que no olvidan que fue Juan Pablo II quien derrotó el comunismo en casi todo el mundo–, Benedicto XVI subrayó que la comunidad católica no tiene ninguna intención de meterse en política: “La Iglesia católica que está en China no tiene la misión de cambiar la estructura o la administración del Estado, sino de anunciar a Cristo”, aseguró. Pese a esto, la primera reacción oficial a la carta del Pontífice no fue muy alentadora. “[China] espera que el Vaticano adopte una actitud realista y no ponga nuevos obstáculos”, indicó un comunicado de la cancillería china, que recordó las dos condiciones para la normalización de las relaciones: ruptura de lazos diplomáticos entre el Vaticano y Taiwan, que China considera una provincia, y “no intervenir en nombre del catolicismo en los asuntos internos de China”.
nes”, indicó. El mayor Chris Belcher, un vocero de la coalición, dijo que los disparos se realizaron contra posiciones identificadas y acusó a los rebeldes de ocultarse entre los civiles. Por otra parte, el presidente de Paquistán, Pervez Musharraf, fue alertado este mes sobre que militantes islámicos y talibanes estaban ganando terreno rápidamente en áreas tribales y que a menos que hubiera una acción rápida y decisiva todo el resto del país podía caer en sus manos. La advertencia estaba contenida en un documento del Ministerio del Interior.
La última reunión de ambos mandatarios tuvo lugar a principios del mes pasado, durante la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), celebrada en Heilgendamm, Alemania. En esa oportunidad, Putin, que se ha mostrado muy crítico con el sistema de defensa antimisiles que Washington planea instalar en la República Checa y en Polonia, le ofreció a Bush, como alternativa, la instalación de un escudo defensivo conjunto en Azerbaiján, que proteja a ambos países y a Europa. En un primer momento, Estados Unidos definió la oferta como “interesante”, pero luego el secretario de Defensa, Robert Gates, indicó que las instalaciones de Azerbaiján no sustituirían a las previstas en Europa de Este. Lo cierto es que la relación cercana que ambos líderes mantenían cuando Bush asumió el poder, en 2001, se ha ido deteriorando con el correr de los años y en los últimos meses alcanzó su punto más bajo tras una escalada verbal sin precedente desde el fin de la Guerra Fría. A principios de mayo, en la Plaza Roja, Putin sugirió que las políticas estadounidenses se parecían cada vez más a las del Tercer Reich de Adolfo Hitler. Y un mes después, en Praga, Bush atacó la situación de la democracia en la Rusia de Putin: “Reformas que prometían dar poder a los ciudadanos fueron desviadas, con grandes implicancias para el desarrollo democrático”, dijo.
Agencias AP, AFP y EFE
Agencias AP, EFE, AFP y DPA
Un bombardeo habría dejado decenas de víctimas civiles
Afganistán: polémico ataque de EE.UU. KANDAHAR, Afganistán.– Ataques aéreos de la coalición encabezada por Estados Unidos hicieron blanco en varias casas en el sur de Afganistán, y mataron a insurgentes y civiles, en una acción militar que reavivó la polémica sobre la labor de la fuerza internacional en ese país. La muerte de civiles en ataques de las fuerzas de la coalición y de la OTAN ha enfurecido a los afganos y ha llevado al presidente Hamid Karzai a condenar públicamente a las fuerzas extranjeras por falta de cuidado. Sin embargo, ayer no había acuerdo sobre qué cantidad de víctimas mortales se habían registrado. Funcionarios
del gobierno local dijeron que 60 civiles y 35 insurgentes habían muerto. La OTAN se negó a revelar su estimado de bajas, pero un funcionario militar occidental dijo que sólo ocho civiles habían muerto. No fue posible verificar independientemente las cifras. La coalición reconoció que algunos civiles habían muerto durante los combates en el distrito de Gereshk, en la provincia de Helmand, ayer, cuando milicianos se refugiaron en viviendas, algo que ocurre reiteradamente en Afganistán y que ha llevado a la muerte de centenares de civiles afganos este año. La batalla comenzó cuando guerrilleros talibanes atacaron un
convoy militar conjunto afgano-norteamericano, antes de huir a una aldea cercana para esconderse. La coalición respondió con bombardeos contra los guerrilleros en la población de Hyderabad, manifestó Dur Ali Sha, alcalde del distrito de Gereshk. Sha expresó que entre 30 y 35 personas murieron o resultaron heridas, pero no pudo especificar la cantidad exacta. Los pobladores del área reportaron mucho más de 30 víctimas, pero esas estadísticas no fueron corroboradas por las autoridades. Seis casas resultaron destruidas durante el enfrentamiento, dijo Sha. “Por ahora no conocemos la cantidad de víctimas entre los taliba-
AFP
Bush, Barbara y Bush padre, ayer