Llamado a la acción
Luchar contra el surgimiento y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos: Un taller para fortalecer el compromiso religioso 12 al 15 de diciembre de 2016 Llamado a la acción Entre el 12 y el 15 de diciembre de 2016, se convocó en Roma a los representantes de organizaciones de inspiración católica y otras organizaciones confesionales (FBO, por sus siglas en inglés) para que pusieran en marcha un llamado a la acción con miras a fortalecer la capacidad de las organizaciones confesionales para reducir el surgimiento y la propagación de las enfermedades resistentes a los fármacos y abordar los efectos sanitarios, sociales y de desarrollo de dichas enfermedades. Entre los participantes se encontraban personas con conocimientos especializados en medicina, educación, comunicaciones y logística, que abordaron retos realistas y actuales a los que se enfrentan los sectores de todo el mundo a la hora de abordar la resistencia a los antimicrobianos (RAM). El taller sirvió como punto de partida para organizaciones de inspiración católica y como modelo para otras FBO con miras a abordar esta importante amenaza al bienestar del individuo y de la comunidad. El Departamento de Estado de los EE. UU., Caritas Internationalis y el Centro Berkley para la Religión, la Paz y los Asuntos Internacionales (Berkley Center for Religion, Peace, and World Affairs) de la Universidad de Georgetown organizaron el taller que contó con el apoyo de la Fundación GHR. El embajador de los Estados Unidos de América ante la Santa Sede, su Excelencia el Sr. Kenneth Hackett y el secretario del Pontificio Consejo para los Trabajadores de Asistencia Sanitaria, Monseñor Jean-Marie Mupendawatu, así como el Sr. Stefano Nobile de Caritas Internationalis y la Sra. Amy Lillis en nombre del representante especial del Departamento de Estado de los EE. UU. para Religión y Asuntos Internacionales hicieron las declaraciones inaugurales. El surgimiento y la propagación de las enfermedades resistentes a los fármacos se han identificado como una amenaza global para el desarrollo humano1. Las infecciones de enfermedades resistentes a los fármacos pueden hacer que estas sean de más larga duración, más complicadas, requieran más visitas al médico, se necesiten utilizar medicamentos más fuertes y costosos y que haya más muertes. Si no se afronta el incesante surgimiento y propagación de las enfermedades resistentes a los fármacos, se pone en peligro la medicina moderna y la consecución de los Objetivos del desarrollo sostenible de 2030, tales
1 Plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos: http://www.wpro.who.int/entity/drug_resistance/resources/ global_action_plan_eng.pdf; y la Reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resistencia a los antimicrobianos de 2016: http://www.un.org/pga/71/wp-content/uploads/sites/40/2016/09/Draft-AMR-Declaration.pdf.
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como la erradicación de la pobreza, del hambre, la garantía a una vida saludable y la atenuación de las desigualdades y la injusticia. La RAM es la facultad adquirida de los microorganismos de sobrevivir ante los fármacos utilizados para tratar las infecciones que ellos mismos provocan. El avance de esta resistencia es un fenómeno natural, pero también viene impulsado por las fallas del sistema de salud. Utilizar medicamentos en infecciones evitables, utilizarlos cuando no hace falta, no tomar el ciclo completo y tomar medicamentos de mala calidad fomentan el avance de la resistencia. El avance y la propagación de enfermedades resistentes a los fármacos exigen abordar necesidades fundamentales en el ecosistema de la salud, entre ellas: •
mejorar el acceso a la calidad y a la continuidad de la asistencia sanitaria;
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potenciar la educación, capacitación, confianza y el entendimiento entre la sociedad, los educadores y los profesionales de la salud;
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priorizar el bien común en el tratamiento y la educación de la salud;
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promover normas y directrices mejoradas relacionadas con el acceso a medicamentos de calidad.
Las organizaciones confesionales están bien posicionadas para fomentar el apoyo permanente de alto nivel, poner en marcha acciones tanto en la comunidad como a nivel individual y promover prácticas médicas y sociales para luchar contra el surgimiento y la propagación de la RAM. La Iglesia católica es el mayor proveedor no gubernamental del mundo de servicios educativos y médicos ya que alcanza y ayuda a personas, sea cual sea la fe que profesen, donde los servicios gubernamentales puede que no lo hagan. La iglesia también sirve de plataforma para fomentar la salud con un alcance amplio, incluso a través de sus instituciones de asistencia sanitaria, como por ejemplo mediante la administración de dispensarios locales y la capacitación de trabajadores sanitarios a todo nivel. Por consiguiente, las comunidades confesionales, tanto a nivel institucional como a nivel local están en condiciones de promover muchas iniciativas eficaces y sostenibles para afrontar el problema. Durante la Reunión de alto nivel sobre la resistencia a los antimicrobianos, el 21 de septiembre de 2016, y en el transcurso de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de Su Santidad el papa Francisco, compartió la profunda preocupación de la Santa Sede respecto a la prevalencia y el efecto de la RAM en todo el mundo. El Cardenal señaló que la Iglesia católica está comprometida con el patrocinio de decenas de miles de centros de asistencia sanitaria e instituciones de educación médica superior en muchas partes del mundo y es por ello que se encuentra profunda y ampliamente involucrada en la provisión de asistencia sanitaria y en la educación sanitaria preventiva. El Cardenal observó que hay causas relacionadas entre sí en este complejo reto a la salud pública. Señaló varias causas de la rápida propagación de la RAM, entre ellas la utilización inadecuada de los medicamentos antimicrobianos en humanos y animales, así como en los sectores alimenticio, agrícola y acuicultor; la falta de acceso a los servicios de asistencia sanitaria, incluidas las pruebas diagnósticas y de laboratorio; y la contaminación de los suelos, el agua y los cultivos con residuos antimicrobianos. En este contexto, el papa Francisco ha advertido que “el grado de la intervención humana, a menudo al servicio de los intereses empresariales y del consumismo, en efecto está haciendo que nuestra tierra
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sea menos rica y hermosa, cada vez más escasa y gris, incluso cuando los avances tecnológicos y los bienes de consumo siguen proliferándose sin límites”2. El Papa exigió medidas de salud pública, investigación médica y avances de metodología diagnóstica que faciliten la elaboración de soluciones justas y accesibles para esta amenaza a la salud pública, y así prestar “un auténtico servicio... Preocuparnos por nuestro hogar habitual y el desarrollo total de las personas, en particular los más necesitados”3. En otra ocasión, el papa Francisco resumió el enfoque y los objetivos pragmáticos de la valiosa doctrina social y moral de la Iglesia católica de la siguiente manera: La pobreza, el hambre, las enfermedades y la opresión no son inevitables; no pueden ser situaciones permanentes. Cuando confiamos en el poder del Evangelio, podemos ofrecer aportaciones verdaderas para que las cosas cambien o al menos hacer que mejoren. Podemos defender la dignidad de todos los que esperan una prueba de nuestro amor...4 El Dr. Hajime Inoue, representante especial para la RAM en la Oficina de la directora general de la OMS, ratificó que las FOB son entes comunitarios fundamentales imprescindibles para alcanzar las metas con el fin de dar respuestas eficaces e integrales a la RAM. La colaboración intergubernamental y gubernamental con las FOB es fundamental para crear la capacidad en el ámbito local y mundial que limite el surgimiento y la propagación de la RAM a través de: •
impulsar un cambio de comportamiento necesario,
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fortalecer la concienciación y la actuación en la prevención y el control de la infección y
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promover la gestión adecuada de los antimicrobianos.
Tras reflexionar sobre sus propias experiencias, los participantes en el taller ofrecieron las siguientes recomendaciones para contribuir más eficazmente a estos objetivos. Medidas en la comunidad y el entorno confesional: Es preciso insistir en la importancia de que las comunidades participen con miras a lograr un cambio de comportamiento inmediato y sostenible. El que la comunidad participe y se haga cargo es fundamental para disminuir el surgimiento y la propagación de la RAM. 1. Incrementar la concienciación y la educación sobre los métodos para prevenir y controlar las infecciones. 2. Crear conocimiento del impacto que conlleva la mala utilización y la automedicación de antimicrobianos para los individuos y la comunidad. 3. Generar confianza en la comunidad para incrementar la vigilancia y mejorar la prevención y el control de la infección, en particular la confianza en las vacunas.
Papa Francisco, Laudato Si, 34. Papa Francisco, Discurso durante la visita a la Oficina de la Naciones Unidas en Nairobi, Kenia, 26 de noviembre de 2015. 4 Papa Francisco, Discurso a los Miembros del Consejo de Representantes y Personal de Caritas Internationalis, 17 de noviembre de 2016, Ciudad del Vaticano, http://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2016/november/documents/ papa-francesco_20161117_caritas-internationalis.html. 2 3
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4. Facilitar el acceso confiable y sostenible al uso del agua, del saneamiento y la higiene. 5. Identificar y movilizar la financiación sostenible y flexible. Medidas en el entorno clínico: 1. Incrementar la cantidad y la seguridad de la fuerza laboral; mejorar la capacitación de la fuerza laboral, incluso en lo que respecta al control y la prevención de las infecciones y la utilización y gestión de los medicamentos antimicrobianos. 2. Mejorar la producción, adquisición y cadena de suministro para garantizar la disponibilidad, asequibilidad y la calidad de los recursos para el control y la prevención de infecciones (inter alia, equipo de protección personal adecuado). 3. Crear métodos de colaboración para garantizar el acceso fiable al agua, al saneamiento y la higiene. 4. Reforzar los programas de vacunación a través de mecanismos mejorados de producción, acceso, disponibilidad y entrega. 5. Mejorar la producción, adquisición y cadena de suministro para garantizar la sostenibilidad, la disponibilidad, la asequibilidad y la calidad de las herramientas de diagnóstico. 6. Identificar financiación sostenible y flexible para garantizar el acceso ininterrumpido a los suministros y la capacitación. 7. Mejorar la producción, cadena de suministro, adquisición y la supervisión para garantizar la sostenibilidad, el acceso y la adecuada disponibilidad, asequibilidad y calidad de los medicamentos. 8. Mejorar la capacidad de recopilar, vigilar, evaluar y atender infecciones adquiridas en centros de salud. Incluir la colaboración con los ministerios de Salud, la OMS, la FAO y otras organizaciones estatales, locales e internacionales en lo que respecta a la capacitación en materia de recolección y presentación de datos sobre índices de infección, posiblemente a través de instalaciones de vigilancia. 9. Mejorar la vigilancia de la incidencia y prevalencia de la RAM. Recomendaciones para mejorar la capacidad de FBO para limitar el surgimiento y la propagación de la RAM: Aplicación 1. Fortalecer la aplicación y supervisión de los requerimientos para la prevención y el control de la infección en instalaciones sanitarias. 2. Trabajar con organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales y organizaciones sanitarias para evaluar la calidad de los productos fabricados localmente y el potencial de fabricación local de otros materiales necesarios para la prevención y el control de la infección. 3. Desarrollar y fortalecer plataformas en todas las FBO y las ONG para compartir recursos entre los diversos proveedores en un país o región e impedir la interrupción del suministro. 4. Desarrollar y fortalecer la producción farmacéutica de las FBO y las redes de las cadenas de suministro para el acceso adecuado, asequible, seguro y confiable a medicamentos de calidad.
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5. Desarrollar un sistema de responsabilidad y de equilibrio de poderes en las FBO locales para incrementar el acceso a los mecanismos de adquisición internacionales y gubernamentales. 6. Introducir programas de asociaciones y hermanamientos con instalaciones de asistencia sanitaria para incrementar la capacidad, principalmente en instalaciones en diversos países. 7. Formar grupos de apoyo de comunidades claves afectadas para aquellos que viven con enfermedades resistentes a los fármacos. Educación y concienciación 1. Incorporar la prevención y el control de la infección y la educación sobre la gestión de antimicrobianos en los programas de salud vigentes de las FBO (inter alia, VIH, tuberculosis, paludismo y salud materno-infantil), programas educativos y programas de actividades de divulgación a la comunidad. 2. Capacitar a los proveedores farmacéuticos y los profesionales sanitarios, al gobierno local y a los educadores para facilitar la prevención y el control eficaces de la infección y la utilización adecuada de los antimicrobianos. Considerar elaborar, fortalecer o mejorar la aplicación de módulos de capacitación, según proceda, y utilizar la información vigente y las herramientas educativas. 3. Facilitar mensajería impulsada por la comunidad local para fomentar la responsabilidad y garantizar que la mensajería sea eficaz y adecuada para el entorno local. Las oportunidades para fomentar concienciación y medidas para limitar el surgimiento y la propagación de las enfermedades resistentes a los fármacos comprenden: a. movilizar a “campeones” tales como los sobrevivientes de la RAM, los líderes de opinión y, según corresponda, a famosos, músicos y artistas; b. aprovechar oportunidades existentes de eventos de la OMS como el Día Mundial del Lavado de Manos en octubre y la Semana mundial de concienciación sobre el uso de antibióticos en noviembre. 4. Trabajar con curanderos. 5. Recomendar la elaboración de cartas y mensajes pastorales que resalten el reto local y mundial de la RAM y detectar la amenaza para la salud de la comunidad de la fabricación de productos falsificados. Cooperación y promoción 1. Involucrar de manera activa a los líderes confesionales, las organizaciones gubernamentales e intergubernamentales y a las comunidades para tomar medidas con el fin de disminuir el surgimiento y la propagación de la RAM. 2. Involucrar de manera activa a las agencias gubernamentales e intergubernamentales en la elaboración e implementación de planes de acción nacionales sobre la RAM, tales como la elaboración, el fortalecimiento, la promulgación y el cumplimiento de políticas, leyes y normas necesarios. 3. Elaborar, incrementar e integrar redes locales, nacionales y regionales de FOB que permitan que la capacidad local aborde el tema de la RAM en entornos clínicos, comunitarios y educativos, entre otros.
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4. Identificar de manera activa oportunidades para cooperar con otras FBO, con el gobierno, el sector privado, ONG internacionales y la sociedad civil para elaborar enfoques y soluciones que apoyen a todos los necesitados, incluso los más vulnerables. 5. Crear plataformas ecuménicas e interreligiosas para compartir los problemas habituales y las mejores prácticas para una comunicación, educación y capacitación eficaces sobre la RAM. 6. Involucrar de manera activa a las organizaciones intergubernamentales y a los gobiernos en la elaboración, implementación y cumplimiento de las políticas, normas, y medidas legales que promuevan la producción y distribución de medicamentos de calidad. 7. Identificar y movilizar la financiación sostenible y flexible. Propuesta sobre el camino a seguir: Al cierre del taller, los participantes identificaron recomendaciones que las FBO podrían poner en práctica de manera independiente, a saber: 1. cooperar con las Asociaciones Sanitarias Católicas, órdenes religiosas de hermanas, hermanos y sacerdotes y otras redes para organizar un evento paralelo liderado por FBO sobre la RAM en la próxima convocatoria de la Asamblea Mundial de la Salud de 2017; 2. compartir el documento sobre necesidades y recomendaciones con todas sus organizaciones y redes religiosas, sanitarias y educativas y actuar de forma adecuada para llevar a cabo las medidas; 3. cooperar con plataformas vigentes, tales como “MedBox” del Medical Mission Institute y la caja de herramientas (toolbox) EPN/ReACT, para compartir herramientas educativas, recursos para cambio de comportamiento e información relacionada con limitar el surgimiento y propagación de la RAM; 4. realizar consultas regionales; 5. involucrar a la sede central y local de la OMS y a otras organizaciones internacionales. Los participantes del taller pidieron a los convocantes (Universidad de Georgetown, Caritas Internationalis y Fundación GHR) que sugiriesen un plan de acción quinquenal preliminar con pasos, funciones y responsabilidades concretos impulsado por las medidas recomendadas y delineadas anteriormente.
“Debemos ser más creativos para responder a los retos de la salud en todo el mundo. Es importante planificar con antelación. Las organizaciones confesionales están presentes en el terreno, en especial en zonas rurales, y pueden aportar mucho. Es necesario aprender a ser más responsables y más eficaces con miras a proveer continuidad en los servicios de salud. No podemos excluir ni criticar y debemos ayudar.” — Arzobispo Silvano Tomasi
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