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Dios dio la ley, y también otorgó el amor libertador de Cristo. La verdad, que es la verdad de ... Sin estas fronteras, no existiría la verdad. Sin la existencia de la ...
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CONSTRUYENDO RELACIONES BÍBLICAS PARA EL HOGAR CRISTIANO AUTORIDAD Un diccionario define la palabra autoridad como “el poder o el derecho de dar órdenes, de imponer su cumplimiento, de tomar la iniciativa y actuar, o de tomar decisiones determinantes.” La autoridad de Dios se manifiesta en las pautas/parámetros que se hallan en su Palabra. Dios dio la ley, y también otorgó el amor libertador de Cristo. La verdad, que es la verdad de Dios, y que se basa en la santidad de Dios, envuelve al creyente cristiano y su familia. La verdad de Dios no nos atrapa; más bien nos libera. Sin embargo, por su misma naturaleza, la verdad sí establece límites. La verdad implica lindes que se pueden describir como cercos/vallas. Sin estas fronteras, no existiría la verdad. Sin la existencia de la verdad, imperaría el alboroto/desmadre y todo valdría.23 La autoridad le da al individuo que la ostenta el derecho de hacer respetar los límites que se han establecido y a determinar las consecuencias que se impondrán por transgredir dichos límites.

Reglas sin relación personal pueden conducir a la rebelión.24 I.

Autoridad de parte de Dios A. El modelo de Dios de la autoridad se manifiesta en la Deidad 1. Jesucristo es la Cabeza sobre todo gobierno y autoridad en los cielos y en la tierra. Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra [Mateo 28:18]. Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El, y habéis sido hechos completos en El, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad [Colosenses 2:9-10]. 2. Jesucristo demostró su poder y autoridad al morir en la cruz y al resucitar de los muertos. Por eso el Padre me ama, porque doy mi vida, para tomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para

darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre [Juan 10:17-18]. 3. Dios Padre tiene autoridad sobre Dios Hijo. Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. [1 Corintios 11:3]. 4. Dios Padre es la cabeza en la Deidad. Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre [Marcos 13:32]. 5. Dios Hijo recibe su autoridad de Dios Padre. Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre [Juan 10:18]. 6. Dios Hijo obedece a Dios Padre. Jesús dijo: Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó. Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada [Juan 8:28-29]. 7. El Hijo glorifica al Padre y el Padre glorifica al Hijo, no obstante el orden de autoridad. Por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú Le has dado. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te glorifiqué en al tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera [Juan 17:2-5]. 8. Dios el Espíritu Santo le sirve a Dios el Padre. Por consiguiente, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espíritu Santo [1 Tesalonicenses 4:8]. 9. Jesucristo vino a servir y a ser el sacrificio. Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos. Porque ni aun el Hijo del Hombre vino

para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos [Marcos 10:43-45]. 10. Hay un solo Dios. Yo y el Padre somos uno [Juan 10:30]. Véase también Efesios 4:6; 1 Timoteo 2:5. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo [Mateo 28:19].

El modelo de autoridad establecido por Dios está en la Deidad y en la relación de Cristo y la iglesia II.

Autoridad hacia Dios Dios es la autoridad suprema y final en los cielos y la tierra. Debemos reconocer la soberanía de Dios in nuestras palabras, pensamientos y acciones. A. Motivos para reconocer, y someterse a, la autoridad de Dios 1. El reconocer, y someterse a, la autoridad de Dios -a. es serle obediente a Dios y traerle gloria. b. nos pone en condiciones para ser fortalecidos por Dios (2 Corintios 12:10). c. provee un ejemplo piadoso para otros. d. nos aporta la divina protección. e. por lo que es él, y por lo que él ha hecho, es una expresión de adoración.

El reconocer, y someterse a, la autoridad de Dios por lo que es él, y por lo que él ha hecho, es una expresión de adoración. B. Modos de reconocer, y someterse a, la autoridad de Dios 1. Podemos reconocer, y someternos a, la autoridad de Dios mediante -a. el estudio de la palabra de Dios. b. la oración.

c. el darle gloria a Dios por la salvación, el crecimiento espiritual, los logros, las posesiones materiales, etc. d. la sabiduría de buscar las soluciones en el Salvador y no en el yo. e. la obediencia a él. f. g.

III.

Autoridad hacia nuestro/a cónyuge

Dios ha diseñado la relación entre un marido y su esposa para guardar cierta similitud a la relación dentro de la Deidad y especialmente entre Cristo y la Iglesia. La fortaleza de un matrimonio depende en que los que lo integran sigan el modelo de liderazgo dentro y fuera del hogar. Ejemplo: El Dr. Howard Hendricks dice, “Hay demasiados esposos andando por ahí diciéndole a la gente, ‘Yo soy la cabeza de mi hogar’; y demasiadas esposas replicando por ahí, ‘Pues será él la cabeza, pero soy yo el cuello que mueve la cabeza’”.25

La fortaleza de un matrimonio depende en seguir el diseño de liderazgo dentro y fuera del hogar. A. Principios bíblicos sobre la dirección/jefatura en el hogar 1. El marido es el líder-siervo del hogar. Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios [1 Corintios 11:3]. 2. El marido ha de estar siempre dispuesto para sufrir y sacrificarse por su mujer. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella [Efesios 5:25]. 3. El marido ha de darle honor a su esposa. Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas [1 Pedro 3:7].

El marido piadoso no se enseñorea: más bien guía; no es egoísta: más bien sirve y se sacrifica. 4. La esposa se somete a, o cede al, liderazgo de su marido. A la mujer dijo: En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti [Génesis 3:16]. Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. Yo no permito que la mujer esneñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada [1 Timoteo 2:11-12]. 5. Los maridos han de estar sujetos a sus esposas y las esposas han de estar sujetas a sus propios maridos. La sujeción mutua no significa que el esposo renuncia a su papel de liderazgo. Sometiéndoos unos a otros en le temor de Cristo [Efesios 5:21]. 6. El marido y su esposa son uno. Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne [Efesios 5:31].

La sumisión de una mujer a su propio marido no es un acto de debilidad ni de inferioridad; es un acto de obediencia a Dios. B. Motivos para seguir el diseño/dechado de Dios de autoridad en nuestros matrimonios 1. Seguir el diseño/dechado de Dios de autoridad en nuestros matrimonios -a. b. c. d. e.

es serle obediente a Dios y traerle gloria. fortalece el matrimonio. establece un ejemplo a seguir de piedad a nuestros hijos y a los demás. provee un muro de protección alrededor de nuestras esposas e hijos.

C. Modos de seguir el diseño/dechado de Dios de autoridad en nuestros matrimonios

1. Los maridos pueden seguir el diseño de Dios de autoridad en su hogar sirviendo y honrando a sus mujeres. Ejemplo: Abrirle las puertas para tu esposa. Enseñándoles a los hijos varones a abrir las puertas delante de su madre. Alabando a tu esposa en público (Proverbios 31:28-29). 2. Los maridos pueden seguir el diseño de Dios de autoridad en su hogar dirigiendo el tiempo/culto devocional familiar. Dirigir no significa dominar; más bien significa guiar/facilitar. Ejemplo: Tiempos devocionales familiares, oración, servicio a Dios, cánticos 3. Los maridos y sus esposas pueden seguir el diseño de Dios de autoridad en su hogar poniéndose de acuerdo en sus decisiones. El marido y su mujer han de esperar y considerar una decisión con mucha oración y cuidado, si aún no pueden llegar a un acuerdo. Sólo en contadas ocasiones ha de tomar el marido la final determinación en los casos cuando no concuerdan ambos en su opinión. Ejemplo: Atención a la víctima en un accidente 4. Las esposas pueden seguir el diseño de Dios de autoridad en su hogar obedeciendo y apoyando a su marido, salvo si la decisión de éste está en directa violación de la palabra de Dios. Ejemplo: Decirles a los hijos que han de obedecer a su padre. No encabeces ni instigues un “golpe de estado” familiar. Utiliza la frase, “Pregúntale/pídele a tu padre”. 5. Ejemplo:

IV.

Autoridad sobre nuestros hijos

Dios les ha concedido a los padres el ejercicio de la autoridad sobre sus hijos y no a los hijos sobre sus padres. El empleo bíblico de la autoridad paternal se manifiesta mediante la expresión de la aceptación, el aprecio, el afecto, la accesibilidad/disponibilidad, además de la instrucción, la dirección y la disciplina. El autor Dick Day propone que hay cuatro estilos de crianza que se utilizan. El estilo autocrático comunica: “Tú lo harás de mi manera, ¡o ya verás!” El estilo permisivo comunica: “Puedes hacer lo que te viene en gana.” El estilo negligente comunica: “A

mí no me importa lo que hagas tú.” El estilo relacional comunica: “Te escucho, me importas, quiero entenderte pero esta vez lo hacemos de esta manera porque . . .”26 A. Cuatro estilos de crianza que se observan entre la mayoría de los hogares 1. Autocrático: control fuerte pero poco apoyo

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2. Permisivo: apoyo fuerte pero poco control

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3. Negligente/indiferente: Poco o nada de control, poco o nada de apoyo

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4. Relacional (con autoridad bíblica): equilibrio correcto entre el control y el apoyo

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Nota: “Los cuatro estilos de crianza” han sido tomados del libro, How To Be A Hero To Your Kids [Cómo ser un héroe para tus hijos] por Josh McDowell y Dick Day (Dallas: Word Publishing, 1991), pág. 190.

B. Directrices bíblicas para padres e hijos 1. Los hijos han de obedecer, honrar y respetar a sus padres. Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE (que es el primer mandamiento con promesa) [Efesios 6:1-2].

Cada uno de vosotros ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardarás mis días de reposo; yo soy el SEÑOR vuestro Dios [Levítico 19:3]. 2. Los hijos han de escuchar y obedecer las instrucciones y enseñanzas de sus padres. Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y prestad atención para que ganéis entendimiento [Proverbios 4:1]. Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre [Proverbios 6:20]. 3. Los padres han de disciplinar e instruir a sus hijos, constantemente utilizando la palabra de Dios por guía. Vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor [Efesios 6:4]. 4. La vara es una forma de disciplina que los padres han de utilizar con sus hijos. No escatimes la disciplina del niño; aunque lo castigues con vara, no morirá [Proverbios 23:13]. La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a su madre [Proverbios 29:15]. Véase también Proverbios 13:24; 22:15; 23:14. 5. Los padres han de usar la palabra de Dios como manual para la crianza de sus hijos, y no las opiniones de hombres. Vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor [Efesios 6:4]. 6. También los padres han de someterse a sus hijos en el sentido de permitir a los hijos mantener a los padres bajo la responsabilidad de rendir cuentas por sus pecados, errores e inconsecuencias. Sometiéndoos unos a otros en le temor de Cristo [Efesios 5:21].

C. Motivos para seguir el diseño/modelo de Dios en el ejercicio de la autoridad en la relación padre e hijo

1. Seguir el diseño/modelo de Dios en el ejercicio de la autoridad en la relación padre e hijo -a. b. c. d. e. f. g.

es serle obediente a Dios y traerle gloria. prepara para que los padres reciban la debida honra. prolonga la vida de los hijos. plantea un buen testimonio ante creyentes e inconversos.

D. Modos de seguir el diseño/modelo de Dios en el ejercicio de la autoridad en la relación padre e hijo 1. Podemos seguir el diseño/modelo de Dios en el ejercicio de la autoridad en la relación padre e hijo al -a. buscar a Dios para recibir su dirección mediante la lectura de la Biblia, la oración, la petición de sabiduría, el consejo de otros creyentes maduros, etc. b. consultar con tu cónyuge sobre el proceso de la toma de decisiones. ¡Manteneros de acuerdo! c. permitir que los hijos tengan la libertad de señalar alguna falta cometida por sus padres. d. e. f. g.

Reglas sin relación personal pueden conducir a la rebelión.27 V.

Autoridad entre creyentes A. Principios y mandamientos bíblicos sobre el ejercicio de la autoridad entre creyentes 1. Los ancianos han de pastorear y de proteger al cuerpo de Cristo (Hechos 20:17-35). 2. Los ancianos han de mostrarse ejemplos ante el cuerpo de Cristo. El anciano no podrá probarse ejemplo si no se involucra con la congregación. Cuanto más se involucra, tanto más prueba ser ejemplo.

3. Los creyentes han de obedecer y de someterse a los ancianos. Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño [1 Pedro 5:1-3]. Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta [Hebreos 13:17]. 4. La palabra de Dios es la norma para lo que hemos de obedecer y lo que no hemos de hacer. Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres [Hechos 5:29]. 5. Hay un mutuo ejercicio de autoridad y de autoresponsabilidad entre creyentes al tratar con el pecado y la disciplina, y con el apoyo y la animación de creyentes en su andar cristiano. Sometiéndoos unos a otros en el temor de Cristo [Efesios 5:21]. 6. Los ancianos han de dirigir sin señorear, comprobando así ser ejemplos al cuerpo de Cristo, la iglesia. Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño [1 Pedro 5:1-3]. 7. Los empleados han de honrar y obedecer a sus jefes/patrones. Todos los que están bajo yugo como esclavos, consideren a sus propios amos como dignos de todo honor, para que el nombre de Dios y nuestra doctrina no sean blasfemados [1 Timoteo 6:1]. Siervos, obedeced en todo a vuestros señores en la tierra, no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, temiendo al Señor [Colosenses 3:22]. Véase también Colosenses 4:1.

B. Motivos para seguir el diseño/modelo divino del ejercicio de la autoridad entre creyentes 1. Seguir el diseño/modelo divino del ejercicio de la autoridad entre creyentes -a. es serle obediente a Dios y traerle gloria. b. nos protege del pecado. c. provee un ejemplo piadoso para los demás. d. e. C. Modos de seguir el diseño/modelo divino del ejercicio de la autoridad entre creyentes 1. Podemos seguir el diseño/modelo divino del ejercicio de la autoridad entre creyentes -a. no abandonando la iglesia donde asistimos sólo porque estamos en descuerdo con algunas de las decisiones de los dirigentes. b. no chismorreando acerca de las acciones o las decisiones de los líderes de la iglesia. c. orando con y por los líderes de nuestra iglesia local. d. e.

Nuestra reacción como padres ante la autoridad afectará directamente cómo responderán nuestros hijos ante la autoridad de otros. VI.

Autoridad hacia inconversos

A. Principios y mandamientos bíblicos aplicables al creyente en su relación con inconversos que ejercen la autoridad sobre él/ella 1. Los creyentes han de obedecer al gobierno. Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación [Romanos 13:1-2]. 2. Toda autoridad sobre la tierra ha sido dada y establecida por Dios.

Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas [Romanos 13:1]. 3. La palabra de Dios es la norma para lo que hemos de obedecer y lo que no hemos de hacer. Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres [Hechos 5:29]. B. Motivos para obedecer y honrar a inconversos que ostentan la autoridad, dada por Dios, sobre nosotros. 1. Obedecer y honrar a inconversos que ostentan la autoridad, dada por Dios, sobre nosotros -a. es serle obediente a Dios y traerle gloria. b. provee un ejemplo piadoso para otros. c. hace callar la ignorancia de hombres insensatos. d. e. C. Modos de obedecer y honrar a inconversos que ostentan la autoridad, dada por Dios, sobre nosotros. 1. Podemos obedecer y honrar a inconversos que ostentan la autoridad, dada por Dios, sobre nosotros -a. conduciendo/manejando nuestro vehículo dentro de los límites de velocidad. b. pagando nuestros impuestos. c. exhibiendo respeto hacia los dirigentes de nuestro país. Ejemplos: El Presidente, los policías, los maestros, el director del colegio, etc. d. No profiriendo insultos a nuestros dirigentes ni tratándoles de forma denigrante, aun cuando sean desobedientes a la palabra de Dios. Más bien dirige los comentarios directamente al acto de desobediencia ante Dios en cuestión. e. f.

“El que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto;

y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación” (Romanos 13:2).

23

McDowell y Day, pág. 195.

24

McDowell y Day, pág. 28.

25

Dr. Howard Hendricks, Profesor en el Dallas Theological Seminary; Clase de Seminario, The Christian Home [El hogar cristiano], 1984. 26

McDowell y Day, pág. 188.

27

McDowell y Day, pág. 28.

Usado con permiso