Chacarita, el barrio que late con ritmo propio

8 feb. 2014 - Chacarita, el barrio que late con ritmo propio. Página 10. Página 7. Página 5. Palpa, casi en el cruce con Charlone, fue el punto que eligió ...
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sábado 8 de febrero de 2014

sábado Edición de hoy a cargo de Javier Navia y Violeta Gorodischer | www.lanacion.com/sociedad

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las consolas que ayudan a tratar probleMas neurológicos

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signos vitales lAS CIfrAS qUE noS tomAn El pUlSo

Los estereotipos de belleza de los argentinos Aspectos considerados socialmente más atractivos en mujeres y varones

MUJERES

VARONES

Pelo largo

Pelo corto 91,2%

89,9% Ojos claros

Nariz mediana 84,8%

83,5%

Edad entre 15 y 30 años 73,6%

Ausencia de barba

Pelo rubio

Ojos claros

67,5% Cuerpo delgado 52,8%

76,9%

76% Edad entre 26 y 40 años 71,4%

Fuente: Universidad Siglo 21 / LA NACION

Estudios culturales

¿Volveremos a disfrutar una película de Woody Allen? El mural de la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, en La Nube, sobre Jorge Newbery, ya es un ícono de la zona

ignacio coló

Hernán Iglesias Illa

Estilo de vida

PARA LA NACiON

Chacarita, el barrio que late con ritmo propio Sin perder su esencia, pero apostando a las últimas tendencias gastronómicas, inmobiliarias y de diseño, cambia de cara y recibe a nuevos vecinos Rodolfo Reich PARA LA NACiON

Palpa, casi en el cruce con Charlone, fue el punto que eligió Florencia, una fotógrafa de 36 años, para mudarse con sus hijos. No sólo porque le quedaba cerca La Escuelita, un jardín y primaria con orientación en arte, sino porque le gustaban esas callecitas a medio camino entre el barrio tradicional y las apuestas trendy. Compras orgánicas en El Galpón de Federico Lacroze, desayunos en Le Blé de Vera y Dorrego, y cenas en el restaurante Masamadre, de Olleros al 3800, son algunas de las delicias que encontró en la zona. “Me gustó por su espíritu y por sus precios más accesibles. Buscaba algo menos saturado que Palermo. Acá hay

muchos locales naturistas, no se ve tanto espacio de diseño, está perfecto sin ser pretencioso”, afirma Florencia. Como ella, muchos empiezan a mirar con cariño este barrio de casas bajas y arquitectura ecléctica, cabecera del ferrocarril y poseedor del cementerio más grande de la Argentina que, desde hace un tiempo, está cambiando su fisonomía y recibiendo a nuevos vecinos. “La población fue cambiando en la última década. Hoy es un mix: están quienes viven acá desde siempre, pero también se mudó mucha gente joven con hijos, de clase media profesional, que llega y recicla departamentos”, explica Gustavo Wald, un diseñador gráfico de 45 años que vive en el Barrio Parque Los Andes. Ubicado entre las calles Guzmán, Concepción

El polémico caso inquieta a fanáticos del director, que no saben si deberían cambiar de opinión sobre su obra

Arenal, Rodney y Leiva, Los Andes es un conjunto de edificios que conforman una vivienda colectiva, construida en 1928, detrás del parque que le da su nombre. Un paraíso perdido: una manzana que reúne largos edificios de tres pisos, con espacios comunes al aire libre, cancha de fútbol comunitaria, plazas internas, callecitas y fuentes. A fines del año último se presentó por primera vez en América latina el 48 hs Open House Buenos Aires, una experiencia nacida en Londres que se expandió a una veintena de ciudades en el mundo. La propuesta invitó a conocer algunos edificios y casas emblemáticas de la ciudad desde adentro. Y entre las paradas más concurridas por la gente apareció precisamente este barrio casi secreto. Continúa en la página 2

NUEVA YORK.– Columnistas, aficionados al cine y curiosos de todo tipo se convirtieron en la última semana en inesperados detectives. Y la pregunta que los desveló flota, todavía, en el aire: ¿qué paso aquella tarde de verano en 1992 entre Woody Allen y su hija adoptiva Dylan? Se analizó el plano de la casa en Connecticut, ese ático como un ropero, y se volvió a discutir si a aquel fiscal de pueblo no le gustaban demasiado las cámaras. Y se armó otra vez el rompeca-

experiencias

bezas con las declaraciones de las niñeras sobre el minuto-a-minuto de ese día: cuánto tiempo había tenido Woody Allen para hacer lo que Dylan, en una volcánica carta publicado el domingo pasado en The New York Times, dijo que había hecho. Muy poco tiempo, dicen los defensores del director. Más que suficiente, protestan sus críticos. La investigación ocurrió a la vista del público, en internet, mientras buena parte del país se preparaba para ver, en el Super Bowl, la paliza de Seattle contra Denver. Continúa en la página 4

mesa para dos

Un homenaje a los legendarios autos de carreras

Página 7

Gastronomía

Ir al restaurante, pero con vino propio

Página 5

Lele Cristóbal. “En mi cocina, ni roquefort ni mondongo” Página 10