Espectáculos
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Jueves 11 de junio de 2009
MUSICA Claudia Puyó en vivo
Canciones para rockear y recordar Acompañada por su banda, la cantante presentará esta noche las canciones de su último álbum, El ángel Claudia Puyó ve en dos partes su último disco, El ángel, que presenta esta noche en La Trastienda. “Como un vinilo, con lado a y lado b; el candombe [por el tema 7, «Candombe del te quiero»] es el que divide.” “Pienso como alguien de mi generación”, dice y cree sintetizar. Pero Puyó es sobre todo una rocker. Así, sin la carga de ponerle género al adjetivo que impone el castellano y que el inglés, tan en sincro con el rock, gambetea. Y no es sólo cuestión de convicción musical. Es que Puyó (La Puyó, como la conocen muchos de sus seguidores y, sobre todo, los músicos que la convocan para que aporte su inconfundible voz) cuenta chistes rockeros, cortos y al pie –que qué hace una cantante cuando se despierta después de tocar; que cómo se reconoce a un
manager; qué cual es el infierno de los guitarristas, con citas, claro, a Pappo, Vaughan y Hendrix–; recuerda la fascinación total ante una tapa de Led Zeppelin que traía un truco que tardó en descubrir, y tararea a los Divididos (“no bailo no, y que ni se te ocurra un canapé”, de “Dame un limón”) para contar sus inicios de buena rockera cuando su hermana, un par de años mayor, la llevaba a los bailes de carnaval. Claro, la Puyó ya entonces sólo tenía oídos y alma para la música, para escuchar la música. Y así, cuenta, mientras la mayor bailaba la música disco en el club del barrio del Oeste, ella escuchaba a Aquelarre y Pescado Rabioso y se enamoraba del rock y poco después, antes de los 15 años, ya tenía su banda, Ana Gris. Está contenta por este show, por-
que hace rato que no toca con tanta banda. Sus shows, muchas veces, son de ella y su Ovation, y algún que otro teclado acompañando. Estas semanas previas, no sólo ha ensayado, sino que ha andado en busca de las alas, las negras y las blancas, que usó para las fotos del disco. Para las canciones de ángeles. “Hay muchas canciones para gente que se fue. Y canciones de gente que se fue”, dice quien, como tantos rockers, tiene muchos muerPARA AGENDAR
Claudia Puyó, la cantante presenta su disco El ángel. La Trastienda, Balcarce 460. Hoy, a las 21. Entradas desde 25 pesos.
tos queridos. Hay un tema de Violeta Parra (“Maldigo del alto cielo”), uno de Pappo, claro (“Adónde está la libertad”), y uno del español Antonio Vega. “Pero él estaba vivo entonces cuando lo grabé. Lo amaba....”, dice, y la sombra del dolor cruza sus ojos. El rock la sacude, a la pena, y dice, volviendo al show, a los músicos que tocan en sus discos (Daniel Colombres, Jota Morelli, Alambre González, la gente de La Chilinga Bloque Sur) que lo que más le gusta en la vida es zapar. “Si me preguntás qué quiero hacer en la vida, te respondo zapar. Así conocí muchos músicos, buenos y generosos, que me han querido acompañar.” Esta noche, además, festeja. 50 años. Y no tiene problema en decirlo.
Adriana Franco
ANDREA KNIGHT
(Acordes)
(Allegro)
Por Pablo Kohan
Contraofertas, contraórdenes y contradanzas
La guardia irreverente “Todo lo que representaba el tango tenía que guardarse debajo de la alfombra”, se dice en el documental Entrañas del asfalto, de Héctor Rivero, que gira alrededor de la obra del grupo de tango Betinotti Fernández. La agrupación que presenta su disco Matemos al televisor, el quinto de su historia, esta noche en el ND/ Ateneo, inspiró este retrato de la actualidad tanguera. Lo hace a través de las voces de historiadores, cronistas, otros autores contemporáneos y sociólogos, y también a través de sus can-
ciones, que resuenan como un soundtrack de un Buenos Aires que cambió a partir de la crisis de 2001. Como dicen sus colegas: “Estamos en la ciudad que cantan los Betinotti Fernández”. Las postales de Betinotti siguen hablando de esa ciudad urbana y alienada, la ciudad que gira al compás de Tinelli, la ciudad ventajera y la ciudad irónica que aparece en canciones como “Saqueadores”; o la que se burla de su identidad: “Somos como los de antes, los inmigrantes pero peor. Somos
medio fascistas, medio machista, mediocre soy”, cantan entre el tango y la chacarera. Su nueva producción, como la de sus trabajos anteriores, se inclina por ese tango social de observación punzante, irónica y crítica. Con espíritu irreverente Betinotti, autor de todas las letras, dispara sus polaroids: “Es rescatar esa cosa que tenía el tango, que descarnadamente te planteaba la realidad”. Voz de una nueva generación, que cuenta el revés de la historia oficial del tango.
PARA AGENDAR
Betinotti Fernández y los esquifuzos, el grupo presenta su disco Matemos al televisor. ND/Ateneo, Paraguay, 918. Hoy, a las 21. Desde: $ 15.
Itzhak Perlman y Gustavo Dudamel, talentosos de generaciones diferentes AP
N Dudamel y Perlman, juntos. CARA-
N Murió Eke Méndez. Amigos y fami-
CAS (EFE).– El violinista israelí Itzhak Perlman y el director venezolano Gustavo Dudamel ofrecieron dos conciertos en Caracas con el objetivo de conseguir fondos para instrumentos para músicos de escasos recursos del Sistema de Orquestas Juveniles. Considerado el mejor violinista del mundo, Perlman se puso a las órdenes del joven director, quien dirigió a la Sinfónica de la Juventud Venezolana en el Teatro Teresa Carreño. Fue la primera vez que ambos virtuosos trabajan juntos y lograron brillar con un repertorio compuesto por el Concierto para violín y orquesta en Re mayor de Beethoven, y el Concierto para violín y orquesta N° 5 en La mayor de Mozart. Perlman lleva media década llenando escenarios de todo el mundo tras su aparición en la televisión estadounidense a finales de los años 50.
liares informaron del fallecimiento del pianista argentino Eke Roberto Méndez ocurrida, a los 70 años de edad, el último mes en la ciudad de Berna (Suiza), donde estaba radicado desde 1973. Méndez participó de los primeros tiempos de la Camerata Bariloche, y en calidad de solista del ensamble, realizó giras durante los años setenta que lo llevaron a centros europeos de primer nivel. Los discófilos podrán seguirlo en sus valiosas grabaciones realizadas junto a artistas de prestigio como Sandor Vegh, Uto Ughi, Alberto Lysy, Ana y Nicolás Chumachenco, Maurice Gendron, Claude Stark, Peter-Lukas Graf, Barry Tuckwell, Thomas Füre y E.Wallfish, entre otros. En sus últimos años se dedicó a escribir una obra sobre la música de Johann Sebastian Bach con una visión innovadora sobre su interpretación.
¿De dónde viene el nombre minué? En algunas enciclopedias se dice que el minuet, o menuet, fue una danza cortesana francesa cuyo título provendría del itálico minueto, una miniatura musical cuya denominación sería una derivación del minutus latino. Otras teorías, más atenidas a fuentes y documentos, sostienen que menuet procedería de la palabra francesa menu, en el sentido de pequeño, por los breves pasos de la danza. O tal vez, del branle à mener, una danza del siglo XVII. Pues así como las exactitudes no existen en este caso, tampoco las podríamos hallar con respecto a la bourrée, a la gavotte, al passepied o a cualquiera de aquellas danzas que pululaban en los salones franceses y, luego, en las suites barrocas. Sin embargo, donde se acaban las dudas y aparecen los asombros y las sonrisas es con la contredanse, una de las más populares danzas francesas de los siglos XVII y XVIII. Y que, por lo demás, no nos es tan ajena ni lejana, ya que en la matriz de la habanera o tango americano original late esa contradanza, ya más española que francesa, que entre otras muchas mercaderías culturales llegó a bordo de los barcos que surcaban el Atlántico. A pura oposición, están las contramarchas, el contraespionaje, las contraórdenes, los contrapesos y las contraofertas. Pero ¿a quién se enfrenta la contradanza? Pues a nada ni a nadie. La cuestión es más simple. Aquellas antiguas y bellas country dances inglesas cruzaron el canal de la Mancha y los franceses no se entretuvieron en asignarles algún vocablo que aludiera al origen campesino de esas danzas e igualaron el sonido country dance a contredanse. Los españoles castellanizaron ese extraño vocablo y las contradanzas, inocentes de cualquier ánimo litigioso, fueron alegremente bailadas en la península y en el territorio americano.
Opinión Por Pola Suárez Urtubey
Gaspar cumple cien años, y cuesta creerlo… Una mujer, una mesa
La imagen de lo que se rompe Derivada, estreno de danza de esta noche “Derivada surge de la exploración en el espacio de imágenes y recuerdos de sucesos biográficos que marcaron cambios decisivos en mi cuerpo (...). Sumergirme en esos recuerdos me llevan a encontrar maneras nuevas de estar en el mundo.” Las palabras corresponden a la coreógrafa Marina Gubbay y se refieren a la obra de danza contemporánea que estrenará esta noche, a las 22, en El Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034. El solo, concebido desde la sensación que genera en el cuerpo aquello que se rompe, pone en escena a una intérprete (Vanina Goldstein) que se va transformando en relación con una mesa espejada, con un cajón que rechina, dispuesta en un espacio vacío.
Fue en una noche helada del 9 val, a la manera del Quasimodo de de enero de 1909, hace cien años, Victor Hugo. cuando llegó al mundo Gaspar Consta en la historia de las lede la nuit y se quedó prendido a tras francesas que en su miserable las siete octavas del piano para la lecho de moribundo del hospital eternidad. Es que Ravel parece ha- Necker, Aloysius Bertrand dejaber compuesto estas formidables ba un librito titulado Gaspard de piezas en un rapto genial de insla nuit. Casi setenta años después, piración, aunque esta expresión un día de 1908, el pianista Ricardo le hubiese caído rematadamente Viñes ponía un ejemplar en mamal. A quienes se le acercaban en nos de Ravel. Así habría de surbusca de consejos para la creación gir el famoso tríptico pianístico, musical les contestaba: trabajo, de estilo personal y deslumbrante trabajo y trabajo. De inspiración, maestría. Es que Ravel había desni hablar. Era un despreciable discubierto en la prosa inspiradora curso romántico. de Bertrand todo un De ahí la extrañeanticipo de literatuDe inspiraza ante Gaspar de la ra y estética modernuit, la tercera y úlnas, con su ausencia ción ni hablar; completa de sentitima de cuyas piezas traduce en su curso mentalismo, su viél aconsejaba brincador las piruesión impresionista y tas caprichosas del rápida de un univertrabajo, trabaenano Scarbo. Porso en movimiento, su que el culto por lo precisión para crear jo y trabajo un mundo imaginanocturno y fantasrio. Con “Ondina”, mal, lo diabólico y “Le Gibet” (El patíbulo) y “Scarmacabro, lo patológico y perverbo”, Ravel traza verdaderos aguaso, típico del romanticismo, parefuertes musicales. En la primera cía lo más alejado de la sensibilidad de un francés racionalista fluyen las ondinas a través de la hasta la médula que tanto coqueventana gótica azulada al claro de teó de antirromántico. luna. La segunda, encadenada a un ostinato de campanas, evoca, * * * a la luz roja del poniente, el macaSin embargo, el gusto por la litebro esqueleto de un horcado. La ratura negra de Alan Poe había última traduce en su curso brinprendido en el compositor. De ahí cador, las piruetas caprichosas su fascinación por la fauna diabódel enano Scarbo. Toda una fiesta lica de un francés contemporáneo para los oyentes y un desafío pade Poe, Aloysius Bertrand, reprera los intérpretes. Porque Scarbo sentante de la estética cargada de tiene exigencias técnicas endiapesadillas al estilo gótico mediebladas…