'bookcrossing': liberan libros para que otros los encuentren

22 nov. 2015 - Para Valeria Bono, miem- bro del grupo –con el que se ... a volver a leer”, dice. Valeria Bono ... El orfebre Juan. Carlos Pallarols exhibió el ...
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SOCIEDAD

compartir mas que el habito de lectura

Domingo 22 de noviembre de 2015 - Perfil

ilustracion: marta toledo

rosalia draletti

“Tenés en tus manos un regalo. Este libro es tuyo para hacer lo que quieras. Leelo, compartilo, conservalo, y que siga su camino”. Así reza un mensaje en la portada de un libro abandonado en plena calle. No se trata de un olvido: alguien lo liberó allí para que otra persona lo encuentre, lo lea, y a su vez vuelva a soltarlo en otro sitio. Se trata del bookcrossing, un movimiento para compartir literatura que comenzó en Estados Unidos, se volvió popular en Europa y hoy tiene en Argentina más de 3 mil participantes registrados. Para Valeria Bono, miembro del grupo –con el que se

“Es triste tener en casa una biblioteca repleta que no se va a volver a leer”, dice Valeria Bono

‘Bookcrossing’: liberan libros para que otros los encuentren en el pais ya tiene 3 mil seguidores

reúne todos los meses en cafés de Buenos Aires–, “los libros tienen que ser libres, encontrar su propio camino y nuevos lectores. Es triste tener en casa una biblioteca repleta que no se va a volver a leer”. Por eso, sigue al pie de la letra el manual de “beceros”, como se llaman a sí mismos los seguidores del movimiento: registra cada libro que llega a sus manos con un código en el sitio Bookcrossing.com, escribe un comentario y anuncia cuándo y dónde va a liberarlo nuevamente. “Podemos entregárselo a otra persona en una liberación controlada o ‘en la jungla’, es decir, en cualquier espacio público, como un banco de plaza, una cafetería o el colectivo”, indica. Encontrar un libro “en la jungla” es uno de los atractivos máximos para los beceros, aunque también uno de los más difíciles. “Las personas desconfían, y una vez que dejás un ejemplar suelto, el 90% de las veces le perdés el rastro. Es como tirar una

Se trata de un intercambio literario con desconocidos que salen “a la caza” de nuevos ejemplares en espacios públicos.

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‘en la jungla’.

Así le llaman cuando los libros se liberan en espacios públicos, como plazas o colectivos. La tumba de

Cortá

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Perfil - Domingo 22 de noviembre de 2015

compartir mas que el habito de lectura

cedoc perfil

Comunidad. En Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Tandil se organizan reuniones periódicas, en las que los beceros llevan libros para intercambiar. Se conocen por sus nombres de usuario y ya forman grupos, con edades desde los 25 hasta 70 años. También llevan celebrados cuatro encuentros nacionales, a los que llevan remeras que los identifican y donde hacen liberaciones masivas, que difunden el bookcrossing entre los curiosos. Según concluye Marcelo, becero de Rosario y el que más ejemplares liberó en el país, “esto es distinto a vender un libro usado. Lo liberamos para que haga vida propia, y queremos conocer la experiencia de sus nuevos lectores. El libro es como un ser viviente: hacer su seguimiento equivale a describir la historia n de una persona”. fotos: cedoc perfil

Aprender a soltar y dejar ir martin kohan*

Dar, donar, ceder, soltar. ¿Có- ahí, para que cualquiera pase mo será? ¿Qué se sentirá? y se los lleve (o me imagino Aquellos que, por costumbre siguiendo luego a ese alguien o por temperamento, tende- hasta saber adónde va, dónde mos a lo retentivo, debería- vive, a qué sitio se lleva mis mos apreciar a aquellos que, libros). por el contrario, son capaces Pero no son los libros, por de practicar la ofrenda. sí mismos, lo que preciso Están los dispendiosos de conservar conmigo: son las libros: los dehuellas de mis jan en lugares La lectura, que de lecturas, que en públicos, para ellos han queq ue o t r o s lo s por sí es individual, dado trazadas. encuentren, se ¿Cómo podría cobra de esta los lleven, los desprenderme forma un carácter de eso, que es lean, los aprovechen. La lecmi historia de comunitario tura, que de por lec tor, que es sí es individual, mi memoria de cobra de esta forma un carác- lo leído? Porque yo leo y al ter comunitario (pero no sólo instante me olvido; mis recomunitario, como lo sería en cuerdos son los subrayados, cualquier biblioteca pública, los forjo con mi lápiz negro, sino también de cofradía, in- los acomodo en los márgecluso de complotados). nes. Yo no ejerzo el atesoramiento Dichosos los que saben comde libros, como hacen los bi- partir. Los solitarios del libliófilos, los coleccionistas, bro, los ensimismados del los vanidosos de estante. Y leer, tomamos nota de estas sin embargo admito que, con iniciativas con sincera simlos libros, tengo un marca- patía, y también un poco indo reflejo prensil: los aferro trigados.  n a mí o me aferro a ellos. No  *Escritor. me imagino dejándolos por

Encuentros en el mundo r.d.

Con participantes en más de 130 países, uno de los atractivos del bookcrossing es conocer a otras personas con las mismas inquietudes. Por eso, Marilina Bilotta, de Buenos Aires, hizo coincidir su viaje a Irlanda en 2012 para asistir a un encuentro mundial de bookcrossing, con un “buffet” de libros libres y actividades para los miembros. En Europa, la actividad es más popular y hay registrados más de 70 mil usuarios en Alemania, 44 mil en España y 24 mil en Francia. Estados Unidos

lleva la delantera, con 350 mil. Incluso, en las calles de Berlín se ven cabinas telefónicas convertidas en bibliotecas, repletas de libros para que otros transeúntes adopten. Luego de cada encuentro, los beceros eligen el país destino para organizar su próxima reunión global. “En estos encuentros uno se siente acompañado en una lectura diferente. Es difícil hablar de un libro y que la otra persona lo haya leído. Acá podemos recibir distintas miradas”, subraya Daniel, becero de Buenos Aires. n fotos: juan obregon

El velero del hombre había aparecido el jueves, vacío.

embarcacion.

martin villafañe (42)

Apareció muerto el navegante perdido agencias dijeron fuentes judiciales a El cuerpo sin vida de Mar- la agencia DyN. Al cierre de tín Villafañe –el navegan- esta edición, se esperaban los te de 42 años que estaba resultados de la autopsia. d e s a p a r e c id o d e s d e e l Villafañe había partido a miércoles, cuando partió navegar cerca de las 11.30 a bordo de su velero Norte el miércoles, día de su cumII–, fue hallado ayer en el pleaños, desde el Club Puerto Río de la Plata, a la altu- Norte, y desde entonces no ra de Berazategui, según había regresado. El jueves, su informaron embarcación f uentes del a p a r e c ió a l a M i n i s t e r i o La Prefectura Naval deriva, a unos de Seg urirescató el cuerpo 600 metros de dad bonae la costa frente sin vida en el Río a Aeroparque, rense. El cuer po de la Plata, tras un c o n e l m o t o r de la víctima encend ido, la llamado al 911 fue rescatavela izada y sin do del ag ua tripulación. en un operativo conformaSeg ún contó su cuñado, do por policías y Prefectura Gustavo Coronel, tenía tres Naval luego de un llamado hijos, de 20, 8 y 5 años, y poal 911. El cuerpo de Villa- seía “vasta experiencia en nafañe tenía la misma ropa vegación”. “Siempre tomaba que el día de su desapari- todas las previsioness, salía ción, no presentaba signos con el salvavidas, el arnés y la de violencia y en el bolsillo soga de rescate. No sabemos del pantalón tenía su celu- lo que le pasó. Pudo haber halar y un artefacto similar a bido un exceso de confianza”, un control remoto, según manifestó. n

express news

botella al mar con un mensaje. A veces, después de tres o cuatro años te llega un mensaje anunciando que alguien lo tiene”, cuenta Mariana, de Córdoba. Y los viajes son momentos ideales para hacer sueltas de libros. Por eso, en París, sobre la tumba de Cortázar, decidió liberar uno de su autoría. “Lo cazó una persona de Colombia ese mismo día, lo registró y volvió a dejarlo en otro lado. Es genial ir siguiendo la historia de tu libro, ver todas las manos por las que pasó”, señala. Para cazar nuevos ejemplares, en la página web del movimiento hay una lista de países, y en rojo pueden verse las ciudades donde hay liberaciones. A veces los beceros emprenden una búsqueda del tesoro, para hallar ese ejemplar perdido. Los hay de cualquier género, en varios idiomas, clásicos, de culto y hasta infantiles. “Es una forma ideal de conocer nuevos autores”, dice Gabriel, de Buenos Aires. El astrólogo y el sultán, de Orhan Pamuk, encabeza el ranking de libros más viajeros del país, con 21 personas que escribieron en su “bitácora” online.

Bastón presidencial, listo.

Cortázar, en París, uno de los lugares elegidos por una seguidora del movimiento. También se hacen encuentros.

El orfebre Juan Carlos Pallarols exhibió el bastón que a partir del próximo 10 de diciembre usará el nuevo presidente. En este caso, utilizó madera de urunday, “que se encuentra en todo el norte del país, y es muy simple e indestructible”, dijo.