Azafatas canadienses con aires renovados

de clasicismo, guiños modernos, pero finalmente un estilo básico, práctico y sin excesos, en sinto- nía con una aerolínea que propo- ne no gastar de más.
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6 | TURISMO

| Domingo 23 De junio De 2013

Azafatas canadienses con aires renovados de moda. Rouge, la nueva división de Air Canada, despega en pocos días y marca tendencia con una tripulación de uniformes clásicos, pero también muy cool y a la vez básicos y prácticos Los nuevos uniformes de las azafatas de Rouge, la nueva división de la compañía Air Canada, ya dan que hablar. Es que si la moda es también otra forma de comunicación, el mensaje de los flamantes diseños es claro: toques de clasicismo, guiños modernos, pero finalmente un estilo básico, práctico y sin excesos, en sintonía con una aerolínea que propone no gastar de más. Air Canada Rouge es una nueva división de la aerolínea canadiense más concentrada en el mercado de los viajes netamente turísticos y menos dedicada al pasajero business. Cuenta inicialmente con una flota de dos Boeing 767300ER que conectarán Toronto y Montreal con Cuba, República Dominicana, Costa Rica, Jamaica, Venecia, Edimburgo y Atenas. Su primer vuelo despegará el 1° de julio. “En lo que se refiere a costos, cuidamos cada dólar que gastamos. Todo lo que se ve en estos uniformes está más bien por debajo de los costos promedio de la industria. Es todo muy ajustado, con muchos menos elementos de los que se suelen ver en los equipos de las tripulaciones”, explicó Renee Smith-Valade, vocero de la

Colección: los colores de la temporada.

Bienvenida interactiva en el puerto de Colonia uruguay. BIT, el centro de interpretación y turismo, combina tecnología y una inmersión audiovisual con información útil para el visitante

Daniela Dini LA NACIoN

A simple vista, el BIT es nuevo y moderno. Tiene menos de dos años y es, desde ese entonces, una manera interesante y amena de recibir al visitante cuando llega del barco o baja del colectivo: el Centro de Bienvenida, Interpretación y Turismo (BIT) está pegadito

al puerto y a 200 metros de la Terminal de Ómnibus de Colonia. Financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo con el apoyo de la intendencia local, tiene una estructura imponente, supermoderna, accesible y tecnológica. El servicio trasciende la información turística de Colonia e invita también a conocer todo el departamento y el país: hay material

informativo y folletería de todo Uruguay, mapas ruteros, ofertas de circuitos y recorridos especiales como la Ruta del Queso, por ejemplo. La buena disposición de los empleados también suma a entusiasmarse con trascender el casco histórico de Colonia y seguir descubriendo el país charrúa. El gran destacado del BIT es la sala audiovisual de inmersión. Es, literalmente, sentirse inmerso en una película: en un espacio de 180 metros cuadrados, alargado y totalmente despojado, durante diez minutos se puede experimentar un increíble juego de luces, sonidos e imágenes que se van proyectando en el techo y las paredes, y transmiten la esencia de Uruguay, sus lugares, su historia y cada

compañía durante el desfile de presentación de la colección en una prestigiosa zapatería del Distillery District, en Toronto. La innovación no se restringe a estas cuestiones de diseño. Antes del despegue de Rouge, sus tripulantes fueron entrenados en el Instituto Disney, de Florida, para perfeccionar la atención al cliente con un acento en el ambiente vacacional y familiar, materia en la que las huestes del ratón Mickey son expertas casi insuperables. En los últimos tiempos, aerolíneas de todo el mundo parecen poner más y más cuidado en los uniformes de sus tripulaciones, recurriendo en muchos casos a diseñadores de renombre. El italiano Gianfranco Ferré se ocupó de los modelitos de Korean Air. Christian Lacroix hizo lo propio para Air France. Richard Tyler ideó una colección para Delta y Julien MacDonald le cambió el look a British Airways. En nuestro país, Pablo Ramírez visitó a unos cinco mil empleados de Aerolíneas Argentinas y Austral, con una colección que a su tiempo se presentó con un desfile en el predio de Tecnópolis, conducido por Teté Coustarot.ß

atractivo. Fuera del recurso gastado del documental turístico, la proyección trabaja desde lo sensitivo: no hay locuciones, sino estímulos que disparan sensaciones. La tecnología sigue presente en las pantallas táctiles que invitan a interactuar y profundizan sobre la historia local, la cultura, el deporte, los personajes históricos. También es interesante y divertida la interpretación de los hitos históricos de Colonia, a través del mural caricaturesco del artista Luis Tunda Prada. El complemento en servicios es una tienda de artesanías, el gran espacio destinado a exposiciones artísticas temporarias, un restaurante y también los lockers para dejar el equipaje y seguir recorriendo la ciudad.ß

La estación fue construida en 1909 por picapedreros

Para los nostálgicos, volverá el tren a Puerto Deseado santa cruz. Será un servicio turístico con viejos vagones restaurados por estudiantes universitarios Por la antigua estación de Puerto Deseado en Santa Cruz hace más de 35 años que el Ferrocarril Patagónico no pasa. Quedaron las antiguas vías de trocha ancha y la estación, construida en 1909, una de las más lindas de la Patagonia, con un frente revestido con rocas canteadas por picapedreros yugoslavos. Desde hace diez años es un museo con recuerdos de época atendido por antiguos ferroviarios. Pero le faltaba un tren que le diese vida y pronto llegará. Será un tren turístico, como muchos que hay en el país y el resto del mundo, y que seguramente traerá más turistas a la zona. Pero con una gran diferencia. Llegará de la mano de un grupo de estudiantes universitarios de carreras de la UCA, pertenecientes al Programa de Investigación Geográfico Político Patagónico, que de manera solidaria están embarcados en este gran proyecto de donarle algo a la comunidad de este puerto patagónico. Se llamará El Tren Deseado y empezará a correr en menos de un año. “Queríamos que se preserve la estación y el tren va a ayudar a eso”, cuenta Juan Pagliaricci, estudiante de 5° año de Ingeniería y coordinador del proyecto. “Recibimos en comodato de Ferrobaires dos antiguos vagones postales y una locomotora eléctrica que vamos a restaurar en unos talleres ferroviarios en Avellaneda”, explica Alex Vallega, docente de la Universidad. Son dos vagones Carlitos, como se los llamaba, de 1930, más chicos que

los de pasajeros, que por ahora son chatarra, pero quedarán como nuevos. Pintados en naranja viejo, uno será coche comedor con capacidad para 14 pasajeros y el otro, sin mesas podrá recibir a 26, todo con el trabajo de 20 estudiantes de Ingeniería, que se sumaron al proyecto. “Tenían que ser vagones chicos, porque las vías son antiguas y no resisten mucho peso”, explica el futuro ingeniero. Por eso será un recorrido muy corto, de entre 8 y 10 kilómetros, y funcionará a muy baja velocidad. El recorrido tendrá seis paradas y podrá visitarse atractivos de la zona, como un puesto de estancia y un antiguo cementerio. Por ahora están en la etapa de recaudación de fondos y de material rodante en desuso. De manera simbólica venden bonos de ayuda de 50 y 100 pesos, que son pasajes que se podrán utilizar para pasear en el tren una vez que empiece a rodar (www. eltrendeseado.com). La relación con los ferroviarios de Puerto Deseado viene de hace tiempo. Los estudiantes también les enseñaron a fabricar cerveza artesanal, que se llama La Cueva y se puede tomar en la confitería de la estación-museo. También los capacitarán y desarrollarán un plan turístico en conjunto con la municipalidad local. Juan Pagliaricci resume el espíritu de esta cruzada: “No son ganas de hacer un tren por ser inquietos, sino hacer algo por nuestro país y la sociedad”. ß