Adiós a la princesa que quería reír

29 sept. 2010 - que este clásico de la comedia musical italiana volverá en diciembre, pero en el escenario del Trona- dor, en Mar del Plata. Sus productores ...
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Espectáculos

Página 2/LA NACION

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Miércoles 29 de septiembre de 2010

TELEVISION/TEATRO Murió Romina Yan: la actriz tenía 36 años

Jugate conmigo (1991)

Chiquititas (1995)

Chiquititas: Rincón de luz (2001)

Abre tus ojos (2003)

Amor mío (2005)

Bella y bestia (2007)

Yan debutó en la TV con la primera producción de Cris Morena para Telefé

Era la directora del hogar en el que vivían las huerfanitas: la convirtió en estrella

El éxito de la tira hizo que llegara al cine, con Facundo Arana como su galán

Su primera novela para adultos, junto a Iván Espeche

Su primera colaboración con Damián de Santo, la reveló como gran comediante

Otra vez con De Santo, una sitcom donde interpretaba a una madre de tres hijos

Adiós a la princesa que quería reír Un hada sobre el escenario

Continuación de la Pág. 1, Col. 3 en búsqueda de explicaciones para la tragedia menos esperada. Tal vez por propia voluntad, Yan no tenía en los últimos tiempos la enorme exposición y la popularidad que había alcanzado en los años 90, pero gozaba del afecto intacto del público. Por eso, el impacto de la noticia resulta tan fuerte que tardará mucho tiempo en disiparse. Sobre todo porque las estrellas siempre estuvieron junto a Yan. Era una suerte de heredera de una de las dinastías más exitosas del espectáculo argentino, personificada en sus padres: Gustavo Yankelevich y Cristina de Giacomi (para todos, Cris Morena). Junto a ellos nació a la fama a través de Chiquititas, trampolín de una precoz popularidad local e internacional. Y desde allí siempre estuvieron cerca de esa hija que se identificaba a pleno con la vocación artística familiar, pero que no dudó en compartir proyectos junto a ellos (de hecho, se preparaba para volver junto a su madre en Casi ángeles) con iniciativas de vuelo propio que este sorpresivo adiós impidió concretar. “En lo personal, estoy donde quiero estar. En lo laboral, me hubiera gustado hacer otras cosas. Pero sé que todavía tengo mucho por recorrer. De acá a unos años voy a poder mostrar un montón de otras facetas mías”, confesó hace un tiempo. Ese camino trunco sólo quedó reflejado con un significativo papel en su último trabajo en el cine, Horizontal/Vertical, en el que exponía su cuerpo y sufría una violación, instancias inimaginables en una figura que había crecido tan identificada con la platea infantil gracias a Chiquititas y a su tarea de animadora (junto a Omar Calicchio) para la señal Playhouse Disney. Allí lucía los rasgos más visibles de su personalidad artística: la sonrisa generosa, los ojos límpidos, el rostro limpio y casi ingenuo, una expresión pura y amistosa. Sabía encarnar a la perfección el hálito emotivo de las historias creadas por su madre, pero sus mejores dotes pasaban por la comedia. De hecho, su mejor aporte a la pantalla chica fue en ese terreno, con Amor mío, cumbre de una brillante pareja artística conformada junto a Damián de Santo que no pudo prolongarse en Bella y Bestia, pese a que este último programa la mostraba más cerca de su vida real, porque allí encarnaba a la madre de tres hijos. No tuvo tanta suerte como figura central de telenovela. En Provócame y Abre tus ojos contó con el sólido respaldo de la productora de su padre, RGB, pero esos intentos (sobre todo

(Bambalinas)

lugar a ritmos cardíacos anormales. “Existen arritmias que se instalan en un corazón completamente sano, inesperadamente”, dijo Giniger. Sin embargo, los especialistas consultados destacaron el dato de que la actriz había reconocido haber padecido trastornos de la alimentación. “Hay drogas que usan las personas para bajar de peso que pueden producir alteraciones del ritmo cardíaco –agregó Giniger–. Por otro lado, también hay arritmias que, en personas predipuestas, pueden desencadenarse ante la práctica de actividad física.” Otras posibles causas que se barajaron sería la rotura de un aneurisma, que es una malformación de un vaso sanguíneo, o la presencia de algún otro tipo de malformación vascular cardíaca congénita que no fue detectada.

“Yo te aseguro que no te vas a arrepentir, ella es talentosísima.” Esa es la frase con la que Anita Tomaselli –jefa de prensa de Cris Morena y de Gustavo Yankelevich, pero amiga íntima de esa familia– intentó convencer a este cronista para que vaya a ver una de las primeras versiones teatrales de Chiquititas. Y cuando hablaba de talento se refería a Romina Yan, a quien conoció de nena y quien, por ese entonces, pujaba por un bajo perfil, a pesar de ser hija de dos pesos pesados. Cualquier escepticismo se esfumaba al verla sobre el megaescenario del Gran Rex, ocupada en su espectáculo, en su rol, desde lo meramente artístico y sin soberbia, generosa hasta con el último bailarín. La estrella era el show, el título, había que hacer brillar esa marca y allí es donde ella imponía su profesionalismo. Sobre el escenario uno la descubría con gracia natural, pero con un talento logrado a fuerza de preparación. Estaba claro, Romina tenía ganado su lugar. Aunque hubiera contado con la ventaja de que sus padres fueran productores y aunque los libros de Chiquititas pudieran exasperar. Muchas temporadas, giras y un código que había adquirido a través de la gimnasia de las funciones. El de la comedia musical. Pero no lo hacía “de taquito”. Romina ponía el foco en la interpretación y en un encanto natural que poseía con los chicos. Era un hada que los envolvía para hacerlos jugar con la fantasía a través del lenguaje musical. La actriz que derrumbó el prejuicio terminó de asomar en la sitcom Amor mío, en la que demostró que era una comediante digna de un texto brillante, sin pausa, con un partenaire ideal en Damián De Santo. Este año se atrevió a un texto teatral dramático con un personaje secundario, en Algo en común, la obra de Harvey Fierstein. Se tomó pausas para estar más cerca de sus hijos, pero era sabido que amaba el escenario tanto o más que la cámara. Nos quedamos imaginándola en un rol brillante de comedia musical, esa que no pudo ser, pero que se merecía.

Sebastián A. Ríos

Pablo Gorlero

Junto a Damián de Santo encontró su mejor identidad: la de dúctil comediante ARCHIVO/MAXIE AMENA

@FlorBertotti FLORENCIA BERTOTTI ACTRIZ

“Mis condolencias a Cris Morena por la muerte de su hermosa hija Romina Yan descanse en paz, ahora Romina se ha convertido en un angelito. Y para vos Cris: Sabés que te quiero muchísimo, y que podes contar conmigo para todo. Te amo y te agradezco todo lo que has hecho por mi”.

@hernancaire HERNAN CAIRE CONDUCTOR

“Sigo sin entender estas cosas inexplicables de la vida, y no encuentro razón alguna. Romina Yan, que Dios te acompañe allá en el cielo...”

el primero, un ambicioso triángulo compartido con Araceli González y Chayanne) no encontraron la misma repercusión. La vida real de Yan fue una prolongación natural de la identidad artística con la que nació y creció al punto de reconocer que “ni siquiera insistía para que me dejaran ir a los boliches” siendo adolescente. Prefería quedarse en su casa en compañía de sus padres y prepararse, como algo casi inexorable, para un debut televisivo que llegó a los 15, y en Jugate conmigo, un enorme éxito gestado por su madre, punto de partida de un camino que conoció otras etapas televisivas y teatrales. Se casó con el productor Darío Giordano, unión de la cual nacieron Franco, Valentín y Azul, a quienes se consagró al punto de dejar en segundo plano durante algún tiempo una carrera que, en su momento, llegó a exigirle más de un desequilibrio corporal. Sorteó aquel episodio con un cuidado mayor de su cuerpo, el equilibrio familiar y un espíritu más desinhibido. Prometía desde allí empezar una nueva etapa, interrumpida ayer por un final todavía inexplicable.

Una muerte que todavía no termina de explicarse La súbita muerte de Romina Yan, a los 36 años, planteó un interrogante sobre sus posibles causas que ayer expertos en cardiología trataban de resolver. Tras desvanecerse aparentemente después de realizar actividad física, habría llegado al Hospital Central de San Isidro con un paro cardiorrespiratorio que no pudo ser revertido. “A esa edad, la causa más probable de descompensación y paro cardíaco en una mujer es una arritmia”, dijo el doctor Alberto Giniger, jefe de Electrofisiología y Arritmia del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, al ser consultado por LA NACION. “Si no hay ningún antecedente tóxico identificable, lo más probable es que sea una arritmia”, coincidió el doctor Enrique Gurfinkel, jefe de la Unidad Coronaria de la Fundación Favaloro. Las arritmias son alteraciones eléctricas del músculo cardíaco que dan

Por Pablo Gorlero

Gasalla y las 500. Salvo Brujas, son pocos los éxitos teatrales de la magnitud que tiene Más respeto que soy tu madre. Antonio Gasalla quiso celebrar las 500 funciones de la comedia que protagoniza con una gran fiesta, en la mansión de un lujoso hotel. El productor Nacho Laviaguerre agasajó al elenco y al equipo técnico con invitados especiales y actuaciones varias. El anfitrión, lógicamente, fue Gasalla, y la invitada de honor, Susana Giménez. En el final de la fiesta cantó a dúo con Palito Ortega, Estela Raval y Lalo Fransen, con Angel Mahler al piano, “La sonrisa de mamá”, leitmotiv de la obra, además de algunos clásicos de la Raval y el Club del Clan. Hubo más actuaciones: Martín Bossi hizo un show de imitaciones y el gran Jorge Luz interpretó un cuadro de la revista española La corte de Faraón. También estuvieron China Zorrilla, Soledad Silveyra, Gabriela Toscano y María Martha Serra Lima, entre muchos otros. Se viene la lluvia. El diluvio que viene es una de las comedias musicales más exitosas de la Argentina. De los autores italianos Iaia Fiastri, Pietro Garinei y Sandro Giovannini, se estrenó en 1979 y estuvo en cartel hasta 1982, aunque luego siguió una gira que duró varios años, para reestrenarse en 1986 nuevamente en Buenos

Aires. Su protagonista fue José Angel Trelles, secundado por Vicky Buchino, con Graciela Pal, Valeria Vanini, Charly Diez Gómez y Jacques Arndt. Pero por su elenco pasaron artistas completísimos como Rodolfo Valss, Laura Rivó, Oscar López Penza, Sandra Guida, Tony Lestingi y, en otra versión, Juan Darthés, Inés Estévez, María José Demare, Diego Jaraz y Daniela Fernández, entre otros. ¿Por qué este preámbulo? PorCREDITO que este clásico de la comedia musical italiana volverá en diciembre, pero en el escenario del Tronador, en Mar del Plata. Sus productores son Lalo Fransen, Gasalla, Susana Giménez, Palito Ortega y Estela Raval cantan “La sonrisa de mamá” el Chino Carreras y Juan Durán, quien a su vez interpretará el persona- ron las audiciones para elegir feliz pero tengo marido, de je protagónico: el cura Silves- al resto del elenco, aunque ya Viviana Gómez Thorpe, en tre. Durán –actual pareja de se barajan algunos nombres, el Polyrorum Siqueiros de la Laura Fidalgo– trabajó en la como Magalí Sánchez Allecapital de ese país, ahora proúltima versión de El diluvio..., no y Julia Calvo, aunque sin tagonizado por la actriz local en gira, reemplazando a Juan confirmación. La dirección y Laura Zapata. Linda ya hizo tres temporadas en México Darthés, y ahí se enamoró de la coreografía estarían a carla obra, hasta adquirir sus go de Rubén Cuello, mientras con este unipersonal en el derechos. Aunque los últimos que la dirección musical será Teatro México, pero esta vez prefirió no radicarse tanto tiempos se haya dedicado ma- de Martín Bianchedi. yormente a la producción, Dutiempo allá y delegó su querirán trabajó en comedias musi- Unipersonal de diez años. Lindo personaje en otra actriz. Es cales como Calígula, George da Peretz está en México uluna coproducción con Rubén Sand y Mágico Burdel, de Pepe timando para la semana que Lara, quien tiene decenas de Linda Peretz, en México Cibrián Campoy. Hoy comenza- viene el estreno de No seré puestas en cartel en su país. CREDITO

Juan Durán será Silvestre

Norma Aleandro, en Teatrísimo CREDITO

CREDITO

Linda volverá apenas concluya el ensayo general porque aquí comienza la gira nacional de No seré feliz... para celebrar sus diez temporadas. Arrancará en el Roma, de Avellaneda, el jueves 7; en el Coliseo Podestá de La Plata, al día siguiente, e inaugurará la sala de Don Torcuato el sábado 9.

una gran estrella del teatro y su mundo íntimo de amores, rencores y desencuentros en derredor a su voluble modo de ser. Norma Aleandro encarnará a la caprichosa diva, y estará secundada por Pablo Echarri, Julieta Díaz, Aldo Barbero, Lydia Lamaison y Mariano Martínez. Será el lunes próximo, a las 20.30, en el Regina, y este año el ciclo será en memoria de Tina Helba e Inda Ledesma. Habrá más semimontados cada lunes. Entre ellos, Pedir demasiado, de Griselda Gambaro, dirigido por Constanza Maral, con Arnaldo André y María Onetto, y Las d’enfrente, de Federico Mertens, dirigida por Santiago Doria, con China Zorrilla.

Teatrísimo con una perla. Fernando Masllorens y Federico González del Pino cedieron los derechos de La opinión de Amy (Amy’s View), la genial obra de David Hare, para que Jorge Azurmendi la dirija en versión semimontada en el ciclo Teatrísimo 2010, a total beneficio de la Casa del Teatro. El argumento gira en torno a