POLITICA

Martes 3 de febrero de 2009

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LA CRISIS DEL CAMPO Y PROTESTA DE RURALISTAS EN SANTA FE

Violento ataque contra Agustín Rossi Productores agropecuarios le arrojaron huevos y estiércol, e intentaron golpear al presidente del bloque kirchnerista de diputados JOSE BORDON PARA LA NACION SANTA FE.– Un grupo de productores agropecuarios santafecinos atacó ayer con huevazos y estiércol al presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria (FPV), Agustín Rossi, en Laguna Paiva, ciudad de 20.000 habitantes ubicada 45 km al norte de esta capital, en plena zona sojera de la provincia. Huevos, tomates, yerba y hasta estiércol fueron arrojados sobre la humanidad del legislador y su automóvil, cuando se disponía a abandonar la intendencia de esa ciudad, a la que había concurrido para entregar un subsidio de 76.000 pesos para la construcción de un centro de salud. Estaba acompañado por su hermano y también diputado nacional, Alejandro Rossi, y por el vicepresidente del PJ provincial, Jorge Fernández. La agresión de la que fueron víctimas los hermanos Rossi fue repudiada por todo el arco político opositor (como se informa por separado), y mereció llamadas de solidaridad de la presidenta Cristina Kirchner, el vicepresidente Julio Cobos y varios ministros del gobierno nacional. Esta no es la primera vez que un referente oficialista de primera línea es atacado en público. El 12 de mayo de 2007 la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, fue agredida en Río Gallegos por un grupo de vecinos furiosos porque Daniel Varizat, connotado funcionario del poder kirchnerista local, había atropellado a varias personas durante una manifestación. Antes, cuando su marido era candidato presiden-


 

   



 











 

   







  

La tensión que se incuba todos los días FELIX SAMMARTINO LA NACION

Protesta organizada “Está claro que sólo les interesaba agredir. Ninguna situación justifica una reacción de estas características”, dijo el legislador, quien negó que el incidente hubiera tenido vinculación política con la interna del PJ santafecino. Los agresores también atacaron al hermano del legislador. Primero estrellaron huevos y estiércol contra su automóvil, acción que repitieron después con Alejandro Rossi, cuando el legislador nacional se dirigió caminando al rodado. Si bien soportó estoicamente el ataque, cuando se retiraba en su automóvil el legislador dedicó un gesto obsceno (exhibió enhiesto el dedo medio de su mano izquierda cerrada) a los manifestantes. El incidente se registró a pesar de que el jefe de la policía local, Juan Carlos Gutiérrez, dispuso un operativo para brindar seguridad a los legisladores. No se registraron detenciones. La protesta comenzó a organizarse muy temprano. El principal reproche al legislador y a su hermano fue la posición de ambos en favor de las retenciones móviles. Según comentarios de los presentes, los productores provenían de las localidades de Emilia y Llambí Campbell. Hugo Cometto, uno de los productores que participaron del escrache, justificó la acción. “Rossi no aporta nada al pueblo que lo votó por estar bajo la chequera de los K. Esto es para demostrar que el pueblo no olvida”, concluyó.

“Estaba preparado; fueron a agredirme” A Agustín Rossi no le queda ninguna duda. “Estaba preparado; fueron a agredirme”, dijo el jefe de la bancada kirchnerista de la Cámara de Diputados a LA NACION respecto de la agresión de la que fue víctima en la ciudad santafecina de Laguna Paiva. Sin embargo, Rossi rechazó cualquier vinculación del incidente –en realidad, una agresión física, ya que varios huevos lanzados impactaron en su cuerpo–, con la interna peronista en la provincia de Santa Fe, y circunscribió el mal momento que vivió ayer al malestar de un puñado de productores rurales. “No creo que tenga vinculación política. Lo que sí creo es que fue una cosa organizada por los propios productores”, aseguró el legislador, principal cara visible de la aprobación, en la Cámara baja, del proyecto de ley de retenciones móviles, finalmente frustrado en el Senado. Sobre el incidente, Rossi fue termi-

EL ESCENARIO

cial, Cristina Kirchner había sido atacada a huevazos por militantes de Luis Barrionuevo, rival de Néstor Kirchner en la interna del peronismo de Catamarca. El incidente de ayer ocurrió luego de que Rossi y su comitiva se reunieron con el intendente de Laguna Paiva, Norberto Trossero. Cuando se disponían a dejar la sede comunal para dirigirse a las obras del Centro de Salud, medio centenar de ruralistas comenzaron a lanzarle huevos al diputado kirchnerista, que debió refugiarse a la carrera en su vehículo, no sin antes recibir un par de impactos en la cabeza. Este es el segundo ataque que sufre Agustín Rossi, quien en pleno conflicto con el campo soportó una manifestación en la propia puerta de su casa, en el residencial barrio rosarino de Fisherton.

nante, en el sentido de que quienes lo atacaron en ningún momento tuvieron intenciones de dialogar. “Fueron directamente a agredir; no fueron ni a dialogar ni a plantear sus puntos de vista de manera racional”, afirmó. El legislador adjudicó la reacción de los manifestantes a “la disconformidad con las políticas del Gobierno para el sector agropecuario”, pero insistió en cuestionar a sus atacantes, a quienes les adjudicó “una intolerancia grave”. “Me esperaron dos horas y media; rechazaron dos ofrecimientos para hablar; tenían huevos; excremento de vaca. Cuando salimos, le pegaron al automóvil puñetazos y patadas. Estaba todo preparado”, explicó. Rossi también le restó trascendencia al hecho, al afirmar que quienes lo atacaron fueron “30 productores en una localidad de 20.000 habitantes” y que en el tiempo que duró la protesta “no se sumó nadie más en las dos horas que esperaron”.

IMAGEN DE TV / DYN

Rossi se agacha para ingresar en el auto mientras soporta una lluvia de huevos y tomatazos

Rechazo y comprensión en las entidades agropecuarias En opinión de la FAA, el Gobierno “exaspera el ánimo de los productores” JOSE CRETTAZ LA NACION Las entidades agropecuarias se distanciaron ayer del ataque de un grupo de productores santafecinos contra los diputados oficialistas Agustín y Alejandro Rossi, pero mostraron comprensión con los chacareros al acusar al Gobierno de “exasperar” al sector al no dar respuesta a sus reclamos. “Reiteramos nuestro rechazo a todo tipo de violencia o agresión personal. Pero no podemos dejar de expresar que el profundo malestar y la impotencia de los productores agropecuarios son la reacción frente al maltrato y ninguneo constante recibido por parte del gobierno nacional y los legisladores oficialistas”, afirmó en un comunicado la conducción de la Federación Agraria, que lidera Eduardo Buzzi. Para la entidad, “el Gobierno exaspera el ánimo de los productores”. En términos similares se expresó el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías: “El escrache es un acto lamentable, pero refleja la crispación que hay entre los productores”, dijo. Ambos dirigentes compartirán mañana una asamblea de productores en la localidad santafecina de Alcorta, donde en 1912 una rebelión de arrendatarios originó la Federación Agraria. “Deploro las actitudes de violencia física y personal, nada justifica ese tipo de actitudes, pero en alguna medida esto es una muestra del disgusto que hay en el interior con respecto a las actitudes de los políticos que actúan sin tener en consideración los intereses de la gente que los votó”, dijo el presidente de la Sociedad

Rural Argentina (SRA), Hugo Luis Biolcati. Para el dirigente, “si no hay un cambio de actitud del Gobierno y medidas que permitan seguir trabajando al campo con sustentabilidad y competitividad, no se podrá evitar una nueva instancia de conflicto”. El ruralista entrerriano Alfredo De Angeli también rechazó la agresión. “Jamás participé de un escrache, no estoy de acuerdo para nada. Hay productores que votaron a Rossi y se sintieron defraudados, pero les pido que traten de manifestarse de otra forma”, dijo al canal C5N.

Antecedentes

Protesta

Arroyo Seco y Villa Dolores

Para el presidente de la combativa Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Pedro Apaolaza, la agresión “estuvo totalmente fuera de contexto, nos pone al nivel del Gobierno. El pobre Agustín Rossi muy simpático no es, pero no corresponde hacer una cosa de éstas, si no ¿qué queda para [Luis] D’Elía?”. El jueves pasado, Carbap (la mayor confederación dentro de CRA) propuso la convocatoria a un paro para el 19 y 20 de febrero y el 5 y 6 de marzo próximos, y un acto en Córdoba, el 14 del mes próximo, cuyo armado ya está en marcha. La Comisión de Enlace, que agrupa a la Rural, Federación Agraria, CRA y Coninagro, le envió hace quince días un petitorio a la presidenta Cristina Kirchner. Allí se pidió la declaración de emergencia agropecuaria –decretada por la mandataria el lunes pasado–, la rebaja de las retenciones a las exportaciones de granos y la apertura de las exportaciones, entre otras cosas.

La Presidenta, por poco

Siguen las asambleas y las movilizaciones Mientras está en marcha la organización de un acto en Córdoba para mediados de marzo, que se espera que sea multitudinario, las entidades rurales siguen realizando asambleas en varias provincias. El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, encabezará hoy una reunión de dirigentes de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), en esa capital; y por la tarde, en Alcorta, compartirá el escenario con su par de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi. El reclamo principal es el mismo: baja de retenciones, apertura de exportaciones y ayuda para los chacareros por la sequía.

Rosario y Capital

Rossi, siempre en la mira Durante el tratamiento de las retenciones móviles en el Congreso, el diputado Agustín Rossi sufrió varias protestas. Una fue en Rosario, su ciudad, y otra en un restaurante frente al Congreso. Sus compañeros de bancada Carlos Kunkel (en Carhué) y Patricia Vaca Narvaja (en Roberts) también fueron blanco de escraches.

En Arroyo Seco (Santa Fe), en septiembre, un grupo de productores evitó la custodia y se acercó a pocos metros de la Presidenta. Ese mes, para evitar escraches, se suspendieron viajes presidenciales a Gualeguaychú y San Nicolás. La semana pasada, en Villa Dolores (Córdoba), los chacareros fueron frenados por la Policía antes de llegar a la mandataria. Tandil y Venado Tuerto

Funcionarios y artistas En Tandil, un grupo de productores echaron al actual jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, de un partido de rugby en el que participaban sus hijos, en noviembre. En Venado Tuerto, el actor Raúl Rizzo, militante K, fue blanco de una protesta en un teatro, en diciembre

 
 


 
    

  
  

 

  
        

¿A qué extremos habrá que llegar para registrar el nivel de violencia que existe entre el Gobierno y el campo? Los huevazos que productores autoconvocados le arrojaron al diputado Agustín Rossi son repudiables y lamentables. Sin embargo, no dejan de ser una caricatura de lo que se vive a diario. A los fines de contabilizar correctamente esta situación, conviene entender que la violencia no se está expresando únicamente en el hecho físico, sino también en las palabras, los gestos y hasta en decisiones administrativas, consideradas agresiones por los productores agropecuarios. Efectuada esta cuenta, se podrá tener una dimensión real de la escalada de violencia que se está viviendo entre los productores agropecuarios y el Gobierno. Claramente se está jugando con fuego. Hay cuestiones muy graves que generan tensión y que ya parecen parte del paisaje cotidiano. Se vive en la anormalidad de que el Gobierno, en la peor seca de los últimos 30 años (con la mitad del trigo cosechado el año pasado), fuertes caídas en las producciones y con una hecatombe económica internacional por delante no intente ningún tipo de diálogo con los dirigentes del campo. De las retenciones no se habla, y las exportaciones de granos, carne vacuna y lácteos están sometidas a un sistema complejo y discrecional. Sin mostrar el más mínimo interés por la consulta, el Gobierno dispara planes e iniciativas que están lejos de resolver los problemas de la actividad y que son interpretados por los productores como una forma de confundir a la opinión pública. Desde la otra vereda, el hostigamiento no es menor. Los funcionarios nacionales casi no pueden pisar el interior del país sin exponerse a algún tipo de protesta o invitación a abandonar clubes o restaurantes. Es inimaginable que un funcionario nacional visite una provincia sin efectuar previamente un fuerte trabajo de inteligencia y logística que le ayude a evitar un mal momento. La capacidad de movilización de los productores y la velocidad con la que logran convocarse gracias a los mensajes de texto de los teléfonos celulares ha sorprendido a más de uno. De seguir así, no hay dudas de que la tensión entre el Gobierno y el campo seguirá creciendo. Y en esta escalada, quienes pierden son los moderados.