VIII Encuesta a la Industria de Vestuario y Textiles Resumen ejecutivo Comportamiento pasado y expectativas para los próximos meses La industria nacional de vestuario y textiles se vio afectada por la crisis económica mundial durante los primeros cinco meses de 2009. En este periodo el 66% de las empresas del sector disminuyeron su producción respecto a la primera mitad del año pasado y solamente un 14% la aumentó, dando como resultado un saldo de opinión de -52% para el presente año. Al comparar este saldo con los observados en las anteriores encuestas, resulta que el actual es el más bajo de los siete estudios realizados y por tercera vez consecutiva el saldo de opinión de la producción fue negativo. Debido a esta caída en la producción la industria redujo su capacidad de generación de empleos. En efecto, el saldo de opinión de esta variable se ha ubicado en valores negativos, se situó por tercera vez en valores negativos lo que significa que desde 2007 se han perdido empleos en el sector. Respecto de la inversión, se determinó que luego de mostrar saldos de opinión positivos en el periodo 2006-2008, en el presente estudio este se tornó negativo y alcanzó el valor más bajo de la serie de encuestas. La disminución observada en el estudio actual es un factor de riesgo que pone en duda la capacidad del sector para responder al posible incremento de la demanda de los Estados Unidos en el futuro cercano. La decisión del Organismo Ejecutivo de no incrementar los salarios de los trabajadores de las empresas contempladas en el decreto 29-89 provocó opiniones encontradas; sin embargo, los resultados de la encuesta muestran que de no haberse tomado esta medida, muy probablemente los resultados en la producción hubieran sido más bajos y la cantidad de empleos perdidos también habría sido más grande. En cuanto a los costos, se observó un saldo de opinión de 35%, el más bajo de la serie de la encuesta. El comportamiento del costo de los insumos es una de las variables que muestra un comportamiento favorable para el desarrollo y crecimiento de la industria de vestuario y textiles, ya que los altos costos observados en el pasado reciente obligaron a algunas empresas a salir del mercado. Paradójicamente los datos muestran que el porcentaje de empresas que perciben un aumento de la competencia extranjera ha mostrado una tendencia decreciente, pese al incremento de la participación asiática en el mercado de vestuario. La explicación a esta aparente contradicción podría encontrarse en que las empresas que han logrado permanecer en el mercado son aquellas cuyos productos se han posicionado en algún segmento de la amplia gama de productos del sector. Las expectativas para el resto del año son en general bastante alentadoras. Tanto para la producción, cartera de pedidos, costos y perspectivas de la situación económica en general, se observaron mejoras significativas, lo que puede interpretarse en el sentido que pese a las dificultades actuales del sector, éste se encuentra optimista de cara al futuro cercano.
Temas adicionales De acuerdo con las proyecciones económicas del Banguat, uno de los pocos sectores que podría tener una tasa de crecimiento positiva es el de industrias manufactureras (1.3%); dentro del cual se encuentra el subsector de vestuario y textiles. A partir de esta proyección de crecimiento baja pero positiva, puede presumirse que las oportunidades de crecimiento del sector no se han disipado totalmente. Sin embargo, la mayor parte de los empresarios manifestaron que el impacto de la crisis económica ha sido medio-alto. Eso implica que deben mantenerse los esfuerzos públicos-privados para que estos efectos a corto y mediano plazo no disminuyan el potencial de crecimiento de la industria textilera y de confección. Tal como se ha mencionado anteriormente, la inversión en el sector se ha desacelerado. Este comportamiento podría deberse a dos razones, la primera es por el efecto directo de la crisis económica y la segunda, posiblemente la más substancial, es la situación del clima de negocios. En comparación con el estudio anterior, se obtuvo una mejor calificación. Los principales factores que impulsaron la calificación al alza fueron las comunicaciones, la electricidad y los salarios. En contraste, algunos factores como la seguridad y el crédito bancario obtuvieron calificaciones por debajo de la media y por lo tanto requieren de especial atención de las autoridades correspondientes. Llama la atención que uno de los factores que mejoró considerablemente su calificación fue el suministro de energía eléctrica, esta situación se debe principalmente a que algunos empresarios percibieron una menor tarifa eléctrica. Se requirió a los empresarios que enumeraran los beneficios de no haberse incrementado el salario mínimo en aquellas empresas que desarrollan las actividades contempladas en el decreto 29-89. Los resultados hacen evidente que las empresas consideran que haber mantenido el salario mínimo es una decisión que les permite mantener el mismo número de plazas laborales en sus empresas y además, ayuda a asegurar la estabilidad laboral de sus empleados. Y cabe mencionar que la estabilidad laboral que las empresas puedan garantizar a sus empleados, cobra mayor importancia dados los momentos de crisis económica que se viven. Sin embargo, para alcanzar esta condición de estabilidad es necesario tomar medidas como la ratificación del convenio 175 con la Organización Internacional del Trabajo – OIT–. Dicho convenio permite que las personas puedan trabajar a tiempo parcial (salario por hora). La validación de dicho convenio no sólo generaría opciones adicionales de trabajo para las personas sino que también les garantizaría la protección de sus derechos laborales (la protección de la maternidad, la terminación de la relación de trabajo, el pago de vacaciones anuales y de días feriados y licencia de enfermedad).
Guatemala, 4 de agosto de 2009.