fútbol | 3
| Martes 1º de octubre de 2013
“Lo que pasó debe servir de aprendizaje. Esperemos que no se repita” “No era mi idea ser presidente de Racing” “La parte deportiva es la más difícil. En lo administrativo me tengo mucha confianza. Hay mucho para hacer, pero no es tan difícil. Lo deportivo no depende sólo de nosotros” “Son los mismos jugadores que hace seis meses hicieron una muy buena campaña. No se olvidaron de jugar. Hablaré con Ischia” El empresario Víctor Blanco, nuevo presidente de Racing; detrás, Pablo Mena, tesorero
Víctor Blanco. “Hay que poner a Racing de pie y revertir los resultados” asunción. Para evitar la acefalía, el empresario hotelero de 65 años aceptó la presidencia de Racing, tras las salidas de Cogorno y Molina Damián Cáceres PARA LA NACioN
M
uerto el rey, viva el rey. Dimitieron. Dieron un paso al costado. Terminaron con una pelea sin cuartel en la que intentaron disciplinar a las fuerzas políticas de Racing. Gastón Cogorno y Rodolfo Molina presentaron finalmente la renuncia a sus cargos como presidente y vicepresidente 1°, respectivamente. Así, los hombres en pugna le allanaron el camino a Víctor Blanco, quien asumió como nuevo titular de la Academia con la misión de evitar la acefalía que hubiera derivado en una crisis aún mayor. “No era mi idea ser presidente de Racing. Hay que poner a Racing de pie y revertir los resultados”, dijo minutos después de aceptar el cargo. Su gestión será conducir a Racing durante
los próximos 15 meses, hasta las elecciones de diciembre de 2014. “No podíamos dejar acéfalo al club porque de esa forma nos encaminábamos a una situación mucho más compleja”, se justificó ante La NacioN luego de la conferencia de prensa en el Savoy, uno de los hoteles de su propiedad. “Lo que pasó debe servir de aprendizaje. Esperemos que nunca más se repita”, advirtió en clara referencia a las peleas entre Cogorno y Molina. Y añadió: “Así como en las últimas 24 o 48 horas estaba enojado con su manera de proceder (por el ex presidente Cogorno), este lunes cumplió con lo pautado”. Si bien Cogorno, amigo del mutismo, del WhatsApp y el Twitter, intentó extender lo que más pudo su salida, tras reunirse en horas de la tarde con Blanco firmó su renuncia y se despidió de su función con un duro comunicado. “Por los
hechos de público conocimiento en torno a las diferencias irreconciliables que mantengo con el vicepresidente 1º de Racing Club de Avellaneda, Rodolfo Molina, presenté mi renuncia al cargo de presidente de la entidad”, escribió. “Es conocido por todos que los resultados futbolísticos adversos aceleraron la crisis institucional que durante un año y medio intenté evitar (…). Quiero expresar mi total y absoluto apoyo a Víctor Blanco quien a partir de hoy tendrá la enorme responsabilidad de conducir los destinos de nuestro querido club”, continuó Cogorno. Minutos después cambió su perfil en la red social. En cambio, Molina evitó la exposición y, por la mañana, envió la documentación para acelerar el traspaso de mando, que se concretó a la tarde. Con este acto pacificador se puso fin a meses de discrepancias diri-
Víctor blanco télam
genciales que conspiraron contra el equipo de Carlos ischia, último en el torneo inicial con apenas dos puntos sobre 27 posibles. Números que equiparan el peor comienzo de la historia, en manos del Cholo Simeone en el Clausura 2006. “A los jugadores y el cuerpo técnico les quiero brindar la tranquilidad de que se terminó toda esta interna. Ellos necesitan eso. Hay mucho por hacer en el plano dirigencial, pero no es tan difícil. En la parte deportiva, habrá que ver los pasos a seguir. Lo que sí estoy seguro es que son los mismos jugadores que hicieron una muy buena campaña hace seis meses. No se pueden haber olvidado de jugar”, opinó Blanco. Además de buscar reencauzar el esquivo presente futbolístico de la Academia, Blanco tendrá otras dos tareas centrales: evitar que siga cre-
presidente de racing
ciendo el pasivo del club que según el tesorero Pablo Mena asciende a 130 millones de pesos (unos 70 millones menos de acuerdo con la oposición). La otra, de mayor riesgo, será lidiar con una barra brava enquistada en los pasillos del club. Claro ejemplo fue el accionar de La Guardia imperial en el Cilindro durante el partido con Unión de Santa Fe (último triunfo de Racing, 3-0) para festejar el descenso de independiente y, hace una semana, cuando ingresaron a la sede social de Mitre 934 para amenazar a Pablo García, gerente de compras, y sustraer la computadora personal del contador Silvio Espósito, en cuyo disco rígido había datos vitales de la operativa diaria del club. Blanco tomó las riendas de Racing en busca de un poco de paz, tras meses de disputas personales.ß
Un hombre conciliador, que llegó de la mano de Molina ^b^b^ A los 65 años –nació en Galicia, España, el 27 de febrero de 1948–, Víctor Blanco Rodríguez enfrenta su máximo desafío: devolverle la seriedad a Racing. A Blanco le sobra experiencia en el ámbito privado: es un reconocido empresario hotelero (integra la sociedad que administra el hotel Savoy, donde se concentra el plantel) y gastronómico. Su primer vín-
culo con la gestión del club data de 2010: días después de que su hija Bárbara saliera a la cancha con Marisa Andino para homenajear a Guillermo Francella (había ganado el oscar con El secreto de sus ojos), Blanco se acercó a colaborar. invirtió para traer refuerzos y su cercanía con Rodolfo Molina lo llevó a ser vicepresidente segundo tras las últimas elecciones.