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LA CRIMINALIDAD
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EL INGRESO,
Y LA CRIMINALIZACIÓN
Al igual que lo que ocurre con la distribución del ingreso y los beneficios del desarrollo, también en materia de criminalidad y victimización la globalización -al menos como viene siendo gestionadadistribuye de manera inequitativa entre los países de altos ingresos y los de ingresos medianos y bajos. El punto es importante para ayudamos a comprender el fenómeno de la victimización por delito en los países de América Latina y ayudarnos a orientar mejor nuestras acciones frente a ella. En América Latina -región de países de medianos y bajos ingresoslas estadísticas y la investigación criminológica y victimológica exhi ben una tendencia general en ascenso del delito y de la consiguiente victimización por delito a partir de los años ochenta, con diferencias entre países respecto del tiempo e intensidad del fenómeno. Esta tendencia es más evidente en los delitos contra la propiedad y contra las personas -aunque también se da en otras categorías- y se mani fiesta paralelamente al aumento de la inequidad de la distribución del ingreso al interior de los países, la que ha venido agravándose a partir de los años ochenta y según CEPAL y el Banco Mundial sería la más alta entre todas las regiones del mundo (CEPAL, 2008: 5), y tiene relación también, como veremos, con la inequidad de la distribución internacional del ingreso, entre los países de altos ingresos y los el ingresos bajos y medianos. Al mismo tiempo, y por contraste, mientras ésta es la situación l'1I América Latina y el Caribe y en los países de medianos y bajos ingre sos de las otras regiones del mundo," el panorama mundial exhih 13 Expresión de Joseph Stiglitz, respondiendo a quienes ven la inequitatlv distribución del ingreso y otros malestares de la globalización como "hechos de I naturaleza" propios de las ineluctables leyes del mercado. La globalización, COIII" el mercado, explica el premio Nobel de Economía, son susceptibles de gestión '111 conduce a resultados, de mayor o de menor inequidad. Sobre esto y sobre el GUII senso de Washington y sus características véase Stiglitz, 2002. 14 Nuestro análisis se refiere primordialmente a los países de la región que abau el mandato del ¡LANUD, de los que contamos con mayor información, pero la invcstl gación crirninológica y la información de los organismos especializados de las Nacion Unidas indica que las tendencias de los países de medianos y bajos ingresos de las 011 regiones del mundo serían similares (Shaw et alii, 2003; Alvazzidel Frate, 2003, 19\JH)
'lile en los países de altos ingresos desde mediados
de los años nol'I'lIla, como caracterización general, la situación del delito mejora o l' mantiene estable, registrándose descensos en las tasas y en la conHtliente victimización, como lo veremos en las páginas siguientes. , ,¡ acelerada globalización ha traído otras cosas positivas, pero éste uuuraste es uno de sus efectos negativos, que ponen de manifiesto 11 rrcciente inequidad entre los países de altos ingresos y el resto del ruuudo.
1 ~ 1 RELACIÓN ENTRE LA INEQUIDAD DE LA DISTRIBUCIÓN
DEL INGRESO
1NI'I(I!: PAÍSES Y DELITO, Y RELACIÓN ENTRE LA INEQUIDAD DE LA IIIN'I'IHBUCIÓN DEL INGRESO AL INTERIOR DE LOS PAÍSES Y DELITO
1',11 ti la mejor comprensión
de lo que sigue, es conveniente recordar dflll1las premisas sobre las que existe bastante consenso en la crimi-
1lIllng'ía:
11 No todas las clases de delitos tienen la misma explicación (v. gr: delitos contra la vida, delitos contra la propiedad, delitos sexuales, criminalidad económica, etcétera); 111 Aunque tienen caracteres comunes, tampoco todas las subclases dc delitos tienen necesariamente una única explicación (v. gr. dentro de la clase de los delitos contra la propiedad tenemos la subclase de los delitos de estafa, la de los delitos de robo con violencia contra las personas, la de los delitos de emisión de cheque Mi n fondos, la de los delitos de daño, etcétera); 111 'Ihmpoco la explicación de cada delito cometido se agota en la 1'x:plicación de la clase o subclase de delitos a la que pertenece. ( lada persona es una individualidad, con características propias y ron sus propias circunstancias; Ile los tres puntos anteriores se desprende que son o pueden ser nuiltiples las variables o factores que intervienen en la comisión de cada delito: psicológicas, educacionales, familiares, de géne111, sociales, demográficas (particularmente relativas a los diverliS grupos etáreos), ocasionales o circunstanciales, culturales, l'l'onómicas, etcétera. En razón de ello es que suele decirse que 1" delito es un fenómeno multifactorial. Sin embargo, una razón
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ELÍAS CARRAN
importante para prestar atención a la variable que analizarciun es quc entre la multiplicidad de factores o variables intervinicu tes en el delito, ésta, más que otras, tiene la particularidad el inu-rrclacionarse e incidir sobre todas o casi todas las demás. l' sabido que los indicadores de educación, salud, vivienda, y 11111 Ch08 otros varían notablemente en función de la distribucióu de'l ingreso. De lo anterior se desprende que lo que veremos al analizar 1.1 relaciones entre la in equidad de la distribución del ingreso euti países y delito, y entre la inequidad en la distribución del ingreso 1/1 interior de los países y delito, no son explicaciones monocausalcs 111 mecánicas de la criminalidad, ni son tampoco las únicas explicacioue para todos los delitos. Pero son, sí, importantes correlaciones rnaumáticas objetivas entre variables, que arrojan bastante luz para l.i explicación de la situación de ciertos delitos en los países de bajos y de medianos ingresos, como asimismo para la explicación de la COII tras tan te situación en los países de altos ingresos. Y a nosotros nOM interesan particularmente para contribuir a explicar el comporta miento del delito en América Latina a partir de los años ochenta y noventa. Se advertirá que existe una estrecha relación entre las dos variables que analizaremos. La clasificación de los países según su ingreso (ON resultado de la distribución internacional del ingreso originada en gran medida por las abusivas relaciones de intercambio comercial y el funcionamiento de los mercados financieros. Por otra parte. la inequidad de la distribución del ingreso al interior de los países tiene relación, además de otras variables, con la capacidad de acumulación de los países y con su ubicación en la clasificación según el ingreso: la distribución al interior de los países de altos ingresos es en general mucho menos inequitativa que la que existe al interior de los países de bajos y de medianos ingresos (a manera de ilustración, en los países miembros de la OCDE el Índice de Gini15 que mide la
15 El Índice de Gini (nombre del estadístico italiano Cerrado Gini) mide la desigualdad de la distribución del ingreso. Su valor oscila entre O y 1. El valor cero sería un caso extremo en el que todos perciben los mismos ingresos. El valor uno sería el extremo contrario en el que una persona concentra todo el ingreso y los demás nada.
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'1"leI,ld de la distribución del ingreso varía desde menos de 0,25 " 1IIII,II11al'cay Suecia, hasta cerca de 0.40 en los Estados Unidos y IllIH,iI (CEPAL, 2008: 1.61). En América Latina ningún país tiene 'l.' 1"lIltllación Gini que iguale o supere al país con la peor punIItl' ¡,'III dentro de la OCDE; el índice varía entre 0.42 en Venezuela 11',1) ('11 Brasil (CEPAL, 2008: 1.85-86). En los países de medianos 1, h:\jos ingresos se observa en general una "ley de hierro" de la 1IIIIIción del ingreso: cuanto menos hay para repartir, el reparto III.t~inequitativo.l" 1,11 uiu entre la inequidad de la distribución del ingreso 11,' /míses y delito
i lI.t lo que queremos
demostrar en este punto nos valdremos de la que surge de los Estudios de las Naciones Unidas sobre tent. 1/1 las delictivas y funcionamiento de los sistemas de justicia penal:" Las lelones Unidas lamentablemente no publicaron el volumen con el II¡,ilisis completo de la información que surge de su IX estudio, pero IIIIM('t\taron un informe parcial en oportunidad del XI Congreso ,tltI (' Prevención del Delito y Justicia Penal realizado en Bangkok del 11\.rl 25 de abril de 2005 y, asimismo, la Oficina de Drogas y Crimiu.rlulad de las Naciones Unidas en el volumen 3 de su publicación url.u mación
111No obstante, cabe señalar que, "la desigualdad distributiva es un tema releIIIte'en todas las regiones del mundo, más aún cuando su tendencia se encamina le."1.1un deterioro. Tal es el caso de la mayoría de los países miembros de la OrgaItl/,lC'iónpara la Cooperación y el Desarrollo Económico, ocor, según un estudio 1"IIIIit'adorecientemente por dicha institución ... El resultado acumulado a lo largo ti, dos décadas es que prácticamente todos los países de la ocns sufrieron un in111mento leve pero significativode sus niveles de desigualdad" (eEPAL, 2008: 1:61). " ronsidera que la ocns agrupa a los países mas avanzados y desarrollados del _1,1.IIIl'ta, siendo apodada como "club de países ricos". En la actualidad agrupa 30 1IIII'IIIbros plenos, 27 de los cuales son considerados de alto ingreso por el Banco ~""Idial, los tres restantes de ingreso medio-alto. Sus países fundadores son Alema111,1. Austria,Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, lihurda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, PaísesBajos,Portugal, Reino Unido, ,"('cia, Suiza y Turquía. Posteriormente se adhirieron Japón, Finlandia, Australia, NIII:vaZelanda, México, R. Checa, Carea del Sur, Hungría, Polonia y Eslovaquia. 17 Estos estudios periódicos se han realizado diez veces, comenzado con el del 111" iodo 1970·1975. El décimo estudio comprendió el periodo 2005-2006 y, al mo11I('lItode escribir estas líneas, en marzo.de 2008, UNODC procesaba la información u-ribida.
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ELÍAS CARRAN/.\
periódica Forum on Crime and Society incluyó avances de los hallazgt I~ información longitudinal sobre la base de los datos recogidos a largo de los sucesivos estudios, que utilizaremos para nuestros pro pósitos (Shaw el alii, 2003). Nos valdremos también de la informaciou de las Encuestas internacionales de victimización de las Naciones Unidas, IN y de información sobre la criminalidad y los sistemas de justicia penul que constantemente recogemos en el ILANUD. Veamos dos gráficas comparativas de países, una de delitos conua la vida, y otra de victimización en delitos contra la propiedad, elabo radas a partir de la información recogida por las Naciones Unidas.
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GRÁFICA 1. PROMEDIO
DE HOMICIDIOS
EN PAÍSES QUE REPORTARON
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I Alu '1·.1. V.JUSTlCIAPENAL
1.11 gráfica 1 exhibe los promedios de veinte años de las tasas de luuuicidios de los 114 países que proporcionaron su información, 011 1110 cuyo registro es el más riguroso en todos los países a efectos 011 romparabilidad. De su análisis se desprenden algunas conclusioIII'~ muy significativas:
11
La media mundial de las tasas de homicidios ocurridos en el curso de los veinte años estudiados es de 7 por cada cien mil habitantes; Del cruce de las tasas con la categorización de los países según su ingreso surge que: b.l.] Con la sola excepción de los Estados Unidos de América, todos los países de altos ingresos tienen tasas de homicidios más bajas que la media mundial.l?
/11
HABITANTES
SUS DATOS A LOS ESTUDIOS
DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE TENDENCIAS PENAL, 1980-2000
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DEL DELITO Y JUSTICIA
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18 La Encuesta Internacional sobre Victimización la llevan a cabo conjuntamente United Nations Interregional Crime Research Institute, UNICRI, y United Nations Office on Drugs and Crime, UNODC. SU principal objetivo es medir la cifra real del delito, captando información sobre los delitos no denunciados a la policía o a la justicia penal. La primera encuesta se realizó en 1989 incluyó a 14 países, la segunda en 1992 incluyó a 33, la tercera en 1996 incluyó a 48, la cuarta en 2000 también 48 países y la quinta encuesta se llevó a cabo en 2004. Hasta el momento han participado 70 países, aunque no todos en todas las encuestas. De la región de América Latina y el Caribe han participado en una o más encuestas Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Panamá y Paraguay.
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