Una leyenda del rock de los años 90

17 oct. 2008 - con las canciones de su álbum debut,. Core, no fueron pocos ... la copia de Eddie Vedder, el cantante de Pearl Jam. Una década más tarde,.
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Espectáculos

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Viernes 17 de octubre de 2008

MUSICA POPULAR Stone Temple Pilots cerró el festival Pepsi Music

Una leyenda del rock de los años 90 El grupo norteamericano se apoyó en su carismático cantante y en un repertorio que marcó una época Cuando en 1992 los Stone Temple Pilots coparon las radios del mundo con las canciones de su álbum debut, Core, no fueron pocos los que denunciaron a Scott Weiland como una mala copia de Eddie Vedder, el cantante de Pearl Jam. Una década más tarde, Weiland lideró la lista (como tantos otros, habrá que decirlo) de los candidatos para reemplazar al irreemplazable Jim Morrison al frente de The Doors, y finalmente ocupó ese micrófono, aunque tan sólo haya sido por un par de canciones. Dos años después, tres ex Guns ’n’ Roses pensaron que este cantante de voz grave y abultado prontuario (pareciera como si la mitad de la última década se la hubiera pasado entre centros de rehabilitación y cárceles) era la persona ideal para ocupar el lugar que había dejado Axl Rose y lo sumaron al proyecto bautizado Velvet Revolver, con el que Weiland visitó por primera vez el país, el año pasado. Pero en abril de este año Weiland abandonó el barco timoneado por Slash y pensó que había llegado el momento de autorreemplazarse, de volver a probarse los zapatos que él mismo había dejado tirados más de cinco años atrás, cuando se alejó del grupo que lo hizo popular en la década del 90. Así, anteanoche, en el cierre del maratónico festival Pepsi Music, Scott Weiland ofreció la versión 08 de Scott Weiland, al frente del rearmado Stone Temple Pilots; una versión un tanto más moderada, quizás algo más madura en relación con aquella atormentada estrella grunge acusada de imitar a Vedder; sin dudas con una postura mucho más sombría que la de aquel divo que se subió al escenario del estadio de River como cantante de Velvet Revolver, y definitivamente con muchos de esos tics que lo llevaron alguna vez a calzarse los ajustados pantalones de cuero negro de Morrison. “De tanto caminar, mis zapatos se gastaron. De tanto viajar, mi alma se gastó también. Es tiempo de dejarse llevar.” Los versos de “Big Empty” que abrieron el concierto sonaron entonces más autorreferenciales que nunca y marcaron la senda por la que la banda transitaría las próximas dos horas de show. Una banda de amigos (Weiland en voz, Dean DeLeo en guitarra, Robert DeLeo en bajo y Eric Kretz en batería) que suena compacta en tie-

El sexteto del pianista norteamericano, anteanoche, en el Coliseo ANDREA KNIGHT

Toque africano en el festival de jazz La apertura fue con el grupo de Randy Weston Muy bueno

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FABIAN MARELLI

Scott Weiland, un cantante para todas las formas del rock

El balance del festival en números

155.000 160

N personas. La cifra total de la concurrencia al festival fue apenas inferior a la del año pasado (160.000).

N bandas. El festival contó con tres

30.000

14

N calamaros. La jornada que cerró con

el show de Andrés Calamaro fue la única que agotó sus entradas, confirmando el gran momento de popularidad que atraviesa el músico argentino.

2

N veces. Massacre fue el único grupo

que fue dos veces telonero: de Babasónicos y de STP.

escenarios y una cantidad de artistas en escena que abruma.

N artistas internacionales. Esta edición del festival se llevó el récord de bandas extranjeras: Ky-Mani Marley, Mötley Crüe, Nine Inch Nails, Dave Matthews Band y The Cult, entre otros.

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N ediciones. El Pepsi Music ya lleva cuatro años consecutivos de ser el festival más extenso de la ciudad.

rras de rock and roll, una lista de temas que recuerda cuánto ha marcado este grupo a toda esa generación de jóvenes que en los años 90 buscaban desesperadamente tener su propio Led Zeppelin para adorar, y un cantante con oficio y la voz necesaria para llegar a lo más profundo de las cerca de 20.000 almas que se acercaron anteanoche al Club Ciudad en busca de un poco de rock norteamericano. “Big Bang Baby”, “Lounge Fly”, “Crackerman”, “Creep”, “Plush”, “Interstate Love Song”, “Sex Type Thing” y “Trippin”, entre otras gemas de la discografía de STP, ofrecieron esa mezcla de ajustados riffs rockeros con contadas dosis de country y blues que tan buenos resultados ha dado al norte del río Grande. La imagen final de Scott Weiland disfrazado de Clint Eastwood (poncho y sombrero cowboy) queda tan fuera del marco que sugiere el próximo cambio de piel de este cantante camaleónico: una nueva versión de sí mismo, pero ahora apoyada en un disco solista que editará antes de fin de año.

Sebastián Ramos

Apertura de Mirá Jazz, Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires con el pianista Randy Weston y los African Rhythm, con T.K. Blue en saxo alto y flauta, Benny Powell en trombón, Alex Blake en contrabajo, Neil Clarke en percusión y Billy Harper en saxo tenor como músico invitado. Juan Carlos “Mono” Fontana en teclados como telonero. En el Coliseo.

Randy Weston es parte de la leyenda del jazz. Su música sonó anteanoche, en el Coliseo, genuina y de un expresionismo que, si bien abandonó la vanguardia, conserva aún modernidad. El planteo del sexteto fue simple pues el esquema se reiteró en cada una de las composiciones. La introducción estuvo a cargo de Weston, quien desde su piano dio el pie para que ingrese el grupo con la frase y desde allí, se lanzaron a los diferentes solos, que, por lo general, inició el saxo alto T.K. Blake, luego el trombonista Alex Blake, seguido por el saxo tenor Billy Harper. Tras los vientos, viene el solo del percusionista Neil Clarke y tras él, el tórrido contrabajista Alex Blake. Hasta aquí puede parecer que el grupo toca de manera mecánica, pero nada de eso. El concierto tuvo momentos de lirismo y de inspiración; el grupo tiene puntos de contactos con la sonoridad de las bandas de Charles Mingus, inclusive T.K.Blake tiene un sonido parecido al de Jackie McLean. Presentaron temas como “African Sunrise”, un clásico de Dizzy Gillespie, en el que mientras los saxos crearon un clima que transitó de lo fresco a lo tórrido de los amaneceres africanos, Blake y Clarke trabajaron sobre distintas métricas. La falta de batería hace que el grupo no haga el tradicional swing, si no, más bien, un andar renqueante que lo acerca a las formas expresivas del continente negro.

Luego, un blues y, nuevamente, una introducción soberbia de Weston, que de este modo transmite al grupo el camino que seguirán. Su ritmo es monolítico aunque su tono de relato es cambiante y, de pronto, asoma la tonada de Crepuscule With Nellie, de Monk. Tanto el alto como el tenor se repitieron en solos pirotécnicos, quizá tuvieron demasiado afán en lucir sus hermosos sonidos y no dijeron mucho en sus pasajes solistas. Otro fue el cantar de la sección rítmica, con un percusionista de toque variado y una rica paleta sonora, y de Blake, un artista que sabe sostener consistentes acompañamientos y solos de una potencia llamativa. Antes, el Mono Fontana hizo una rápida recorrida por sus dos discos, Ciruelo y Cribas, algo de Chopin y adelantó algo de Piques, su próximo trabajo basado sobre material de Hugo Fattoruso. Inspirado, creativo, su música reflejó un mundo cargado de imágenes sonoras de diferentes texturas.

César Pradines

Agenda del día 19

Guillermo Klein, Enrique Norris y Oscar Giunta. En el Auditorio Borges de la Biblioteca Nacional, Las Heras y Agüero. Entrada gratuita.

20.30 Tolvan Big Band y Donny McCaslin & Fernando Tarrés Cuarteto. En el Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125. Entradas 20 y 10 pesos.

00.00 Mariano Otero Noneto - Desarreglos sobre música de Walter Malosetti. Teatro IFT, Boulogne sur Mer 549. Entrada gratuita.