Una cirugía sencilla, que no dura más de 90 minutos

8 oct. 2013 - Ingresa en el hospital por arritmia y cefalea. Se le hacen estudios cardiovasculares y neurológicos. La Presidenta presenta una sensación de.
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POLÍTICA | 7

| Martes 8 de octubre de 2013

la salud presidencial | la intervención quirúrgica

Una cirugía sencilla, que no dura más de 90 minutos

De los síntomas a la operación El estado de Cristina en los días previos Sábado 5

Si hubiera alguna pérdida sanguínea, se procederá a cauterizar la zona de origen. Pero esas líneas generales deben ajustarse, por supuesto, al tamaño de cada hematoma, a cada paciente y a cada caso. “La técnica que se empleará hoy para operar a la Presidenta está muy reglada y es relativamente sencilla, de las de menos complejidad en el área de la neurocirugía –afirma el doctor Pedro Lylyk, director del Instituto Médico Eneri y de la clínica La Sagrada Familia–. Se trata de evacuar una colección de líquido que puede ser sangre o sus desechos.” Salvat y Lylyk explican que el procedimiento dura entre una hora y una hora y media, y que se realiza bajo anestesia total en la mayoría de los casos. “En personas muy mayores, puede optarse por la anestesia local para evitar agregar riesgos; en los adultos sanos, hoy día las técnicas de sedación son tan seguras que uno está mejor dormido que despierto”, dice Salvat,

Los médicos se encuentran con un hematoma y tienen un dilema: ¿era más grande antes y se está achicando, o era más chico hace dos meses? que viene realizando este tipo de operación desde hace casi 50 años. En una opción, el cirujano, acompañado por dos ayudantes, un instrumentador y un anestesista, se ocupa de hacer uno o dos orificios de trépano, de entre cinco y siete milímetros de diámetro, para perforar la duramadre, y luego coloca una sonda de drenaje elástica que permite instilar y aspirar. “Instila suero y automáticamente salen suero y desechos del hematoma”, detalla Lylyk. Si el hematoma es grande, hay que optar por una “plaqueta”: se realizan cuatro orificios de trépano y se traza una comunicación entre ellos para extraer una porción de hueso cuadrangular o rectangular de unos cuatro por cinco centímetros de lado. “El problema de los hematomas es que comprimen el cerebro. En ocasiones –describe Salvat–, el hematoma puede encapsularse y, si uno hace lo que hacían los mayas, a veces el cerebro no vuelve a expandirse y hay que reoperar. Entonces hay que hacer una craneotomía, sacar las cápsulas (visceral y parietal) para que se reexpanda.” Una vez drenada la zona y resuelto el problema, se pueden volver a insertar los mismos “chips” que se extraen durante la incisión y se sutura el cuero cabelludo. Como en otras cirugías, el riesgo de infección está entre el 5 y el 7%.

“Durante el posopoeratorio es importante que el enfermo esté bien hidratado todo el tiempo, para «ganarle la pulseada a la hemorragia» –dice Lylyk–. En general, se deja un drenaje durante las primeras 24 horas después de la operación. Hay de dos tipos: unos provocan una succión espontánea de lo que queda del líquido y otros aumentan la presión para completar la salida. Luego se retira y cicatriza espontáneamente. Según los especialistas, como medida preventiva la paciente deberá pasar el primer día del posoperatorio en terapia intensiva, y el reposo debe ser absoluto durante las siguientes 72 horas. “Después se podrá movilizar, pero sin realizar esfuerzos físicos –dice Lylyk–. A los siete o diez días, se le sacan los puntos y tiene que seguir con cierto reposo para evitar recidivas.” Salvat, por su parte, comenta que a sus pacientes a los tres o cuatro días los hace caminar; y que les permite volver al trabajo entre dos y tres semanas más tarde. “De las cirugías del cerebro, es la de menor riesgo”, explica. Algo que muchos se preguntan es si no hubiera sido preferible operar más precozmente. “La Presidenta se golpeó hace dos meses –analiza Salvat–. Ahora los médicos se encuentran con un hematoma y tienen un dilema: ¿era más grande antes y se está achicando, o era más chico hace dos meses y se está agrandando? Normalmente, cuando los hematomas son chicos, se reabsorben solos en un enorme porcentaje de los casos. Entonces, hay que dejarlos. Pero en este caso el médico se encuentra con una persona asintomática y se pregunta “¿qué hago?”. Primero controla, pero empiezan los síntomas y hay que cambiar la vía de acción.” “Acá, claramente, había dos caminos: uno de observación y otro quirúrgico –dice Lylyk–. Uno puede esperar si el cuadro clínico del paciente no es progresivo. Muchas veces, uno les dice a los pacientes que pueden operarse y no quieren, sobre todo cuando están bien. Luego, cuando aparecen los síntomas, se movilizan. Es una especulación, pero a lo mejor la indicación de la cirugía ya estaba el sábado, pero la Presidenta prefirió esperar.” Según indican los comunicados del equipo médico que atiende a la Presidenta en la Fundación Favaloro, la conducta de los profesionales fue iniciar un control con monitoreo estricto de imágenes cerebrales para evaluar la evolución del hematoma. La aparición de hormigueo y menor fuerza muscular en el brazo izquierdo los llevó a revisar el rumbo y optar por una intervención programada para evitar lesiones de mayor trascendencia, una posibilidad que ya se había decidido al realizar el diagnóstico. Por ahora, queda pendiente averiguar la causa de la arritmia.ß

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Síntomas Ingresa en el hospital por arritmia y cefalea. Se le hacen estudios cardiovasculares y neurológicos

Diagnóstico Un comunicado oficial informa de un hematoma en el cráneo (colección subdural crónica) Se le indica un mes de reposo 19.30

Domingo 6 COMPLICACIONES

La técnica está muy probada y no reviste mayor complejidad; la Presidenta deberá estar en terapia intensiva entre 24 y 48 horas Viene de tapa

PRIMEROS SÍNTOMAS

La Presidenta presenta una sensación de “hormigueo” en el brazo izquierdo

Lunes 7

En reserva, un equipo de la Fundación Favaloro se traslada a la residencia de Olivos

El examen constata una transitoria y leve pérdida de la fuerza muscular del brazo izquierdo. Se indica una cirugía, de la que se informa ayer

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PREQUIRÚRGICO

Reingreso Se le realizan en la Fundación Favaloro los estudios previos a la operación: tiempo de coagulación, electrocardiograma, resonancia magnética

Martes 8 INTERVENCIÓN

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Inicio La Presidenta será intervenida a partir de las 8

15 Parte médico Lo firman los doctores F. Manes y G. Bozovich, de la Fundación Favaloro

9.30

Fin de la operación La duración estimada de la operación es de una hora y media

El paso a paso de este tipo de intervenciones Anestesia

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La operación se practica con el paciente boca arriba con la cabeza ligeramente levantada. Se le aplica anestesia total para trabajar con tranquilidad ante una eventual complicación aunque se podría aplicar en forma local

Se rasura y se aísla el área

Especialistas que trabajan en equipo 3

Se realiza un corte en el cuero cabelludo y la capa continua hasta llegar al hueso del cráneo. Allí se practican dos orificios, uno para ingresar suero y el otro como vía de salida del hematoma

El drenaje

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El suero ingresado empuja la sangre alojada. Se espera que el coágulo no haya formado una cápsula (una membrana que lo cierra). En este caso se procede a extraer una porción mayor de hueso para retirarla completamente

La sutura

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Si el hematoma sale completo y el cerebro se expande para ocupar el lugar, se cierra. Si no, una cánula drena naturalmente durante 24 horas. Después de un día de terapia intensiva se retira la cánula y se cierra el orificio

El posoperatorio

A diferencia de lo que ocurrió el sábado, ayer la información sobre la salud de Cristina Kirchner fue provista por la Fundación Favaloro. El equipo de comunicación presidencial sólo reprodujo el parte médico. Desde la institución minimizaron el cambio recordando que lo mismo ocurrió con la anterior internación en el Hospital Austral. En una hoja con membrete firmada por los doctores Facundo Manes y Gerardo Bozovich, se informó que la Presidenta “fue internada nuevamente en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, para su preparación y estudios cardiovasculares prequirúrgicos”. El texto agrega: “La inicial propuesta de reposo y observación indicada el 5 de octubre ppdo., con fundamento en el hematoma subdural crónico diagnosticado, debió ser modificada debido a que la Presidenta presentó el domingo 6 de octubre a las 19.30 horas una sensación de «hormigueo» en su brazo izquierdo”. Marca entonces que “ante tal sintomatología nuestro equipo se constituyó en la residencia de Olivos a los efectos de proceder al examen físico-neurológico, constatando una transitoria y leve pérdida de la fuerza muscular del mismo miembro superior. Frente a dicho cuadro clínico, este equipo indica la intervención quirúrgica. La misma consiste básicamente en la evacuación quirúrgica de dicho hematoma. La intervención tendrá lugar el martes 8 de octubre en horas de la mañana”.ß

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Se retira sólo el cabello de la parte a tratar y se la aísla con tela quirúrgica y con una película adhesiva estéril

Incisión superficial y orificios

Da cuenta de la necesidad de que la paciente sea operada

El parte médico, a cargo del hospital

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Durante las primeras 72 horas se recomienda reposo; a los tres o cuatro días el paciente puede empezar a movilizarse. En algunos casos el posoperatorio podría prolongarse hasta un mes. Riesgo de infección de 5 a 7%, el mínimo para estas operaciones Fuente: Fuente: Dr. Pedro Lylyk y Dr. Jorge Salvat / LA NACION LA NACION

La Fundacion Favaloro reúne a un equipo multidisciplinario con varios nombres destacados de la medicina local. Tradicionalmente conocida por sus investigaciones y avances en el área cardiovascular, es también, desde la creación de su Instituto de Neurociencias, un centro de referencia en las distintas áreas de la neurología. Quien tendrá a su cargo la intervención de la Presidenta es el doctor Cristian Fuster, jefe del Departamento de Neurocirugía de ese instituto, que funciona en conjunto con el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. Fuster es un destacado neurocirujano argentino de 40 años, hijo de padres franceses. Nacido en Charata, Chaco, estudió medicina en la Universidad Maimónides, primero, y en la Universidad Barceló más tarde. Entre 2000 y 2002, se desempeñó como residente de cirugía general en el Hospital General Zonal de Agudos Madre Teresa de Calcuta, de Ezeiza, provincia de Buenos Aires. Posteriormente hizo la residencia de neurocirugía en Fleni. Más tarde completó su formación en Francia. Además de su tarea en la Fundación Favaloro, es jefe de la Clínica de Dolor del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) e integra el Servicio de Neurocirugía del Hospital Austral.ß