18 | ADN CULTURA | Viernes 8 de agosto de 2014
Arte
en la trastienda
muestras
Otra mirada
Un mundo de poesía con materiales arcaicos
Coleccionista de arte y de buenas cepas
Julio Sánchez para la nacion
U
na muestra individual en Del Infinito, dos instalaciones en el Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata y en Fundación OSDE de Buenos Aires y una escultura pública en Puerto Madero son las cuatro puntas del iceberg de visibilidad para la artista platense Marcela Cabutti. En la galería de la avenida Quintana se puede ver una serie de trabajos con ladrillos de pequeño porte, en su mayor parte creados especialmente para el lugar (site-specific) con la colaboración del Museo del Ladrillo. Casi como un monumento en sí mismo, un gran arco de ladrillo atraviesa el espacio en diagonal, coronado por un par de exquisitos artefactos de vidrio colorado, otro de los materiales que la escultora domina con destreza. Una de las columnas preexistentes en la galería ha sido cubierta por ladrillos huecos; también aquí se insertaron dos objetos de vidrio, uno negro y otro blanco. La columna y el arco son los dos sistemas constructivos que caracterizan respectivamente la arquitectura griega (si bien las columnas eran de piedra) y la romana; fuera del contexto edilicio, ambos elementos en solitario potencian sus genes simbólicos. La columna más arcaica ha sido el tronco de un árbol, y éste es un axis mundi, un eje que une los tres
niveles del mundo, el inferior, el medio y el superior. En la instalación montada en Del Infinito el soporte real es una columna de hormigón, y el ladrillo, sin esmaltar ni pintar, funciona en su pureza más rústica como un ornamento evocador de civilizaciones que recurrieron a este material (como las pagodas de Pagán en Myanmar o la Gran Muralla China). El arco fue el mejor legado que nos dejaron los romanos, a tal punto que todavía se siguen construyendo no sólo con fines edilicios sino también conmemorativos –arcos de triunfo y entradas ceremoniales–; Cabutti eligió la forma más básica y arquetípica, el arco de medio punto. A la rusticidad poética del ladrillo le opone la superficie pulida y brillante de las instalaciones de vidrio, algunas suspendidas del techo, otras adosadas a la pared. Cada pieza evoca un mundo de alquimistas y poesía; los recipientes pueden estar cerrados como un atanor o abiertos con la boca hacia la pared, obturando cualquier posibilidad de contención. Cabutti no apela a materiales exóticos en busca de novedad y originalidad. Por el contrario, ha recurrido a materiales nobles y arcaicos, como el ladrillo y el vidrio, para conjugarlos en una sintaxis depurada y poética. C Ficha. La constatación de las formas de Marcela Cabutti en Del Infinito (Av. Quintana 325, PB), hasta el 28 de agosto.
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MoMA (@MuseumModernArt): Últimos días! Sigmar Polke cierra el domingo. “Los artistas jóvenes se sentirán puestos a prueba” (@newyorker) http://bit.ly/1ohmYuW
Argentinos por el mundo
Varias galerías representan al país hasta el domingo en Lima Photo, feria internacional especializada en fotografía (limaphoto.com.pe). Entre ellas se cuenta la peruana Enlace, que además presentó anoche la muestra A través de lo invisible, de Jorge Miño.
Visita guiada por la ciudad
También ayer inauguraron en Buenos Aires la Feria de Libros de Fotos de Autor (www.fotolibrosdeautor.com), que continuará hasta el 17, de 14 a 20, en Central Newbery (Jorge Newbery 3599), y la muestra de La Ene en Malba, donde hoy a las 21 se estrenará la película La ballena va llena. En tanto, la exposición de Víctor Chab en Zamora Arte continúa hasta el miércoles próximo, día en que Ruth Benzacar presentará las muestras de Max Gómez Canle y Flavia Da Rin.
500
fotógrAfoS de 31 pAíSeS Participan de la 25a edición del Festival de la Luz (www.encuentrosabiertos. com.ar), que comenzará el martes en el Centro Cultural Recoleta y abarcará 178 muestras en varias provincias, centradas en el lema “Horizontes”. Por ejemplo, la de la keniana Grace Ndiritu, con la que inaugurará hoy el nuevo espacio de La Ira de Dios en Aguirre 1029, y las de Alejandro Kuropatwa en Vasari; Tamara Burlando en Gachi Prieto Gallery, Inés White y Cristina Padilla en Menéndez Libros y Hernán García Lanza en Fundación Hampatu. Arco-columnas enamoradas, 2014
gentileza Del infinito
Alicia de Arteaga la nacion
É
ste es un pequeño homenaje a un gran hombre en todo el sentido de la palabra. Conocí a Mijndert Pon en Holanda, en el castillo de Nijkerk, cerca de Ámsterdam, con motivo de una muestra de pintura argentina organizada por Sara García Uriburu, galerista, amiga y consejera del holandés en temas de arte. Eran los años noventa y ya se hablaba de las fabulosas inversiones que pensaba concretar en la Argentina; del collar de estancias con pedigree que había formado y, por supuesto, de la intención de hacer del Valle de Uco un territorio para el buen vino como lo era Napa Valley, en California. Mijndert no era hombre de medias tintas y no solo levantó una bodega escultórica para Salentein, al pie del Tupungato, firmada por la exquisita arquitecta Eliana Bórmida, sino que también se ocupó personalmente de seleccionar las obras para Killka, el pabellón-museo donde alternaba la exhibición de la colección permanente con muestras temporarias de artistas del interior. Además de hacer un vino de exportación, un Petrus mendocino, mantuvo una activa política de difusión del arte argentino en el mundo; formó una colección personal y organizó muestras en galerías y museos para exhibir las obras de los pintores a los que admiraba. Visitaba los talleres y conversaba mano a manos con los artistas sin perder jamás el perfil bajo, algo muy holandés por otra parte. Levantar un pabellón-museo al pie de la cordillera no es una empresa de todos los días; tampoco lo es levantar el listón de la calidad de los vinos, de las frutas producidas en el sur y del enoturismo, una novedad en el valle mendocino. La primera vez que vi a este holandés enorme, desmesurado en sus proyectos y en su manera de trabajar, venía pedaleando por el parque de Nijkerk con un canasto de naranjas para el desayuno de sus huéspedes argentinas. Antes de escuchar su voz escuché la risa, sonora y vital, la misma que acompañaba las largas sobremesas en la pampa y la vigorosa puesta en marcha de la “gesta” argentina en la que el arte resultó un pilar sólido e irreemplazable. Pocas semanas atrás, Minjdert Pon murió en su Holanda natal a los 82 años. @alicearte