espectáculos | 3
| Martes 25 de Marzo de 2014
televisión
Una investigación imprecisa ¿quién mató al bebe uriarte?, serie policial . ★★ regular. autores: Marcelo Figueras y
Martiniano Cardoso, sobre una idea de Rogelio Alaniz. elenco: Adrián Navarro, Miguel Ángel Solá, Federico Luppi, Leonora Balcarce, Juan Palomino, Alberto Benegas, Victoria Onetto. producción general: Ariel Piluso. pro ducción ejecutiva :
Lorena (Bertotti), Laura (Macedo), Mey (Peterson) y Andrea (González) ante la confesión de Mónica (Morán)
el trece
Nahuel Caputto.
dirección, cámara y montaje:
Gastón
del Porto, Alejandro Carreras y Juan
televisión
Humor seco para una ficción inspirada guapas, ficción producida por pol-ka . ★★★★
muy buena .
autores: Leandro Calderone, Carolina Aguirre. sonido: Aníbal Girbal, Adrián
de Michele. arte: Adriana Slemenson. fotografía: Alejo de Falco, Guillermo Zappino. vestuario: Lorena Díaz. producción: Mauro Santiago, Ariel Ferrero. dirección: Lucas Gil, Daniel Barone. elenco: Mercedes Morán, Carla Peterson, Isabel Macedo, Florencia Bertotti, Araceli González, Dady Brieva, Mike Amigorena, Mauricio Dayub, Rafael Ferro, Esteban Lamothe. emisiones: de lunes a jueves, a las 23, por El Trece.
L
a premisa de Guapas es sencilla y hasta poco dramática, en el sentido que el gran golpe de timón que pone en marcha la trama ocurre en flashback. Las cinco protagonistas tienen la desgracia de haber perdido sus ahorros a manos de una financiera: no todas han perdido la misma cantidad ni esa pérdida ha significado lo mismo. Pero todas sienten que con ese dinero perdieron la vida que soñaban. La tira de Pol-ka tiene muchos aciertos, buena parte de los cuales está definida en la primera escena de su quinteto protagónico, en la que, sin mediar palabra y aún sin conocerse, llegan a la empresa para reclamar por lo suyo. La forma en que cada una enfrenta las noticias muestra todo lo que tenemos que saber de ellas, y predice cómo predice encararán, en su futuro (que es el presente de la tira) su nueva vida. Gracias a la mano segura del director Daniel Barone y
la delicada fotografía del dúo De Falco-Zappino, Guapas arranca sin más explicaciones y nunca vuelve a mirar atrás, concentrándose en lo que le importa: cómo harán juntas, para enderezar ese revés que dejó sus vidas en pausa. La mirada es siempre comprensiva y el tono jamás abandona la comedia, pero las observaciones certeras del guión no ahorran golpes ni se privan de torpedear el “relato” de las protagonistas, empeñadas en contarse peripecias de vidas soñadas en las que nadie cree. El uso de los mensajes en pantalla como forma de comunicación del grupo agrega agilidad y realismo y libra al público de esos monólogos informativos que son el azote de las tiras más convencionales (a la vez que resaltan el trabajo de imagen y producción superlativo de la ficción). En el caso de Mónica (Mercedes Morán, a puro oficio), la estafa significó no sólo la pérdida de su res-
taurante sino también una fuente más de resentimiento, hábilmente canalizado en su trabajo como inspectora municipal, pero no tanto en su volcánica relación con su hija (Mercedes Scápola, hija de Morán en la vida real) y en los vaivenes de su atracción por un afable pizzero que la desarma con la labia característica de los galanes de Dady Brieva. La revelación de que muy joven, casi mata al padre de su hija de un sifonazo luego de que éste la golpeara consolida el inusual registro de Guapas: seco, cerebral y sin ánimo de agradar. Y el personaje en el que mejor se plasma esta natural inclinación por la reticencia de los inspirados libros de Leandro Calderone y Carolina Aguirre es en el de Mey, forzada tras la bancarrota a vivir de las apariencias que provee su trabajo de azafata. En las expertas manos de Carla Peterson es un festival de pequeños gestos, traiciones y debilidades, cuyo corazón va para un lado y sus ambiciones para otro: ejemplificado en el desopilante triángulo que emprende con el capitán del avión casado (un untuoso Rafael Ferro) y el mecánico (Alberto Ajaka) al que se descubre deseando contra todo pronóstico. Ninguna de las mujeres es aquí material de telenovela –tampoco los
Xavier y sus tres mujeres en NY: Cécile de France, Kelly Reilly y Audrey Tautou
alfa film
Un enigma amoroso estreno. Lo mejor de nuestras vidas cierra la historia de
los personajes de Piso compartido y Las muñecas rusas Viene de tapa
Dice Cédric Klapish, el padre de este celebrado tríptico internacional, como él lo llama, que seguir la evolución de personajes que la gente conoce y ama le impidió moverse con el mismo espíritu desenfadado y abierto que en Piso compartido o Las muñecas rusas. “Pero la idea de espontaneidad, inocencia e ingenuidad que predominaba en los dos primeros films ya no funcionaba. Estuve ocho meses escribiendo y reescribiendo el guión. El de Piso compartido lo terminé en quince días. No hay duda de que la dificultad de escribir esta película se vinculaba con las expectativas del público. No me era posible usar otra vez los mismos trucos. Paradójicamente, en cierto modo, tenía que inventar una manera nueva de hacer, un nuevo formato. Los otros dos títulos se crearon de «la nada», del gusto por hacerlos, de la improvisación y la espontaneidad de los jóvenes. Esta película requería experien-
cia y reflexión. Las primeras hablaban de la impulsividad de la juventud. Ésta tenía que vérselas con la noción de madurez.” El momento de la madurez Para el realizador, filmar en Nueva York fue en cierto modo reencontrarse con parte de su historia: allí completó sus estudios de cine cuando egresó del Idhec francés. Pero también le impuso muchos cambios: “Tuve que habituarme a realizar un film con un equipo de más de cien integrantes, a disponer de veinte camiones enormes que rodaban cada día, y a obedecer las draconianas normas del sindicato, que eran completamente nuevas para mí. Por suerte, aparte de eso, trabajar con Romain, Audrey, Cécile y Kelly fue tan maravilloso como siempre. Todos ellos tienen un estatus distinto ahora, pero también hay algo más profesional en ellos. Yo solía apreciar el lado instintivo y animal de Romain. Ahora, me gusta su lado más maduro, más pro-
fesional. Su actuación resulta mucho más controlada actualmente. Definitivamente, está en su mejor momento”. Con él, estuvieron pensando en los cambios que Xavier habría experimentado en estos años. “Duris piensa que se ha convertido en un tipo con más coraje, que toma decisiones e incluso si se equivoca son los errores que comete los que brindan el elemento cómico que antes aportaban sus inseguridades y torpezas. Este Xavier es más emprendedor, y eso lo hace atractivo”, remata. Y no deja de señalar que durante una escena particularmente encantadora Xavier se ve frente a las tres mujeres de su vida, Martine, Wendy e Isabelle: “Es el momento en el que me siento más cerca del Antoine Doinel de François Truffaut, e incluso de otro personaje suyo: el de El amante del amor, porque ellas discuten sobre Xavier en tercera persona delante de él”.ß
hombres– y la que más se acerca al prototipo melodramático, la eterna optimista de Bertotti, suele ser denostada por sus amigas por su falta de maldad y pisoteada una y otra vez por el ego kilométrico del cirujano para el que trabaja (un Mike Amigorena de antología), una relación de explotación que su naturaleza –y una inesperada ternura en la de él– conspiran para tornar en algo más. El retrato de las hermanas Luna (Isabel Macedo y Araceli González) es algo más esquemático, porque hasta el momento parecen definirse más que nada por su desprecio mutuo y sus necesidades insatisfechas: la primera, de un hijo, y la segunda, de soledad y silencio. Los primeros episodios dejan con ganas de saber cómo las afectará el hecho de conseguir lo que desean y cómo el resto de sus amigas lograrán sabotear sus proyectos no bien se les pongan a tiro. ß Dolores Graña
11,5 puntos de rating
El jueves tuvo su medición más baja desde su estreno y quedó segundo tras Sres. Papis (12, 4 puntos)
Pablo Arroyo. producida por la universidad
nacional del litoral, con-
sultora a rcadia y el triángulo pro ducciones. emisiones:
los martes, a las
22.30, por la TV Pública.
E
n la segunda parte de 2012, más de 300 personas (entre profesionales y voluntarios) llevaron adelante, en la ciudad de Santa Fe y algunos lugares aledaños (el arroyo Setubal y las localidades de Sauce Viejo, Santo Tomé y Monte Vera), un ambicioso proyecto para los cánones locales: una miniserie policial de 12 episodios, ganadora de uno de los concursos de ficciones alentados desde el Ministerio de Planificación Federal. La producción es genuinamente meritoria desde la idea (apuntalar el crecimiento de las ficciones de género en el ámbito televisivo local) y desde la voluntad de algunas productoras del interior en llevar adelante realizaciones a la altura de lo que se hace en Buenos Aires. Por eso se entiende y se justifica que esta miniserie policial de 13 capítulos se haya estrenado en agosto de 2013 en la televisión de Santa Fe, mucho antes de su lanzamiento nacional desde la TV Pública. El resultado en pantalla deja como principal resultado el compromiso de nuevos nombres e instituciones, en este caso distantes del núcleo productivo de nuestra TV, en favor de producciones exigentes y arduas, que requieren un gran despliegue técnico y humano.
Y a la vez, más de una asignatura pendiente en el tratamiento del tema elegido, bastante impreciso en el desarrollo y en el retrato de sus principales personajes. El eje de la trama es la investigación del asesinato de una prominente figura del mundo noctámbulo local, el Bebe Uriarte (un impecable Miguel Ángel Solá). Una serie de vínculos sórdidos con algunas instituciones locales, la denuncia de las carencias sociales y la explotación humana por parte de seres poderosos y de mínimos escrúpulos, el enigmático papel de la familia del fallecido y la voluntad de pesquisa de un entusiasta fotógrafo se mezclan en un relato al que le cuesta encontrar el rumbo. También hay claroscuros en el entorno: los aciertos en la descripción del ambiente y la elección de exteriores chocan, por ejemplo, con visibles deficiencias en el sonido directo. ¿Las razones? Un confuso hilván entre el presente y las escenas del pasado presentadas a modo de flashback y escasa solidez en la pintura de los personajes, con las excepciones visibles de los que interpretan Solá (el más exacto de todos) y Adrián Navarro, un reportero gráfico al borde del estereotipo. Tal vez andando la historia, cuando la búsqueda se torne más precisa y las conexiones entre presente y pasado queden mejor armadas, ¿Quién mató al Bebe Uriarte? pueda hallar un tono más propicio y menos errático. Hay aquí materia y ganas para lograrlo. ß Marcelo stiletano
0,9 puntos de rating
El ciclo quedó último en su franja, muy lejos de la pelea entre Mis amigos de siempre (El Trece, 13,3 puntos) y La nave de Marley (Telefé, 12,6)