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espectáculos

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| Domingo 17 De marzo De 2013

Teatro en el mundo Laura Ventura

ESTADOS UNIDOS // ChEjOv pArA INTElECTUAlES

Junto con William Shakespeare, Anton Chejov es uno de los autores más representados y de mayor vigencia de los escenarios del mundo. A la versión del argentino Daniel Veronese de La gaviota, Los hijos se han dormido, con un elenco español, esta semana se sumó también en Madrid Chéjov nos salvará, en clave de comedia. Los textos, los personajes, las situaciones y las atmósferas de este autor son de una inmensa riqueza y de una maleabilidad tal que permite que los artistas desplieguen una enorme cantidad de recursos como intérpretes y como realizadores. Un ejemplo de este poder es el que se ve en el estreno de un texto que recorre varias piezas de Chejov: Vanya and Sonia and Masha and Spike, de Christopher Durang, dirigida por Nicholas Martin. Esta pieza sea quizás una de las más relevantes de la temporada para los intelectuales de Broadway. El crítico de The New York Times Charles Isherwood escribió que esta comedia delirante sólo hace reír a los expertos en este autor ruso. Aquí se reúnen destacados expertos en su obra: Sigourney Weaver, David Hyde Pierce (ambos amigos desde sus años de juventud en la Yale School of Drama) y Kristine Nielsen. Así, esta comedia convoca a Vania y a su sobrina Sonia, ambos de Tío Vania; a la infeliz Masha, hermana del medio de Tres hermanas; a la inmortal Nina de La gaviota; y a un tal Spike, a quien Chejov no tuvo el gusto de crear.

ESpAÑA // El TEATrO pArA SOlITArIOS

Antes de conocerse en el Complejo Teatral de Buenos Aires, el argentino Matías Umpierrez revolucionó al pueblo de Graus, al pie de los Pirineos, con la obra que escribió y dirige, TeatroSolo, cuyo objetivo es liberar al teatro de su estructura institucional para trasladarlo a varios puntos de la ciudad y acercarlo a los mitos de su cultura. Así, Umpierrez eligió la basílica de la Virgen de La Peña, la fábrica de embutidos Aventín, el colegio Joaquín Costa, el teatro Salamero y un departamento típico de la Plaza Mayor de este pueblo. Cada espectador asiste solo, sin acompañante, a un lugar y en un horario específico, donde se encontrará con un artista que buscará brindarle con su interpretación una nueva perspectiva de aquel sitio y de las historias que allí permanecen ocultas.

Las soledades de Umpierrez

AlEMANIA // UN MAgO ENTrAÑAblE

David Hyde Pierce y Sigourney Weaver hacen Chejov

El teatro oficial de Berlín presenta una megaproducción basada en el famoso relato El maravilloso mago de Oz, de L. Frank Baum, mientras Hollywood ofrece al mundo su última versión de la mano de Sam Reimi. El coreógrafo Giorgio Madia es el responsable de esta puesta en clave de ópera y ballet, elegido, según las autoridades de la Komishe Oper Berlin por “su estilo extravagante, poético y humorístico”. Con la melodía de Dmitri Shostakovich, propuso un espectáculo para toda la familia e incluso hay funciones en las que Madia hace subir a grupos al escenario para interactuar con los artistas en escena.

Un Oz muy particular

sara krulwich/nyt

teatro

Una de superhéroes suburbanos NOSOTrOS fUIMOS (gAMbETA). ★★★ buena. texto y dirección: Gustavo Sassi. con: Hernán Márquez, Fabián Caero, David Ledezma, Carolina Sturla y Alejandro Marticorena. colaboración autoral: Camila Sassi. música original: Martín Rodríguez. escenografía y luces: Osvaldo Walter Melián. vestuario: Maite Corona. asistente de dirección: Carina Brambilla. sala: Teatro del Pueblo, Roque Sáenz Peña 943. funciones: Domingos, a las 20. duración: 90 minutos.

C

uando todo indica que las cartas están tiradas, un hecho inesperado puede abrir camino a esa nueva oportunidad que se anhela y se sostiene en el deseo muchas veces inconsciente. En el sin rumbo, la desesperación es un motor que enciende la luz de alerta para atender a

esas señales de cambio que se cruzan y hay que saber observar. Gustavo Sassi apeló a los superhéroes de la infancia, o a aquellos ignotos que se camuflan para lograr la conversión, y retrató en un marco de sordidez la vida de estos seres a la deriva inmersos en el ya no ser, en la

búsqueda de una supervivencia hostil y en la ingratitud de la falta de reconocimiento. No son. Fueron. Y en ese pretérito aparece lo anodino de lo cotidiano, la desesperación y algún indicio de aspiración. Ubicados en la periferia de la ciudad, un lugar lúgubre amucha a Batman, Superman y Robin. Aquaman golpeará la puerta que abrirá el cambio para permitir la gambeta de los que se atreven. Y una mujer encenderá la llama de la esperanza lejos del traje y el antifaz. En definitiva, esos héroes que ya no son, remedan en cada uno de los excluidos de un sistema que desecha y no siempre permite volver a ingresar, desnudando el espurio límite que separa la gloria del fracaso. El autor, también responsable de la dirección, buceó en las márgenes suburbanas para generar la atmósfera decadente que reclama su material y sus criaturas.

Se luce Fabián Caero como un Superman que no se resigna a la pérdida de su status, en una composición saludablemente patética. La escena final jugada por David Ledezma, en el papel de Robin, y Carolina Sturla, sintetiza las cuerdas que busca atravesar el material. Una mayor profundización de esa situación le hubiese otorgado a la obra una sensibilidad superior. Es logrado el diseño del espacio de Osvaldo Walter Melián que permite imbuir a la platea en la atmósfera de bóveda que se esconde detrás de una persiana de metal. Allí dentro, deambulan los héroes decadentes que no son otra cosa que los ignotos que caminan afuera buscando un devenir algo más épico que el cotidiano marcado por la pérdida y el agobio. Es una pena que los marcados desniveles interpretativos del elenco entorpezcan el desarrollo de una buena idea.ß Pablo Mascareño.

La obra que ya se vio en 50 ciudades

Un argentino en territorio checo

EDUArDO rOvNEr. En Praga, su obra

Volvió una noche lleva 10 años en cartel Laura Ventura

TEATrO

Últimas funciones de Nosotros los héroes La obra de Jean-Luc Lagarce Nosotros los héroes (versión sin el padre) está terminando su ciclo de presentaciones en el teatro SHA (Sarmiento 2255). Con la dirección de Mónica Benavídez, y la actuación de un numeroso elenco (son diez actores en escena), la obra narra las desventuras de un grupo de teatristas que vaga erráticamente en medio de una Europa amenazada por la guerra. Las funciones (quedan sólo tres) se realizan los domingos, a las 20. Entradas: $ 70.ß

SIN gIrA

Morrissey sigue internado El ex cantante de The Smiths anuló el resto de su gira estadounidense a causa de una “serie de problemas médicos”, anunció ayer su portavoz. El cantante, que sufrió hace poco una pulmonía doble, una úlcera y afecciones en el esófago, se vio obligado a cancelar 22 conciertos en Estados Unidos. “Morrissey agradece a todos sus fans por sus buenos deseos de recuperación”, reza el comunicado. El cantante había sido hospitalizado a principios de año en Michigan. ß

PARA LA NACION

Cuchi y Aurora, dos gatas siamesas, un blanca y otra negra, caminan por la sala de Eduardo Rovner, custodiada por una gran biblioteca. Se tropiezan con las valijas sin desarmar, listas para emprender pronto otro viaje. El dramaturgo celebrará en Praga la década ininterrumpida que su obra, Volvió una noche, lleva en cartel en la República Checa, y la noticia de que –al menos– continuará representándose allí hasta 2015. Además, dictará un taller de escritura dramática en la Escuela de Música y Teatro de Praga y otro en la ciudad de Brno, y será jurado del Festival Internacional de Teatro de aquel país. Rovner ensaya una explicación a la fascinación que su texto tiene en el corazón de Europa, la cuna de Franz Kafka: “Mis padres son de una zona no muy lejana, de Moldavia, y mi apellido es bastante común en la República Checa”. Sin embargo, no es solamente en esta parte del planeta donde se representan sus obras. En Montevideo, Volvió una noche, escrita en 1983, estuvo durante 11 años en cartel, por El Grupo La Gaviota. También tuvo varias versiones en nuestro país (una con Mabel Manzotti y Claudio Gallardou; otra, con Norma Pons y Daniel Marcove) y se representó en Paraguay, Brasil, México, Cuba, Nueva York, Houston, Kansas, varias ciudades de España y Finlandia, Eslovaquia, Israel, Australia; se la verá pronto en Polonia, y la lista continúa. El mismísimo Woody Allen tuvo en sus manos el texto de esta “tragicomedia negra” y –curiosidades del destino– meses después dirigió en Historias de Nueva York una trama demasiado parecida a Volvió una noche, sobre una madre que regresa de la muerte para saldar cuentas con su hijo. Hasta Pedro Almodóvar le rindió (sin nombrarlo) homenaje en Volver, con Carmen Maura y Penélope Cruz. Rovner –director también de

la editorial Emergente, un sello especializado en teatro– se define como un buen espectador de sus obras, pero no lleva un minucioso control estadístico de las representaciones de sus piezas: “Se me escapa de las manos, me piden mis obras, y sé que están en tal lugar, pero también me entero por casualidad de otras puestas. No estoy pendiente de si gano o no con los derechos. Me consta que hay gente que pone dinero para hacer mis obras, son cooperativas. Entonces, en esos casos, no me interesa cobrar un peso”, confiesa. En uno de los laberintos de su biblioteca, en un prolijo cajón, atesora algunos programas de sus obras, en distintos idiomas, y la curiosidad de que en algunos países, los programas de mano van acompañados del texto original. Sócrates, el encantador de almas se está por estrenar en Valencia, dirigida por Toni Tordera, y pronto se hará lo mismo en Murcia. También en España se realizará una versión de Lejana tierra mía. Este año, además, las obras de Rovner se podrán ver en la Argentina. Manuel González Gil dirigirá Volvió una noche, con producción de Javier Faroni. Pronto se estrenará 3 x Rovner, Fotos de un concierto de ilusiones (integrado por tres obras cortas: Una foto, Viejas ilusiones y Concierto de aniversario). Además, están previstos los estrenos de La sombra de Federico, escrita con César Oliva, Alicia Moreau de Justo, El sueño de Ulises y hay algunos proyectos para llevar a escena Los Velázquez y Noche de ronda. Rovner es prolífico en varios sentidos. Ingeniero, psicólogo social y violinista, además de dramaturgo, reflexiona: “Todo lo que hice, todas mi profesiones, me fascinaron. Las amé, pero un día empecé a escribir. Uno busca maníacamente, desde un lugar de deseo, un lugar en el mundo”. Lo dice desde el sillón de su hogar, en Buenos Aires, este ciudadano de los escenarios del planeta, embajador del mejor teatro argentino. ß