TREINTA DÍAS DE ADORACIÓN Por Phyllis Osborn
1
¿Qué es la adoración?
Aunque la Biblia nunca nos da una definición de adoración, desde Génesis hasta Apocalipsis se ven ejemplos de personas que adoraron. Abraham, Moisés, Josué, David, todos se postraron ante Dios y lo adoraron. El último libro de la Biblia describe una escena en el cielo alrededor del trono donde “se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 5:14). Adórale tú también. Hazlo ahora mismo.
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Adora al Creador Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro Hacedor (Salmo 95:6). Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas (Apocalipsis 14:7).
Mi oración: Padre Celestial: Te pido en el nombre de Jesús, que me ayudes a hacer algo hoy para que otros se maravillen de ti, el Creador de todo. Amén.
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Dos maneras de adorar
Caín y Abel sabían que debían traer una ofrenda a Dios. Génesis 4:1-5 relata cómo cada uno trajo su ofrenda a su manera. Obviamente, había una manera aceptable de ofrendar a Dios y una manera no aceptable de hacerlo. Adoración implica sumisión a Dios y aceptación de sus decretos. Adorar con un corazón sumiso y humillado delante de tu Creador es la manera aceptable. Mi oración: Padre Santo: Me humillo delante de ti. Me someto a ti. Acepta mi alabanza y adoración que te doy, por Cristo Jesús mi Señor. Amén.
4
Adora al Dios justo La esencia de Dios es hacer lo correcto. Su Palabra lo declara:
Todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto (Deuteronomio 32:4). Porque Jehová es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro
(Salmo 11:7). El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9). Mi oración: Padre Justo: Ayúdame hoy a guiar a otra persona a comprender en verdad lo que es tu justicia. En Cristo Jesús. Amén.
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Noé, ejemplo de adoración
Lleno de fe y temor de Dios, Noé había construido el arca para salvar a su familia mientras el juicio de Dios caía en forma de diluvio. Lo primero que hace este hombre de fe al salir del arca es adorar a Dios (Génesis 8:18-22). Aparentemente, Noé incluyó a su familia en este acto tan significativo para él y para Dios, porque después Dios incluye a los hijos de Noé en la bendición (Génesis 9:1). Nuestra forma de adorar es distinta ahora, pero Dios desea siempre adoración de un corazón lleno de fe y temor a él. Toma unos momentos ahora mismo para darle lo que merece. Si lo puedes hacer junto con tu familia, mejor todavía.
6
Adora al Dios Altísimo El Padre celestial es supremo. No hay nada ni nadie tan grande como Dios. Bueno es alabarte, oh Jehová. Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche. ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos. Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo. (Salmo 92:1, 2, 5, 8) Ríndele el honor que merece por ser Dios Altísimo.
7
Adoración inesperada Abram, hombre de fe, obediente a Dios, fue a vivir en Canaán, no esperando ver a otro
temeroso de Dios en ese país pagano. Después de triunfar sobre varios reyes para rescatar a su sobrino Lot, Melquisedec sale a su encuentro con estas palabras: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano (Génesis 14:19 y 20). Abram era grande porque tenía un Dios grande. Aunque conocemos muy poco acerca de Melquisedec, podemos seguir su ejemplo: Cuando honramos a los siervos de Dios, honremos aún más al Dios Altísimo que tiene el control de todo.
8
Adora al Dios omnipresente El Padre celestial está en todas partes en todo tiempo.
¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? (Jeremías 23:24). Aunque su presencia es universal, se hace muy personal, como se ve en estas palabras dirigidas a su siervo Josué. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Josué 1:9). Afirma tu confianza en él y piensa cómo será diferente hoy porque estás seguro de que el Dios omnipresente está contigo.
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Agar da ejemplo de adoración
Génesis capítulo 16 relata cómo Agar huía de una situación difícil. En su desesperación estaba dispuesta a escuchar la voz del ángel de Jehová. Reconoció que Dios mismo le hablaba y le puso un nombre especial que describía al Dios que ella conoció en ese lugar desierto: El Viviente-que-me-ve. Si ponemos sobrenombres a personas por cariño, ¿por qué no lo hacemos con amor reverente para nuestro Dios? Ponle un nombre que concuerda con lo que está revelado de él en la Escritura; pero algo especial para ti, que recuerda un encuentro personal que has tenido con él. Admira a Dios de una manera íntima como lo hizo Agar.
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Un repaso de lo que has visto
A Caín le costó reconocer que hay que adorar de manera aceptable a Dios. Noé, hombre de fe, muestra temor a Dios por su obediencia y adoración. Melquisedec nos señala al Dios Altísimo. Agar se da cuenta de que Dios está presente en todas partes. Dios es creador. El es justo, Dios Altísimo y omnipresente. Adórale en tu corazón por lo que es. Exáltale en tus pensamientos. Cántale gozoso con tu voz. Vive por él todo el día. Mi Dios eres tú, y te alabaré; Dios mío, te exaltaré. (Salmo 118:28)
11
¿Cómo me preparo para adorar?
Una relación íntima con Dios comienza con reconocerlo como Salvador y Señor de tu vida. Cuando haces esto, el Espíritu de Dios mora en ti y te capacita para adorar. El Espíritu Santo glorificará a Cristo (Juan 16:13-14). Él utiliza la palabra de Dios en tu vida para lograr esto. La preparación para la adoración tiene que ser espiritual, porque esto es lo que el Padre busca (Juan 4:23-24). Lee el Salmo 17:1-7 y verás cómo David invitaba a Dios a examinarle el corazón para que no hubiera pecado que estorbara su adoración.
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Adora al Dios todopoderoso Dios es poder sin límite. Él todo lo puede. No existe ninguna fuerza que se iguale a él.
La historia sagrada relata de algunos personajes que, viendo su propia impotencia frente al Todopoderoso, reaccionan con frustración o miedo. Quizás no estaban de acuerdo con su actuación. Si tú estás al lado de este Todopoderoso, puedes celebrar sus obras como los que ya han alcanzado victoria y desde el cielo cantan: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos (Apocalipsis 15:3).
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Abraham da ejemplo de adoración
Observa cómo actúa este anciano amigo de Dios cuando el Todopoderoso se le aparece (Génesis 17): ♦
Se postra (v. 3) y en esta posición escucha a Dios.
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Se ríe al escuchar que Sara, a los 90 años, va a concebir. No teme reírse en la presencia santa de Jehová; son amigos (v. 17).
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Actúa (v. 23). Abraham (Dios acaba de cambiar su nombre), obedece las órdenes dadas.
La adoración sucede en momentos especiales cuando estamos en la presencia de Dios, pero estos momentos pierden significado si no son seguidos por acción en obediencia y amor al Dios que nos habló en el lugar secreto. Servir también es adorar.
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Adora al Dios infinito Celebra la grandeza del Padre celestial que no tiene límites. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder;
Y su entendimiento es infinito (Salmo 147:5). Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable (Salmo 145:3). Truena Dios maravillosamente con su voz; El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos (Job 37:5). Tú, que eres finito, reflexiona sobre tu relación con este Dios infinito. ¡Gloríate en él!
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Abraham e Isaac dan ejemplo de adoración
Hay que admirar la confianza que tuvo Abraham en su Dios, pues no vaciló frente al extraño mandato divino. Lee Génesis capítulo 22 para el relato completo. La verdadera adoración puede ser costosa. Detente para considerar lo que significó para Abraham decir: “Yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos”. Isaac, aún adolescente, junto con su padre demostró dedicación, sumisión, obediencia y fe. Tenía un Dios que merecía todo esto. Dios estuvo complacido con su adoración (vv. 1618). ¿Pudieras decir “adoraremos” sabiendo que te pudiese costar tanto como a Abraham? Examina tu vida. ¿Puedes decir, junto con tu familia, “adoraremos?”
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Adora al Dios bondadoso Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia (Salmo 118:1).
Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo (Tito 3:4-5). Alaba a Dios por esta virtud de bondad. Agradécele su bondad que ha mostrado en tu vida. Bondadoso Dios: Quiero ser ejemplo en compartir tu bondad con alguien que te necesita hoy. Amén.
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Eliezer da ejemplo de adoración
El criado de Abraham (Génesis 24) había orado específicamente por la dirección de Dios. Enseguida, cuando vio la contestación, se inclinó y adoró a Jehová y lo bendijo porque le había guiado.
Cuando Eliezer recuenta públicamente lo que sucedió, incluye también testimonio de que había adorado y bendecido a Dios. Y no solamente les habla de adoración pasada; la sigue practicando delante de ellos. La adoración es más que dar gracias. Es reconocer al Dador de la bendición que hemos recibido. Se hace en privado y se hace en público. Se hace al reconocer que lo que sucede viene de la mano de Dios.
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Adora al Dios santo
El Padre celestial es perfecto en todo sentido. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de su santidad (1 Crónicas 16:29). ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado (Apocalipsis 15:4). Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo (1 Pedro 1:16). Padre Santo: Ayúdame a reflejar tu santidad en mis acciones hoy. En el nombre de Cristo. Amén.
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Jacob da ejemplo de adoración
Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: “En verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.” ¿Te extraña que Jacob no supiera que Dios estaba en aquel lugar? Tú sabes que Dios está en todas partes. ¿Pero lo sabes de verdad? ¿Actúas siempre consciente de la presencia de Dios? Cuando Jacob comprendió que Dios estaba allí, enseguida convirtió el lugar en altar y adoró. Génesis 28:10-22 da el relato. Hay momentos de adoración cuando la presencia de Dios te absorbe; pero cuando un ruido te despierta a medianoche, o en medio del afán de la vida, ¿puedes alabar a Dios porque su presencia es real?
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Detente a pensar Abraham se fortaleció en fe, dando gloria a Dios (Romanos 4:20).
Vimos varios incidentes en la vida de Abraham cuando él adoraba a Dios. Pero en el lapso entre esas ocasiones especiales el patriarca andaba con Dios de una manera ordinaria, pero siempre con confianza en Dios. Dar gloria a Dios no es solamente decirlo. Es vivir de acuerdo a lo que Dios ha revelado de sí mismo. De lo que tú has aprendido sobre cómo es Dios, ¿cómo vas a glorificarlo hoy mismo?
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¿Te sientes indigno de adorar a Dios? Responde estas preguntas para diagnosticar la causa:
1) ¿De quién eres hijo? 2) ¿Qué testimonio da el Espíritu de Dios en ti? 3) ¿Quién tiene seguridad y acceso al Padre? 4) Entonces, ¿podrás adorar a tu Padre? Para calificar tus respuestas lee: 1) Juan 1:12; 2) Romanos 8:15-16; 3) Efesios 3:11-12; 4) Hebreos 10:19. Es saludable reconocer que no mereces ser hijo de Dios, pero Cristo murió por ti y si con fe y arrepentimiento lo has recibido, su Espíritu te capacita para adorar. Hazlo ahora mismo con confianza.
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El Nombre de Dios Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, Lo exaltaré con alabanza (Salmo 69:30).
El nombre de Dios revela su esencia, su carácter, su personalidad y sus atributos. La experiencia de Jacob en Bet-el (Génesis 28:19) destaca uno de sus nombres. “El” significa poderoso, fuerte, sobresaliente. Se traduce sencillamente “Dios” la mayoría de las veces. Es el Dios creador. No hay otro mayor porque su poder se origina en sí mismo. No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios (Éxodo 20:7). El nombre de Dios representa todo lo que él es, por tanto, no debes usarlo livianamente. Procura usarlo solamente de una manera que honre ese nombre.
23
Jacob da ejemplo de adoración
Después de 20 años, Dios manda a Jacob que vuelva a Betel. Para ese tiempo, no solamente había adquirido numerosa familia y posesiones; ha crecido también su confianza en Dios. Jacob manda a los de su casa a quitar los dioses ajenos. No se puede adorar a Dios y conservar los dioses paganos. Puedes leerlo en Génesis 35:1-7. Para poder adorar, Jacob les exige que cuiden de su aseo personal y de su ropa. Un Dios santo merece lo mejor en todo aspecto. Hechos estos preparativos, adoraron juntos como familia. La diferencia repercutió en la comunidad: la gente tuvo temor de Dios.
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Adora al Dios omnipotente
Admira tu Padre celestial todopoderoso. Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! (Salmo 66:3). Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos (Efesios 3:20-21). Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra (2 Corintios 9:8).
25
Job da ejemplo de adoración
Dios mismo describe a Job como perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Él acostumbraba adorar a Dios con su familia. Sin embargo, le sobrevinieron tremendas calamidades. Perdió hijos y posesiones. Léelo en Job capítulo 1. Frente a estos fuertes golpes, Job se postró en tierra y adoró. Reconoció la soberanía de su Creador, pues todo lo que tenía era de Dios y, como Dios se lo había dado, él podía también quitárselo. Job bendijo a Dios y desde ese mismo momento no dudó del propósito que Dios tenía para él. Si tienes a Dios en el centro de tu vida, lo adorarás, sean cuales fueren tus circunstancias.
26
Adora al Dios eterno Contempla a tu Padre celestial que no tuvo principio ni tendrá fin.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén (1 Timoteo 1:17). Él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido (Daniel 6:26). Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir (Apocalipsis 11:17). Padre Eterno: Guíame hoy para hacer algo que perdure por toda la eternidad. En Cristo Jesús. Amén.
27
Moisés da ejemplo de adoración
Moisés jamás había visto una zarza que ardía pero no se consumía. No tenía precedentes para pensar que era Dios quien le llamaba desde la zarza. Dios empleó su creatividad para conseguir la atención de Moisés. El relato está en Éxodo 3:1-6. Moisés, aunque temblando e inseguro, respondió con respeto y obediencia. No esperes una zarza ardiente; eso fue únicamente para Moisés. ¿Qué está usando Dios para llamarte a ti? ¿Su Palabra? ¿La voz apacible de su Espíritu? ¿Pruebas? ¿Circunstancias? Cualquier medio que Dios usa, respóndele, aunque sea temblando e inseguro. Acércate y él te seguirá comunicando.
28
Adora al Dios omnisciente Eleva tu alabanza al Padre celestial que sabe todas las cosas.
No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta (Hebreos 4:13). Oh Jehová, tú me has examinado y conocido, Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender (Salmo 139:1-3, 6).
29
El pueblo de Israel da ejemplo de adoración
El pueblo de Dios, angustiado por su esclavitud en Egipto, clamaba a Dios (Éxodo 2:2324). La respuesta de Dios fue llamar a Moisés para ser su libertador y a su hermano Aarón para ser su portavoz. Estos dos hombres se unen para llevar a cabo los propósitos de Dios (Éxodo 4:27-31). Luego proclaman al pueblo su mensaje y muestran las señales, la reacción del pueblo fue adorar a Aquel que había visto su aflicción. Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia (Salmo 66:20).
30
Bendeciré a Jehová en todo tiempo Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca (Salmo 34:1).
Utiliza todo el Salmo 34 para expresar tu adoración. Léelo al Señor. Examina tu corazón conforme lees. Si no puedes decir con sinceridad que lo bendecirás en todo tiempo, quizás puedes decir: “Quisiera bendecirte en todo tiempo”. Lee pausadamente y bendice a Dios por las verdades que encuentras acerca de él. Por ejemplo: Él oye tu clamor; Él es bueno. Repasa las otras cualidades de Dios que has visto en este mes y alábale por ellas también. Usado con permiso
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