10 TENIS

Viernes 6 de marzo de 2009

La Copa Davis

Tito Vázquez, el personaje de la serie En su vuelta a la capitanía tras dos décadas, dirige la nueva etapa con un estilo particular; pasó del enojo a las bromas y soltó: “La base no está” Por José Luis Domínguez De la Redacción de LA NACION

D

esde hace años, el puesto de capitán de la Copa Davis tuvo el concepto de la formalidad a ultranza, cierta tensión creciente –sobre todo en la semana previa– y el cuidado extremo de las palabras, para recaer muchas veces en las frases hechas o cassetteras. Pero Tito Vázquez llegó para cambiar. Todo. Más allá de sus notables conocimientos, de su experiencia como coach –llevó a Víctor Pecci al N° 5 del mundo– y de su trabajo en otras capitanías (Venezuela y Paraguay), muchos jugadores admitieron no conocer a Vázquez. Es comprensible: Tito volvió el año pasado a Buenos Aires después de trabajar siete temporadas en la federación británica y esta generación casi no tuvo contacto con él, salvo Nalbandian y Coria en la etapa junior, cuando Vázquez encabezaba la Escuela de Alto Rendimiento. La Asociación Argentina de Tenis (AAT) le dio un giro a su política global, Copa Davis incluida, y le dio la capitanía. Caio Rivera entró como subcapitán y se fue casi todo el cuerpo técnico anterior. El cambio llegó a las prácticas, en las que Vázquez utilizó drills (ejercicios) en busca de variantes, compenetrado en el papel de entrenador por encima del modelo de manager global; se mostró

muy participativo y no dudó en alentar a los jugadores. En cuatro días atendió tres veces a la prensa y pasó por diversos estados. Al principio empleó la mesura; tras la baja de Nalbandian parecía estar sentado en una silla eléctrica: enojado, se quejó del tratamiento de los medios y pidió “onda positiva” para respaldar al equipo. Ayer, en un ambiente distendido después del sorteo, dejó respuestas desopilantes, con seriedad y hasta con sarcasmo. Por ejemplo, cuando se le preguntó cómo se consideraba como técnico: “Tengo algo de Simeone, de Angel Labruna, del Bambino Veira... pero la base no está”. Y, como un DT, contó cómo motivar al plantel: “El vestuario era todo ladrillo gris. Traje un afiche de Roland Garros, de Björn Borg, firmado como ganador del año 81; otro de Lendl, del 84, firmado cuando ganó él; otro de Wilander del 88... Después, las palabras del Martín Fierro, los hermanos sean unidos porque ésa es la ley primera, pero antes de que llegara David, ¿eh? O todos para uno y uno para todos, de Dartagnan... y después, para que no sea tanto, trajimos a Pamela [Anderson] para que levante el ánimo; les dice que cada día le gusta estar más en el vestuario. Y ahora que tenemos un nuevo jugador [en alusión a Vassallo Argüello], el de hasta la victoria siempre, que llega mañana”.

Más: “Para decírtelo reclaro, estoy muy contento de conocer gente nueva, de integrarme con los jugadores que decían que no conocemos, como Pico, como Chela. Han tenido la humildad de los grandes, para entrenar como si Holanda fuese River Plate... pero no el River de ahora, ¿eh?”. Se refirió a la falta de un referente y las diferencias entre Del Potro y Nalbandian: “Como dijo Martin Luther King, tengo un sueño. En algún momento va a haber un grande de verdad, como Nadal, y espero que el ejemplo de él cunda. Ojalá que estos dos chicos se junten y alguno ceda, o los dos cedan, y lleguemos a lo que es madurar y ver las cosas como son”. Con influencia norteamericana –fue campeón universitario por la UCLA–, se vinculó con la cultura, la poesía y la música y es amigo del Flaco Spinetta, con quien colaboró en un par de discos. Vázquez vislumbró otra vida más allá de las raquetas, aunque siempre perteneció al peregrino planeta del tenis. Dos décadas después de su primera etapa al frente de la Davis, está de regreso. Otro capitán y otro estilo para liderar una etapa de cambios.

Más información. Copa Davis: ya es hora de dejar atrás Mar del Plata, por Marcelo Gantman www.lanacion.com.ar

Vázquez, un capitán rico en conocimiento y vivencias // R . P R IST U P LU K