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El verdadero personaje de Luz Amparo Álvarez

la primera fue Paloma San Basilio, después Shakira y ahí pude hacer esa fusión. 8. ¿Cómo ha influido la fama en su vida? No me la tomo muy en serio, no le ...
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El verdadero personaje de Luz Amparo Álvarez Al hablar de Luz Amparo Álvarez siempre se hace una relación directa con la imitación; ya que Luz Amparo, cantante e imitadora nacida en la ciudad de Medellín, y actual jurado del show de televisión musical “Yo Me Llamo”, se ha destacado por ser una profesional en el oficio del humor, tal y como ella misma lo afirma: “Así como la imitación no es una carrera, para mí ha sido toda una carrera y me siento una profesional en el oficio”. Es así, como tras personificar y realizar diferentes personajes a favor del humor, Luz Amparo ha demostrado que el género femenino también puede hacer parte de un oficio tan complicado como lo es el del humor. Sin embargo, de la vida personal y profesional de Luz Amparo no se habla demasiado, pues su relación con la imitación genera que se olvide casi por completo esta parte tan importante que permite conocer quién es realmente aquella paisa que se encuentra tras tantos personajes. Es por esto que nos hemos acercado a ella para conocer más acerca de su vida. 1. ¿Cómo fue su infancia? ¡Divina, muy bonita! con una familia muy unida, especial, alegre; una mamá sabia y complaciente. En el colegio la llamaban a ponerle quejas: “Luz Amparo tiene ese pelo muy largo” y ella decía: “de malas si quieren la echan” (risas) ella siempre me apoyó para todo, es muy tranquila. Después tuve un accidente de tránsito que no me hizo los días tranquilos; estuve año y medio en la clínica, estuve enyesada, y en cuidados intensivos, pero bueno, ya pasó eso, ya se normalizó mi vida. 2. ¿Cómo ha sido la relación con su familia? Muy bonita; somos amigos todos, en mi familia nunca hay peleas, no hay gritos, siempre hay conversación, conciliación, siempre unidos, a pesar de que yo estoy en Bogotá y ellos en Medellín todos seguimos con una amistad muy linda, pero yo creo que ahí tiene que ver mucho los papás; son los que unen la familia, ahora que mi papá no está, mi mamá es como ese centro de la casa, y es una relación con buen sentido del humor y muy alegre. Yo soy la seria de la casa, mis hermanos son chistosos, conversadores, tienen apuntes rápidos, y eso hace que la familia sea más unida también. 3. ¿Por qué decide dedicarse a la imitación y no a una carrera profesional? Yo iba a estudiar Derecho, y Contaduría; pero siempre me ha gustado la música, y fue con lo que inicié. Estudié canto, toqué la batería años, y hacía parte de grupos en Medellín, entonces me di cuenta que quería eso. En ese momento estudiaba Sistemas; lo dejé y se me olvidó la idea del Derecho y la Contaduría para dedicarme a esto, pero no sabía que tenía este talento, sino que Vargas Vil (un humorista paisa) fue el que me descubrió, me invitaba al programa de radio que se llamaba: “El manicomio de Vargas Vil”, en esa época muy famoso; empecé allá y él me decía: “Esta es su carrera, su oficio”, y no lo asumía como tal, porque uno como mujer es muy miedoso para meterse en este

campo del humor, porque es muy masculino, pero una vez tomé la decisión fue fantástico, y no me arrepiento. Y así como la imitación no es una carrera para mí ha sido toda una carrera y me siento una profesional en el oficio. 4. ¿Cuáles son los parámetros que usted tiene para imitar a un personaje? Es dependiendo donde lo vaya a hacer, como he trabajado en radio, televisión y teatro, uno busca la identificación del público, porque también hago humor; y para que se genere la risa tiene que haber una identificación inmediata, entonces el parámetro en un programa de actualidad como “La Zaranda “, “El cocuyo”, que eran programas de radio, “La banda francotiradores”, que era de televisión, o en los shows, el parámetro principal es que la gente lo conozca, que sea mínimamente popular, que genere noticia, o dé papaya, como los políticos, y de ahí de esos “papayasos” nos alimentamos los humoristas. 5. ¿Qué dificultades ha tenido al dedicarse a la imitación? Al principio la dificultad era no asumirlo, no entender que podía dedicarme a eso; yo lloraba todos los días porque Tola y Maruja se burlaban de mí, mis otros compañeros me hacían chistes, y no lo asumía; yo decía: “¿Qué es esto tan horrible?”, yo decía: “¡Qué cosa tan horrible!”, llegaba llorando a mi casa, y decía: “Ya no quiero más”, ese fue el peor error, la limitación más grande y el obstáculo más grande que encontré, fui yo misma el obstáculo porque no lo asumía, y cuando tomé la decisión y lo asumí, dije: “Este es mi oficio”, y es como si hubiera florecido, todo fue más tranquilo y desde que yo tomé la decisión lo disfruto enormemente, es una actitud de vida, el humor es una decisión, y a mí me cambió la vida completamente. 6. ¿Cómo conoció a su esposo, el productor musical Ricardo Prado? Fue una casualidad, me llamaron para ser protagonista de un musical de Broadway; “La Tiendita del horror”, se hizo en Bogotá, y yo era la protagonista, y Ricardo en el musical era mi jefe, un actor. Ahí lo conocí, ni me caía bien, lo miraba feo todos los días, él también me miraba feo todos… ¡mentiras! No, yo lo miraba raro, porque me habían dicho que era el manager de Maía, y mentiras, él era el productor y compositor de Maía, y no el manager, y me decían que es que ese manager era mala clase, entonces ni lo volteaba a ver, y no había buena relación; no era una relación mala, pero no era cercana. Cuando terminó el musical, como al año, nos volvimos a encontrar, por cosas de la vida, nos empezamos a caer bien, a acercar, y finalmente terminamos casados. 7. ¿Cómo ha integrado sus dos gustos: la música y la imitación? Lo hice de la manera más fácil del mundo, empecé a imitar personajes de la política, y de la farándula. Siempre digo que tengo que agradecerle mucho a Natalia Paris, porque yo como de cuenta de ella hace como 25 años, y aparte de Natalia, empecé a hacer a María Emma Mejía, quien era una política famosa por esos días; era la Canciller de Relaciones Exteriores, y bueno en esos personajes no tenía que cantar, pero me empezó a faltar la música y dije: “No, yo qué hago”, y fue cuando inventé la disculpa, para imitar cantantes, y la primera fue Paloma San Basilio, después Shakira y ahí pude hacer esa fusión.

8. ¿Cómo ha influido la fama en su vida? No me la tomo muy en serio, no le presto mucha atención, creo que los famosos somos muy afortunados, privilegiados, porque podemos hacer lo que queremos, y hay un reconocimiento muy rápido, pero la verdad siento que soy una persona común y corriente, no me gusta montarme en el cuento de la fama porque me parece peligroso, me asusta pensar que el ego esté por encima de la conciencia, o que el poder esté por encima de lo

humano, y siempre trato de andar muy equilibrada, ya siento que todo en la vida es prestado, y que uno tiene que disfrutar y ya. 9. ¿Alguna vez ha pensado en ser madre? ¡Ay sí! en el colegio, las monjas querían que yo fuera madre pero del convento, todas me echaban el cuento para que yo fuera monja, pero esa no era mi vocación; soy juiciosa, pero así que la madre Laura tampoco. Siempre quise ser mamá, pero pienso que la vida pasa por encima de uno, hay decisiones que uno no toma, o que por alguna razón las cosas no se dan, se van pasando los años, y siento que se me pasaron, y ya no fui mamá, pero soy afortunada porque mi esposo tiene tres hijos, y yo me siento como una mamá amiga de esos tres hijos, y los quiero mucho y esa es mi familia. 10.

¿Qué proyecto importante tiene en esta etapa de su vida?

¡No, yo soy llena de proyectos! yo creo que yo voy a tener 90 años, y voy hacer proyectos a largo plazo, creo que no me voy a morir, me fascina soñar porque me parece que los sueños lo mantienen a uno vivo, y trabajar por los sueños hace que uno se levante con ánimo todos los días, tener algo porqué levantarse, porqué luchar, y para mí no solamente los sueños de uno, sino los de la gente que uno quiere. Así como a corto, mediano, y largo plazo; terminar mi disco porque eso para mí es un sueño, más que un negocio; seguir con los shows porque me encanta pararme en un escenario, me parece que es el momento más real de un artista. Eso es lo que más me gusta, y algún día poder tener mi escuela, y mi auditorio de formación artística. 11.

¿Cómo describes tu vida hasta este momento?

Feliz, feliz sí. 12.

¿Qué cree que le hace falta por hacer?

¡Uf, no! muchas cosas, siento que cada día no me alcanza, no me alcanza la vida, no alcanza el tiempo, ¡Ay no! hacen falta muchas cosas, yo quiero hacer otro show, quiero lo del auditorio, quiero la escuela, a veces pienso que cuando tenga 60 años, no voy a poder estar imitando a Natalia Paris, o tirándome al piso como Shakira con 90 años; aparte de eso porque yo creo que la osteoporosis tampoco me lo va a permitir, entonces, pues para un futuro, pienso otras cosas y me imagino compartir con los jóvenes, poder enseñarles lo que he aprendido de la vida, poder compartir todo lo que he disfrutado y aprendido, eso me gustaría. 13. En cuanto al reality en el que participa actualmente como jurado: Yo me llamo, ¿Cree que las controversias que se generan con los demás jurados: Amparo Grisales y Jairo Martínez, son parte de una estrategia para aumentar el rating? No, para nada (risas), ojalá fuera una estrategia, porque pienso que uno tendría un día a día más tranquilo. No es para nada una estrategia, que eso sí genera un rating, creo que sí, creo que eso genera comentarios también, el exceso también puede generar todo lo contrario, pero no es una estrategia, la verdad es que en los realitys la cuestión es que es la realidad, lo que es cada uno, no hay un libreto, no se muestra Jairo Martínez de una

manera diferente a como es él, ni Amparo a una manera distinta, ni Luz Amparo; cada uno es lo que es, y las discusiones se dan porque s que somos tres personas muy distintas, creo que los productores escogieron muy bien porque sabían que de pronto eso se iba a generar porque éramos tres perfiles opuestos, y me parece que la discusión es muy válida desde que exista el respeto y no se genere una guerra. Por: Angie Gualteros, Paola Mejía y Carolina Ruiz.