Política
Jueves 16 de agosto de 2007
El escándalo de la valija: decisión sorpresiva
Sugestiva renuncia en el órgano que controla el lavado Enfrentamientos en la cúpula de la UIF Por Adrián Ventura De la Redacción de LA NACION Ayer, en forma sorpresiva y en medio del escándalo de la valija con 800.000 dólares, Juan Servini, hermano de la jueza federal María Servini de Cubría, renunció a su cargo de jefe de asesores de la Unidad de Información Financiera (UIF). Juan Servini, en su carta de renuncia, invocó diferencias irreconciliables con Rosa Falduto, presidenta de la UIF, según confiaron a LA NACION dos personas que tuvieron acceso a la misiva. La renuncia se produjo ayer. Las diferencias, según algunas versiones, vienen de lejos. Pero quienes vieron a Servini y a Falduto en una reciente reunión organizada en julio último, en Quito, por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI-SUD), creyeron ver que la relación entre ambos marchaba sobre rieles. LA NACION chequeó la información de la renuncia con tres importantes fuentes del Gobierno. Ayer, nadie descartaba que el escándalo de la valija podría haber producido un cortocircuito. La UIF es un organismo argentino que forma parte de una red internacional de lucha contra el lavado de dinero. Según una fuente con contactos en ese mundo, fue una agencia de inteligencia extranjera la que anotició a las autoridades de Aeroparque sobre la llegada del maletín venezolano. Ante una advertencia categórica y clara, la valija fue secuestrada.
Luego, la Aduana envió un reporte a la UIF y, a raíz de ello, el organismo comenzó a intervenir. Ayer, sin embargo, la renuncia de Servini, que su hermana, la magistrada federal, se ocupó de difundir a los cuatro vientos, puso en evidencia una crisis interna, que ocurre en el momento más delicado de la investigación del maletín venezolano. Quienes recibieron la llamada de Servini anoticiaba de la renuncia de Juan Servini dan cuenta de que todo indica que la jueza le sacó el respaldo a Falduto. La magistrada y Graciela Ocaña, titular del PAMI, fueron decisivas a la hora de que el presidente Néstor Kirchner nombrase a Falduto. Pero las relaciones de Servini de Cubria con sus protegidos nunca duran mucho. Hace unos años se distanció de Alicia López, ex presidenta de la UIF. Ahora, parece ser el turno de Falduto. Pero quienes están más cerca de Falduto, que no tendría problemas para pertenecer al frente de la UIF, dicen que ella había mostrado recientemente signos de independencia, que colisionaban con la supuesta pretensión de Juan Servini de tener, junto con la magistrada, amplios márgenes de maniobra del organismo. Como fuera, las cosas no terminaron bien y la discusión entre Falduto y Servini habría sido bastante fuerte. La Unidad de Información Financiera tenía hasta el año último una composición plural, pero, a instancias del kirchnerismo, el Congreso reformó la ley y concentró el manejo del organismo en pocas manos.
“La Aduana hizo lo que dice la ley” ■ El director general de Aduanas, Ricardo Echegaray, no tuvo alternativas y ayer habló sobre el escándalo de la valija al terminar un seminario del Día de la Exportación. Estaba preparado: abrió una carpeta y leyó un texto armado especialmente. “La Aduana hizo lo que la ley vigente le manda a hacer. Todos los inspectores procedieron conforme el criterio jurisprudencial que los tribunales venían aplicando”, dijo. Luego agregó: la Aduana “funcionó como un resorte más del control del Estado. Este es un caso policial. Existe una causa. Que la Justicia tome las decisiones que tiene que tomar”, destacó.
LA NACION/Página 9